El Gran Cinematógrafo Pathé/Palacio Luminoso de Antonio Manresa (Plaza de Colón, [15] de febrero->24 de abril de 1906)

En febrero de 1906, se instala el Gran Cinematógrafo Pathé en la plaza de Colón. Existen algunas dudas relativas al dueño del cinematógrafo. En unos de los artículos se señala que el dueño es el señor Manzanera [sic], figura desconocida del mundo del cinematógrafo de aquellos años y podría tratarse de un gazapo por Antonio Manresa. El cinematógrafo permanece durante varias semanas con, al parecer, un éxito constante:

Anoche tuvimos el gusto de asistir a una sección del gran Cinematógrafo Pathé establecido en la Plaza de Colón quedando altamente complacidos del magnífico aparato por su fijeza y precisión.
Recomendamos al público visite el Salón del Cinematógrafo, pues es digno de ello, conceptuándolo nosotros como el mejor de cuantos han venido hasta hoy a Lorca.

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Tarde de Lorca, Lorca, 12 de marzo de 1906.

Diario de Avisos, Lorca: Plaza de Colón (c. 1900)

Por descuido o intencionadamente, el dueño del cinematógrafo vende más localidades que plazas posibles en el pabellón lo cual provoca la protesta de los espectadores como lo explica la prensa:

Varios amigos concurrentes a diario al Salón del Cinematógrafo PATHÉ, sito en la Plaza de Colón, nos ruegan pidamos a la Empresa que no venda más localidades de las necesarias para llenar el local, pues anoche el escándalo y alboroto del público fue más que regular, habiendo muchos espectadores de pie que impedían ver el espectáculo a los que tenían a la espalda. Trasladamos la queja.

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Ateneo Lorquino, Lorca, 7 de abril de 1906.

Interesante, por otra parte, la reacción del público frente a la cinta de Pathé Los inquisidores y sus tormentos comentada además por el explicador:

Anoche visitamos el Gran Cinematógrafo Pathé y tuvimos lugar de presenciar la indignación del público contra los inquisidores al ver la película "Los inquisidores y sus tormentos".
Hubo sus correspondientes aplausos al simpático encargado de hacer la reseña de los cuadros, por caer, como siempre que tiene ocasión, en sus explicaciones del lado de la libertad.
Nosotros aconsejamos al Sr. Manzanera, dueño de la instalación que siga dando esta película, porque en realidad enseña al pueblo.

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Tarde de Lorca, Lorca, 21 de abril de 1906.

En un largo artículo, se evoca el interés pedagógico del cinematógrafo y, de paso, se indica el nombre del propietario del Palacio Luminoso, el Sr. Manresa. El nombre del barracón es el que suelen utilizar Juan Minuesa y Pedro Agar, lo cual podría sugerir una colaboración con éstos: 

LAS ESCUELAS EN EL CINEMATÓGRAFO.
En poblaciones como esta en que el año escolar suele transcurrir en eterna monotonía; repitiéndose sin cesar diariamente, a la misma hora, en igual sitio, idéntico horario, con el propio maestro; en ciudades donde ni se ha pensado siquiera en poner en práctica las excursiones de niños al campo, a la montaña, al mar, a otros pueblos; en que los baños y las cantinas escolares son desconocidos; en fin, donde el estudio de la Vida de la Naturaleza y de la Vida y los ejercicios físicos al aire libre, rítmicos, artísticos, huelgan en todo tiempo por su ausencia; en una población así, digo, es una gratísima novedad la asistencia de escuelas enteras con sus maestros respectivos a un espectáculo; y si se tiene en cuenta que concurrieron las de ambos sexos a un mismo tiempo y que se trataba de cinematógrafo, hay que añadir a esa novedad una gran transcendencia.
Tengo, por lo mismo, que aplaudir ese acto solemne en que alrededor de unos mil ochocientos niños de ambos sexos, perfectamente ordenados en silenciosas filas por la autoridad moral de los profesores que les acompañaban, han recibido la mejor lección quizás de toda su vida, si como supongo, concurrieron a él previamente
instruidos y recibieron después las explicaciones convenientes.
Aunque, indudablemente, habría sido mucho mejor que sin perjuicio del carácter de diversión tan sólo que a esa solemnidad parece habérsele querido dar por el dueño del Palacio Luminoso, Sr. Manresa, que, siguiendo una costumbre que le honra, tan galante y generosamente hizo el ofrecimiento, y por el colegio de San Clemente, de donde partió la invitación a los demás, y la organización de la fiesta, se hubiera informado a tan singular acto del aspecto pedagógico que más propiamente implicaba; es decir, que, a mi juicio, ha debido por el personal docente de Lorca sacarse de esta función abundantes frutos intelectuales y morales para sus discípulos, en vez de haberla reducido a un simple pasatiempo; a pesar de lo cual, de todas las escuelas y colegios, dejaron de concurrir nada más los dirigidos por religiosos y monjas, no obstante haber sido invitados oportunamente también por un establecimiento a cuyo frente figura el Sr. Cura de San Mateo, D. Tomás Hervás.
Así es que, allí mismo, sobre el terreno, debió explicarse a la numerosa concurrencia infantil la historia y el funcionar de ese maravilloso invento en que las acciones pasadas se nos muestran como presentes; de ese mecanismo que nos hace poder asistir a las intimidades del hogar recónditos y a la exteriorización de pensamientos, como a los grandiosos hechos de la Historia, y a los monstruosos crímenes y sublimes virtudes de la humanidad.
Sin parar mi atención en si ha debido, antes de las tres de la tarde de anteayer en que se había fijado la hora para empezar el programa, calcular la capacidad cúbica del local y el número de educandos, a fin de que no se conglomeraran en la primera sección de tal modo que no había sitio donde poner las plantas ni atmósfera respirable, mientras el resto de los colegiales, que no pudo entrar, tuvo que mantenerse una hora en la plaza a pie firme, como soldados en formación, quedando numerosos asientos desocupados en la segunda; sin querer hacer crítica de las películas que se presentaron, algunas de las cuales, como "La buena pipa", "El Ganso de Navidad", "Burla de alumnos", "Ladrones nocturnos" y "El palacio de las mil y una noches", debieron ser sustituidas por otras más en armonía con el público estudiantil, y que se hubieran prestado más a enseñanzas de historia, de ciencia, de arte, de moral; prescindiendo de todo eso en este momento, y con el deseo de que hubiera habido agentes de la autoridad para impedir que elementos extraños se introdujeran en el Salón; nunca mejor que entonces fue útil, necesario, que el simpático dependiente Félix, explicara a tan no menos simpática diminuta concurrencia, el significado de cada cinta.
Aun así y todo, merecen nuestros más sinceros plácemes cuantos han intervenido en ese acontecimiento escolar; y nos permitimos excitar el celo del magisterio para que busque él mismo cuantas ocasiones le sean propicias para celebrar actos de análoga naturaleza, única manera, sin género alguno de duda, de que la misión más elevada en la sociedad, que se les tiene encomendada, sea racional e integralmente cumplida con deleite de esa juventud, esperanza mañana de una mejor sociedad.
ANTROPOS.

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Tarde de Lorca, Lorca, 24 de abril de 1906.

Repertorio (otros títulos): Vida, Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo (Ateneo lorquino, Lorca, 16 de marzo de 1906), Las mil y una noches (Tarde de Lorca, Lorca, 29 de marzo de 1906), El viaje inverosímil, Los ladrones de niños (Ateneo lorquino, Lorca, 6 de abril de 1906).

El Cinematógrafo (Teatro Guerra, < 26 de junio de 1906)

El cinematógrafo instalado en el teatro Guerra se despide hacia finales de junio:

La Empresa del Cinematógrafo se despidió a la francesa con la película "LA DEL HUMO" que ha dejado absorbidos a los arrendatarios del Teatro Guerra.
Vaya con Dios el Cinematógrafo y que la Medera les guíe.

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Ateneo Lorquino, Lorca, 26 de junio de 1906.