TOROS EN MADRID 11 de mayo de 1905 Los espadas eran: Regaterín, Bienvenida, Pepete Angelillo, nuevos los dos últimos en esta plaza. Los toros: cuatro de Veragua cuatro de Bañuelos. A las primeras de cambio nos quedamos sin un espada: Angelillo, al querer terminar un quite en el primer toro, se queda en la cara, el bicho le engancha y le voltea, dándole, ya en el suelo, varios derrotes, sin que, por fortuna, llegara á, engancharle de nuevo. Al quite, ¡nadie! El parte facultativo decía que sufría una herida incisa, como de cinco centímetros, en el labio inferior, otra en el ala izquierda de la nariz, impidiéndole continuar la lidia...La Fiesta Nacional, Barcelona, año II, núm. 62, 3 de junio de 1905.