SANTANDER

Jean-Claude SEGUIN VERGARA
Jon LETAMENDI GÁRATE

Santander, capitale de la province de Santander (Espagne), compte 50 640 habitantes (1897) 

1896

El Cinetógrafo de Macario Alfaro (Plaza de Numancia, 24 de julio-25 de agosto de 1896)

Con motivo de las fiestas de Santiago, Macario Alfaro instala su cinetógrafo en la Segunda Alameda, que se viene anunciando desde primeros de julio de 1896:

Sabemos, por conducto autorizado, que dentro de pocos días se expondrá al público en esta ciudad el último invento del célebre Edisson, consistente en un aparato titulado "Cinetógrafo".
Es de suponer que llamara grandemente la atención y que será visitado con complacencia el local donde se exhiba al público tan portentoso invento, que en París está siendo la novedad "del día".


La Atalaya, Santander, 6 de julio de 1896, p. 2.

Finalmente, el cinematógrafo se instala en la plaza de Numancia:

Ha quedado instalado en la Plazuela de Numancia, donde estaba el circo, "El Cinematógrafo", último invento de Edisson.
Dentro de breves días se harán las pruebas definitivas y se abrirá al público.
La Atalaya, Santander, 15 de julio de 1896, p. 2.

El feriante organiza una sesión previa para algunos invitados, como se suele hacer habitualmente. El Cantábrico es el periódico que más detalles ofrece al lector:

El "Cinematógrafo" de Edison”. Galantemente invitados por los expositores, tuvimos el gusto de asistir anoche a la apertura de este maravilloso espectáculo que se presenta por medio del ingeniosísimo aparato "Cinematógrafo", invención del célebre Edison. Sorprende de un modo extraordinario la realidad con que aparecen a la vista del público los diferentes cuadros fotográficos de que consta la colección, moviéndose dentro de ellos las figuras con la misma exactitud y naturalidad con que fueron sorprendidas por la máquina fotográfica.
Entre los cuadrostodos de movimiento, expuestos anoche, figuraba un gran número de personas saliendo de una iglesia, causando completa ilusión la variedad de movimientos y de actitudes de cada una de ellas, que toman al salir distintas direcciones. Otro de los cuadros, acaso el que más impresiona por su verdad, es la llegada de un tren a la estación. Se ve llegar el tren desde lejos y va aumentando considerablemente de tamaño a medida que se acerca. Tan pronto como se para, algunos pasajeros se bajan de los coches; varios de ellos, que son los que llegan al termino del viaje, llevan objetos en las manos. Otros asoman la cabeza por las ventanillas de los coches, moviéndose. Muchas personas circulan por el andén. Se observa, en fin, con todos sus detalles el movimiento de una estación de ferrocarril durante los minutos de parada de un tren en ella. Después se ve a los viajeros montar en sus coches, y el tren se pone de nuevo en marcha, hasta que desaparece. Es un verdadero prodigio de la óptica.
Otro cuadro representa una especie de plaza circular por la que pasan infinidad de coches, viéndose a los caballos trotar materialmente, siendo curioso ver a los transeúntes esquivar el paso de los vehículos, unos deteniéndose y otros pasar corriendo entre un coche y otro. Así, por este estilo, son todos los cuadros. Es un espectáculo digno de verse y estamos seguros de que no habrá una sola persona en Santander que no vaya a verlo, porque la cosa lo merece de verdad. Así lo esperamos, y mucho más si los encargados de hacer la exhibición corrigen algunas deficiencias observadas anoche.


El Cantábrico, Santander, 25 de julio, p. 1.

No sabemos el nombre del feriante, y las vistas animadas no permiten tampoco saber cuál es el editor. Lo que sí indica el periodista es que la calidad de la proyección no ha sido del todo satisfactoria y que se han notado defectos. En los días siguientes, algunos artículos vuelven a hablar del cinematógrafo, aunque podría tratarse de gacetilla escritas por el propio feriante como la de La Atalaya:

Como no podía menos de suceder, vemos con satisfacción la grande acogida que por el público santanderino ha tenido el gran invento del célebre Edisson, titulado el Cinematógrafo.
En las diferentes sesiones que desde hace cuatro días están dando en el amplio local de la plaza de Numancia, hemos observado que siempre hay llenos completos, prueba inequívoca de lo mucho que vale lo que allí se exhibe.
Como la empresa se halla dispuesta a corresponder a los favores que el público la viene dispensando, no piensa omitir sacrificio alguno y para demostrarlo así, llegarán en breve una nueva y amena colección de vistas, haciendo entre todas un grande y variado repertorio, con el que podrán complacer a los mas exigentes espectadores.
Por nuestra parte felicitamos a los empresarios y les deseamos los mejores resultados, y esperamos que el público siga como hasta hoy correspondiendo a los buenos deseos que para con el tiene la empresa dela Plaza de Numancia.


La Atalaya, Santander, 29 de julio de 1896, p. 2.

Otro periódico local, también propone una reseña extensa de esta sesión inaugural:

EL CINEMATOGRAFO
La gran novedad de estas ferias es el Cinematógrafo, instalado en la plaza de Numancia. El prodigioso invento ha de llamar poderosamente la atención del público, que llenará todos los días el amplio local donde se ha instalado el aparato.
Ayer, en una sesión de invitación, se inauguraron las exhibiciones de las fotografías animadas. Todos los asistentes esperaban con impaciencia la aparición de las fotografías animadas, y prorrumpió en aplausos cuando hubo contemplado la realidad recogida por la fotografía y trasladada al lienzo donde se reflejan las vistas.
Aprécianse todos los detalles y no se pierde un solo movimiento. Causa admiración el ver cómo se mueven aquellas gentes, cómo corren los trenes y pasan los coches y se mueven los columpios. No es  descriptible el efecto que estas exhibiciones producen, y por mucho que encareciésemos el espectáculo, no diríamos todo lo que se puede decir acerca de tan curioso invento. Nos limitamos á aconsejar lo que de seguro aconsejarán á sus amigos y conocidos cuantos presenciaron ayer la exhibición de las fotografías animadas: que vayan á verlas.


La Atalaya, Santander, 25 de julio de 1896, p. 1.

Según lo que recoge la prensa, el público responde, y el local está lleno con frecuencia:

Como no podía menos de suceder, vemos con satisfacción la grande acogida que por el público santanderino ha tenido el gran invento del célebre Edisson, titulado el Cinematógrafo.
En las diferentes sesiones que desde hace cuatro días están dando en el amplio local de la Plaza de Numancia, hemos observado que siempre hay llenos completos, prueba inequívoca de lo mucho que vale lo que allí se exhibe.
Como la empresa se halla dispuesta á corresponder á los favores que el público la viene dispensando, no piensa omitir sacrificio alguno y para demostrarlo así, llegarán en breve una nueva y amena colección de vistas, haciendo entre todas un grande y variado repertorio, con el que podrán complacer
á los más exigentes espectadores.
Por nuestra parte felicitamos á los empresarios y les deseamos los mejores resultados, y esperamos que el público siga como hasta hoy correspondiendo á los buenos deseos que para con él tiene la empresa de la Plaza de Numancia.


La Atalaya, Santander, 29 de julio de 1896, p. 2.

Sin embargo, las lluvias abundantes de esos días vienen limitando el negocio y los beneficios de los barracones, entre otros, el del cinetógrafo. A pesar de las dificultades, la prensa sigue con muchos interés las proyecciones del cinematógrafo y todos los periódicos dedican artículos, a veces largos, al nuevo invento. En La Atalaya del último día del mes de julio, una parte de la primera plana le está dedicada:

EL CINEMATÓGRAFO
Continua llamando poderosamente la atención del público, que llena todos los días el salón donde se da este notabilísimo espectáculo, el aparato Cinematógrafo, cuya exhibición causa al público verdadero asombro.
Hay en el Cinematógrafo dos partes distintas, ambas esenciales y enlazadas una a otra: el mecanismo para obtener la película con sus fotografías de movimiento, y el mecanismo en cuya virtud estas van pasando con la rapidez necesaria por delante de la lente colectora de un buen aparato de proyección, provisto de potente foco luminoso.
Debe advertirse como es condición esencial y precisa para el buen resultado del experimento, y para evitar cierto genero de movimientos oscilatorios, que las imágenes se formen y aparezcan siempre en el mismo sitio exactamente: preocupó mucho a Edison este asunto cuando construía su cinetoscopio, y resolvía la dificultad, con grandísimo ingenio primero, iluminando súbitamente las imágenes en el momento de presentarse con luz viva procedente de una lámpara eléctrica de incandescencia, y las cosas hállanse dispuestas de tal suerte que, mediante la rapidez del movimiento, el ojo no recibe el cambio ni tiene otra sensación que la de continuidad, pareciéndole inmóvil la imagen vista en el aparato. Esto mismo consíguelo Lumière en el Cinematógrafo también de modo sencillísimo, el cual recuerda un poco el artificio usado para estampar usando cuatro o cinco colores: todo se reduce a señalar, de manera mecánica, puntos de referencia sumamente precisos en la película impresionada, y basta luego un movimiento de vaivén muy parecido al mecanismo de la máquina de coser ordinaria para colocar delante del objetivo del aparato las imágenes, siempre en el mismo sitio indicado por los puntos dichos, y así no hay aquel cambio de lugar que tanto habría de perjudicar al efecto que se desea obtener.
Un antecedente de innegable mérito se ha de recordar a guisa de preliminar del Cinematógrafo Lumière, cuyo aparato constituye, a su vez, ingeniosísima perfección de uno de los juguetes antes mencionados, y se funda, como él, en hacer pasar por delante de un solo observador en poquísimo tiempo, muchas fotografías de movimiento, o que reproduzcan una escena de la vida real, con todos sus accidentes circunstancias: diferénciase mucho, sin embargo, el cinetoscopio y el Cinematógrafo, porque mientras el primero es para un observador solamente, y las figuras aparecen de tamaño bastante pequeño, el segundo consiente ser adaptado a un aparato de proyección, y así vense las imágenes sobre una pantalla, con notable aumento, respecto del tamaño que tienen en la fotografía; de consiguiente, acércanse más a la realidad y permiten juzgar mejor del mecanismo de las escenas representadas, suprimiendo casi todos los inconvenientes reconocidos en el aparato de Edison, y realizando, por lo tanto, uno de los mayores prodigios que se han visto hasta el presente: el invento no puede ser más sencillo, y sus efectos suspenden el ánimo y causan verdadera admiración; ni sus fundamentos ni su mecanismo ofrecen grandes dificultades para ser entendidos, y así, con bien poca cosa parecer, obtienense maravillosos efectos, nunca bastante encomiados, promesa de otros mayores, para no lejano porvenir cuando el famoso aparato sea todavía más perfecto.


La Atalaya, Santander, 31 de julio de 1896, p. 1.

Este tipo de artículo recoge en realidad generalidades que se encuentran en muchas revistas más o menos científicas. Las referencias a Edison o al cinematógrafo Lumière son muy frecuentes, lo cual no significa que el aparato que se presenta provenga de una de esas casas, de hecho Lumière no vende todavía su cinématographe. En cualquier caso, el repertorio es bastante limitado, lo cual explica sin duda que se anuncie repetidamente la llegada de "tres vistas nuevas". Finalmente, y gracias a uno de los últimos anuncios, descubrimos el programa de la sesión del 8 de agosto:

"El Cinematógrafo.
Cada día es mayor la concurrencia en el local donde se exhibe este maravilloso aparato de Edison, de cuyo espectáculo salen verdaderamente complacidos los espectadores.
Las vistas que se exhibirán hoy son las siguientes:
1º Paseo por el Sena.
2º Idem de carruajes.
3º Salida del teatro.
4º Herradores.
5º Destrucción de las malas hierbas.
6º Paseo por el mar.
7º Llegada de un tren express.


La Atalaya, Santander, 8 de agosto de 1896, p. 2.

El carácter general de los títulos no permite saber quién puede ser el editor de las vistas animadas. El tiempo vuelve a perturbar las fiestas:

Las fiestas
Las dispuestas para anoche se vieron bastante desanimadas por la lluvia.
Los feriantes están desesperados. Únicamente el Cinematógrafo se ve bastante concurrido.


El cantábrico, Santander, 25 de agosto de 1896, p. 1.

El cinematógrafo no se vuelve a anunciar en los siguientes días. 

El Cinematógrafo de Macario Alfaro (Correo 8, 10 de octubre de 1896)

En octubre, Macario Alfaro regresa a Santander para una segunda estancia:

Hemos tenido el gusto de saludar á los propietarios del Cinematógrafo, quienes después de una larga temporada que han empleado en recorrer algunas capitales de España, exhibiendo el gran invento, vuelven á Santander con el objeto de reanudar sus interrumpidas sesiones, las que empezarán dentro de muy breves días.
Nos participan, que deseosos de complacer á sus favorecedores, en cada sesión expondrán diez vistas (y éstas nuevas), en lugar de cinco que antes daban.
Bien venidos sean, y que corresponda á sus sacrificios el público santanderino.


La Atalaya, Santander, 4 de octubre de 1896, p. 2.

El sábado 10 de octubre se inaugura el cinematógrafo: 

EL CINEMATÓGRAFO
Correo, numero 8
Inauguración hoy sábado, 10 de octubre, a las siete y media de la noche.
PROGRAMA
Primera sección
1ºPesca en la playa.
2ºBoxeadores.
3ºBoulevard de los italianos.
4ºEl Clown.
5ºDestrucción de las malas hierbas.
6ºLlegada de un tren.
Segunda sección
1ºLucha con un oso.
2ºHerradores.
3ºPaseo en el mar.
4ºPrestidigitador.
5ºRiña de muchachos.
6ºPaseo de carruajes.
 Entrada con asiento, dos reales por cada sección.


La Atalaya, Santander, sábado 10 de octubre de 1896, p. 2.

Al día siguiente, el mismo diario completa la información:

El Cinematógrafo.
Se ha instalado nuevamente en la calle del Correo este prodigioso aparato, cuyas proyecciones fotográficas de movimiento no se cansan de ver las personas de buen gusto.
Resulta en el nuevo local mejor presentado que en el de la AlamedaSegunda, durante la feria. Es casi de tamaño natural la proyección, hay mas fuerza de luz en el foco y no es tan fuerte ese movimiento que produce la velocidad con que pasan las cintas fotográficas ante la vista del espectador.
También hay asuntos nuevos de mucho efecto, como "La pesca", "El Boulevard de los Italianos", "El clown", "El prestidigitador" y otros que gustaron anoche extraordinariamente.
"La llegada del tren", que tanto gusta siempre, y el "Paseo por el mar", son dos vistas admirablemente presentadas.
Aconsejamos a nuestros lectores que no dejen de ir a ver este espectáculo, en la seguridad de que los que no lo hayan visto aun han de agradecernos la recomendación.


El cantábrico, Santander, domingo 11 de octubre de 1896, p.  

A pesar de un tiempo desfavorable, el público acude para ver las vistas animadas del cinematógrafo:

Está siendo muy visitado el Cinematógrafo establecido en la calle Correo, numero 8, a pesar del temporal de lluvias que hay estos días.
El Cinematógrafo esta admirablemente montado, lo que hace que las vistas se vean con claridad y exactitud.
Los dueños del Cinematógrafo han recibido nuevas vistas, y todos los días dan el programa completamente variado, en cada sección.
Como es el único sitio donde el público puede pasar un rato agradable, no sería de extrañar que enseguida que vuelva el buen tiempo, tenga que aumentar el número de secciones, pues se ha de ver muy concurrido aquel salón, que es verdaderamente digno de ser visitado.


La Atalaya, Santander, 14 de octubre de 1896, p. 2.

En lo sucesivo, los periódicos publican a diario el programa, aunque con muy poca variación de cintas animadas. Finalmente, a primeros de noviembre se anuncia la despedida de Macario Alfaro:

El Cinematógrafo Edisson, que se hallaba instalado últimamente en la calle del Correo, ha sido contratada para dar mayor seriedad al espectaculo en un teatro de Madrid.
El ingeniero, señor Alfaro, salió ayer para Madrid, con el fin de dirigir la instalación del aparato.


La Atalaya, Santander, 5 de noviembre de 1896, p. 2.     

Repertorio (otros títulos): Escena de pantomima, Baile de húngaros, El sacamuelas (El cantábrico, Santander, lunes 12 de octubre de 1896, p. 2), Asalto de sable, Lucha de coraceros, Paseo de carruajes (El cantábrico, Santander, 14 de octubre de 1896, p. 2). Acrobata en las anillas, Boulevard de los italianos. (El cantábrico, Santander 17 de octubre de 1896, p. 2), Coraceros (El cantábrico, Santander, 18 de octubre de 1896, p. 1), Vapores en el Sena (El cantábrico, Santander, 19 de octubre de 1896, p. 2), Salida de una iglesia (El cantábrico, Santander, 31 de octubre de 1896, p. 2).

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