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- Mis à jour : 15 janvier 2020
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Ricardo ARNAUTÓ
(La Habana, 1870-≥ 1940)
Jean-Claude SEGUIN VERGARA
colaboración de José Ramón FERNÁNDEZ ÁLVAREZ
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José Arnautó épouse Rosa Estarriol. Descendance:
- Miguel Pere Joan Arnautó Estarriol (Cistella, 12/02/1827-) épouse (Cistella, 12/03/1864) Teresa Puix Vehi. Descendance:
- Jose Pedro Juan Arnautó Puix (Cistella, 18/03/1865-)
- Pedro Miguel Carlos Arnautó Puix (Cistella, 18/08/1875-)
- Antonia Crecencia Maria Arnautó (Cistella, 13/04/1828-)
- Ana Crecencia Maria Arnauto Estarriol (Cistella, 06/11/1829-)
- Martín José Juan Arnautó Estarriol (Cistella, 26/08/1831) épouse ([La Havane], c. 1868) María Hernández. Descendance:
- Maria Clara Anna Arnauto Estarriol (Cistella, 23/07/1833-)
- Jose Miguel Francisco Arnautó Estarriol (Cistella, 25/11/1837)
- Crecencia Justa Margarita Arnautó Estarriol (Cistella, 02/02/1840-)
- Pedro Miguel y Jayme Arnautó Estarriol (Cistella, 04/07/1842)
- Joaquina Antonia Rosa Arnauto Estarriol (Cistella, 11/12/1846-)
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Orígenes (1870-1897)
Nacido en Cistella, provincia de Gerona, Martín Arnautó llega a Cuba, probablemente en la segunda mitad de los años 1860, y se casa con María Hernández, hija del doctor Hernández. Se instala como farmacéutico, en un establecimiento que lleva el nombre de "Odontálgico Arnautó". Dos de sus hijos, Martín y Mariano siguen la carrera de farmacéutico. En cuanto a Ricardo Arnautó, sigue una carrera distinta y llega a comandante de bomberos municipales.
El cinematógrafo Lumière (agosto-octubre de 1897)
Sin que sepamos de manera precisa por qué Ricardo Arnautó llega a interesarse por el cinematógrafo, tal vez se pueda pensar que, siendo él mismo comandante de bomberos, ha llegado a conocer al operador de la casa Lumière, Gabriel Veyre, cuando éste pretende rodar su Simulacro de un incendio, en febrero de 1897. Esto también podría explicar que pudiera haber comprado el cinématographe Lumière cuando el cinematografista deja Cuba. Sea como fuere, lo cierto es que durante unos meses, con Juan Bautista Ubago y el Señor Luna, recorre parte de la isla, presentando películas al pueblo cubano. En La Habana, instalan su aparado en un local junto al Teatro Tacón, donde anteriormente ha estado el operador de la casa Lumière, Gabriel Veyre. Los tres empresarios disponen de un cinematographe Lumière, y no se puede excluir que hayan comprado el aparato del cinematografista francés. Lo cierto es que este segundo cinématographe se presenta en La Habana bajo unos auspicios tan favorables como cultos y de hecho las sesiones ofrecidas por los pioneros ocupan un lugar muy especial en los inicios del nuevo invento en la capital. Por una parte, se ofrecen las primeras proyecciones de vistas cubanas de las cuales se tiene constancia y por otra parte, el lugar se convierte en el espacio más fashion de la capital cubana. La inauguración del cinématographe tiene su cronista, el inevitable Conde Kostia que se ha apasionado por los cinematógrafos sean cuales sean. De nuevo dedica una espléndida crónica donde compara los dos cinématographes valorando con creces el último que se presenta:
Recuerdan nuestros lectores –sí que lo recuerdan!– el “Cinematógrafo Lumière” que tan buen éxito alcanzó hace pocos meses con la sorpresa de sus vistas en el breve hall abierto al lado mismo de Tacón? Toda la Habana desfiló ante el cuadrado de tela expuesto por el simpático francés que a estas horas estará viviendo en Francia de sus rentas… cubanas. Porque se hizo rico en mes y medio (o dos meses).
Sin embargo, aquel Cinematógrafo era algo incompleto. A pesar de una minuciosidad francesa para la mejor exibición [sic] del exótico aparato., a veces se empañaba y o nos dejaba en una obscuridad completa o la titilación de grandes mariposas negras en el centro mismo de las figuras quitaba de pronto la ilusión a los espectadores.
Con agradable sorpresa he visto anoche instalado en el mismo sitio —entre Tacón y el cuartel de Bomberos del Comercio— un nuevo Cinematógrafo Lumière, más completo que el anterior, de un repertorio más vasto y de una perfección más completa (Mejor dicho: completa).
Los señores Arnautó, Ubago y Luna, propietarios del cinematógrafo de que hablo, se habrán dicho seguramente: “Si un espectáculo de este género, deficiente e incompleto, ha sido el preferido del público habanero, un Cinematógrafo perfeccionado hasta ser la tradición de la vida misma, tiene que ser —por lógica de las cosas— aún más preferido que el preferido hasta ahora. Pues traigámoslo”.
Y lo han traído. Y el viernes se abrirá al público. Y a juzgar por las pruebas que hemos visto anoche en nuestra corta visita al Cinematógrafo, el espectáculo ofrecido por los señores Ubago, Arnautó y Luna, quedará mucho más que el ofrecido hace pocos meses por el simpático francés —hoy rico, en París.
Todas las vistas – por lo menos las que he contemplado anoche en el Cinematógrafo de Arnautó y compañía son nuevas. Al mismo tiempo he sabido que con este Cinematógrafo ha llegado también un aparato en el cual se obtienen vistas de Cuba. Golosina más apetitosa no se ha ofrecido nunca a los hijos e hijas de Cuba. Esto sólo bastaría –aparte de su mérito propio a hacer el éxito del nuevo y acabado “Cinematógrafo Lumière”.
Pasemos ahora a la inevitable nomenclatura, lo único que puede dar idea completa de la novedad de la futura exposición cinematógrafa. Entre las vistas que me fue dado contemplar anoche, gracias a la muy amable cortesía de los tres propietarios del Cinematógrafo, figuran “Una pelea de gallos”, “Boxeadores” , “Elefantes”, “Dentista” (graciosísima) , “Viajero y ladrones”, “Desfile a paso gimnástico” , “Combate de coraceros”, el “Granovetaria palata” [sic], “Descenso (Descanso) de viajeros en Brooklyn” [sic], “Desfile de policías”. Y las que copian escenas interesantísimas y siempre de alta novedad para el público habanero: escenas de episodios de bomberos. Se asiste a la salida de las bombas en una alarma, a la colocación de la batería, al ataque al fuego, al salvamento; todas escenas tomadas en Cuba y ante las cuales forma un soberbio contraste una gran vista que representa “una alarma de incendio entre bomberos de Londres”.
Se ve, aun en la rapidez de lo que escribimos, que tiene más de lo necesario el nuevo Cinematógrafo de Lumière para ser el Salón preferido de la culta sociedad residente hoy en la Habana.
Los señores Ubago, Arnautó y Luna al ofrecer a los habitantes de esta ciudad un espectáculo tan culto, tan ameno, de tanta sorprendente novedad, han subido tres codos sobre la simpatía del público. Yo me alegro de esto más que nadie: el uno es mi compañero en LA LUCHA; el otro es un poeta delicado y un autor cómico bastante popular. Al señor Luna no le conozco, pero les amis de mes amis sont mes amis.
Que el éxito más completo corone la exhibición del mejor Cinematógrafo Lumière que ha llegado a la Habana!
CONDE KOSTIALa Lucha, La Habana, jueves 12 de agosto de 1897, p. 5.
A pesar de la crónica entusiasta de Conde Kostia, al parecer el cinématographe tiene algunos problemas y se tiene que posponer el estreno hasta el día 18, empezando con seis días de retraso:
NOTA TEATRAL
Anoche abrió sus puertas al público el Cinematógrafo Lumière de los señores Luna, Arnautó y Usago. La concurrencia muy complacida del espectáculo, el más completo de cuantos han venido a la Mabana [sic].
La hora de exhibición de 6 ½ a 10 y media de la noche. Entrada: una peseta oro o 30 centavos billete.
La Lucha, La Habana, miércoles 18 de agosto de 1897, p. 5
A lo largo de los días, allí mismo donde Gabriel Veyre ha inaugurado las sesiones de vistas animadas en La Habana, se va a citar la flor y nata de la aristocracia cubana respaldando de manera realmente inaudita las exhibiciones. Es cierto que también en otras partes, el cinématographe ha recibido la ayuda de lo más selecto de la sociedad como en Rusia, España o México. Gracias a las gacetillas de La Lucha y de El Hogar se puede así conocer la asistencia selecta que presencia la exhibición del cinématographe:
Nota teatral
El cinematógrafo Lumière, de los señores Arnautó, Luna y Ubago, situado al lado del Cuartel de Bomberos del Comercio, se ha hecho el punto de cita de la buena sociedad habanera. Hoy, lunes, es día de moda y se exhibirán vistas nuevas que llamarán mucho la atención por su limpieza y golpe de vista.
Entre ellas hay una carga de caballería, una pelea de gallos, un ataque a un fuego por los bomberos de París, un duelo y una alarma de incendio en Londres, vistas todas de gran efecto.
La Lucha, La Habana, lunes 23 de agosto de 1897, p. 5.
Así pues desfilan por el local del cínematographe, las señoras y señoritas más selectas del Tout-Habana. Algunas están directamente relacionadas con el “Periódico artístico, científico y literario” La Revista del hogar, de orientación femenina, que empieza a publicarse a partir del 1ª de mayo de 1897 y de la cual son redactoras Nieves Xenes y Charito Armenteros de Herrera “Magnolia”, asiduas espectadoras con sus familias. Entre las figuras también están figuras como las señoras o señoritas Josefina Herrera de Pulido, Elvira Montalvo de Montalvo, Valdés Fauli, Curbelo de Torres, Célida del Monte de Del Monte, Clarita Machado –“la lindísima criolla que aca de retornar de los Estados Unidos”–, Caridad Morales, Catalina y Mercedes Lasa, Cantero de Ovies, María Xenes, Elena Herrera, Vives, etc. Además familias tan conocidas como Mendive, Pereda, Sotolongo, Pardo, etc. descubren en el mismo salón las vistas del mundo entero. Además, varios generales famosos también se benefician de las cintas del cinématographe como Maroto, Hernández de Velasco y Moncada. El general Hernández Velasco ha nacido en Motril en 1847, hace sus estudios en el colegio de Toledo, está varias veces en Cuba y regresa como coronel en 1895. El 29 de marzo de 1897, el general que viene operando en la provincia de Pinar del Río contra los libertadores conducidos por Ríus Rivera, sucesor de Maceo, consigue sorpréndele en Cabezadas de Río Hondo, lo hace prisionero. Enrique Fontanills, en las páginas de El Hogar, añadía además que “Ahora que la buena sociedad está retraída de los teatros, el espectáculo favorecido por lo mejor de nuestro mundo elegante es el ‘Nuevo Cinematógrafo Lumière‘ situado en el Parque Central, junto al Cuartel de bomberos. (”Enrique Fontanills, El Hogar, año XIV, nº 28, La Habana, 12 de septiembre de 1897, sección crónica, p. 4.)
Doña Josefina Herrera de Pulido |
El General de brigada |
Doña Celida Del Monte de Del Monte |
Tal vez para relanzar un poco un espectáculo que dura desde hace casi dos meses, los empresarios del cinématographe añaden un æolian o eolian, instrumento de música que también ha sido utilizado con anterioridad en la Exposición Imperial. Como ocurre a menudo, conforme los días van pasando los anuncios se hacen más escasos y desaparecen a finales de septiembre. En aquel momento, los tres empresarios deciden llevarse el cinématographe a otras ciudades cubanas, siendo así el tercer aparato después del cinématographe de Gabriel Veyre y del biograf de Jorge Suaston en recorrer la isla:
El Cinematógrafo
El Cinematógrafo de Arnautó, Luna y Ubago, ha sido llevado al interior de la isla por sus empresarios.
Pinar del Río, primero, y después, Matanzas, Cárdenas y Cienfuegos, admirarán ahora el maravilloso invento de Mr. Lumiere.
En la Habana volverá a funcionar tan pronto como lleguen las nuevas cien vistas que la Empresa ha pedido a la casa Lumière, de Lyon.
La Lucha, La Habana, lunes 11 de octubre de 1897, p. 5.
Sin embargo el cinématographe ya no da sesiones en La Habana. A eso puede haber varias razones, aunque la causa probable sean los cambios que están interviniendo en la situación político-militar de la isla y la implicación del propio empresario Ricardo Arnautó. La Autonomía es un régimen que ni conviene a los independentistas como Máximo Gómez, ni a los Estados Unidos. que aprovechando los incidentes de enero de 1898, de la cual es responsable el proprio periodista, envían el acorazado Maine que entra el 24 de enero en el puerto de La Habana. Pocas semanas después del motín de La Habana, se vuelve a anunciar el cinématographe:
Nuestros lectores recordarán el Cinematógrafo Lumière del año anterior instalado al lado del Cuartel de Bomberos –hablo del primero que se presentó en la Habana-; pues bien, su propietario, con una nueva colección de 200 vistas ha reanudado desde el viernes sus exhibiciones al precio de 30 centavos las tandas de doce vistas.
El Hogar, periódico artístico, literario y de intereses generales, año XV, núm. 9, La Habana, sábado 27 de marzo de 1898, p. 11.
Dado que sabemos que Gabriel Veyre no vuelve a Cuba, lo más probable es que el periodista confunda los dos cinématographes, aunque estando metido Ricardo Arnautó, en aquel momento, en cuestiones políticas, tal vez haya dejado a sus antiguos colaboradores la responsabilidad de las proyecciones.
Como lo hemos visto, el cinématographe de Arnautó, Ubago y Luna presenta cuatro cintas rodadas en La Habana –si nos atenemos a lo que escribe Conde Kostia–, pero queda la duda de si se han rodado con este aparato o si pueden ser vistas que ha rodado Gabriel Veyre y que al parecer no llega a presentar. La comparación de los repertorios respectivos de los pioneros no es concluyente porque son pocas la vistas. Otra curiosidad, que fragiliza un poco el testimonio de Conde Kostia es que los tres empresarios parece que juegan algo sobre los títulos presentados. Así por ejemplo la vista cubana La salida de las bombas en una alarma tiene un complemento con La salida de la bomba de incendios, en Londres. Otra curiosidad es el Robo de un viajero en Santander (La Lucha, martes 7 de septiembre de 1897, p. 5) que no se conoce en ninguna parte y que parece ser bastante similar a Viajero y ladrones… El título curioso Granovetaria palata podría remitir a una vista rusa: “Granovitaya Palata” es el nombre ruso del Palacio de las Facetas de Moscú. Otros títulos del repertorio: Un duelo a pistola, en París (La Lucha, sábado 28 de agosto de 1897, p. 5.), La discusión, Riña entre dos periodistas (La Lucha, martes 7 de septiembre de 1897, p. 5).
Los años posteriores (1897-[1940])
El interés por el cinematógrafo va a ser, como se ha visto, muy breve, y, de hecho, sus actividades principales están relacionadas con el periodismo. Gracias a la nueva Constitución autonómica (27 de noviembre de 1897), Ricardo Arnautó, redactor de La Lucha, funda, en 1897, El Reconcentrado, periódico defensor de la causa independentista, en el que publica el artículo "Fuga de granujas" (11 de enero de 1898), que provoca un motín en La Habana y el cierre del periódico y le obliga a huir a Estados Unidos bajo el seudónimo de Néstor Primelles Varona y llega a Nueva York, el 27 del mismo mes. Regresa a Cuba, el 12 de agosto de 1898 en la expedición de la goleta americana Ellen E. Adams.
ARNAUTO ESCAPED Cuban Editor Whom Blanco Wanted Badly New York, Jan 27,- Ricardo Arnauto, the former editor of El Reconcentrado, published in Havana in the interests of the autonomist Cuban party arrived arrived here today from that city on the Seguranca. Eleven days ago an edict was issued by Captain General Blanco for his arrest on the charge of being the principal promoter of the recent riots in Havana during which the office and plant of his newspaper were totally wrecked. He disguised himself under the name of Mestor [sic] Primelles Varena, succeeded in making his way here. |
Juan Mambí es Ricardo Arnautó, el Ricardo Arnautó tenido por traidor y como tal insultado, casi a diario, por todos los cubanos, incluso nosotros, sus amigos más íntimos, que nos veíamos en el caso de hacerlo para que él pudiera revolverse en la esfera erizada de peligros en que estaba prestando sus auxilios valiosos a la revolución; vejado, escarnecido hasta por él mismo con idéntico propósito; el Ricardo Arnautó, comandante de bomberos municipales, que desde los comienzos de la guerra –entiéndase bien– sustraía del cuartel de San Felipe miles de cápsulas para los soldados de la patria; el Ricardo Arnautó, redactor de La Lucha, y últimamente director de El Reconcentrado, periódico al que se deben los últimos escándalos militares de la Habana, y por los que, señalado por el gobierno español como el autor de ellos, está citado en un edicto en que la saña y el odio godos superan al más salvaje rencor caníbal… |
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The Salt Lake Herald, Salt Lake City, 28 de enero de 1898, p. 5. | El Yara reproducido en El Imparcial, Madrid, jueves 17 de marzo de 1898, p. 1. | |
El Reconcentrado, La Habana, 7 de julio de 1899, p. 1. © La Habana, Biblioteca Nacional José Martí |
En su labor periodística colabora con El Yara (Cayo Hueso, Florida, 1897-1898), donde escribe bajo el seudónimo de "Juan Mambí". También reporta sobre los acontecimientos de la guerra de Cuba al periódico La LIbertad de Puerto Rico.En enero de 1899, también en el Reconcentrado que se ha vuelto a autorizar, publica otro artículo que acusa Zecarías Bresme de ser el autor de la voladura del Maine. En agosto de 1899, se vuelve a prohibir el periódico y se le prohíbe cualquier actividad periodística (5 de junio de 1900) hasta el 12 de agosto de 1902. Desde la primera intervención americana hasta el gobierno del presidente José Miguel Gómez, Ricardo Arnautó desarrolla una labor periodística importante en publicaciones como El Rebelde, El Pueblo cubano (Habana), Los cuatro gatos (Habana), El Reconcentrado (Habana), La Batalla y El Debacle que son clausurados por las autoridades, por sus opiniones anti-norteamericanas y es un agente secreto importante de los liberales durante la revolución de 1906. El 28 de enero de 1909, tras la segunda intervención americana, la república es restaurada, ocupando la presidencia el general José Miguel Gómez y recayendo la vice-presidencia en el popular político Dr. Alfredo Zayas. Es en aquel momento cuando el presidente quiere nombrar a Ricardo Arnautó como Jefe de la policía secreta a lo cual se opone el vice-presidente que amenaza con dimitir. Sin embargo, tiene un papel importante en la policía secreta hasta el mes de abril cuando es acusado, con su hermano José, de haber sustraído documentos que comprometen al general Núñez de un maletín que pertenece a Felipe o José Cisneros. Por eso es encarcelado. En 1936, Ricardo Arnautó intenta resucitar de nuevo El Reconcentrado, con poco éxito. Escribiendo en 1940, un colega suyo comentaba que aún entonces «el luchador de antaño, de vez en vez, remoza la combatividad en las páginas de su amada tribuna.». Ricardo Arnautó está enterrado en el cementerio Cristóbal Colón de La Habana.