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- Création : 24 mars 2015
- Mis à jour : 20 janvier 2017
- Publication : 24 mars 2015
- Affichages : 5366
FOGUÉS y CALVO
(activos en 1897)
Jon LETAMENDI
Jean-Claude SEGUIN VERGARA
1
Los pioneros "Fogués y Calvo" son por ahora figuras totalmente desconocidas y sólo organizan proyecciones cinematográficas en las islas Baleares, y tal vez en Barcelona. Sabemos por una información sacada del Heraldo de Baleares que están directamente relacionados con Valencia y con toda probabilidad con Miguel Pellicer que ha comprado dos cronofotógrafos de la casa Gaumont.
Entre Bastidores.
[…]
En el correo llegado hoy de Valencia, los propietarios del cinematógrafo, han recibido un buen número de cuadros nuevos, que llamarán, según los informes que tenemos, poderosamente la atención.
Heraldo de Baleares, Palma, viernes 5 de febrero de 1897, p. 3.
Los pioneros empiezan su gira por Palma de Mallorca, lo cual parece bastante lógico por ser la ciudad más poblada de las Baleares. Sin embargo, el primer ensayo, que tiene lugar el 18 de enero, es un fracaso:
Teatro Principal
Concluida la función de anoche corrió la voz de que había de ensayarse el Cinematógrafo, perfeccionado aparato que el público de Palma podrá ver funcionar en breve. Con este motivo casi todos los concurrentes esperaron la prueba, y después de interminables horas pasadas, en apagar el gas, volverlo a encender y volver a dejar el teatro a oscuras, salieron a las dos de la madrugada los concurrentes sin haber conseguido admirar tan hermoso espectáculo pues según dijeron la luz carecía de suficiente presión.
Otra vez será, pero aconsejmos a la empresa que hasta no tener la cosa corriente y marche sin entorpecimiento haga los ensayos a puerta cerrada y sin espectadores pues la lata resultó de primera.
La unión republicana, Palma de Mallorca, 19 de enero de 1897, p. 2.
Finalmente, el nuevo ensayo sólo tiene lugar unos días más tarde, el 23 de enero de 1897 en el Teatro Principal.
Entre bastidores Después de terminada la función, casi todo el público quedóse en el teatro y fue a ocupar su sitio en el patio. Había cundido la noticia que se ensayaría el Cinematógrafo, y en público tenía interés por ver los adelantos de la nueva fotografía en momento. En efecto; puesto el teatro a obscuras, a los pocos momentos levantóse el telón. En medio del escenario se colocó una gran tela blanca con un marco. A través de ella se dejaron ver varias fotografías de movimientos; la visita de un picadero en el cual se dan ejercicios de equitación, fotografías de la luna; una vista de Turín en una de cuyas calles atraviesa un gran carro tirado por caballerías; un estanque en el cual nadan un grupo de cisnes y terminaron los ensayos presentando la vista de una estación, a los pocos momentos a lo lejos vése aparecer una locomotora, después muchos coches, gente que de ellos se apea, un ciclista que con la máquina cogida del manillar va corriendo en busca del furgón para colocar la bicicleta, y el tren otra vez que emprende su marcha. Cada uno de los cuadros fueron aplaudidos calurosamente. En verdad es un invento sorprendente el del cinematógrafo. El Sr. Espinos manifestónos que el próximo martes se darán en el Teatro Principal las primeras audiciones de tan admirable aparato. Es de suponer, que dada la novedad que imprimirá a las funciones algunas audiciones del cinematógrafo, el Teatro Principal se vea más concurrido y es más, a nuestro juicio, Palma entera creemos debe desfilar por aquel coliseo con el objeto de que vea el por todos conceptos aplaudido invento que nos ha ocupado la atención. |
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Heraldo de Baleares (Edición de la tarde), Palma de Mallorca, domingo 24 de enero de 1897, p. 2. | Fot. Lacoste, Madrid, Palma de Mallorca, el Gran Hotel y el teatro Principal, c. 1900 [D.R.] |
En cuanto a la inauguración, tiene lugar el día 26 de enero con una buena acogida del público (La Unión republicana, Palma de Mallorca, miércoles 27 de enero de 1897, p. 2.), a pesar de algunos defectos en la proyección (La Unión republicana, Palma, 27 de enero de 1897, p. 2.). Los programas se componen de unas seis o siete vistas, las evocadas en el artículo y algunas más como Un convoy (La unión republicana, Palma, 25 de enero de 1897, p. 2), La Serpentina (La unión republicana, Palma, 28 de enero de 1897, p. 3), Las embravecidas costas del Atlántico (La unión republicana, Palma, 28 de enero de 1897, p. 3), Una fiesta en L'Auverne, Baile francés, Costas del Havre, El Carro y el Labrador (Heraldo de Baleares, Palma, 27 de enero de 1897, p. 3). Gracias al cartel conservado (infra), también conviene añadir la cinta La batalla de Punta Brava dont murió el cabecilla Maceo La última función la dan el 7 de febrero de 1897.
Teatro Principal, Cartel, 27 de enero de 1897 © Consell Insular de Mallorca |
Teatro Principal, Cartel, 3 de febrero de 1897 © Consell Insular de Mallorca |
Llegan luego a Mahón el día 11 de febrero. Las sesiones tienen lugar en el Casino Menorquín, sede del partido conservador mahonés y son respaldadas por el Bien Público, órgano de los monárquicos conservadores. Con ya lo han hecho en Mallorca, los pioneros siguen utilizando el nombre genérico de "cinematógrafo" que es más comercial que el de cronofotógrafo, aunque las vistas son con toda seguridad cintas que proceden del catálogo 60 mm de Gaumont. El estreno tiene lugar el día 15 de febrero 1897 (El Bien público, Mahón, jueves 11 de febrero de 1897, p. 3.). La repercusión va a ser más importante que en Mallorca, lo cual también se entiende por ser una ciudad más pequeña:
De verdadera maravilla puede calificarse el aparato que exponen al público los Sres Fogués y Calvo, en el salón principal del local que ocupa la sociedad “Círculo Menorquín”.
El cinematógrafo, admirable prodigio de la ciencia, expone a la vista del observador la fotografía animada, imprimiendo el natural movimiento a las figuras produciendo completa ilusión, y hasta si se quiere un algo que a primera vista impresiona.
En la exhibición que tuvo lugar en la noche de ayer, a la que asistieron numerosos invitados, se ofrecieron a la vista varias fotografías que produjeron sorprendente efecto; entre las cuales recordamos las siguientes:
Llegada de un tren, descendiendo de los vagones multitud de pasajeros viéndose al mismo tiempo los empleados de la estación correr por el andén, abrir y cerrar las puertas de los coches, muchachos que se escurren entre la multitud; un espacioso estanque sobre cuyas aguas se deslizan y zambullen multitud de cisnes, mientras otros corren y revolotean sobre las orillas del mismo. Un campo cerrado por estensa [sic] valla que salvan en ordenado ejército un escuadrón de caballería; un picadero donde ocurren episodios propios del aprendizaje de equitación, el baile de “La Serpentina”, describiendo caprichosas figuras al paso que presenta sorprendentes variaciones de luz.
Es tan agradable el efecto que produce, que inconscientemente se pregunta uno a sí mismo si lo que está presenciando es una ilusión o una realidad.
Y la fotografía del movimiento es realidad digna de figurar al lado de la fotografía de lo invisible o rayos X, que han descubierto al hombre un mundo desconocido, acabando por exclamar: ¡cuántas maravillas nos tiene reservadas la Naturaleza para sorprendernos un día con sus esplendorosas manifestaciones!
El Bien público, Mahón, martes 16 de febrero de 1897, p. 3.
Como se puede apreciar, Fogués y Calvo disponen de pocas vistas -en total no pasan de unas quince cintas- lo cual limita por supuesto las posibilidades comerciales y no permite en cualquier caso una estancia muy prolongada. El listado de las películas presentadas durante esos días se completa con las vistas siguientes:
1º Una lección de equitación 2º Los cisnes 3º Llegada y salida de un tren 4º Entrada de un vapor trasatlántico en el puerto de Tolon y desembarco de los pasajeros 5º. Salto de setos por el Regimiento de Dragones. 6º El labrador 7º Desfile de los carruajes automóviles después del concurso. 8º La Serpentina.
El Bien Público, Mahón, miércoles 17 de febrero de 1897, p. 2-3.
A las cuales hay que añadir Baño de negros (El Bien público, Mahón, 19 de febrero de 1897, p. 2). Les señores Folgués y Calvo tienen previsto seguir presentando sus vistas cinematográficas hasta el día 27 de 1897 y cuentan "volver a esta ciudad a mediados de Marzo para exhibir una nueva colección de cuadros" (El Bien Público, Mahón, sábado 27 de febrero de 1897, p. 2.), pero finalmente sólo salen más tarde:
No habiendo podido emprender el viaje que habían proyectado los dueños del cinematógrafo, continuarán durante los días que les queda de permanecer en esta ciudad, exhibiendo los cuadros de su aparato, empezando hoy de 6 a 7 de la tarde y de 9 a 10 de la noche, siendo la entrada a 25 céntimos de peseta.
El Bien público, Mahón, miércoles 3 de marzo de 1897, p. 2..
Ésta es la última noticia conocida de los dos pioneros que no parecen haber seguido exhibiendo su aparato cronofotográfico. El carácter "oportunista" de estas exhibiciones tienen que ver probablemente con el sistema de difusión del cronofotógrafo. El lazo que existe entre Fogués y Calvo y Miguel Pellicer -las cintas vienen de Valencia- abre la hipótesis de un sistema de "alquiler" del cronofotógrafo por una temporada determinada. Eso explicaría que la dedicación de los pioneros sea tan breve y única, ya que tanto de Fogués como de Calvo, ya no se sabe más.