Una inauguración
Ayer tarde tuvo lugar la inauguración de la gran fábrica de cerveza La Bohemia, con asistencia de las primeras autoridades, representaciones de los centros económicos e industriales de la capital, la prensa y numerosa concurrencia que invadió todos los departamentos del vasto recinto.
Este ocupa la manzana comprendida entre las calles de Rosellón, Córcega, Igualdad y Dos de Mayo, con una superficie de 12,000 metros cuadrados. Los edificios emplazados en su interior, de arquitectura sencilla y severa, son los destinados a Maltería, Tostadero, Silos, Molineria, Sala de brasaje, Enfriamiento de mostos, Sala de fermentación, Cavas de guarda, Sala de máquinas y transmisiones, Cuarto de calderas, Sala de producción de frío y hielo, preparación de barrilería, chimenea, hotel y cuadra, ocupando una superficie de 5,000 metros cuadrados.
La fuerza motriz la proporcionan dos motores Silger de 95 y 125 caballos de fuerza respectivamente, dos compresores para el frío y dos dinamos. El vapor lo proporcionan dos generadores de 135 metros de superficie de calefacción cada uno.
El público seguía todos los departamentos, admirando la bella disposición de las máquinas, utensilios y artefactos, la vastidad de los locales, que prometen una gran extensión productiva.
Hay que reconocer que La Bohemia viene a llenar una necesidad universalmente sentida, pues á juzgar por las cervezas puestas ayer la degustación, éstas competirán en bondad con las extranjeras, venciéndolas en baratura, pues tales son al parecer, los propósitos de la Sociedad en comandita de que es gerente D. Juan Musolas.
Nosotros creemos que el día que la nueva fábrica, montada a imitación de las grandiosas de Munich, dé a conocer al público sus productos, los acreditará rápidamente y le habrá redimido de los productos extranjeros caros y adicionados.
La empresa es grandiosa, por la que merece plácemes el Sr. Musolas, que al implantar en esta forma la industria cervecera en Barcelona, la ha dotado de un establecimiento de primer orden.
La Publicidad, Barcelona, viernes 2 de marzo de 1905, p. 2.