Jaime CANALS

(<1904-≥1956)

canals jaime

Jean-Claude SEGUIN VERGARA

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Jaime Canals Colom.

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Entre los años 1904 y 1906, va presentando un cinematógrafo por Cataluña. Solicita una autorización para instalar un cinematógrafo en Barcelona:

Notas municipales
[…]
Instancia de don Jaime Canals solicitando permiso para la instalación de un cinematógrafo.


Noticiero universal, Barcelona, 28 de mayo de 1904 (ed. mañana), p. 1.

En octubre de 1906, está en Valls. El ayuntamiento le concede autorización para instalar un cinematógrafo:

Ayuntamiento
Sesión del día 11
[…]
En el despacho ordinario se acordó:
1.º Conceder á D. Jaime Canals Colom permiso para instalar un cinematógrafo en el sitio conocido por «Font de la Mancha», previo el pago de arbitrios municipales, y por el plazo de tres meses, siempre que el dueño de la casa que forma chaflán al final del Arrabal de Capuchinos, le autorice para ello.


El porvenir, Valls, 13 de octubre de 1906, p. 2.

Entre 1915 y 1917, registra varios patentes: "Perfeccionamientos a la propulsión de los buques." (nº 60263 del 03/05/1915), "Producto industrial cinta con series de vistas representando cada una escenas distintas" (nº 62310 del 15/05/1916) y "Aparato para proyectar vistas fijas con cinta o película" (nº 62414 del 31/05/1916).

A este último invento, el "Luminógrafo", La publicidad le dedica una página entera que reproducimos a continuación:

UN NUEVO INVENTO ESPAÑOL
El "Luminógrafo"
Un hombre estudioso, inteligente y modesto, acaba de inventar un aparato sumamente práctico y que puede ser de una utilidad sin límites aplicado a la enseñanza y a los grandes reclamos industriales.
Nos referimos al "Luminógrafo", nombre que el inventor ha dado a su creación, llamada, sin duda alguna, a obtener sino en España — donde los capitales huyen de las cosas nuevas como del propio diablo, — por lo menos en el extranjero, una aceptación y una protección, no por menos merecidas, lo interesadas que es de suponer tratándose de un invento cuyos beneficios son incalculables.
Hay cosas incomprensibles. No nos alcanza como hombres del talento y méritos personales del que nos ocupa, que dedican toda su vida a la ciencia aportando a la misma todo el caudal de sus estudios, se vean precisados a buscar fuera de su patria el apoyo necesario para la explotación de sus obras, Y esto, con ser sensible, no lo es tanto como el hecho que se produce después, cuando el inventor, obtenida su gloria, recogido el provecho que tan injustamente le negaran sus compatricios, éstos le proclaman genio de su tiempo y de su raza, le alzan un monumento y sobre su labor — esa labor que se vió con desprecio — se escriben ahora centenares de artículos y de volúmenes preñados de alabanzas y ditirambos, muy lejos de estar dictados por el arrepentimiento y si por una vanidad ridícula, nefasta o ignominiosa.
Un amigo nos dice:
— Comprendo ahora lo que significa la lucha por una idea. Es algo que no podemos apreciar de momento, nosotros, los temperamentos linfáticos, que no creemos en nada que no sea de realización inmediata. Ven y te convencerás.
Subimos la escalera de la casa número 7. de la calle Comercial. Damos unos golpecitos en el principal, derecha.
Unas preguntas de nuestro amigo y en seguida las presentaciones del caso. El señor Canals Colom, nos recibe amablemente y estrecha nuestra mano con afecto.
Explicado el objeto de la visita, el señor Canals nos muestra el "Luminógrafo" y se expresa como sigue:
"He aquí el aparato. Dentro de su estuche de madera, el "Luminógrafo" es de un mecanismo sencillísimo que se pone en marcha enchufándolo en cualquier portalámparas eléctrico. Mezcla de cinematógrafo y linterna mágica, hace desfilar, sin ningún trabajo, una por una, dándolos un tiempo de "pose" que se puede regular a voluntad, una serie de vistas fotográficas impresionadas en una cinta de celuloide, al igual que las películas corrientes. Pero así como en éstas, al correr una tras otra las vistas fotográficas, se nos presenta lo que podríamos llamar el análisis del movimiento, los cuadros que se emplean para el "Luminógrafo" son, por el contrario, diferentes entre sí, y como en la "pose" pueden permanecer estacionadas todo el tiempo que se desee, incluso pararse completamente; de ahí resulta que el espectador se da cuenta perfecta de cosas diversas en un espacio de tiempo relativamente limitado.
Para más claridad; en el espacio de un metro puede enterarse el público de cosas y hechos que en cinematografía abarcarían por lo menos doscientos.
Claro está que el aparato tiene en su contra la desventaja de que las figuras aparecen inmóviles, pero como su objeto y destino no son otros que dedicarlo a la enseñanza objetiva en las escuelas, a los reclamos industriales y como recreo científico que no ha de faltar en las casas donde se preocupen de la instrucción de los niños, creo yo que el "Luminógrafo" no necesita del movimiento, porque en ese caso ya nos iríamos al cinematógrafo.
Tratándose de colegios, si la proyección de las escenas van acompañadas de un comentario del profesor, excuso decirles que el efecto producido entre los alumnos es todo lo eficaz que precisa para que la lección quede grabada en su memoria.
El "Luminógrafo" es un aparato al alcance de todas las fortunas. La mayor parte de las escuelas de España no pueden adquirir un aparato cinematográfico porque el coste del mismo es excesivo, dados los escasos medios con que cuentan, y aunque alguna de ellas podrían permitirse el lujo de adquirir un cinematógrafo, ¿de qué elementos se valdrían para alquilar o comprar las películas que habrían que cambiar con frecuencia?
El "Luminógrafo" completo podría venderse por 150 o a lo más 200 pesetas. El coste de cada metro de película resulta a 0'50 pesetas.
En un metro de película puede compendiarse muy bien una lección completa, ya sea de Historia Natural, de Física, Historia de España, Geometría, Historia Sagrada; lecciones de cosas, etcétera, etcétera. El campo es vastísimo, pudiéndose afirmar que no tiene fin.
El manejo del aparato, como dejo dicho, es muy sencillo. Se mueve por la electricidad y se coloca y se quita la cinta con suma rapidez.
Termina el señor Canals manifestándonos que ha patentado el "Luminógrafo" y la cinta o película, en España, por 20 años, que se halla en trámites la patente para los Estados Unidos.
He aquí la labor de un hombre estudioso que con su invento puede contribuir grandemente al progreso de la enseñanza.
Ya en la calle, nuestro amigo y acompañante, tiene una frase feliz:
— Estoy seguro de que a pesar de todos los esfuerzos imaginables nuestro inventor no ha de encontrar "su" persona. ¿No te parece que 10,000 duros para una empresa así, no estarían mal empleados.
M. U.


La publicidad, Barcelona, 17 de septiembre de 1917, p. 7.

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Vista de conjunto del aparato "Luminógrafo", dispuesto para la proyección
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El mismo aparato "Luminógrafo" (parte posterior) 
La publicidad, Barcelona, 17 de septiembre de 1917, p. 7. 

El Luminógrafo, sin restarle interés, es un aparato bastante común en aquel momento y la innovación no la que describe el artículo.

En 1923, ingresa en las oficinas de la casa Levantische Film:

El antiguo y conocido cinematografista, nuestro amigo don Jaime Canals, ha ingresado en las oficinas de la casa alquiladora «Levantische Film», dejando la casa Piñot, en la que había trabajado y conquistado muchas simpatías. No dudamos que el señor Canals, conocedor ya, de años de la industria cinematográfica, sabrá conquistar nuevas simpatías entre la numerosa clientela y cooperará en el desarrollo de los negocios de la acreditada casa «Levantische-Film».
Felicitamos al amigo Canals por su ingreso en la precitada casa.


Boletín de información cinematográfica, año I, núm. 8, Barcelona, febrero-marzo 1923, p. 37.

En 1925, presenta una patente para "un procedimiento para la fabricación de letras y elementos decorativos de vidrio o cristal (nº94477 del 08/07/1925). En 1926, Jaime Canals deja la Levantische Film:

Nos participa don Jaime Arenas, dueño de la casa alquiladora de esta plaza "Levantische-Film", que ha vendido todo el material de su propiedad a don Ramón Cabrera, quedando al frente de la nueva casa, el que hasta la fecha había desempañado el cargo de viajante, nuestro particular amigo y antiguo actuario cinematografista, don Jaime Canals.
La nueva entidad girará bajo la denominación de "Levantische-Film"; quedando instaladas sus oficinas en el Paseo de Gracia, 103, bajos.
Deseamos a los nuevos componentes de la antigua razón social, toda suerte de prosperidades.


Boletín de información cinematográfica, Año V, nú. 44, Barcelona, septiembre 1926, p. 25.

Entre 1931 y 1934, vuelve a patentar varias invenciones: "Procedimiento de fabricación de un sistema de letras y elementos decorativos" (nº 121842 del 12/02/1931), "Un nuevo procedimiento de fabricación de letras y elementos decorativos de vidrio o cristal" (nº 121843 del 12/02/1931), "Aparato automático que mediante la introducción de una ficha metálica o moneda, permite la visión de un determinado número de fotografías estereoscópicas" (nº 136644 del 30/11/1934)...

En 1956, presenta un proyecto para un aereopuerto civil. 

canals jaime aeropuerto
Anteproyecto de un aereopuerto civil y una estación central de autocars de líneas
Jaime Canals Colom. Barcelona. 1956.
Colección particular
Fuente: ¡Volar! 100 años en el cielo, catálogo, Círculo de Bellas Artes, 2019, p. 80.

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