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Isidro Pinacho parece empezar la explotación de un cinematógrafo a finales de 1902 en Palencia. Su área geográfica de difusión se sitúa, principalmente en Castilla y Extremadura. En 1904, en La Coruña, tiene como empleado a Bartolomé Crespo. Estando en Salamanca, su pabellón es víctima de un incendio, el 12 de enero por la tarde de 1905. Pocos días después, realizadas las reparaciones, el pabellón vuelve a presentar cintas cinematográficas. También lo encontramos en Orense, en 1907.

Palacio de la Ilusión. Las sesiones de ayer viéronse bastante animadas, a excepción de la última que debido sin duda alguna a lo variable del tiempo la dieron en familia y con toda confianza, apesar de lo cual muchos aplausos al trío Alpino y al rey de la jota que como desde un principio siguen agradando al público. Las películas, de muy buen gusto. Mañana día de moda será dedicado a distinguidas familias y en obsequio a ellas anunciase el estreno de las siete películas siguiente: Asalto de un tren y choque de un rápido. La pena del Talión. Una bota por un jamón. El fotógrafo. Venganza de un negro. Metamorfosis de una novio.

Palacio de la Ilusión. Cinematógrafo Pinacho. Programa. 23 de mayo de 1907.

El Miño, Orense, 22 de mayo de 1907, p. 2.

Vida gallega, año 1, núm. 4, abril 1909, p. 12.

Vigo ([1911]-1922

Tras años de llevar una vida de barraquero, Ignacio Pinacho se asienta en Vigo y abre su Palacio de la Ilusión, también conocido como Salón Pinacho.

Salón Pinacho, Vigo
Agente exclusivo en Madrid: Julio Pradera, Hortlaeza, 39, principal
Eco artístico, año III, núm. 45, Madrid, 5 de febrero de 1911. 

VIGO
El activo y honrado empresario D. Isidro Pinacho dejó de exitir el día 1 del actual, tras leve dolencia. Su muerte produjo pesar intenso en cuantos le trataban, siendo el acto del sepelio una manifestación elocuente del cariño que todas las clases sociales le profesaban. Al frente de su popular salón era una de las primeras figuras españolas, organizando constantemente los mejores programas de varietés. A su distinguida viuda, doña Modesta Blanco, hermano D. Ignacio y demás familiares, les acompaño en su justa pena.

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Eco artístico, año XIV, núm. 396, Madrid, 15 de febrero de 1922.

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