el grimh

GRUPO DE REFLEXIÓN SOBRE EL MUNDO HISPÁNICO

GIJÓN

Jean-Claude SEGUIN VERGARA
Jon LETAMENDI GÁRATE

Gijón, ville de la province d'Oviedo (Espagne), compte 43.392 habitants (1897).

1896

El cinematógrafo (Teatro de Jovellanos, 13->18 de agosto de 1896)

En el mes de julio, se evocan varios jóvenes ovetenses que han adquirido un aparato cinematográfico:

Aparato cinematógrafo
Dice un periódico de Oviedo:
“Varios jóvenes ovetenses han adquirido un aparato cinematográfico en el que, por una combinación habilísima, aparecen figuras fotografiadas en movimiento.
Parece que se proponen llevarlo a Gijón durante el mes de Agosto, y ponerlo en el Campo de San Francisco de Oviedo, durante las fiestas de San Mateo.


El comercio, Gijón, miércoles 22 de julio de 1896, p. 2.

Es posible que estén relacionados con el aparato que llega a Gijón en agosto:

El cinematógrafo
El tren express de hoy conduce el magnífico aparato de reciente invención que lleva este nombre y que con tanto éxito ha funcionado en Madrid últimamente.
Como no reúnen buenas condiciones para su exposición la generalidad de los locales cerrados, se instalará en el teatro de Jovellanos, sitio el más apropiado al objeto y a donde es seguro que concurrirán, con este motivo, muchas personas, por conocer este nuevo y notabilísimo invento del infatigable electrotécnico Edisson.


El comercio, Gijón, martes 11 de agosto de 1896, p. 2.

La información se confirma en otro periódico:

En el expreso de ayer habrá llegado a la vecina villa de Gijón el aparato de nueva invención El cinematógrafo, que podrá admirarse en el teatro de Jovellanos durante la temporada de verano.


El Carbayón, Oviedo, miércoles 12 de agosto de 1896, p. 3.

Otro artículo va algunas informaciones más y marcan la impaciencia del periodista:

Ya llegó
Según habíamos anunciado, ayer se recibió en Gijón el Cinematógrafo, último invento de Edisson y verdadero lumiere.
En vista de las dificultades que para exhibirle debidamente presentan los barracones situados en Begoña, se acordó instalarlo en el teatro de Jovellanos, dando principio las sesiones probablemente mañana a las ocho de la noche.
Hemos oído hacer grandes elogios de este maravilloso aparato a cuantas personas tuvieron ocasión de verlo durante el mes de Mayo último en Madrid (Carrera de San Gerónimo), donde la visitaron SS. MM. y AA. RR., y no dudamos que en nuestra villa acudirán también a visitarlo todas las personas de gusto.


El comercio, Gijón, miércoles 12 de agosto de 1896, p. 2.

La prensa aprovecha la ocasión para publicar artículos de divulgación sobre el cinematógrafo:

EL CINEMATÓGRAFO.
Primeramente en París, donde fue presentado por sus inventores los señores Augusto y Luis Lumière, y más tarde en todas las capitales de Europa, el Cinematógrafo es un aparato que ha tenido gran aceptación, constituyendo la constante admiración de cuantas personas tienen ocasión de presenciar los efectos con el obtenidos.
En Gijón, en el Teatro Jovellanos, está presentado quizás con menos lujo que en el extranjero, pero en suficientes condiciones para poder causar la ilusión del movimiento real.
En la sala se ve solamente un aparato de proyección y una gran pantalla donde se detiene el haz cónico de los rayos luminosos emitidos por la linterna, determinando sobre el lienzo el campo de experimentación que el observador tiene ante su vista. La linterna está colocada suficientemente alta para que el cono de proyección pase por cima de la cabeza de los espectadores, y la longitud de la sala determina una ampliación suficiente. De lo dicho se desprende que a los pies de la sala de experimentación está el aparato de proyección al que el público vuelve su espalda, quedando a la cabeza la pantalla en la que debe fijar su atención.
Al poner en marcha el aparato se desarrolla una escena cualquiera tomada de la vida real, dando la ilusión de su observación directa en esos momentos en que nuestra vista centellea algo por una acción nerviosa cualquiera que hasta nos impida distinguir los colores. Este es un inconveniente que será necesario evitar, porque es frecuentemente que las personas que presencian estas proyecciones sufran mareos que les impide seguir con el encanto que esta reproducción de la vida real hace nacer en los observadores cuya vista se ha acostumbrado algo. Mas a pesar de este detalle y algún otro que en un pasado articulo hicimos notar el público que presencia estos experimentos no puede menos de reconocer el gigantesco paso que para la reproducción de las escenas animadas han dado los inventores del Cinematógrafo cuya descripción nos proponemos hacer.
El fundamento del aparato es sencillo, puesto que sabemos que todo instrumento que permita ver una sucesión de imágenes dibujadas o fotografiadas, de modo que cada una de ellas represente una de las fases sucesivas de un sistema de movimientos, nos produce la ilusión del movimiento siempre que la velocidad con que la banda en que estas imágenes están estampadas pasa ante nuestra vista, sea tal que se reemplace una imagen por otra antes que haya tenido tiempo de borrarse de nuestra retina: esta condición equivale a establecer que la banda debe pasar ante nosotros con una velocidad tal que se cambie una imagen por otra en menos de una décima de segundo, que es aproximadamente la duración de la persistencia de las sensaciones luminosas en nuestro aparato visual.
El experimento elemental que esto comprueba es el de un carbón encendido puesto al extremo de una cuerda que tenemos por el otro cabo: si describimos un círculo tomando como centro el cabo fijo y damos a la cuerda una velocidad angular suficiente, observamos un rastro luminoso continuo, una circunferencia de fuego, teniendo la ilusión del efecto total por sensaciones parciales del trazo luminoso aun no borradas cuando reemplazadas.
Un avance en esta vía lo constituye el juguete usual llamado fenatiscopio, que consiste en un cilindro en el que se encaja una tira de papel en la cual están pintadas 12 15 imágenes representando las fases equidistantes de un movimiento sencillo, tal como un salto. Por un sistema de transmisión se da al cilindro una velocidad a mano de 60 a 80 vueltas por minuto y se llega, observando en un determinado punto, a formarse la ilusión de que se tiene delante una figura que salta.
La fotografía instantánea ha permitido dar un paso más al poderse obtener estas 12 o 15 imágenes por segundo, tomando fotografías de cada una de las fases del movimiento estudiado sacando las positivas y desarrollándolas ante la vista con la rapidez de su obtención, llegaron varios experimentadores a reproducir diversos movimientos elementales del vuelo de las aves, por ejemplo.
Edisson, con su innovador espíritu, ha creado un aparato cronofotográfico de esta misma clase, en el cual un solo observador y en reducida escala, puede presenciar ante si el desarrollo de una escena que produce gran ilusión de realidad, y que hoy mismo se expone también en Madrid, en la calle de Alcalá, bajo el nombre de Kinetoscopio.
Aunque el gran electricista americano indico que en su laboratorio tiene muy avanzados los ensayos de un nuevo aparato, el fonokinetoscopio, en que reproduce los colores también, aunque no constituye un invento industrial, y puede decirse que en aparatos cronofotográficos el cinematógrafo es lo mejor, debiendo su triunfo en mucha parte a la exactitud de las fotografías, que sirven de base a las proyecciones y al detenidísimo estudio del aparato que, como ahora verán nuestros lectores, es algo complicado en sus detalles, aunque su idea general sea sencillísima.
En el cinematógrafo se trata de hacer pasar una banda de papel con fotografías ante la linterna de proyección L con una rapidez de 15 fotografías por segundo, que equivale a 15 X 60=900 por minuto; en una escena que a nuestra vista dura cuatro minutos, es necesario tener en cuenta que han debido pasar 900 X 4=­3.600 fotografías instantáneas que han necesitado ser sacadas anteriormente! Mas, y esto es una diferencia esencial del Kinetógrafo y el cinematógrafo, en este ultimo la velocidad de la banda de fotografías no es uniforme, sino que cada fotografía permanece fija 2/3 de cada 1/13 de segundo, moviéndose en el tercio restante, consiguiendo, de este modo, una claridad mayor en las proyecciones.


El comercio, Gijón, jueves 13 de agosto de 1896, p. 1-2.

Finalmente, la inauguración tiene lugar el 13 de agosto:

Teatro de Jovellanos.
Esta noche inauguración del cinematógrafo.
Funciones cada media hora desde las siete y media.
Butaca 1 pts.; anfiteatro 0, 50.


El comercio, Gijón, jueves 13 de agosto de 1896, p. 3.

El periodista de El comercio ofrece sus reflexiones sobre el cinematógrafo y su valor testimonial e histórico:

DE FESTEJOS… Y OTRAS COSAS.
[…]
Como prueba del adelanto de Gijón citaremos que no hay invento de importancia, de esos que "conmueven al mundo de la ciencia" que no tenga aquí su aplicación inmediata, ya para lucrarse sus dueños con la exhibición del invento, ya para aplicarlo a las múltiples industrias que tanto renombre dan a esta villa.
En este último caso están las maquinas modernísimas que casi a diario adquieren nuestras fabricas para perfeccionar y abaratar sus productos; y en el primero las primero, las audiciones fonográficas que el año pasado se dieron a comienzos del verano y las exposiciones del cinematógrafo que este año funciona en Jovellanos.
Pueblos importantes hay en España que todavía no conocen el primero de dichos aparatos, y que han de tardar muchos años en conocer el segundo.
"La fotografía animada" pudiera llamarse a este curioso descubrimiento, el cual unido a su hermano mayor "el fonógrafo" constituye una de las maravillas del siglo, que los sabios que en su perfeccionamiento trabajan, han ya bautizado con el nombre de vitascopio.
El retrato de una persona, animado, con sus gestos, modales, su voz; una escena de familia, con sus incidentes, su conversación, sus risas o sus lloros; la representación de una obra dramática o lírica, con los inspirados acentos del galán, las ternuras de la dama joven, las galeotadas de la dueña y las traiciones del barba, o el do de pecho del tenor favorito y la cavatina de la divetta mimada y las estremecedoras notas del bajo, con los aplausos o los silbidos con que el público recibe estas escenas; el acto solemne en que los altos poderes deciden del porvenir de un pueblo; el desafío consumado para lavar con sangre que no limpia, un honor no manchado; la partida de un buque, con todas sus conmovedoras escenas de despedida; la recolección de una cosecha por el afanado labriego; y mil y mil cosas más, todas las que atañen a la actividad humana o a las creaciones de la naturaleza, todo lo reproduce el vitascopio con exactitud matemática.
Desaparecieron, por lo tanto, las antiguas galerías de retratos que con tanto orgullo conservan las "casas grandes"; desde hoy son innecesarios, pues el vitascopio hace algo más que reproducir el severo rostro de un noble, grave y tieso, poseído de su valer por lo rancio de su abolengo.
Sería curioso, y muy práctico, que el Estado se encargara de la reproducción de imágenes de hombres eminentes o de actos solemnes para perpetuarlos, y dieran idea exacta a las generaciones del porvenir, de cómo ocurrió tal suceso o como hablaba el personaje Cual. ­¡Con cuanto gusto no veríamos hoy-ayudados por el vitascopio-a D. José Zorrilla, recitando alguna de sus inimitables leyendas! ­¡O al españolísimo Goya, trazando alguna de sus admirables majas!
Pues igual placer sentirán nuestros nietos viendo el gran tribuno D. Emilio Castelar, y oyendo alguno de sus maravillosos discursos; o admirando el humorismo y el gracejo narrativo del ilustre Campoamor; o…
Pero estaba hablando de festejos, y me he metido por el campo de la fantasía como oveja hambrienta en heredad ajena.
Perdón por esta ligera distracción y continúo.


El comercio, Gijón, sábado 15 de agosto de 1896, p. 2.

Sobre todo en los inicios, los aparatos sufren desperfectos que obligan a que se suspendan las funciones:

Teatro Jovellanos.
Anoche se suspendieron las dos últimas sesiones del Cinematógrafo que funciona en Jovellanos, a causa de una interrupción sufrida en el aparato, el cual ya ha sido reparado.
Sus propietarios recibieron doce nuevas y variadas vistas y desde hoy ofrecerán al público diez de estas en cada función.
Hoy y mañana las sesiones comenzaran a las tres y media de la tarde.


El comercio, Gijón, sábado 15 de agosto de 1896, p. 3.

Vuelve a funcionar el aparato pocos días después:

Teatro de Jovellanos.
Continúa funcionando en este coliseo el Cinematógrafo, saliendo admirados de lo maravilloso de este invento las personas que asisten a las funciones, sobre todo a las celebradas últimamente, en las que vienen presentándose al público, con bastante perfección, varias vistas de escenas reales, algunas de gran efecto.


El comercio, Gijón, martes 18 de agosto de 1896, p. 2.

 

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