nacionalismos

GALICIA

LA RESTAURACIÓN

La Primera luz (Manuel Murguía, 1860)

La primera luz (1860) Manuel Murguía

Esta obra ha sido declarada de texto por Real orden de 26 de abril de 1860, inserta en la Gaceta de Madrid de 28 del mismo mes y año. Habiendo  sido examinado de nuestra orden el librito titulado LA PRIMERA  LUZ, aprobado de texto para las escuelas de Galicia por Real orden,  y no hallándose en él cosa alguna contra los preceptos y doctrina de nuestra Santa Religión y sana moral, damos nuestro permiso y licencia para su reimpresión en esta ciudad.

Lugo, 5 de marzo de 1868. José, Obispo de Lugo.

Dos palabras del editor

Ocho años hace que se imprimió por primera vez este libro,  ocho años que se declaró de texto para las escuelas del reino,  ocho años que uno tras otro día no han cesado de recibir su autor y su editor los más entusiastas plácemes por parte de las personas amantes del país que opinaban se había llevado a cabo con su publicación un pensamiento tan útil como patriótico. Por desgracia, ocupaciones de otra índole aparte ya de las grandes dificultades con que tropiezan en Galicia las empresas editoriales, han hecho que su primer editor no pudiese poner a la venta una segunda edición tan económica como se necesita para llenar el objeto que se había propuesto. Este inconveniente dio por resultado que, a pesar de haber transcurrido tanto tiempo desde su  aparición, y a pesar también de haber sido adoptado ya por muchos maestros, no ha podido este libro prestar en las escuelas el gran servicio a que está llamado. Poderosas razones nos han inclinado a adquirir su propiedad y hacer en honor de Galicia este esfuerzo. Todos sabemos cómo las primeras impresiones quedan grabadas en el corazón del hombre: nosotros estamos seguros de que más de un niño, que en sus primeros años lea con ojo distraído estas páginas hallará en ellas mañana la fuente oculta de donde brotaron en su corazón no  sólo el dulce y santo amor de la patria, sino también a su  glorioso pasado y cuanto con él se relaciona.

Al imprimir de nuevo La Primera Luz, no hallamos mejor modo de dar a  conocer su índole que copiando a continuación las siguientes líneas con que su primer editor, nuestro amigo, el señor  Compañel, explicó el pensamiento que le guiaba y el fin a que  tendía al dar a la estampa este libro, pequeño por su volumen, pero grande por sus tendencias y objeto a que se destina. El solo objeto de este libro es la mejor de todas las recomendaciones. Tiempo hace que pensábamos publicar tan útil y necesario trabajo, el cual, como otros de igual naturaleza (que para completar nuestra idea publicaremos en seguida), debemos al infatigable celo de su autor, uno de nuestros mejores escritores, quien, con una constancia digna de elogio, ha consagrado su juventud y su inteligencia al noble servicio del país que le vio nacer.

Hemos procurado que este libro, además de las ventajas que proporciona el nuevo y útil sistema que presidió a su formación, reúna las que todos los libros de su clase reúnen. Empezamos, pues por emplear diferentes caracteres, yendo de más  a menos, para que los niños puedan acostumbrarse más fácilmente a la lectura, añadiendo algunas lecciones en letra bastardilla, para que así se formen una idea de los caracteres que usa diariamente la imprenta.

Con el fin de llenar cumplidamente el objeto que se propuso  el autor, se ha añadido al pie de la parte expositiva, en casi todas las lecciones, una pequeña serie de preguntas y respuestas que harán más palpable la utilidad de este libro. Nada efectivamente más acomodado a la sencilla inteligencia de los niños que el sistema adoptado; pues leyendo todas las lecciones, sin tomar de memoria más que lo que de la simple lectura de las lecciones expositivas sea susceptible, cada niño puede después estudiar de memoria sin tanta dificultad dichas preguntas y respuestas, completando, digámoslo así, la instrucción que se desea. Si este pensamiento fuese aceptado como útil y provechoso para las escuelas de primera enseñanza de Galicia, no vacilaríamos un momento en agrandar este trabajo, y hacer en él todas aquellas correcciones que la prudencia y la práctica de los maestros nos aconseje.

Nuestro objeto es que el niño, tan pronto empiece a leer, empiece a la vez a conocer y amar a su patria, ninguna como  la nuestra necesita más de este santo amor de sus hijos. Este sencillo método de interés al hombre es todo lo que concierne a su patria, hace mucho tiempo que se usa con asombroso éxito en las naciones más cultas y adelantadas de Europa. Al ofrecer, pues, semejante libro a Galicia, creemos llenar la más alta misión del editor y del hijo amante de su país. Los nuestros sabrán mejor que nosotros cuanto debe influir en sus futuros destinos la lectura de esta pequeña obra. J. Compañel.

M. SOTO FREIRE

Y tú, hija mía, venida ayer a este valle de lágrimas; tú, en quien pienso al escribir este libro, aprende, hija de mi alma, a amar a esta Galicia infortunada, en donde han nacido tus padres y en donde has visto la primera luz. Para ti escribo estas páginas; benditos sean tus dulces ojos, benditos sean tus labios puros como la sonrisa de tu madre, cada vez que leas y pronuncies estas palabras, que escribo pensando en ti; ¡oh tú, la hija más amada!. . .

A los niños

Blanqueaba en los cielos la aurora, y sus primeras y suaves tintas bañaban dulcemente los montes vecinos, -El valle dormía en paz, y las sombras de la noche, al levantar su vuelo, despertaban, en las dormidas ramas, los céfiros matinales.

Cantaban los pájaros; la luz descendía como brillante globo sobre las ondas que rizaban los primeros vientos, y en el cercano caserío todo era animación y regocijo. Entraba el sol por las ventanas, movíanse los árboles que llamaban con sus ramas a los hierros del largo balcón, y una madre -¡santo nombre!se acercó llevando de la mano un niño más hermoso que la aurora. Besóle en la frente, para que su beso de madre disipase en todo aquel día los malos pensamientos de un alma llena de inocencia, hízole arrodillarse delante de ella, y le mandó repetir estas palabras, que el pobrecillo balbuceaba, levantando al cielo sus ojos de dulzura y sus manecitas rosadas.  -¡Dios mío! tú que creaste tantas bellezas como me rodean, tú que encendiste en mi alma el noble fuego de la inteligencia recibe mi primera oración, pura como la de los ángeles. Y tú, pequeño pedazo de tierra en que he nacido, flores que embalsamáis este viento que orea mi rostro, almas santas de mis antepasados, recibid también mi pensamiento. Desde el cielo en que vivís eternamente, no veréis sin regocijo cómo el pobre niño aprende a honrar vuestro nombre, a imitar vuestras virtudes, a amar esta tierra bendita y hermosa, donde reposan vuestras cenizas y en que Dios, que todo lo ve y lo gobierna, quiso que  abriese mis ojos a la luz que anima tan espléndida naturaleza.

Levantóse el niño besóle su madre en los labios, para que su beso santificase aquellas palabras, y le oprimió contra su pecho, y le acarició porque era bueno como un ángel, y a los ángeles se les ama siempre.

Oh! niños queridos, a quienes ama vuestra madre y de cuya ancianidad seréis apoyo, repetid todas las mañanas la dulce oración de] niño amado de su madre. No os faltarán los dulces besos de aquella, aunque algunos de vosotros -¡pobres inocentes! no hayáis conocido nunca la sonrisa materna].

Los hombres todos tenemos siempre una madre a quien debemos amar y venerar: esta madre es la PATRIA.

LA PRIMERA LUZ DEL DIALECTO

LECCIÓN I

Un niño entró en la escuela; era un pobre aldeanito, y no sabía hablar castellano. El maestro le preguntó:

-¿No traes tus libros, hijo mio?

-Señor respondió el pobrecillo, temblando esquecéronme.

Y todos los demás niños se echaron a reir de él, y se mofaron de su ignorancia.

Pero el maestro, que era un hombre docto, y mejor que esto todavía, un hombre justo, les impuso silencio y les dijo:

Hijos míos, ¿cual es la falta de ese inocente para que os burléis de él? No sabe castellano, y habla en el dulce lenguaje de su tierra nativa, en el lenguaje en que hablaron sus abuelos! Sabed, niños, que el dialecto gallego, cuyas armoniosas palabras excitan vuestra risa, como si fuérais extraños, es la fuente de donde salió el idioma español; es un dialecto en que pueden expresarse con más dulzura, con más suavidad, con más cariño que en ningún otro, todos los pensamientos y todas las ideas; que en él hablaron nuestros padres, y que nosotros no debemos, no digo ya olvidarlo, sino amarlo, venerarlo, como a preciosa herencia que nos han legado nuestros antepasados. Amad el lenguaje en que  hablamos todavía; ¡el pueblo que olvida y escarnece su idioma,  ese pueblo dice al resto del mundo que ha perdido su dignidad! «El hombre dice un sabio moderno lo último que pierde es el acento natal». No os avergoncéis, pues, de ser como los hombres, ni os cause risa oír hablar como hablaron vuestros abuelos. Si algo hai aquí, que deba excitar vuestra hilaridad, no es la santa ignorancia de este aldeanito, sino la imprudente carcajada del hijo de las ciudades, que no conoce que acaba de reirse de sí mismo.

LECCIÓN II

El dialecto gallego es uno de los que en España conserva más puro su origen latino, y en el cual se advierte a cada paso las huellas poderosas de los antiguos idiomas célticos, que se hablaban en Galicia antes y durante la dominación romana. A poco que se observe, nótase que sus voces, en la mayor parte, son débil corrupción del latín, sin que se vean en el gallego, como sucede en el castellano, esas ásperas palabras que ha tomado del árabe, como un signo de su pasada servidumbre.

Formóse el gallego antes que el castellano, y llegó también a su perfección antes que éste. Es su padre, como lo es del portugués; ejemplo vivo de lo que podía llegar a ser el gallego, si en vez de corromperse y viciarse con voces y giros castellanos, hubiese aspirado a su perfección y sido un idioma nacional.

En gallego escribió sus Cántigas el inmortal monarca castellano, Don Alfonso X, llamado el Sabio, y muchos otros poetas de  aquellos tiempos en que el gallego era un idioma formado, mientras el castellano estaba todavía en su infancia.

***

P. -¿Cuál es el origen del dialecto gallego?

R. -El latín, modificado según el genio de las lenguas célticas que se hablaron en Galicia.

R-¿Cuándo se halló formado ya como idioma literario?

R. -Mucho antes que el castellano, pudiendo asegurarse que  lo estaba ya a fines del siglo XII.

P. -¿Se han escrito algunas obras en este dialecto?

R. -Algunas, y entre ellas las Cántigas del Rey Don Alfonso X, llamado el Sabio.

DE LA RELIGION

LECCIÓN III

¿Cuál es el pueblo antiguo y moderno que no ha sentido en su conciencia la inferioridad de su naturaleza? ¿Cuál el que no ha levantado altares al Creador del mundo? El hombre, al nacer a la vida, fué puesto en el Paraíso; entró en él lleno de gracia, y salió pecador; desde entonces, ángeles de flameantes espadas guardan sus puertas, y el hombre gime en la tierra su desventura. Dios le colmó de beneficios, y él le fue ingrato. Dios le hizo sentir el peso de la desgracia en que se había sumido por su propia voluntad; pero en medio de su desgracia no le abandonó. Para el cuerpo le dió vestido con que cubrir su desnudez.

Para el alma, una consoladora esperanza de su remedio, y el hombre levantó altares para adorarle por sus beneficios y para implorar sus misericordias. El indio en sus pagodas, el árabe en sus mezquitas, el celta en medio de los bosques, todos alzaron sus plegarias al Señor de lo creado. ¿Y hemos de ser nosotros menos que ellos, nosotros los que hemos nacido en el nuevo Paraíso? Nos ha enviado la redención; el Verbo hecho carne vino a salvarnos; la religión cristiana, que nació pobre, vive y prospera hace diecinueve siglos ¡Dichosos nosotros, que hemos nacido de padres cristianos y recibidos en el seno de la Santa Iglesia adoramos al Dios verdadero! Adoremos a ese Dios de dulzura y de perdones; que no nos ha abandonado; amemos al Apóstol santo que, apenas la palabra del Crucificado empezó a fructificar en torno del Gólgotha, cuando abandonó su patria, cruzó los mares, y se detuvo en nuestra hermosa Galicia, en donde dejó oír su doctrina de redención.

LECCIÓN IV

Todos los historiadores están conformes en que Santiago,

hijo del Zebedeo, abandonó la Judea y vino a España a predicar el Evangelio. Muchas son las ciudades que se disputan el honor de haber sido las primeras en oír de sus labios la divina palabra; pero ninguna tiene el envidiable privilegio de que hubiese residido en ella tanto tiempo el Apóstol como en el Padrón. Aquí escogió sus discípulos, aquí fue amado como en ningún sitio y aquí, por fin, quiso fuese transportado y descansase su santo cuerpo.

Nadie puede negar que Galicia fue de las primeras ras provincias de España en donde el Cristianismo echó más profundas raíces, siendo desde entonces un reino religioso por excelencia. Parece que Dios miró siempre con ojos benignos este país y le concedió el envidiable privilegio de ser la cuna del Cristianismo español. Antes que un rey godo hubiese abjurado sus errores y se convirtiese a la religión del Crucificado, ya un rey de Galicia lo había hecho más de cien años hacia. Pero ¿qué de victorias no deben las armas cristianas a la ayuda del Apóstol, a quien su divino Maestro apellidó Hijo del Trueno? ¿Quién venció en Clavijo sino Santiago? ¿Quién en las Navas de Tolosa? ¿Quién en Granada, en Nápoles, en Méjico, allí donde se gritaba en son de guerra: Santiago y cierra España? Por eso todos los españoles y todos los cristianos corrieron en santa romería a visitar en la antigua Compostela el milagroso sepulcro, por eso las ofrendas y los votos del pueblo español vinieron ofreciéndose durante siglos al pie del altar, en donde recibe justa y diaria adoración el Apóstol que ha querido vivir entre nosotros.

P. ¿En dónde residió el Santo Apóstol en Galicia?

R. La recorrió toda; pero en especial vivió en Iria, hoy Padrón.

R -¿Cuántos fueron los discípulos que salieron con él de Galicia?

R. Nueve; llamados Atanasio, Teodoro, Teos'lfón, Segundo, Indalecio, Cecilio, Insichio, Torcuato y Eufrasio.

P. -¿Cuáles los que quedaron en Galicia?

R. Dos; Teodoro y Atanasio, que fue el primer obispo de Iria Flavia.

P. ¿En dónde se halló el cuerpo del Apóstol?

R. -En el lugar que hoy ocupa Santiago, llamado entonces

Burgo de Tamaricos.

P. -¿En qué año?

R. -En el de 813, en que le descubrió el obispo de Iria,

Teodomiro.

R-¿Quién fue el primer rey de Galicia que se convirtió al cristianismo

R. -Richiario.

GEOGRAFIA

LECCIÓN V

Muchas son las descripciones que han hecho los escritores de esta hermosa y fértil Galicia; pero la imaginación del hombre será siempre impotente para prestar a la naturaleza un átomo más de hermosura. Nadie, nadie ha podido describirnos a Galicia tan llena de belleza como a cada momento se nos presenta. Frescos valles, solitarias cañadas, comarcas pintorescas, montañas cubiertas de nieve, verdes quebradas, lagos, ríos de ondas azules y un mar inmenso, bañándola amoroso, he aquí lo que es tan vario como encantador país. Una costa de doscientas cuarenta millas, cubierta de innumerables puertos, entre los que se cuentan algunos envidia de las demás naciones; unas risueñas aldeas, medio ocultas entre los innumerables árboles que crecen bajo su suelo, le dan un aspecto cada vez más pintoresco. El mar Cántabro y el Atlántico le rodean y se mezclan entre un rumor de tempestades, enfrente de su quebrada y salvaje  costa. Confina por el E. con los antiguos reinos de Asturias y  León de los que le separan el río Eo y la cordillera de montañas de Ancares, Cebrero y otras que le siguen, entre ellas, y al S. E. la sierra de Segundera, que marca los límites entre Galicia y Zamora, separándola de Portugal en la línea S. las montañas de la Mezquita y otras que se extienden hasta la feligresía de Padrenda, en donde el Miño empieza a servir de línea divisoria entre Portugal y Galicia.

P. -¿Cuál es la situación de Galicia respecto a lo restante de España?

R. -Se halla situada en su parte más septentrional y al N. O. de la península.

P. -¿Cuáles son sus límites?

R. -Al N. y al 0. el mar Cantábrico y Atlántico; al E. Asturias y León; Al S. E. la provincia de Zamora, y al S. Portugal.

P. -¿Cuál es la extensión de su costa?

R. -De doscientas cuarenta millas.

P. -¿En dónde empieza y en dónde concluye?

R. -Empieza en el monte de Santa Tecla, inmediato a la villa de la Guardia, y termina en Rivadeo.

LECCIÓN VI

La antigua división de Galicia era harto defectuosa, pero hoy, y acertadamente, se halla dividida en cuatro provincias, que son las de La Coruña, Lugo, Pontevedra y Orense, que ocupan 1. 032 leguas cuadradas, cuya población llega a cerca de dos millones de habitantes. Sus montañas son numerosas, aunque por lo regular no muy elevadas, ramificación de los Pirineos que avanzan hasta Finisterre, y entre las cuales pueden contarse como de más altura las de Cervantes, Cebrero, Courel, Segundera, Armonda, la Loba y el Bocelo. Corren por sus frondosas cañadas y por sus valles fertilísimos, multitud de ríos, entre los que sobresale el Miño, que naciendo en la provincia de Lugo, cerca del monasterio de Meira, pasa a un lado de la  ciudad de Lugo, se adelanta hacia Orense, en donde viene unido al Sil, otro gran río, los cuales, después de recoger el Avia y otros, entre ellos el Arnoya, pasa por delante de Tuy y va a desembocar en el océano, siendo por eso uno de los más caudalosos de España, el de más crecido caudal en Galicia y el que naciendo y muriendo en ella parece querer simbolizar este reino, cuyos valles fecundiza. Cuenta nuestro país con otros ríos, cuyo precioso caudal de aguas forman parte de su riqueza agrícola, tales son el Tambre, el Ulla y el Limia, que forma el célebre lago de este nombre.

P. -¿En cuántas provincias se divide Galicia?

R. -En cuatro, que son la de La Coruña, Lugo, Pontevedra y Orense, que tienen por capitales las respectivas ciudades de su nombre.

P. -¿Cuál es su extensión y cuál su población?

R. Su extensión es de 1. 032 leguas cuadradas, y su población de cerca de dos millones de habitantes.

P. -¿Cuáles son sus montañas más elevadas?

R. -Las de Cervantes, Cebrero, Courel, Segundera,  Armonda, la Loba, el Bocelo y otras.

P. -¿Cuáles sus ríos más caudalosos?

R. -El Miño, el Sil, el Tambre,el Ulla y el Limia.

P. -¿Qué circunstancias hacen notable al primero  de estos ríos?

R. El ser uno de los más caudalosos de España, el más grande de Galicia y el nacer y morir en este antiguo reino.

LECCIÓN VII

Una de las más bellas ciudades, no sólo de Galicia, sino de España, es La Coruña, capital de todo el reino y de la provincia de su nombre. Efectivamente, el viajero no puede menos de sorprenderse a la vista de esta hermosa ciudad, cuyo puerto es de los  más seguros, y su perspectiva, de las más pintorescas. Calles limpias, anchas y cómodas, buenos paseos y unos alrededores siempre floridos la hacen ser preferida entre todas. Reside en ella la Audiencia, la Capitanía General, el 4. ' departamento de Artillería y tiene un Consulado o escuela de comercio y pilotaje con una biblioteca, legado del distinguido escritor gallego don Pedro Antonio Sánchez, la cual habiéndose aumentado hasta el día, cuenta ya con ocho mil volúmenes. La población de la ciudad es de treinta y dos mil habitantes. Compónese la provincia, cuya población es de quinientas setenta y tres mil ciento catorce almas, de catorce partidos judiciales, entre los que se cuentan el de Santiago, antigua capital de Galicia, con veinte y ocho mil habitantes, célebre por sus numerosos edificios, notándose entre ellos la Universidad, que es la única de Galicia, fundada a principios del siglo XVI, la catedral, cuyo arzobispo es cabeza de la iglesia gallega, el hospital, el Seminario, el monasterio de San Martín, el colegio de Fonseca y otros, el de Ferrol, ciudad de un gran porvenir, con diez y seis mil habitantes, y un inmenso arsenal, el primero en Europa y envidia de todas las naciones marítimas, el de Betanzos, ciudad un tiempo de alguna importancia, y los de  Puentedeume, cuyo puente es notable por su longitud; Arzúa, Carballo, con sus aguas minerales; Concubión, Muros, patria del obispo don Diego de Muros; Negreira, Noya, en donde nacie ron Berengario de Noya y don Felipe de Castro, escultor distinguido del siglo pasado; Ordenes, Padrón, de donde salieron los dos insignes trovadores Macías y Rodríguez de Padrón y Santa Marta de Ortigueira.

P. -¿Cuál es la capital de Galicia?

R. -La Coruña, capital al mismo tiempo de la provincia de su nombre.

P. -¿Cuál es su población y la de la provincia?

R. -Treinta y dos mil almas la de la ciudad, y quinientas setenta y tres mil ciento catorce la de la provincia.

P. -¿En cuántos partidos judiciales se divide la provincia y cuáles son?

R. -En catorce, que son: Arzúa, Betanzos, Carballo, Corcubión, La Coruña, El Ferrol, Muros, Negreira, Noya, Ordenes, Padrón, Puentedeume, Santa Marta de Ortigueira y S antiago.

P. -¿Cuáles son las principales ciudades de esta provincia?

R. -La Coruña, por ser la de más población de Galicia;  la de Santiago por su célebre Universidad, y El Ferrol, por el inmenso arsenal, cuya fábrica es una de las maravillas de este antiguo reino.

LECCIÓN VIII

Las soberbias y elevadas cumbres de Piedrafita sirven de límite a las provincias de León y de Lugo, cuya ciudad es de las más célebres y antiguas de Galicia, y su capital en tiempo de los romanos. Su población es de doce mil almas. Encierra dentro de sus antiquísimas murallas una catedral, aunque pequeña, de preciosa fábrica y notable, por tener expuesto perpetuamente el Santísimo Sacramento, y en sus alrededores se hallaban las ruinas de los baños romanos y hermosos mosaicos, que atestiguan su antiguo poderío y su riqueza. Tiene seminario conciliar, instituto de segunda enseñanza, escuela normal y una biblioteca provincial de más de diez mil volúmenes. En ella se celebraron Concilios, que fueron de los más célebres en Galicia, y algunos reyes suevos tuvieron allí su corte. La población de la provincia es de cuatrocientos cuarenta y seis mil ochocientos  un habitantes, y se halla dividida en once partidos judiciales, entre cuyas capitales se cuentan Mondoñedo, ciudad con obispo y una de las más célebres en la Edad Media; Monforte, con instituto local de segunda enseñanza en el notable Colegio de Jesuitas que posee; Rivadeo, con escuela de náutica y comercio; Fonsagrada, Quiroga, Sárria, Becerreá, Chantada, Villalba y Vivero, con un comercio de lienzos, en otro tiempo bastante notable, y una fábrica de fundición de hierro y loza en Sargadelos.

P. -¿Cuál es la población de esta provincia y cuál la de su capital?

R. -La de la provincia es de cuatrocientas cuarenta y seis mil ochocientas una almas, y la de la capital, doce mil.

P. -¿En cuántos partidos judiciales se divide la provincia y cuáles son?

R. -En once, que son los de Fonsagrada, Lugo, Mondoñedo, Monforte, Becerreá, Quiroga, Rivadeo, Sárria, Chantada, Villalba y Vivero.

P. -. ¿Cuáles son las principales ciudades de la provincia?

R. -Lugo, por ser la capital de Galicia romana, haber tenido algún tiempo su corte en ella los reyes suevos y por los concilios que en ella se celebraron. Mondoñedo, por ser su silla episcopal una de las primeras de Galicia, y Monforte, por su antiguo colegio de humanidades, que perteneció a la Compañía Jesús.

LECCIÓN IX

De alrededores pintorescos en sumo grado, encerrando dentro de sus murallas notables edificios, y orillas del florido Lérez, se levanta la ciudad de Pontevedra, capital de la provincia de su nombre, con grandes recuerdos históricos, bajo un cielo puro y en un clima templado, que hacen más agradables sus encantados alrededores. Su población es de nueve mil almas; tiene instituto de segunda enseñanza con una pequeña biblioteca, escuela normal y bellos edificios, entre los que sobresale la iglesia de Santa María. El antiguo gremio de mareantes publica la grandeza marítima de esta ciudad, en donde nacieron los Nodales y Sarmientos. Se divide la provincia, cuya población es de cuatrocientos sesenta y cuatro mil novecientas sesenta y nueve almas, en once partidos judiciales, entre los que se cuentan los de Vigo, cuya capital es uno de los mejores y más seguros puertos del mundo, hallándose en su ría espaciosa un magnífico lazareto, el único en Galicia; Tuy, orillas del Miño, corte del rey godo Witiza, patria del celebrado poeta Cadavalo Gravio, con catedral, silla episcopal y seminario; Caldas de Reyes, en donde tuvieron su corte los condes de Galicia don Ramón de Borgoña y doña Urraca de Castilla, cuyo hijo don Alfonso, que nació en esta villa, fué más tarde rey de Castilla y León y uno de los más poderosos monarcas de aquellos tiempos; Redondela, con hermosos alrededores; Lama, Cañiza, Tabeirós, Lalín, Puenteares y Cambados, en donde nació el humanista don Alonso Alvarez Sotelo.

R-¿Cuál es la población de esta provincia y cuál la de su capital?

R. -La de la provincia es de cuatrocientas sesenta y cuatro mil novecientas sesenta y nueve almas, y la de la capital, de nueve mil.

P. -¿En cuántos partidos judiciales se divide y cuáles son?

R. -En once, que son: los de Caldas de Reyes, Cambados, Cañiza, Lalín, Lama, Pontevedra, Puenteareas, Redondela, Tabeirós, Tuy y Vigo.

P. -¿Cuáles son las principales ciudades de la provincia?

R. -Pontevedra, notable por la preponderancia que había logrado su gremio de mareantes; Vigo, por su magnífico puerto, y Tuy, por su antigua catedral y por haber sido la corte del rey godo Witiza.

LECCIÓN X

Una de las ciudades de Galicia de mayor porvenir por su situación topográfico es Orense, capital de la provincia de su nombre, cuyos recuerdos históricos, como los de casi todas las ciudades de Galicia, son numerosos. En esta ciudad, situada a orillas del Miño, sobre el cual tiene un soberbio puente, tuvieron su corte algunos reyes suevos, y en ella hizo su predicación el célebre San Martín Dumiense. Sus alrededores son hermosísimos y la fertilidad de su terreno no conoce igual. El comercio de vinos constituyó siempre su riqueza. Tiene catedral, obispo, seminario conciliar, instituto de segunda enseñanza con una curiosa biblioteca y un museo de pinturas, el único que existe en toda Galicia. Es notable por sus Burgas. Su población es de dieciocho mil almas. La provincia, cuya población es de cuatrocientos seis mil novecientos noventa y cuatro habitantes, se divide en once partidos judiciales, que son: Celanova, cuya capital tiene un magnífico monasterio de Benitos, donde acaba de establecerse un colegio de PP. Escolapios; Rivadavia, capital  del Rivero de Avia, notable por su comercio de vinos y por ser la patria del célebre teólogo fray Tomás de Lemos; Allariz, en donde nació el ponderado padre Felipe de la Gándara; Ginzo de Limia, con una laguna en donde se criaban magníficas sanguijuelas; Bande, Valdeorras, con buenos vinos; Puebla de  Tribes, Verín, Señorín en Carballino y Viana del Bollo. En esta provincia se halla la plaza fuerte de Monterrey, cuyo nombre debe ser eterno, por haberse impreso allí el primer libro que salió de las prensas de Galicia, en el año de 1494.

P. -¿Cuál es la población de esta provincia, y cuál la de su capital?

R. -La de la provincia es de cuatrocientas seis mil novecientas noventa y cuatro almas, y la de la capital, de dieciocho mil.

P. -¿En cuántos partidos judiciales se divide y cuáles son?

R. -En once, que son: Allariz, Bande, Celanova, Ginzo de  Limia, Orense, Puebla de Trives, Rivadavia, Señorín en Carballino, Verín, Viana del Bollo y Valdeorras.

P. -¿Cuáles son las principales ciudades de la provincia?

R. Orense, célebre por la predicación de San Martín Dumiense, por su magnífico puente sobre el Miño, por sus Burgas y por haber sido corte de los reyes suevos, y Monterrey, plaza fuerte enclavada en los límites de Galicia y Portugal, en donde primero se dio a conocer la imprenta en Galicia.

HISTORIA

LECCIÓN XI

Utilísimo es bajo todos conceptos para los pueblos, el estudio de la historia patria; nada como él infunde una más alta dignidad en el individuo, nada le da más severas lecciones respecto a sus deberes como ciudadano, ni nada le enseña mejor que él cuáles son las virtudes cívicas,  cuáles sus recompensas y cual, en fin, el medio  más acertado de hacerlas concurrir a un  bien común. Los reveses de un pueblo enseñan muchas veces más que sus victorias; ellos hacen ver cuan frágiles son estas, y cuanto más acertado es dirigirse por otro camino a la felicidad y a la tranquilidad de las naciones. La historia nos hace odiar la guerra, ese tirano cien veces más aborrecible que todos los tiranos del universo; nos hace ver cómo allí donde este monstruo de la humanidad tiene su asiento, allí brotan en torno suyo todos los horrores y todas las desgracias, pero nos enseña también que si alguna guerra es santa, es únicamente la que se hace por defender la independencia de la patria o la preponderancia  de la raza a que se pertenece. Una de las grandes ventajas que reporta el estudio de la historia es el de hacernos -amar esa patria, en aras de la que tantas ilustres víctimas se han sacrificado. Cuando las victorias deslumbradoras de nuestro pueblo se  presentan a nuestros ojos, ¡que entusiasmo no sentimos dentro del corazón! Todos amamos a los héroes, y enseñamos a nuestros hijos a bendecir a los grandes hombres. Cuando leemos con ojos llenos de lágrimas nuestras derrotas, ¡que, deseos no sentimos de soportar con los desgraciados el peso de sus  infortunios! Por eso la historia es la que más eleva el pensamiento del hombre, y el que hace héroes de simples ciudadanos. Galicia tiene como todos los grandes pueblos, hermosas páginas de gloria, en que sus hijos aprendan a ensalzar a su patria. Niño querido, sigue, lee, y no olvides jamás que las lecciones de valor y de virtud que nos dieron nuestros antepasa dos, no deben ser inútiles. ¡Aprende a imitarlos, y enorgullécete de haber nacido en un pueblo que produjo tales héroes!

LECCIÓN XII

A uno de los pueblos más ilustres, más grandes y generosos de la antiguedad, es a quien debe Galicia su primitiva población. Efectivamente los celtas, esa gran nación, cuyos sencillos monumentos guarda todavía Galicia en medio de sus campos y orillas de sus mares bravíos fue de los primeros pueblos que hicieron asiento en nuestra patria. Las costumbres de aquellos sencillos pobladores, su religión y su lengua, de la que tantas palabras conservamos todavía, se encarnaron en nosotros, y podemos decir que los celtas, esos celtas poderosos, de quien  tantas grandes naciones se glorian de descender, fueron los principales pobladores de Galicia. Las riquezas de nuestro suelo  atrajeron a Galicia infinidad de pueblos comerciantes, entre ellos los fenicios, de quienes puede decirse que fue el primer pueblo verdaderamente comerciante que recorrió nuestros mares. La explotación del estaño, entre otras, hizo que no abandonasen tan pronto estas costas que tan familiares les eran y en las cuales levantaron para su seguridad los preciosos faros que hoy  llamamos torres de Hércules y lalanzada, que atestiguan cuán grande y beneficioso era para ellos nuestro comercio, que más tarde se vieron obligados a ceder a los cartagineses. Ligóse estrechamente Galicia con estos últimos, y así los soldados gallegos partieron con los de Cartago la gloria alcanzada por ellos en las célebres batallas de Trassimeno y de Cannas. Caro pagaron su adhesión al pueblo cartaginés, pero debemos alegrarnos de ello, porque entonces fue cuando Galicia enseñó al mundo como un pueblo puede defender la independencia de su patria.

P. -¿cuál fue el pueblo a quien Galicia debe su primitiva población?

R. -El celta, uno de los más ilustres de la antigüedad.

P. -¿Qué, cosa nos prueba más claramente esta población primitiva?

R. -Los muchos y diversos monumentos que existen aún en nuestros campos y en la costa, y los restos que de su idioma conserva el dialecto gallego.

P. -¿Qué pueblos vinieron después?

R. -Los fenicios, que hicieron un poderoso comercio con nosotros, levantando en nuestras costas dos preciosos faros, de Hércules y la Lanzada.

P. -¿Con cuál de estos pueblos estrechó más Galicia sus relaciones?

R. -Con los cartagineses, en cuyo ejército sirvieron sus hijos, cabiéndoles parte de la gloria de las célebres victorias de Trassimeno y Cannas.

LECCIÓN XIII

Los romanos no dominaron a Galicia por completo hasta el reinado de Augusto; conquistaban, es cierto, nuestras tierras, pero su conquista duraba lo que un breve soplo, y por eso tantas veces fue atacada por las armas romanas, y tantas veces volvió a proclamarse libre e independiente de aquellos conquistadores, de tal modo, que nuestro país se gloria, y con razón, de haber sido la última parte de España de que se apoderaron los romanos. Viriato, general lusitano, cuyo valor probó siempre venciendo a los soldados de Roma, acaudillaba también a los gallegos, y por eso sufrió un horrible cerco la ciudad de Erisana, hoy Bayona, que socorrida por aquel guerrero se vio libre del enemigo. En el año 132 antes de Cristo fue cuando Galicia tuvo que sufrir una irrupción romana, cuyo ejército al mando de Decio J. Bruto, la recorrió y abandonó después, sin haber podido, sin embargo, establecer aquella dominación de Roma. Julio César, que vino también a Galicia, no tuvo mejor suerte que el primero, aunque obtuvo una sangrienta victoria contra los gallegos  en las islas Cíes, o de Bayona, en que los gallegos prefirieron morir a quedar esclavos. Por último, Octavio Augusto, por medio de sus lugartenientes Cayo Antistio y P. Firmio, se apoderó de Galicia, después del horrible desastre del monte Medulio, en donde los gallegos mostraron bien claro cuán grande era su amor a la independencia y su odio a la dominación romana.

Cercáronlos sus enemigos en el monte conocido con el nombre de Cabeza de Meda, y aprisionados con un foso de más de quince millas cerca de la confluencia del Sil y el Miño, prefirieron darse muerte antes que entregarse a los romanos, repitiendo aquel ejemplo célebre en nuestra historia dado por la heróica Numancia.

P. -¿Desde cuándo dominaron por completo los romanos en Galicia?

R. -Desde el tiempo del emperador Augusto.

P. -¿Qué conquistadores entraron primero en Galicia?

R. -Serviliano, que estando en guerra con Viriato, sitió a Erisana, hoy Bayona, pero que tuvo que abandonar porque vino a socorrerla aquel caudillo Decio Junio Bruto y César.

P. -¿Qué victorias consiguió César contra los gallegos?

R. -La de las islas Cíes, en donde se defendieron durante mucho tiempo hasta que el hambre y los nuevos socorros que recibió el cónsul romano les obligó a rendirse.

P. -¿Cuál fue el último esfuerzo de los gallegos en favor de su independencia, y cuál el resultado?

R. -El que tuvo lugar en la campaña que inauguró Octavio y Augusto contra Galicia y siguieron sus generales Firmio y C. Antistio: atrincherados los gallegos en el monte Medulio y cercados con un foso de quince millas, prefirieron darse muerte  para no verse esclavos de los romanos.

P. -¿En dónde estaba el monte Medulio?

R. -En el monte denominado Cabeza de Meda.

LECCIÓN XIV

Cuatro siglos duró la dominación romana en Galicia, y después de tomar de nuestros conquistadores idioma, leyes, religión y costumbres, vivimos tranquilos y connaturalizados con ellos, quedando reducidos así de nación independiente a una provincia romana, en donde el arte y la civilización llegaron a la misma altura en que se hallaban en la metrópoli. Aún conservamos en Galicia recuerdos y monumentos que nos hablan  de aquella dominación; el mosaico de Lugo, el monte Furado y los restos de las grandes vías militares que surcaban su territorio nos dan a entender bien claramente cuán grande era su civilización y su poder. Pero a principios del siglo v, unos pueblos venidos del Norte de Europa se echaron sobre Roma, como  sobre una gran presa. A Galicia llegaron los suevos y los vándalos, los primeros al mando de Hermenerico y al de Gunderico  los segundos. Ingratos estos a los beneficios que debían al rey suevo, tomaron contra él las armas y sostuvieron una ruda lucha, hasta que rechazados por los suevos abandonaron a Galicia  y se retiraron al Africa, no sin causar graves daños en nuestras ciudades, en particular en la de Braga, una de las más ricas y florecientes de aquel tiempo. Desde entonces la nación de los suevos quedó dueña de Galicia, no sin una notable oposición por parte de los naturales.

R-¿Cuántos siglos duró la dominación en Galicia?

R. -Cuatro, en que los gallegos tomaron de los romanos idioma, leyes, religión  y costumbres.

P-¿Qué monumentos existen en Galicia que nos hablen de esta dominación?

R. -Entre otros, el mosaico de Lugo, la perforación del monte Furado y los restos de las vías militares que aún existen en algunas partes.

P. -¿Quién acabó con esta civilización?

R. -Unos pueblos del Norte, que a principios del siglo V salieron de su territorio y se esparcieron por el resto de Europa.

R-¿Qué pueblos vinieron a Galicia?

R. -Los suevos y los vándalos, a quienes mandaban Hermenerico y Gunderico.

P. -¿Quiénes perseveraron como dueños de Galicia?

R. -Los suevos, pues habiendo los vándalos hecho armas ingratamente contra sus protectores, fueron vencidos y obligados a abandonar Galicia, como lo hicieron saqueando a Braga.

P. -¿Se establecieron sin ningún trabajo los suevos en Galicia?

R. -No, porque al principio les opusieron una tenaz resistencia los naturales.

LECCIÓN XV

Aunque los suevos entraron en Galicia en el 409, no empezó su dominación hasta dos años después, en el 411. Después de vencer a los vándalos, Hermenerico hizo paz con los gallegos, con quienes había estado en guerra, y quedó dueño de Galicia, que entonces era la mayor parte de España. Sucedióle su hijo Rechila o Rechilan, año 438, que aumentó los dominios del poder suevo, y fue tan afortunado, que en una campaña de tres anos recorrió Andalucía, tomó a Sevilla, capital entonces de toda España, y a Mérida, ciudad rica y populosa; venció a los romanos, domó los silingos, y puede decirse que ganó posesiones en tres grandes provincias de España: en la Bética, Lusitania y Cartaginense. Murió en Mérida, en agosto del 448, y le sucedió su hijo Ricciario, el rey suevo de más grata memoria para nosotros. Convertido al cristianismo, lo mismo que su pueblo, nada resistió su paso victorioso, y queriendo ensanchar de nuevo sus dominios, corrió hacia Navarra y saqueó las campiñas de Zaragoza y la mayor parte de Aragón, se adelantó hacia Cataluña, entró en Lérida, y sólo una paz de escasa duración pudo detenerle en sus conquistas. Rota ésta, vino sobre Ricciario, Teodorico, rey godo, quien unido con los franceses y borgoñones, atacó al victorioso rey cerca de Astorga, y le derrotaron en la batalla que dieron a orillas del río Orbigo. Derrotado y herido en este desgraciado encuentro, Ricciario huyó y se embarcó para el Africa, pero una tempestad le arrojó a la ciudad de Oporto, en donde, hecho prisionero, fue paseado por Galicia por el vencedor y degollado por fin en el mes de diciembre del 456.

LECCIÓN XVI

El objeto de los godos después de la muerte de Ricciario fue apoderarse de Galicia, pero aunque divididos aquí los ánimos se procedió a nueva eLECCIÓN de rey, y salieron elegidos Maldras y Frauta. Reinó cada uno en una parte de Galicia, hasta que muerto este último se apoderó del reino Maldras, que murió en el 460, dejando el reino en poder de Frumario y Remismundo.  Encendióse entre ellos la guerra, pero muerto Frumario en el 464, quedó toda Galicia para Remismundo, en cuyo reinado  entró en Galicia la secta de Arrio. De los reyes que le siguieron no hay noticias, aunque, según parece, en el 470 reinaba  Carriarico, que se convirtió a la religión cristiana, pero no su gente, hasta que Teodomiro, que empezó a reinar en el 479, ayudado de San Martín Dumiense, limpió todo el reino de la secta arriana. Sucedióle su hijo, Miro o Ariamiro, quien marchando hacia Sevilla en auxilio de San Hermenegildo, murió,  ocupando el trono su hijo Hevorico, de que le despojó el traidor Andeca. Contra éste vino el rey godo Leovigildo, quien haciéndole prisionero le cortó el cabello y se apoderó del reino de Galicia, que quedó bajo el poder de los godos, en el año 585, hasta que éstos fueron derrotados por los moros en la batalla de Guadalete.

P. -¿Qué sucedió después de la'muerte de Ricciario?

R. -Que los godos quisieron apoderarse de Galicia y no pudieron conseguirlo.

P. -¿Por qué?

R. -Porque los gallegos eligieron por reyes a Maldras y Frauta, quienes reinaron a un mismo tiempo, hasta que por muerte de este último, quedó Maldras señor del reino.

P. -¿Quién le sucedió?

R. -Remismundo y Frumario, que reinaron a un mismo tiempo.

P. -¿Qué pasó entonces?

R. -Que se encendió entre ellos la guerra hasta que, muerto Frumario, quedó Remismundo dueño de Galicia.

P. -¿Qué cosa memorable pasó en tiempos de este rey?

R. -Entró en Galicia el arrianismo.

P. -¿Qué reyes le sucedieron?

R. -No se sabe, sólo se puede decir que en el año 470 reinaba Carriarico.

R-¿Qué cosa notable hizo este rey?

R. -Se convirtió al cristianismo, pero no su pueblo.

P. -¿Quién le sucedió?

R. -El rey Teodomiro, que entró a reinar en el 479, y con ayuda de San Martín el Dumiense hizo católico todo el reino de Galicia.

P. -¿Quién sucedió a Teodomiro?

R. -Miro, que ocupó el trono después de él, y lo dejó al desdichado Evorico, último rey de la raza sueva.

P. -¿Por qué dice usted que fue el último rey de la raza sueva?

R. -Porque habiéndole destronado el traidor Andeca, vino sobre éste el rey godo Leovigildo, y venciéndole, unió el reino de Galicia al resto de España.

LECCIÓN XVII

Después de la derrota del poder cristiano en Guadalete, las dispersas huestes españolas se acogieron al abrigo de las inaccesibles montañas de Asturias y Galicia. Unida ésta al resto de España desde Leovigildo, corrió la suerte de toda la península, y, como todas las demás provincias, sintió el peso de la desgracia, a la que le habia traído los pasados desaciertos. Corrían los años 711 cuando los moros entraron en España y desbarataron al rey godo don Rodrigo y su pueblo. Puede decirse que entonces se vieron dueños de toda la Península y la recorrieron sin estorbo alguno, i tanto había aterrado a los españoles la derrota de Guadalete!Acercáronse los moros a Galicia y la ocuparon, no sin que los molestasen los naturales, pudiendo decirse que aquí empezó la guerra de la reconquista. Tomó ésta más cuerpo hacia la parte de Asturias, en donde la monarquía goda la continuaba Pelayo, Favila y los Alfonsos, y por eso, viniendo éstos  con sus ejércitos en socorro de Galicia, así como Galicia había ido en su ayuda, la libraron del común enemigo, dejando aquí el rey de Asturias condes feudatarios de la corona. No carece  Galicia, sin embargo, de reyes. Los condes que la gobernaron fueron bastantes, pero son inciertas las noticias que de ellos tenemos. Hemos tenido reyes también, y aunque éstos no forman en manera alguna dinastía, dan a entender cuán grande era el poder de Galicia en aquellos tiempos y con cuanta justicia  conserva todavía el título de reino.

P. -¿Qué sucedió a Galicia después de que el rey Leovigildo incorporó este reino al resto de la península?

R. -Corrió la misma suerte que toda España, y vivió bajo el poder godo hasta tanto que éste concluyó en la batalla de Guadalete.

P. -¿En qué año tuvo lugar esta batalla?

R. -En el de 711, en que vencedores los moros, se adelantaron por toda España y la pusieron bajo su yugo.

P. -¿Entraron en Galicia los moros?

R. -Si, señor, pero sin que los gallegos opusiesen seria resistencia.

P. -¿Cómo se gobernó Galicia después que se vio libre del poder sarraceno?

R. -Por condes y por reyes, que se titularon condes y reyes de Galicia.

 LECCIÓN XVIII

Como acabamos de decir, los reyes de Galicia no formaron dinastía alguna, y por lo mismo tenemos que hablar de ellos, según las historias nos los presentan, apareciendo de cuando en cuando sobre nuestro vacilante trono. Los reyes de Asturias  educaban aquí sus hijos, y aun les daban este reino algunas veces para que lo gobernasen; así vemos casi siempre como los reyes de Galicia pasaron a ocupar el trono de Asturias, sin que jamás el reino gallego lograse consolidarse. El primer rey de quien nos hablan las crónicas es don Ramiro 1, que más tarde ocupó el trono de Asturias. Hallamos después noticias de don Fruela, conde de Galicia, poderoso en riquezas y amigos, quien  durante la menor edad de Alfonso III de Asturias se proclamó rey en el 886, y adelantándose hasta Oviedo estableció en esta ciudad su corte. Efímero fue en verdad su reinado: muerto a manos de sus vasallos, dejó el trono al despojado Alfonso III, padre de los reyes don García y don Ordoño, a quien dio el reino de Galicia. Gobernóle este último como rey independiente desde el año 910 hasta la muerte de su hermano don García, año de 914, en que añadió a sus antiguos estados los del rey finado. Guerrero afortunado y de un valor no común, corrió hacia Andalucía batallando con los moros, a quienes ganó a Vegel, y más tarde, entrando por Extremadura con su aguerrido ejército de hijos de Galicia, puso sitio a Talavera, y sin esperar a que los sitiados se rindieran, acometió el asalto a la ciudad, y saqueándola, se volvió a su reino cargado de gloria y de riquezas. En el año 927 suena como rey de Galicia don Sancho, en cuyo favor se pusieron los nobles de su reino, moviendo serias alteraciones al rey don Ordoño III, que subió al trono de Asturias, año de 950.

P-¿Quién fue el primer rey de Galicia?

R. -Don Ramiro I.

R-¿Me dirá usted quién fue don Fruela?

R. -Es el segundo personaje que suena como rey de Galicia, año de 866. Conde poderoso en estas tierras, se alzó rey durante la minoría de don Alfonso 111, hasta que fue muerto por sus vasallos en Oviedo.

R-¿A quién dejó don Alfonso 111 el gobierno de Galicia?

R. -A don Ordoño, quien desde el año de 910 le gobernó como rey independiente.

R-¿En qué año subió al trono de Asturias?

R. -En el de 914, por muerte de su hermano don García.

P. -¿En qué se distinguió este monarca?

R. -En sus felices conquistas, pues tomó a Vegel en Andalucía y a Talavera en Extremadura.

P. -¿Tiene usted noticia de otro rey de Galicia?

R. -Si, señor; de don Sancho, que suena como tal rey en el año de 927, en cuyo favor se levantaron los condes de Galicia.

E-¿En qué tiempo sucedió eso?

R. -En el año 950, cuando don Ordoño 111 pasó a ocupar el trono de Asturias.

LECCIÓN XIX

Reinando don Ramiro 111 de Asturias, los próceres gallegos proclamaron rey de Galicia al conde don Bermudo. No vio con sosiego semejante hecho el monarca asturiano, y para castigar tal arrojo, juntó un numeroso ejército y vino sobre Galicia y don Bermudo. Halláronse ambos ejércitos en Portela de Arenas, cerca de Monterroso, y trabóse una grande y reñida batalla en que la victoria quedó indecisa. No fue inútil, sin embargo, semejantes encuentros, pues cada manarca se retiró a sus Estados, y suspendiendo las hostilidades continuaron reinando en  sus respectivos dominios, hasta que corriendo el año de 982 y muerto don Ramiro, fue proclamado rey de Asturias y Galicia don Bermudo, coronándose en Santiago, en donde tenía su corte, el 15 de octubre de aquel año. El amor que don Fernando I profesó a sus hijos le obligó a repartir sus Estados entre ellos, tocándole Galicia a don García Fernández. La ambición de su hermano don Alfonso le privó del trono, que, a pesar de su corta edad, había mostrado merecer en la célebre batalla de Pertalin (el 18 de enero de 1072), en que derrotó y mató al conde Nuño Méndez, que se había sublevado contra él. Encerrado en el castillo de Luna, por su hermano, murió en su prisión, dejando a aquél su reinado de Galicia. El último de nuestros reyes fue don Alfonso VII, hijo del conde don Ramón de Borgoña, que fue proclamado rey por los nobles de este reino y recibió la corona de manos del célebre arzobispo don Diego Gelmirez, en la catedral de Santiago, aunque después, heredando los Estados de su madre doña Urraca, unió este reino a los de Asturias y León, y desde entonces ningún otro monarca ocupó el solio de Galicia.

P. -¿Quién sucedió a don Sancho?

R. -Don Bermudo, a quien los condes gallegos le proclamaron rey en tiempo del monarca asturiano don Ramiro III.

P. -¿Gozó tranquilamente de su reino?

R. -Sí, señor, pues aunque don Ramiro 111 vino con un ejército a Galicia, como quedase indecisa la victoria, en la batalla de Portela de Arenas, retiróse cada uno a sus Estados, y no salieron a molestarse más.

R-¿Quién sucedió a don Bermudo?

R. -Don García, que en la batalla de Pertalin venció y mató al conde portugués Núño Méndez, que se había levantado con sus parciales.

R-¿Duró mucho su reinado?

R. -Siete años, desde el 1065 a 1073, en que su hermano don Alfonso lo aprisionó en el castillo de Luna, en donde murió.

P. -¿Quién fue el último monarca de Galicia?

R. -Alfonso, hijo del conde don Ramón dc Borgoña, a quien los gallegos aclamaron por rey.

P. -¿En dónde fue coronado?

R. -En la catedral de Santiago, por mano del ilustre don Diego Gelmírez.

LECCIÓN XX

Corría el siglo xv y cerca de tres siglos habían pasado sobre Galicia sin que las estériles luchas entre algunos de sus grandes señores, y las guerras civiles en que varias veces ardió el reino, le trajeran la menor felicidad, ni adelanto material alguno. En tonces fue cuando una nueva guerra estalló poderosa entre todas las cuatro provincias. Ardía España en la guerra civil, disputándose los derechos a la corona dos infantas, de las cuales una era la celebrada doña Isabel la Católica, que ocupaba el trono. Sucedió que uno de los más valientes señores de Galicia tomó partido por doña Juana, a quien llamaban la Beltraneja. Este noble fue el conde de Camiña. Aprestábanse a la lucha los de uno y otro partido cuando vino a sorprenderlos la rebelión  del pueblo, que aborreciendo a los señores feudales de uno y otro bando, se aprovechó de su división y acometió contra los nobles y sus fortalezas. Fue'entonces cuando se vio lo grande y terrible que era el poder de aquella hermandad, que arrasando castillos y talando los campos de sus señores, amenazaba de este modo no dejar el menor vestigio de su amarga y pesada dominación. Ante el peligro se unieron los nobles y recuperaron lo perdido, mas aun cuando vencieron a los hermandiños, no les fue posible acabar con ellos para siempre. Aquella fue la época más triste que atravesó Galicia. Los señores volvieron unos contra otros las armas, y jamás la perfidia, el egoísmo y el interés privado se vieron en más preponderancia. Para terminar tan tristes desórdenes, los Reyes Católicos enviaron algunas tropas a Galicia, que sujetando a los nobles y a las hermanda des, envolvieron en un mismo castigo a los nobles y a los hermandiños, llevando al cadalso al mariscal Pardo de Cela, en diciembre de 1483, y extrañando del reino una porción de los alistados en las filas de la gran Hermandad.

P-¿Qué noble llevó en Galicia la voz por doña Juana la Beltraneja, cuando ésta disputaba la corona a doña Isabel la Católica?

R. -El conde de Caiáña, llamado vulgarmente Pedro Madruga.

P. -¿Quién sucedió cuando ambos partidos se preparaban para la lucha?

R. -Qué se levantó la gran Hermandad del pueblo, y derribó las fortalezas de sus señores y les taló sus campos.

P. Sabrá usted decirme cuántas fueron las fortalezas destruidas?

R. -Más de sesenta.

P. -¿Podría usted decirme si fueron vencidos?

R. -Lo que se sabe es que unidos los nobles, los batieron y recobraron sus tierras, aunque no los vencieron por completo.

P. -¿Qué sucedió después?

R. -Que habiendo estallado una cruel guerra entre los señores feudales, los Reyes Católicos enviaron tropas a Galicia, y sujetaron a los nobles y a los hermandiños.

P. -¿Fueron castigados?

R. -Si, señor, el mariscal Pardo de Cela fue degollado en Mondoñedo, y extrañaron del reino a muchos soldados de la Hermandad.

LECCIÓN XXI

Cuando se quiere hacer mención de los gloriosos hechos de que con razón puede envanecerse Galicia en los tiempos modernos, hallamos entre los muchos que guarda la historia en sus páginas, tres grandes victorias, debidas únicamente al heróico valor de sus hijos, y que como otras tantas estrellas radiantes brillan en el cielo de nuestra patria. Es el primero por su orden cronológico, el de la memorable defensa de La Coruña, contra los ingleses que la atacaron el año de 1589. Puede decirse que la lucha dio principio el día 4 de mayo en que se avistaron las naves enemigas, y que duró hasta el 19, en que rechazados,  desengañados de lo infructuoso de su tentativa y contando con graves pérdidas en su ejército, se dieron a la vela. Sangrientos fueron los ataques que el enemigo, en número de 12. 000 hombres, dio a la ciudad, apenas defendida por las escasas fuerzas  de que disponía su gobernador, el marqués de Ceralvo. Sin embargo, el valor suplió el número y los ingleses fueron rechazados muchas veces, a pesar de que, dueños del arrabal de la pescadería, intentaron tomar por asalto la ciudad. El  día 14 de aquel mes, tuvo lugar el último. Los ingleses desplegaron todas sus fuerzas, y abierta una brecha pudieron subir a la muralla y pelear mano a mano con los ínclitos defensores de La  Coruña.

Dos horas duró el asalto, pero en aquel encarnizado combate fueron rechazados y vencidos por el valor de una mujer, ilustre desde entonces en la historia patria. Había plantado el inglés su bandera sobre un cubo de la muralla, y la defendió con valor, pero María Pita, acercándose al alférez que tenía la bandera, se la arrancó de las manos y le dejó tendido sobre el cubo. Con esta hazaña decidió la heróica matrona la suerte del combate. Desanimados desde entonces los enemigos, no pensaron ya más que en abandonar el sitio, y después de varias escaramuzas de escasa importancia se embarcaron y dieron a la vela el día 19 de aquel mes.

P. -¿Sabrá usted decirme en qué año atacaron los ingleses  La Coruña?

R. -En el de 1589, que en número de 12. 000 hombres desembarcaron en aquellas playas.

P. -¿Cuánto tiempo duró el sitio?

R. Quince días, desde el 4 de mayo hasta el 19 del mismo mes.

P. -¿Tuvieron lugar muchos asaltos?

R. -Bastantes, pero el del día 14 fue el más reñido: rechazado el enemigo, no pensó desde entonces más que en embarcarse de nuevo.

P. -¿Quién se distinguió más en tan memorable ocasión?

R. -Una mujer, llama María Pita, que con su valor decidió la suerte de la ciudad.

P. -¿Cómo lo logró?

R. -Arrancando la bandera inglesa de manos del Alférez que la había clavado sobre el suelo como en señal de victoria.

P. -¿Quién mandaba las tropas inglesas y quién las de la ciudad?

R. -Sir Enrique Morris, las primeras, y las segundas, el marqués de Cerralvo.

LECCIÓN XXII

Otro gran triunfo alcanzó Galicia a principios del presente siglo. Conmovía el mundo el estrépito de las armas con que Napoleón alcanzó tantas victorias. Parecía que había llegado el día de los grandes combates, y que toda Europa debía tomar parte en la lucha. Le tocó a España, ser antes que enemiga de la Francia, su más sincera aliada: durante una y otra situación, Galicia mostró ser digna de sus gloriosos recuerdos. El día 25 de agosto de 1800, se presentó en la costa de Ferrol la escuadra inglesa compuesta de 109 buques al mando del almirante Waren,  quien habiendo desembarcado sus tropas en la costa, fue batido en los montes de la Graña, y tuvo que retroceder y renunciar a su proyecto. Pero cuando España, víctima de la perfidia francesa, se vio con una nueva dominación impuesta a fuerza de soldados, y acometió la más noble y admirable empresa de rechazar semejante dominación y semejantes tropas, no fue Galicia de las que menos se distinguieron en tan heroica lucha, y más sacrificios hizo por la independencia de la patria. Testigo de ello, el sitio de la Coruña, que tuvo lugar en enero de 1809, a que siguió la capitulación de esta ciudad en 19 del mismo mes; la toma de Vigo ocupada por los franceses, que tuvo lugar el 27 de marzo del mismo año, y la memorable batalla del puente  San Payo, cuyo glorioso recuerdo será eterno en Galicia. Aquel tenaz combate empezó el 7 de junio de 1809, y el 9 del mismo mes, el mariscal Ney tuvo que emprender la retirada, vencido y derrotado por fuerzas indisciplinadas que arrollaron por completo a los vencedores de Italia. De otros sucesos gloriosos podíamos hablar aqui, pero ellos no entraron todavía bajo el dominio de la historia: porque la pasión humana ciega demasiado al hombre para que se pueda tener fe en sus palabras. Conclui mos, pues.

P. -¿Cuál fué el primer suceso militar de que puede gloriarse Galicia en el presente siglo?

R. -La defensa del Ferrol, en que fué batido en los montes de la Graña el ejército inglés y obligada a abandonar la ría la escuadra que mandaba el almirante Waren, compuesta de 109 buques.

P. -¿Qué nuevos sucesos tuvieron lugar en Galicia después de haber estallado en España la guerra de la independencia?

R. -Entre otros muchos la heroica defensa de la Coruña, a que siguió su capitulación en 19 de enero de 1809.

P-¿No puede usted hablar de otros, sucedidos en el mismo año?

R. -Si, señor, la toma de Vigo, ocupado por los franceses, que tuvo lugar el 27 de marzo, y la heróica acción del puente San Payo, en 7 de junio, que serán inolvidables para todo buen hijo de Galicia. Las tropas francesas fueron obligadas a retroceder ante huestes indisciplinadas y bisoñas.

BIOGRAFíAS

LECCIÓN XXIII

Santa Marina

Hija de nobles padres fue la hermosa doncella, a quien los cielos guardaron para el martirio, adorada Santa Marina, a quien la Iglesia cristiana celebra como una de sus inmaculadas virgelles. Nació esta santa en la villa de Ginzo de Limia y la crió en el cristianismo su nodriza, que después la adoptó por hija, de modo que la descendiente de una ilustre estirpe se ocupó gozosa en las labores del campo y en cuidar de un rebaño que le tenían encomendado. Desde niña dio muestras de que el cielo la miraba con ojos propicios: un día, no pudiendo ir a misa, pues quedaba el fruto en la era y los pájaros podían comerlo, les ordenó que se recogiesen en un establo, en donde les tuvo encerrados hasta que se volvió de misa, saliendo ellos entonces llenos de alegría y regocijo. Pero hacia los años 124 después de Jesucristo, vino de Gobernador a Galicia el pagano Olibrio, que empezó una cruel persecución contra los cristianos en Ginzo de Limia. Pasaba un día el feroz gobernador por cerca de la torre de Sandianes, al tiempo que la santa doncella pastaba su rebaño. Nunca belleza más celestial se presentara ante sus ojos, y Olibrio se prendió de la santa pastorcita, y ordenando que se apoderasen de ella la llevó en su comitiva. Mas esto nada valía para el gobernador, que, a pesar de sus ruegos y amenazas, no consiguió ni su cariño ni que abandonara la religión de Cristo. Irritado Olibrio, sintió tornarse en cólera su amor y encerróla en un oscuro calabozo, después de azotarla cruelmente. No calmó esto su ira, antes bien la encendió de nuevo, y la mandó atormentar, quemándola con teas y echándola después en un baño de agua. Habiendo salido milagrosamente sin lesión alguna del agua y del fuego, ordenó la degollasen, volando entonces el alma de aquella paloma inocente al seno del Señor, que la había escogido para su gloria.

P. -¿En dónde nació Santa Marina?

R. -En Ginzo de Limia, en donde su nodriza la crió en el cristianismo y la adoptó por hija.

P. -¿Desde cuándo dio señales de santidad?

R. -Desde muy niña, en que deseando ir a misa, y teniendo que guardar el fruto que estaba en la era, mandó a los pájaros que entrasen en un establo y ellos obedeciéndola entraron, y dejándolos encerrados se fue a misa.

P. -¿En qué año padeció martirio?

R. -Hacia el año 124, en que vino de Gobernador a Galicia el pagano Olibrio.

P-¿Puede usted decirme algo de su martirio?

R. -Sí, señor; la santa rechazó las promesas del gobernador y encerrándola éste en un calabozo oscurísimo después de haberla azotado, y viendo que ni las teas con que habían quemado sus carnes, ni el agua en que pretendieron ahogarla, ha bían hecho mella en su divino cuerpo, mandó degollarla.

LECCIÓN XXIV

San Pelayo

Era cuando los moros, dueños de la mayor parte de España, inquietaban a los cristianos y movían contra ellos crueles guerras. Gobernaba la iglesia de Tuy el santo Obispo Hermoigio,  quien salió con sus soldados en defensa de la patria y la religión contra el feroz Abderramen; mas favorecido éste por la suerte, derrotó a los cristianos en la batalla de Val de Junquera, e hizo prisionero al Obispo. Tenía este ilustre varón un sobrino, insigne en santidad, aunque muy joven en años, que se llamaba  Pelayo. El hermoso cielo que cubre la ciudad de Tuy le había visto nacer y criarse en la pureza y en el amor de Dios; por eso cuando supo que su tío se hallaba en poder de moros, corrió hacia Córdoba, a la corte de Abderramen, y se prestó en rehenes del Obispo. Prendóse el rey moro del mártir niño e intentó hacerle abjurar de Jesucristo, pero Pelayo resistió siempre, y vio con animo sereno que se acercaba la hora de padecer el  más cruel martirio antes de negar su fe y manchar su pureza.

Encerrado en grandes prisiones, el santo niño elevó su alma al Señor, hizo grandes penitencias. Cansado Abderramen de su entereza, mandóle atormentar con tenazas de hierro, siendo despedazado miembro por miembro y consumado su glorioso  martirio el día 26 de Junio del año 925, en que la Iglesia celebra su festividad.

P. -¿En dónde nació el santo niño Pelayo?

R. -En la ciudad de Tuy, en donde era obispo su tío llamado Hermoigio.

P. -¿Cómo cayó en poder de Abderramen?

R. -Habiendo sido los cristianos derrotados por este rey en la batalla de Val de Junquera, cayó prisionero su tío Hermoigio.

Al saberlo el santo niño corrió a Córdoba y se ofreció en rehenes por su tío.

P. -¿Cómo sucedió su martirio?

R. -Habiendo querido, en vano, Abderramen hacer vacilar su fe y su pureza, lo encerró en estrechas prisiones, en donde el santo niño se entregó a la penitencia, y después lo mandó matar atenazándolo.

R-¿En qué tiempo tuvo lugar su martirio?

R. -En el año de 925, a 26 de junio.

LECCIÓN XXV

Don Diego Gelmírez

Uno de los hombres políticos de más talento que produjo Galicia en todos tiempos fue el célebre arzobispo de Santiago don Diego Gelmirez, que ocupó aquella sede durante los amargos días de la minoridad de Alfonso VII. En esta época puede decirse que él fue el personaje más grande, más influyente y principal de todos cuantos tomaron parte en aquellos sangrien tos disturbios. Casada la reina Doña Urraca con un rey de Aragón, de quien se separó más tarde porque le unían a él lazos de consanguinidad, fue desposeída de sus estados por el monarca vencedor, y la reina buscó un auxilio en Galicia, en donde se criaba su hijo Alfonso de Borgoña. Los próceres de Galicia, a cuya cabeza se hallaba el ilustre obispo, opusieron al invasor,  el legítimo rey de Galicia, León y Castilla, coronado en la iglesia de Santiago por Gelmirez, a pesar de su corta edad. Conocía muy bien el obispo, que el reino pertenecía a Doña Urraca y a ella fue a quien restituyó el solio tan pronto como el aragonés, hallando en Galicia una resistencia tenaz, tomó a sus estados.

Don Diego, pues, fue el que salvó a la monarquía castellana, que, merced a sus esfuerzos, no cayó en manos de los monarcas de Aragón, fue quien verdaderamente dirigió la nave del Estado en días tan borrascosos, el que dio a España un monarca como Alfonso VII, el más grande de los Alfonsos, el

que elevó al más alto grado de esplendor la iglesia compostelana y el que más hizo por la gloria y esplendor de Galicia. El hombre no está exento del error; si don Diego los ha cometido, cúlpese más bien a lo rudo de los tiempos y no al hombre de más temple y de más grandeza de miras que han producido aquellos siglos.

P. -¿Quién ha sido don Diego Gelmirez?

R. -Uno de los hombres de Estado más principales de su siglo y el primero entre todos los que produjo el reino de Galicia.

P. -¿En qué tiempo vivió?

R. -Por los anos de 1100, en que, gracias a sus esfuerzos, la iglesia de Santiago fue erigida en metrópoli.

P. -¿Cuáles fueron los principales sucesos en que ha tenido participación?

R. -En la coronación de Alfonso VII de Borgoña y en la resistencia que opusieron los castellanos y en especial los gallegos al dominio aragonés.

P. -¿Qué más se puede decir de él?

R. -Que dirigió la nave del estado en aquellos días de turbulencias, que levantó la iglesia de Santiago al mayor grado de esplendor y que trabajó por la gloria y engrandecimiento de Galicia.

P. -¿En qué año murió?

R. -En el de 1130.

LECCIÓN XXVI

El padre Feijoo

El nombre de este ilustre sabio es tan conocido como su sabiduría, que fue grande. Apenas hay nación en donde no sea admirado y en donde no se rinda a su inmenso talento aquel respeto que no halla nunca el poderoso después de su muerte.

Nació el célebre P. Fr. Benito Gerónimo Feijoo en la aldea de Casdemiro, en la provincia de Orense, el 8 de octubre de 1676; no parece sino que la suerte se complació en poner la cuna del más grande español de su tiempo, en una de las más ocultas aldeas de Galicia. Desde niño dejó ver su prematuro talento y su afición a la soledad, al estudio y a la meditación, los tres grandes e inseparables amigos del filósofo. Acogióse al claustro y a la vida contemplativo; allí fortaleció con la oración su alma creada para las grandes luchas y su vasta inteligencia, con un estudio más vasto todavía, saliendo armado de la santidad, de la virtud y de la sabiduría, para combatir el error con la verdad de su palabra. El, sabio, abatió la falsa sabiduría, él, cristiano, maldijo los fariseos y los arrojó del templo; él, ejemplo raro de constancia y modestia, ensalzó la virtud y abatió el pecado. Muchas son sus obras; bajo el título Teatro crítico, abarcó todos los conocimientos del hombre, y valiéndose de la forma más sencilla los puso al alcance de todas las inteligencias. Su lucha contra el error fue larga y encarnizada; sus Cartas eruditas completaron los grandes trabajos que había emprendido cuando por primera vez lanzó a los ojos atónitos de sus adversarios su palabra de verdad. Veinte años de contínuos trabajos bien valían el triunfo que alcanzó sobre todos ellos, triunfo cuyo ruido llegó hasta nosotros y pasará a los que nos sucedan, porque si el hombre es perecedera cosa y su vida breve soplo, sus obras, gracias a la sublime invención de la imprenta, durarán tanto como el mundo, cuando estas obras son como las del P. Feijoo. Una santa ancianidad, una conciencia limpia, una inteligencia siempre clara y una fama imperecedera, he aquí la que dejó en la tierra al subir a la celeste morada a recibir allí de Dios la inmarcesible corona de su gloria.

R-¿En dónde nació el P. Feijoo y en qué año?

R. -En Casdemiro, aldea de la provincia de Orense, el 8 de octubre de 1676.

P. -¿Podrá usted decirme algunas particularidades de su vida durante la juventud?

R. -Dióse a conocer desde niño por su talento e inclinación al estudio, entrando en el claustro el año de 1688 y dedicándose a los estudios eclesiásticos.

P. -¿Qué obras publicó?

R. -En el año de 1726, el primer tomo de su Teatro crítico, que no es más que una preciosa encliclopedia, cuyo trabajo ensanchó con la publicación de las Cartas eruditas.

P. -¿No puede usted decirme algo más?

R. -Sí, señor; su fama fue universal y durante su vida fue objeto de las mayores deferencias de los sabios de su tiempo, y aun el rey Fernando VI le distinguió con su aprecio.

P. -¿Cuando murió?

R. -El día 26 de abril de 1764, a los ochenta y siete años de edad.

 LECCIÓN XXVII

Don Felipe de Castro

Gemían las bellas artes españolas en el más triste estado de abatimiento cuando nació en la villa de Noya, y en el año de 171 1, un niño que andando el tiempo debía ser el que levantase la escultura de la postración en que había caído. El genio se da pronto a conocer; es como brillante chispa que anuncia el cercano incendio, y por lo mismo el ilustre artista no tardó mucho en ser saludado como una hermosa esperanza que debía realizarse. Conociendo estrecho el pequeño círculo de su pueblo natal, vuela en busca de nuevas impresiones, abandona España  y visita Italia, esa tierra clásica de los grandes artistas. A la vista de los sublimes monumentos del arte debió inflamarse su alma, la inspiración debió llamar a su corazón con más fuerza, debió sentir entonces todo el poder de su imaginación creadora. En Roma es vencedor en los certámenes artísticos; las Academias italianas se apresuran a recibirle en su seno, y cuando tomó a su patria vino como un triunfador cargado de laureles.

Para él estaba guardada la suerte de volver en España a su antiguo esplendor el divino arte que hizo inmortal el nombre de  Miguel Angel y sus obras que le proclaman como el artista más  ilustre de su patria en el pasado siglo, no desmienten en nada la justicia con que sus antepasados arrojaron a sus pies las coronas de laurel y los sinceros aplausos.

P. -¿En dónde y en qué año nació don Felipe de Castro?

R. -En la villa de Noya, año 171 1.

P. -¿Por qué se ha dado a conocer?

R. -Por sus magníficas obras de estatuaria y por ser el que volvió  a la escultura española, que se hallaba en un lamentable atraso, a  la pasada grandeza de sus días de apogeo.

R-¿Ha sido apreciado por sus contemporáneos?

R. -¿Sí, señor; obtuvo el primer premio de la Academia de  Roma, y fue recibido en todas las academias artísticas de Italia.  En España, el rey Felipe V le señaló una pensión.

P. -¿Qué más sabe usted de él?

R. Que Femando VI y su esposa le honraron con las mayores atenciones, y que  fue director de la Academia de San Femando.

P. -¿En qué año murió?

R. Cargado de honores y de laureles, falleció el 25 de agosto de 1775.

P. -¿Se conserva en Galicia alguna obra suya?

R. -Sí, señor: el San José, del convento del Carmen, en Padrón.

FIN

El regionalismo gallego (Manuel Murguía, 1889)

Manuel Murguía, El regionalismo gallego. 1889

Harto sabe (el Sr. Sánchez Moguel) que los que tratan de dar vida a las que hemos apellidado nacionalidades desconocidas y negadas, no quieren en manera alguna romper la unidad del actual Estado español. [...] A lo que parece, ni esto basta. Sin duda se quiere que [...] en nombre del Estado todopoderoso reneguemos de la nación a la que pertenecemos, y que en aras del poder central sacrifiquen las provincias cuanto queda todavía en ellas de sagrado, esto es, su idioma, sus sentimientos naturales, su pasado, su mismo porvenir puesto en peligro de muerte por los egoísmos centralistas. No será así. Las regiones, o si se quiere mejor, las naciones minúsculas, resisten con instintiva energía el aniquilamiento que las amenaza [...].

No tenemos una sola ciudad populosa, porque todo elemento de riqueza se escatimó á nuestras poblaciones durante tres siglos; sobre nuestros campos pesaron siempre tanto y tan duramente los impuestos, que puede decirse que pronto los veremos desiertos. La emigración no es ya un mal pasajero, y sí una necesidad Lugares enteros venden sus tierras, si pueden; si no, cierran las casas, entregan las llaves al cura, y emprenden su camino. Sólo les falta quemar los huesos de sus Padres, para que la despedida sea como para siempre. [...] Tales son los resultados de la centralización y del predominio de la vida política sobre todas las demás, que es su fruto de perdición.

Para prevenir este mal y otros no menos graves, ya no queda otro remedio que devolver la vida de que carecen, a las provincias, haciendo al Estado verdaderamente poderoso porque lo son todas sus partes. Es esta tendencia general, clara y manifiesta, en especial en los países con pasado autonómico, poblados por una raza dada, con idioma y costumbres propias. [...]

Lengua distinta, se ha dicho siempre, distinta nacionalidad. Sintiéndolo así, Galicia se tuvo constantemente por nación de hecho; lo mismo cuando tenía reyes y condes propios que con el nombre de reino de León; gozando de su completa autonomía, lo mismo que incorporada a la corona de Castilla. Y tanto es así, que antes y aún después que la monarquía leonesa (gallega debiera decirse, para hablar con propiedad) se confundiese en la castellana, todos los deseos de estos pueblos del noroeste tendían á crear y conservar por acá un estado homogéneo, igual al que, con el nombre de Aragón, existía en el nordeste de la península. La ambición de las casas reinantes de León y Castilla lo impidieron; y los mismos hechos que venían preparando la unión de ambas coronas, la apresuraron para nuestra desgracia. No fue, sin embargo, tan por completo como se cree. La monarquía era una pero los pueblos permanecían tan separados como cuando vivían bajo el poder de sus respectivos príncipes [...].

Es un hecho, pues, que por el origen, por el territorio y el lenguaje, de igual manera que por su historia y la comunidad de sentimientos y deseos, estos pueblos del noroeste forman una nación con caracteres propios, distinta de gran parte de las que constituyen el Estado español. Es un hecho también que vive hoy no á disgusto, pero tampoco de tan buena voluntad como se supone, bajo el imperio de gentes y de cosas que le son contrarias. Viendo cómo ahora todo se le presenta como adverso, trata con empeño de conservar cuanto le es privativo, y levantando el espíritu público, recobrar, por lo menos, su autonomía administrativa. No quiere que el poder central, que la desconoce, la gobierne del todo y como á colonia, antes como a pueblo importante sobre el cual pesan tan especialmente las cargas necesarias para el sostén del Estado. No se aviene á que cada ley que se promulga con el fin de proteger los intereses generales, venga a herir los suyos. Le parece mal que sus principales poblaciones vivan vida anormal, gracias al absentismo que las maltrata, absentismo de las inteligencias y la riqueza, mejor dicho, de las clases ricas. No quiere que los ajenos vengan a gobernarnos. Desea que su lengua sea tan oficial como la del Estado: Que los que hayan de administrar justicia y de dirigir la conciencia del hombre en nuestro país, sean escogidos de entre sus hijos. Que en las reformas necesarias á su bienestar, se le oiga por entero y teniendo en cuenta los ecos todos de la opinión general. Que nuestros hombres públicos no nos los manden de la corte, hechos y consagrados, como quien remite una mercancía a la que el Estado todopoderoso puso su sello inmaculado; en una palabra, quiere la descentralización más completa, bajo todos los aspectos y en todos los órdenes, en el moral, en el intelectual, en el político y en el de los intereses materiales.

¿Hay en esto falta alguna de patriotismo? [...].

Fuente: El regionalismo gallego. Ligeras observaciones al discurso leído por el señor D. Antonio Sánchez Moguel en su recepción en la Real Academia de la Historia de Madrid, el 8 de Diciembre de 1888, La Habana, Imprenta y Papelería La Universal, de Ruiz y Hno., 1889.

Manifiesto de la Liga gallega de Santiago (24 de junio de 1899)

Manifiesto de la Liga Gallega de Santiago 
(24 de junio de 1899)

No nace hoy la Liga Gallega de Santiago. Constituida desde que la autoridad aprobó sus estatutos en julio de 1898, hase visto obligada a permanecer hasta ahora en silencio por juzgar sus fundadores que las azarosas circunstancias por que entonces y después atravesó España, no eran oportunas para manifestar en alta voz nuestro pensamiento. Los errores y torpezas que hace ya siglos vienen con terrible encacia labrando la ruina del Estado español, tan glorioso cuando las regiones disfrutaban de libertad, y por consiguiente de vida, estaban por aquella época produciendo algunos de sus naturales frutos. Tristísimos y vergonzosos sucesos, si harto conocidos, no por desgracia bastante deplorados si execrados, y por mayor desgracia aún, casi del todo impunes, solicitaban con imperiosa atención el espíritu público, atento solo a seguir con impaciencia demasiado febril para no ser enfermiza, más que los sucesos realmente ocurridos en nuestras colonias, las ridículas y contradictorias fábulas con que los negociadores del desastre, altos y bajos, entretenían la curiosidad de sus víctimas. Cuando solo se escuchaba la voz de los que estiman el sentimiento patrio por el precio a que lo cotizan en el merercado, era inútil que el verdadero patriotismo alzase la suya; ni sería oída, ni mucho menos atendida.

A la nerviosa inquietud de aquel período, cuyas horas se contaron por espantosas catástrofes, sucedió, como previsible reacción, mortal desfallecimiento. Bien se aprovechan de él los eternos enemigos de nuestra libertad y de nuestro bienestar los que han hecho de la política no el arte de gobernar el Estado sino de explotarlo.

Desvanecidos los temores de una enérgica acción por parte de los elementos sanos del país que, o no logran entenderse, o no aciertan a sacudir de una vez el funesto influjo de nuestras perversas costumbres públicas, o el no menos pernicioso respeto a ciertos nombres; nada hay con fuerza bastante para contener a quienes han precipitado a España en el abismo donde hoy yace, y del cual es pueril esperar pretendan salvarla, cuantos han empleado su entendimiento, su voluntad, su elocuencia, su audacia, sus fuerzas todas, en hacer inevitable, fatal la caída.

Pero en los momentos de prueba, siempre ha encontrado su salvación el Estado español en ese espíritu que tanto empeño ponen en destruir los mercaderes de la política; en el espíritu regional, en el amor al terruño, a la pequeña patria, sin el cual la grande hace ya mucho tiempo habría dejado de existir. Conservar y difundir ese espíritu es, pues, obra altamente meritoria, obra de verdadero patriotismo. Porque así lo cree la Liga Gallega de Santiago, propónese, en la medida de sus fuerzas, trabajar sin descanso en la realización de su programa, inspirado en aquel espíritu y que tiene —de ello estamos firmemente persuadidos— eficacia bastante para dar a nuestra hermosa región el bienestar moral y material de que tan necesitada se encuentra, y del que, por sus seculares sufrimientos, y más aún, por las superiores cualidades de su carácter, es tan digna.

La simple enunciación de algunos de los principios cardinales de nuestro programa bastará para conocerlo y apreciarlo. Quienes consideran la honradez en los pensamientos y en los propósitos como la capital condición a que deben subordinarse cuando se deciden a pensar en voz alta, no han de tratar de envolver sus ideas en ropajes, cuya hermosura y riqueza sirven, demasiadas veces, para encubrir la pobreza o perversidad de lo que bajo ellos se oculta. A la diafanidad del pensamiento y de la intención debe corresponder, en lo posible, la transparencia del lenguaje.

Por sus condiciones de raza, territorio, lengua e historia, constituye Galicia una región natural y perfectamente determinada. Porque queremos que la unidad de sus elementos no se rompa ni quebrante, deseamos la supresión de los gobiernos civiles, diputaciones provinciales y demás funcionarios y centros que exige la actual organización administrativa, tan costosa como inútil; y pedimos para Galicia, de acuerdo con sus tradiciones y carácter, una Diputación regional a la cual corresponderá entender y resolver, con independencia del poder central, en todos los asuntos peculiares a la pequeña patria.

Queremos también la desaparición de los ayuntamientos rurales, odiosos albergues del caciquismo que con tan terrible pesadumbre oprime a nuestros infelices labradores; siniestras guaridas donde se forjan contra la libertad y propiedad atentados tan monstruosos, que aun en países donde jamás hubiesen penetrado las enseñanzas cristianas, parecieran inverosímiles. Cree la Liga Gallega de Santiago que los municipios deben establecerse en los pueblos de cierta importancia y reclama para ellos la misma autonomía que pide para la región.

El régimen de libertad y de justicia por nosotros anhelado exige, como condición necesaria, que la elección de cuantos hayan de representar a Galicia en las Cortes generales del Estado o en la Diputación encargada de regir sus intereses, y la de las personas designadas para administrar los municipales no sea producto de ese sufragio individual hoy en uso, y que según acredita una larga y triste experiencia sirve tan solo para pervertir en breve tiempo los más sanos pueblos, y para engañarlos con indignas comedias. Si el sufragio ha de ser, como deseamos, sincera expresión de la voluntad social, fuerza es dar la debida preponderancia a la representación corporativa o de clases; y si los representantes del país en cualquier orden han de merecer tal nombre, preciso se hace consignar muy claro el deber que tiene de someterse por completo al mandato imperativo de sus electores, ante quienes deben responder, con responsabilidad efectiva, del uso que hayan hecho de ese mandato.

Aspiramos también, por exigirlo así la acertada gestión y resolución de nuestros asuntos administrativos y judiciales, a que tanto unos como otros se tramiten y resuelvan en todas instancias, dentro del territorio gallego, y por funcionarios gallegos, conocedores, por lo tanto, de nuestras costumbres, carácter y lengua. Asimismo queremos sean hijos de la región, cuantos dentro de ella hayan de ejercer autoridad o mando de cualquier clase.

En el orden económico y financiero creemos son necesarias radicales reformas
que alivien la mísera situación del país, en especial la de sus clases agrícolas. Con objeto de poder realizarlas tan completas cual esa situación exige reclamamos se deje a Galicia en libertad de establecer su sistema tributario, y de prefijar, por medio de conciertos con el Estado, el cupo anual con que ha de contribuir a los gastos generales del mismo; se la reconozca la facultad de emitir deuda propia para atender a sus obligaciones de carácter extraordinario; y la de establecer, si lo cree conveniente, un Banco público con privilegio de emisión dentro de los límites regionales.

El respeto a las instituciones jurídicas de carácter foral, tan tibiamente consagrado por el Código civil, es en España condición necesaria para toda obra legislativa, si ha de realizarse esta en condiciones de viabilidad. Las que en Galicia existen peculiares a nuestro pueblo, deben mantenerse con las modificaciones que la experiencia aconseja. Imperiosamente exige alguna de esas modificaciones la
propiedad inmueble, sobre todo la rústica, con tanta dureza castigada. Pero es preciso, por reclamarlo así la justicia, que sea la misma región quien resuelva lo que su derecho peculiar ha de mantenerse o modificarse, o deba desaparecer.

Todos los pueblos donde la libertad tiene ferviente culto, donde el patriotismo no es vana palabra ni gastado tema de disertaciones retóricas, sino alma y aliento de la vida nacional, han considerado como uno de sus bienes más preciosos, el uso de la lengua propia. Pedimos para la nuestra lo que la dignidad y el bien entendido interés de los pueblos exigen; pedimos que los naturales de esta región puedan usar el idioma gallego en todos los actos oficiales y extraoficiales en que intervengan, sin que se les obligue a expresarse en otro que muchas veces desconocen, o del cual tienen, tal vez, muy imperfecta noticia.

Constituida Galicia bajo el régimen autonómico cuyos capitales principios acabamos de exponer, libre el poder central de multitud de cuidados que, por no tener carácter de generalidad, caerían bajo la acción de los poderes regionales y municipales, la vida del Estado español adquiriría nuevo vigor, desenvolviéndose robusta y desembarazadamente, a compás de la mayor pujanza con que habría de desarrollarse la de las regiones. Los lazos entre estas, como forjados en la fragua del fraternal cariño, nacidos del mutuo respeto a los santos fueros y libertades de cada una, anudaríanse con esos nudos que ni la suerte más adversa logra romper. La regeneración de España pasaría de enojoso tópico a convertirse en viva y palpable realidad.

Pero solo mediante la unión de los gallegos de buena voluntad podremos alcanzar ese resultado. Si ha habido circunstancias que reclamasen con angustiosa urgencia tal unión, ¿cuáles, como las presentes, cuando nos hallamos bajo el peso de gravísimas amenazas, cuando no ya de un modo ambiguo, sino desembozada y cínicamente, se manifiestan ambiciosos propósitos que tienen por objetivo nuestra pequeña patria? ¿No serán bastante elocuentes las últimas terribles lecciones para hacernos ver dónde se encuentra la salvación de España, el secreto de su futura prosperidad y grandeza, a las que cooperarán todas las regiones—Galicia entre las primeras— tan pronto vean rotas las trabas que las impiden caminar con desembarazo, y puedan así desarrollar las fuentes de su riqueza y acometer, con patriótico entusiasmo, la magna obra que la gran patria pide a todos y de todos espera?

Confiemos en Dios. Galicia no ha dejado de serle fiel, desde que, con la sangre de sus mártires, dio incontrastable testimonio de su fe. La cruz de Cristo, colocada por Carrarik sobre la corona de los suevos, prestó su bendita sombra a nuestros padres, dándoles aliento para realizar las heroicas empresas que realizaron; y no ha de permitir Galicia— cuyo escudo contiene en sus blasones la más clara y enérgica profesión de fe católica—que jamás esa cruz sea arrancada de su suelo.

De ahí nuestra confianza en la protección divina, para la redentora empresa que esta Liga se propone, y a la cual consagraremos todos los alientos de nuestra alma.

Que cuantos piensen como nosotros y deseen con igual vivísimo anhelo que deseamos nosotros ver a esta tierra libre, grande y próspera; cuantos sientan la vergüenza de las actuales ignominias y suspiren por un régimen que lleve a España a ocupar un digno puesto entre los países cultos; cuantos se hallen conformes con los principios consignados en este manifiesto —que forman parte del programa de la Liga Gallega de Santiago— aúnen sus esfuerzos a fin de conseguir por medio de una perseverante y enérgica acción común el triunfo de esos principios. La indiferencia de hoy es un crimen de lesa patria: es, además, una insensata manifestación del egoísmo. Porque no olvidemos que si la pereza hace posibles las gravísimas amenazas de que somos objeto, no han de ser los tibios quienes nos salven ni quienes menos sufran las tristes consecuencias de la catástrofe.

A luchar, pues, por Galicia. Dios nos dará la victoria si llevamos a la empresa la fe firme, la abnegación sin límites, el supremo desinterés, el inmenso espíritu de sacrificio que toda obra de redención exige; y que encontraremos sin duda en el amor a la patria tan vivo en el corazón de los hijos de Suevia.

Gaceta de Galicia, junio 1899.

Manifiesto de "A Nosa Terra" (A Nosa Terra, 10 de julio de 1917)

Manifiesto de "A Nosa Terra"

Cando teñen de salvarense grandes intreses sociaes, é perciso desbotar as comenencias localistas, os egoísmos e as cubizas, os compromisos convencionaes, as adulacios os poderosos e até os benficios en espeitativa. Todo isto é cativeza do azo ante as sagras obrigas, ante a outa maxestade dos nosos ideiáes rexionalistas, ante a salvación e libertade de Galicia.

¿Pro qué queredes os rexionalistas? Nosoutros os rexionalistas queremos:

1.º Que reconocendo e ademitindo a unidade nacional española e sin perxuicio da integridade politica d'España, estabrézanse drento d'eladous poderes, separados, autónomos: 0 poder central e o poder rexional.

2.º Que as atribuciós do Poder central redúzanse: 1) A repersentar a España. 2) As relacios intenacionaes. 3) A organización do Exército e a Marina. 4) As obras d'intrés xeneral, estradas, ferrocarrís, etc. 5) A resolvere os conflitos antr'as rexiós. 6) A formación dos presupostos centraes.

3.º Que o Poder central, exerza as funcios de seu, lexislativa, executiva e xudicial da siguiente maneira: a 1.ª por meio d'una Asambreia o Parlamento composto de representantes das rexions en número limitado, a 2.ª por meio de Segredarías ou Ministerios no número perciso: a 3.ª por meio d'un Tribunal Supremo que non sentenciaría na derradeira instancia os negocios, senon que concretaríasse a resolvere os conflitos antr'o Poder Central e o Rexional e a eisixir responsabilidade os funcioarios do poder executivo.

4.º Que o Poder rexional sexa o úneco soberán drento de cada rexión pra ditare suas leises orgánicas e adeministrativas.

5.º Que o Poder lexislativo atópese nas Cortes rexionaes.

6.º Que o Poder xudicial sexa colexiado en todol-os seus grados e as causas e preitos sentenciense na derradeira instancia drento de cada rexión.

7.º Que o Poder executivo compóñase d'unha dieta  d'outos funcioarios, nomeados pol-as Cortes, con atribucios somellantes âs do Poder central, no que respeuta somente ôs asuntos rexionaes.

8.º Que a división territorial, o mesmo gubernativa, que adeministrativa e xudicial, tefia por base os círculos naturaes e tradicionaes de cada rexión.

9.º Qu'os cárregos púbricos confíranse somente os fillos da rexión ou ôs que sendo estranos enraiguen n'ela. A nota de separatistas que se nos da, é unha calunia miserabre, que desbotamos con todal?as nosas forzas.

10. Que cada rexión teña Carta constitucional de seu, na que consinense os dous principios fundamentaes da autonomía rexional e daunidade política do Estado español entrambos armónicos e comprementarios.

11. Que na España eisista unha lexislación xeneral civil, penal mercantil, económica e fiscal c'o carauter supretorio, e unha lexislaciónespecial de cada unha das rexións nas que o Estado divídase.

12. Que cada rexión poida tere corpos armados propios.

13. Que a lingoa rexional sexa d'uso libre antr'os naturaes.

15. 0 rexionalismo non pertenece a nengún partido político, nin aceta unha forma determinada de goberno. Colle na Monarquía coma naRepúbrica. Non topa â forma senon ô fondo da gobernación dos Estados.

16. Que as dinidades e cárregos ecresiásticos fiquen nos naturaes de cada rexión.

Eiquí tedes o que arelamos os rexionalistas españoles, sin que rifemos n'un soyo punto, o mesmo catalás que bascos, valencians, aragoneses, andaluces, galegos, e cántabros; un soyo desexo, unha soya arela axúntanos: o desexo de vivíremos libres drento da nosa terra, donos das nosas cousas, resinados co'as nosas cuitas e satifeitos das nosas ledicias. Ista évos a aspiración groriosísima da libertade e a consagracion, do eterno, nunca morto principio xurídico da persoalidade, raiz e fonte de todol-os mais direitos.

Nosa tesis pódese concretare n'ista gran sentencia: "Queremos o individuo libre na familia libre; a familia libre no municipio libre; o municipio libre na rexión libre; a rexión libre no Estado libre; e o Estado libre na libre e universal socidade das xentes, ou sésa, no Estado internacional libre."

¿Non é isto canto, con pequenas difrencias, piden catalás, bascos, andaluces, etcétera? Pois isto dend'antigo tense dito na nosa terra. Isto, esquirto por Alfredo Brañas, foi o que agora leva na sua bandeira a "Lliga rexionalista de Cataluña". Isto foi o que sementou fa¡ moitos anos o nomeado catedrático compostelán na patria de Verdaguer. É falso, pol?o mesmo, que as "Irmandades da Fala", imiten 6s homes d'outras rexios. 0 rexionalismo galego, foi o pirmeiro rexionalismo, o pai dos mais rexionalismos españoles. 0 vergoñoso sería que nós, logo de sementar, dexásemos que a semente xermolara no chán alleo; mentras o noso ficará en deserto de cidadanía.

Os que se chamen rexionalistas e non queiran iste rexionalismo, serán farsantes ou iñorantes; homes sospeitosos, enemigos do rexurdir galego e do porgreso español.

E xa que apertámol-as cravixas da verdade, soyo nos resta diciri que non imos contra de Castela. Castela, a probe irman Castela, ten todol?os nosos agarismos.

Ela sofre, coma nos, vitima do centralismo noxento.

Imos, si, contra da hexemonía castelá, que ten en Madri a sua triste espresión asoballadora; contra da hexemonía que 8 longo da historia ven empobrecendo a España.

Castela, as Castelas, coma rexións, están con nosco.

A nosa terra, La Coruña, 10 de julio de 1917

Manifiesto de la Asamblea Nacionalista de Lugo (Lugo, 18 de noviembre de 1918)

Manifiesto de la Asamblea Nacionalista de Lugo

Os persoeiros das Irmandades da Fala reunidos en Asambleia magna tida na cibdá de Lugo nos días 17 e 18 do mes da data pra conqueríre do Goberno da Sua Maxestade El Rey a autonomía integral da Nazón Galega e fixar n-un programa concreto as que coídan testas solucios ós problemas que intresan d'un xeíto fondonisimo á vida nazonal da Galicia, aprobaron e sosteñen, c-o corazón ateigado de espranza e os ollos postos no porvir da Nai Terra, as siguentes conclusiós, que fan públicas pra conocimiento e meditazón do pobo galego nestora solemne do albeo das nazonalidades que sinten tremelar a sua y?alma e fan xurdir a sua persoalidade.

I. Previa

Tendo a Galicia dotal-as caracteristicas esenciaes de nazonalidade, nos nomeámonos, de oxe pra sempre, nazonalistas galegos, xa que a verbe "rexionalismo" non recolle todal-as aspiracios nin encerra toda a intensidade dos nosos problemas.

II. Problemas costituentes

1.º Autonomía integral pr-a Galicia.

2.º Autonomía municipal, distinguindo o municipio aldeán do vilego axcitándose o Concello aldeán sóbor da base do reconocimiento da persoalidade xurídica das parroquias, que terán as súas xuntas, elexidas antr-os cabezas de familia—petrucios—homes ou mulleres, pra termaren dos seus bés privativos. Os presidentes ou cabezaleiros d-estas xuntas serán vocás nados ou Concelleiros da Corporación municipal e nomearán, de antre eles, o Alcalde que dirixa o Concello. As parroquias, con persoalidade xurídica, poderán contrataren y estableceren seguros e institucios de creto antr-os veciños e adeministrare os bés co mús, que o Poder Central terá de lles restituire, dispoñendo o seu aproveitamento.

0 Concello terá de sere, pol-o tanto, mais que unha organización de caracter adeministrativo, unha prolongación ou compremento das parroquias, como estas o son do fogar, que presidirá a vida económica e social das mesmas.

3.º Cooficialidade dos idiomas galego e castelán.

4.º Federación da Iberia.

5.º Dentro d-esta federación, igoaldade de relacios con Portugal.

6.º Crendo n-a accidentalidade das formas de goberno, intrésanos acrarar que non apelamos por ningunha, mais simpatizaremos, dende logo, con aquela que se amostre mais doada pra chegare â federación con Portugal.

7.º Ingreso das nazonalídades da Iberia na Liga das Nazons.

III. Problemas políticos

1.º Igoaldade de direitos pr-a muller.

2.º Custión eleitoral.

a) A función eleitoral terá de sere da responsabilidade do goberno e protexida pol-o Poder público.

b) Representación proporcioal como sistema eleitoral.

c) Non serán elexibles os elementos que non rendan unha función útil pr-a colectividade.

d) A Asambleia decrara: que si nas eleicios pra Cortes Constituentes Hespañolas non se nos dera unha prenda en garantía exceicional pra que a vontade do pobo poida manifestarse con toda libertade -pois co-as organizacios oligarquicas de oxe non sería abranguible -apelaríamos os representantes de Cataluña e Euskadi e, si elo non abondara, ó Estado mais afin ó noso pra que na Liga das Nazons defenda o direito da Galicia â libertade cibdadana.

3.º Acabamento das Diputaciós provinciás.

4.º Creación do Poder Autónomo, representado por un Xuntoiro ou Parlamento Galego, elexido por sufraxio universal, con todal-as facultás que a reforma da Constitución non garde pr-o Poder Central e sempre, pol-o menos as siguentes:

IV. Facultades do Poder Galego

1.ª Nomeamento da xunta gobernadora que terá de exercel-o Poder Executivo, composta d-un Presidente e seis Segredarios encargados dos Departamentos de Adeministración, Xusticia, Enseño, Obras Públicas, Agricultura, Industria, Comercio, e Facenda.

2.ª Toda las funciós adeministrativas.

3.ª Lexislación social, agás n-aqueles casos nos que os problemas sociaes se extendan ás diversas nazons da Iberia.

4.ª Reximen tributario sin intervención do Poder Central, ó que somentes pagará o Autónomos a cantidade que se fixe n-os concertos económicos.

5.ª A potestade docente do Estado actual pasará enteira ó Poder Galego.

6.ª 0 reximen bancario, n-o que intervirá pol-a función social que oxe teñen os Bancos. A mesma facultade pr-a solución do Creto agrícola.

7.ª Correios e Telégrafos. 0 seu servicio ó cárrego do Poder Central, a sua creación será cárrego do Poder Autónomo, o servicio dos Teléfonos ó cárrego do Poder Galego. A censura n-estes servicios non poderá ser exercida pol-o Poder Central mais que no caso de guerra.

8.ª Ferrocarrís: A sua nazonalización. A lexislación sobor dos mesmos será facultade do Poder Central; a sua costrución e adeministración en carga do Poder Autónomo.

9.ª Portos Francos. A lexislación e regulación do tráfico marítimo en carga do Poder Central.

10. Si ven co-a Paz o acabamento dos exercitos permanentes, e no caso de que somente quedaran exércitos policías, tamén será facultade do Poder galego a fixación das forzas que xusgue percisas pr-o orden interno de Galicia.

V. Custios xurídicas

1.ª Sustantividade do Direito foral galego.

2.ª Derogación do artigo 5.º do Código Civil e reforma do seu articulado no que se refire á sucesión abintestato.

3.ª A publicación das leises farase no idioma galego.

4.ª Igoaldade de direitos pr-a muller casada, pol-o menos no caso da emigración do marido.

5.ª A función dos Tribunales de Xusticia romatará en recurso derradeiro en Galicia e sempre realizada por funcionarios galegos.

6.ª As terras dos pequenos propietarios qu?as laboreen consideraranse instrumentos de traballo pr-os efeutos do embargo.

7.ª 0 arrendatario terá direito a unha parte da supervalía do arrendado sempre que sexa debida os melloramentos producidos pol-o seu traballo.

VI. Problemas económicos

1.º As custiós aduaneiras serán resoltas por concerto entre o Poder Autonómo e o Central, salvo o libre cambio de cereaes.

2.º Reintegración inmediata á propiedade privada, pol-o xeito mais doado dos montes do Estado, dos pobos e de propios.

3.º Repoboación forestal forzosa. Si os particulares non a fan, faría o Poder Galego por anualidades, gravando sobre a riqueza creada, o capital invertido mais os intereses. Reforma da lexislación civil n-iste punto.

4.º Asambleia decrara de toda urxencia a resolución do problema dos gravámenes sobor da terra en Galicia.

5.º Tamén declara sere un crime contra Galicia o permanente absentismo dos propietarios da terra.

VII. Aspectos artísticos

1.ª Proclamar a soberanía estética da Nazón Galega que se exercerá:

a) Sobor as costrucios urbanas e ruraes, ditándose unha lei que obrigue ós propietarios a axeitare o estilo das suas costruciós ó estilo xeneral de cada vila galega.

b) Na expropiación de moimentos e paisaxes.

c) Na organización do enseño artístico, con creación d-unha escola musical galega.

Vede, irmans galegos, o noso programa. Non é nin pode ser nosa verba difinitiva; mais é por decontado, un berro d'anguria que vos chama e a úneca afirmación creadora feita na nosa patria galega.

Son chegadol-os tempos d'erguere a y-alma e o pensamento de Galícia, e sobor todo a sua soberanía, compreta e sin cativeces. N-isto non caben discusiós, Galicia ten direito, un direito fundamental, a ser dona ausoluta de si mesma. Con vountade ceibe faremos nupcias d'amore con outras soberanías con tr'as que non va¡ nin quér ¡re a soberanía nosa.

Pensade, pois, nas nosas concrusiós, feitas pra todol-os galegos. Pro, ademais, sentídeas, practicádeas. Nosos brazos están abertos pr'a fecunda aperta. Todos xuntos melloraremos a grande obra.

0 ideial que nos aloumiña vos pide que sintades a Galicia, coma nos no recuncho mais intenso das vosas almas.

Ninguen é inútil pra ista cruzada. A nosa mocedade tén unha santa obriga co-a patria, e agardamos, ateigados do lume inmenso do noso amore, que todo galego dino nos mande súa adhesión á Santa Causa da Redenzón da Nai Terra.

Lugo, 18 de noviembre de 1918.

Manifiesto de la Asamblea Nacionalista (Lugo, 18 de noviembre de 1918) [en castellano]

Manifiesto de la 1 Asamblea Nacionalista. Noviembre de 1918

1. Previa. Teniendo Galicia todas las características esenciales de la nacionalidad, en adelante y para siempre nos llamaremos nacionalistas gallegos, ya que la palabra "regionalismo" no recoge todas las aspiraciones ni encierra toda la intensidad de nuestros problemas.

II. Problemas constituyentes

1.º Autonomía integral para Galicia.

2.º Autonomía municipal, distinguiendo el municipio aldeano del urbano, organizándose el municipio aldeano sobre la base del reconocimiento de la personalidad jurídica de las parroquias, que tendrán sus juntas, elegidas entre los cabezas de familia ?petru~ cios? hombres o mujeres, para cuidar de sus bienes privativos.

3.º Cooficialidad de los idiomas gallego y castellano.

4.º Federación de la Iberia.

5.º Dentro de esta federación, igualdad de relaciones con Portugal.

6.º Creyendo en la accidentalidad de las formas de gobierno, nos interesa aclarar que no nos definimos por ninguna, pero simpatizaremos desde luego con aquella que implique mayor facilidad para llegar a la federación con Portugal.

7.º Ingreso de las nacionalidades de Iberia en la Liga de las Naciones.

III. Problemas políticos

1 .º Igualdad de derechos para la mujer.

2.º Cuestión electoral:

a) la función electoral tendrá que ser de la responsabilidad del gobierno y estar protegida por el Poder público.

b) Representación proporcional como sistema electoral.

c) No serán elegibles los elementos que no rindan una función útil a la colectividad.

3.º Eliminación de las Diputaciones Provinciales.

4.º Creación del Poder Autónomo, representado por un Xuntoiro o Parlamento Gallego, elegido por sufragio Universal, con todas las facultades que la reforma de la Constitución no guarde para el Poder Central y siempre, por lo menos, las siguientes:

IV. Facultades del Poder Gallego

1.º Nombramiento de la Junta Gobernadora, que tendrá que ejercer el Poder Ejecutivo, compuesta por un Presidente y seis Secretarios encargados de los Departamentos de Administración, Justicia, Educación, Obras Públicas, Agricultura, Industria, Comercio y Hacienda.

2.º- Todas las funciones administrativas.

3.º Legislación social, excepto en aquellos casos en que los problemas sociales se extiendan a las diversas naciones de la Iberia.

4.º Régimen tributario, sin intervención del Poder Central, al que sólo pagará el Autónomo la cantidad que se fije en los conciertos económicos.

5.º La potestad docente del Estado actual pasará entera el Poder Gallego.

6.º- El régimen bancario, en el que intervendrá por la función social que hoy tienen los bancos. La misma facultad para la solución del Crédito agrícola.

7.º Correos y Telégrafos: Su servicio a cargo del Poder Central; su creación a cargo del Poder Autónomo; el servicio de Teléfonos a cargo del Poder Gallego. La censura en estos servicios no podrá ser ejercida por el Poder Central más que en caso de guerra.

8.º Ferrocarriles: su nacionalización. La legislación sobre ellos será facultad del Poder Central; su construcción y administración a cargo del Poder Autónomo.

9.º Puertos Francos. La legislación y regulación del tráfico marítimo a cargo del Poder Central

10.º Si con la Paz llega el final de los ejércitos permanentes, y en el caso de que sólo quedasen ejércitos policía, también será facultad del Poder Gallego la fijación de las fuerzas que juzgue precisas para el orden interno de Galicia.

V. Cuestiones jurídicas

1.º Sustantividad del Derecho foral gallego.

2.º Derogación del artículo 5.º del Código Civil y reforma de su articulado en lo que se refiere a la sucesión abintestato.

3.º La publicación de las leyes se hará en el idioma gallego.

4.º Igualdad de derechos para la mujer casada, por lo menos en el caso de emigración del marido.

5.º La función de los Tribunales de justicia acabará en última instancia en Galicia y siempre realizada por funcionarios gallegos.

6.º Las tierras de los pequeños propietarios que las laboreen se considerarán instrumentos de trabajo a efectos de embargo.

7.º El arrendatario tendrá derecho a una parte de la plusvalía de lo arrendado siempre que sea debida a las mejoras producidas por su trabajo.

VI. Problemas económicos

1.º Las cuestiones aduaneras serán resueltas por concierto entre el Poder Autónomo y el Central, salvo el libre cambio de cereales.

2.º Reintegración inmediata a la propiedad privada, por el procedimiento más adecuado, de los montes del Estado, de los pueblos y de propios.

3.º Repoblación forestal forzosa. Si los particulares no la hacen, la haría el Poder Gallego por anualidades, gravando sobre la riqueza creada el capital invertido más los intereses. Reforma de la legislación civil en este punto.

4.º La Asamblea declara de toda urgencia la resolución del problema de los gravámenes sobre la tierra en Galicia.

5.º También declara un crimen contra Galicia el permanente absentismo de los propietarios de la tierra.

VII. Aspectos artísticos

1.º Proclamar la soberanía estética de la Nación Gallega que se ejercerá:

a) Sobre las construcciones urbanas y rurales, dictándose una ley que obligue a los propietarios a ajustar el estilo de sus construcciones al estilo general de cada villa gallega.

b) En la expropiación de monumentos y paisajes.

c) En la organización de las enseñanzas artísticas, con la creación de una escuela musical gallega. [...]

Fuente: Ao Pobo Galego. Manifesto da Asambleia Nazonalista de Lugo. Hoja suelta, s.l., s.d. (Traducción: J. Beramendi.)

"Alborada" (A Nosa Terra, 25 de julio de 1920)

Alborada

A "NOSA TERRA", cumprindo un acordo da II Asamblea Nazonalista de Compostela, i-obedecendo ordes do Direitorio, do que é orgao oficial, oxe festexa chea de ledicia reloucadora, o "DIA DE GALICIA". Esta data do 25 de Santiago, en todol-os logares do mundo onde latexa un peito galego, é data de lembranza da Patria natural que dende antigo, como agora e sempre, ha ser a única patria verdadeira do home.

Arela a "IRMANDADE", espallada por todol-os pobos da nazón de Breogán, facer canto seia abranguibre para que dentro de poucos anos, o 25 de Xullo, non haxa fogar galego, aldean ou vilego, que deixe d'esteriorizar o seu patriotismo no "DIA DE GALICIA".

A Cruña, a capital da Nosa Terra, escomenza a dal-o exempro. No ano veñideiro, imitaránn-a todal-as cidades galegas.

Cómprenos, porén, na data xurdia d'oxe, saudare con moito amore, con fraterno agarimo, a todol os queridos irmáns na Grande Obra, qu'eisí chamáballe Antolín Faraldo á da redenzón da Terra asoballada... Cómprenos tamén ofrendarlles unha lembranza cordial ás nazonalidades irmás da Iberia, Portugal libre e Cataluña i-Euskadi arelosas de se ceibaren pra conseguir o rèxime de seu que pra nós tamén nosco cubizamos...

Mas a lembranza máis do íntimo, a lembranza que deita de xeito maormente cristaiño do fondo da nosa i-alma è a que, fixada con sangue do curazón, temos pra Irlande, irmá nosa e nosa mestra anaco latexante i heróico do tronco celta, oxe callado de mestos loureiros tinguidos de roxo, que han cinguir a raza común i-aldraxada de cote co'a coroa trunfal que so merecen os xurdios «epos» alumeadores da Hestoria...

Irmáns, amigos i-enimigos: faigamos votos no "DIA DE GALICIA", porque a nosa terra chegue a conquerir o imperio espritoal na futura e groriosa civilización atlántica que xa escomenza a xurdire enchendo da diviña saudade, "do que foi e do que agardamos", o curazón dos bós e xenerosos.

¡E o momento hestórico "de ser ou non ser" prá terra na que fumos nados nos e nosos pais i-abós!

A Nosa Terra, Ano IV, Núm. 124, 25 de Xulio de 1920

A Nosa Terra, Ano V, Núm. 14, 1 de agosto de 1921

O Día da Galiza

Tense celebrado xá o "Día de Galicia". Ainda non fai mais que dous anos que acordamos na Asambreia de Santiago, que se celebrara o 25 de Xullo e xa vense conmeorando en toda Galiza e América. O ano pasado, primeiro que se celebrou, foi conmemorado somentes n'algúns pobos. Este ano xa foi con mais solemnidade e en cuase todol-os pobos da Patria. Todal-as "Irmandás" teñen celebrado este ano o "Día de Galiza".

A de Ourense puxo por primeira vez a bandeira galega no seu local, celebrou unha festa íntima â que asistiron algúns elementos do coro "De Ruada" e n'algunhas sociedades foi posta a bandeira galega a petición da "Mocedade" d'aquel pobo. Ademais a banda municipal tocou no paseio un programa galego.

Na Cruña conqueríuse que por primeira vez fora posta a nosa bandeira a carón da hespañola no Concello municipal. Espallóuse pol-as ruas unha folla en galego cun saudo as nazonalidades da Iberia que como nós loitan pol-o mesmo ideal e â nosa irmá de raza Irlanda. A banda de Isabel la Católica executou un programa de música galega e na "Irmandade" celebrouse unha velada na que se léu a Saga de Cabanillas, "O Cabaleiro do Sant Grial" que pubricamos aparte, e rendimos un homenaxe a Rosalía Castro. Varios irmáns pronunciaron discursos facendo votos pol-o trunfo da Nosa Causa.

Entre as "Irmandades" e grupos nazonalistas da Patria e de fora d'ela foron cruzados moitos telegramas e tarxetas de saudo no patriótico día que se celebraba. Egualmente se fixo entre outros irmáns.

Este foi "O Día de Galiza" no que ano que estamos. Agora cumpre traballar pra que, en anos sucesivos e canto antes millor, sexa celebrado coa solemnidade que debe celebrarse un día tan galego e tan patriótico como a data do 25 de Xulio.

¡Saude e Terra!

"O Dia de Galicia" (A Nosa Terra, 25 de julio de 1922)

O Día de Galicia

Este é o segundo ano que se celebra o Día de Galicia. ¿Que sinifica? Un día de recollimento, de comunión, de ledicia para os galegos, un acto esterno para que moitos dos nosos compatriotas se dean conta do que son, da terra nai, á que teñen que volver si queren ser algo. Desta maneira despertarán do seu sono e traballarán n-un futuro glorioso. Que hoxe todos poñan o seu pensamento en Galicia, falen a sua propia fala, e recen os versos dos nosos poetas!

As condiciós actuás para o noso movimento nacionalista non poden ser mellores. O rexurdimento do catalanismo, a sua purificación terá unha transcenencia enorme; e ademais non é Cataluña xa a única que pide a sua libertade política, son os restantes países oprimidos pol-o Estado hespañol. Por outra parte, dentro da nosa terra o nacionalismo fixo enormes progresos: o número das organizaciós multiplícase cada día, as publicaciós en galego aumentan rápidamente, e os participantes no noso movimento esténdese por todal-as clases sociás e todol-os campos ideolóxicos.

As simpatías pol-a nosa actuación non son menores. Elementos novos de moito valimento inauguran con motivo do día de Galicia a sua colaboración na NOSA TERRA. O Sr. Castillo, o mellor arqueólogo galego, delegado rexio de Belas Artes, autor de tantas obras interesantísimas, hónranos c-un traballo escrito en galego expresamente para A NOSA TERRA, relativo ao escudo de Galicia. Para o dito traballo fixo un dibuxo o gran arquitecto cruñés Sr. del Villar, que non hai moito tempo, n-unha conferencia sua, indicaba que debíamos facer rexurdir a nosa arquitectura popular. O poeta Xavier Bóveda conságrase hoxe definitivamente coa sua primeira composición en galego, o soneto que os leitores verán mais adiante; era oúnico que lle faltaba ao «cantor dos pinos» para ser estimado como un dos mellores dos nosos. Calcas (García Acuña), un fino humorista, que pol-as suas penetrantes verbas conoscen os leitores do «Noroeste», tamén nos remite unhas cuartillas expresamente para nós.

Con gran ledicia contamos entre nós de novo a vellos amigos e colaboradores: a inspirada poetisa Francisca Herrera; os escritores cheos de talento Eladio Rodríguez, Valcárcel, Euxenio Carré Aldao, Banet Fontenla, Lousada Diéguez, non podían nin debían faltar n-este número.

¿Qué dicir dos mais? Lugrís, Leandro Carré, Peña Novo, Abelaira, Taibo e tantos outros... Son representantes do espíritu galego, sempre fondo e valente. O presente número, pois, amostra unha ampla colaboración na obra do rexurdimento da nosa Galicia, que é a única que como temos dito, poderá permitir lograr o gran fin que nos propoñemos. As xeneraciós sucesivas apreséntanase agora unidas nas suas aspiraciós e arelas.

***

Saudamos n-este día aos irmaos galegos d'América. A eles é moito o que Galicia lles debe e ainda lles deberá máis agora que se organizan e preparan o labor redentor da terra. As ideas nacionalistas van conquerindo as nosas colonias alén do Atlántico. O mozo loitador Tomás Sabio fundou hai pouco a Xuntanza Nacionalista da Habana, que leva unha vida moi próspera. N'esta semana anúncianos a prensa a organización d'unha Liga Autonomista en Cuba, anuncio que acollemos con fonda ledicia. Na Arxentina fixo un labor de propaganda galeguista, pola que sentimos verdadeira simpatía, o vicecónsul da República da Plata en Mondoñedo, Fernando Lorenzo Rico, a quén tamén se lle debe o homenaxe ao poeta Leiras Pulpeiro. Unha estreita e saudosa aperta, pois, aos nosos irmáns d'América.

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En Portugal, en Viana do Castelo, publicaráse no día de hoxe en honor de Galicia un extraordinario da revista «Aurora de Lima», no que terán parte escritores galegos. Ao iniciador, señor Julio Lemus, e aos seus paisanos de Viana, saudamos fraternalmente, dándollel-as gracias pola sua fineza e facendo votos porque as relaciós culturás entre Galicia e Portugal sexan cada vez máis intensas. Non esquecemos n-este día ós nosos amigos de alén Miño: Leonardo de Coimbra, Teixeira Pascoaes, Alexandre de Córdova, Peralta, Sergio e os mais artistas e pensadores que nos honraron coa sua amistade persoal. Nós seguimos con amor e interés os progresos de Portugal, e o seu porvir considerámolo como cousa propia.

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Decíamos que na Península espertan rápidamente os ideás nacionalistas. Estamos seguros que a estridencia nacionalista resolveráse n-unha consonancia federalista, n-unha confederación ibérica máis grande, máis fecunda que esta caduca unidade de forza que fixeron contra a vontade os Reis Isabel e Fernando. En todos estos amigos que loitan nas mesmas condiciós que nós, pensamos tamén hoxe e enviámoslle un aperta ideial.

A alma galega é romántica e xenerosa e afeita ao mar, cosmopolita. Os laios dos pobos oprimidos chegan hasta nós e atopan eco nos nosos peitos. Galicia n'este seu día de festa, fai votos porque conquiran a súa arelada libertade, é porque a xusticia e a paz reinen no mundo.

A Nosa Terra, Ano VI, Núm. 167, 25 de Xulio de 1922

"Galicia y los partidos políticos españoles (Vicente Risco, 1923)

Vicente Risco, "Galicia y los partidos políticos españoles". 1923

Cuando se anuncia que va a haber elecciones, toda la hedionda podredumbre de la política española principia a removerse. Y como Galicia, para su desgracia, vive sumergida hasta los hocicos en ese cenagal espeso; y como el pueblo gallego patalea inútilmente en él, buscando a tientas a dónde agarrarse para salir sea como sea, por eso Galicia es tierra de promisión para todos los arribistas políticos de Madrid.

Unos se agarran a los faldones de las levitas de los grandes caciques que imperan en Galicia: los Bugallal, los García Prieto, los Gasset; otros vienen a ofrecerse como salvadores a los gallegos que están en la oposición.

Todos se creen con derecho a venir aquí a hacer política: los Melquíades, los Lerroux, los Alba. Todos se creen con derecho a hablar aquí de sus cosas, a ofrecer, como los charlatanes de feria, sus específicos, a que la gente les dé crédito, a ser aplaudidos y, para colmo, a ser banqueteados. Al olor del lacón y de los votos, vienen todos como moscas.

Y todavía, al cabo de los años, los gallegos les creen todas sus argucias, y van tras ellos como pasmados. Piensan que son esos extraños, esos intrusos, quienes los van a librar de los caciques, como si esos salvadores improvisados no fuesen los caciques de mañana.

Mal andamos, si aguardamos de Madrid nuestra salvación. [...]

Porque ninguno, absolutamente ninguno de los partidos políticos españoles hizo jamás ningún bien a Galicia. Esto está bien probado por la experiencia, y los que no sean idiotas tienen que ver que siempre vinieron aquí a por los votos, pero los problemas de Galicia quedaron siempre sin resolver. El problema de los foros, ningún político español -y los políticos gallegos que hay hoy son políticos españoles, no son tales políticos gallegos- hizo nunca nada por resolverlo. Lo hicieron los campesinos gallegos por sí mismos, si quisieron, en muchos lados, no pagando pero exponiéndose a los embargos, a la cárcel y a las balas de la Guardia Civil. El problema del maíz, igualmente sigue sin atender: y un producto que el campesino gallego necesita tener barato, sigue pagándolo caro para proteger a los cerealistas de Castilla. Y los ferrocarriles no se hacen. Y Galicia paga al Estado español todo lo que puede pagar, tanto, que ya no puede pagar más sin arruinarse. Y a mayores, la protección a las industrias de otros países le hace pagar con sobreprecio los paños, los hierros, el carbón, el trigo, el centeno. Y ningún partido político español hizo jamás nada por remediarlo.

Y ningún partido político español puede remediarlo, porque se atraviesan los intereses de otros países que tienen más fuerza y más dinero. Y porque todos esos políticos del poder y de la oposición que vienen de Madrid a la pesca de los votos y al olor de las laconadas, no saben nada, no saben ni pizca de lo que los gallegos quieren, de lo que los gallegos necesitan para vivir; ni lo saben, ni les importa nada saberlo.

Además, ni pueden, ni saben, ni quieren tampoco servir a los intereses del Pueblo gallego, porque ellos pertenecen a los partidos políticos y antes que nada están sometidos a la disciplina de su partido, a obedecer a su jefe, a la sombra del cual medran y pueden llegar a Directores generales, o a Ministros, o hacer negocios, o progresar en su carrera, que es lo que quieren, y los intereses de Galicia, o les tienen sin cuidado, o aunque quisieran atenderlos alguna vez, primero está la disciplina del partido y la obediencia al jefe, y tienen que estar a lo que estos dispongan. Porque ellos, aunque salgan elegidos por un distrito gallego, no van a las Cortes a defender al Pueblo gallego, o a preocuparse por los intereses de sus distritos, sino que van allí para votar lo que les mande su partido.

No hay redención, no hay redención, no hay redención para Galicia en ninguno de los partidos políticos españoles, en ninguno de los hombres que figuran en ellos, ni en los partidos del poder, ni en los partidos de la oposición, ni en los de derecha, ni en los de izquierda, ni en los monárquicos, ni en los anti~dinásticos. Galicia nada puede esperar de ellos.

No es oposición gallega, ni es rebeldía agraria, ni es dignidad ciudadana, la de los gallegos que andan al rabo de los politicastros de España. Todos esos políticos vienen a robar los esfuerzos que precisamos para redimirnos nosotros a nosotros mismos; vienen a usurpar nuestra voluntad; vienen a inutilizar nuestras ansias de redención y de libertad. Vienen por su provecho, no por el nuestro. Son extraños que quieren medrar a nuestra costa, son extranjeros, son intrusos.

Y el pueblo gallego, mientras siga yendo al rabo de ellos como un rebaño de ovejas, no dejará de ser un pueblo de esclavos.

Fuente: "Galiza e os partidos polítecos hespañoes", Rexurdimento. Orgao da IN. G. (Ourense), 2.ª época, 1-11-1923: 6-7. (Traducción: J. Beramendi.)

"Ofrenda" (A Nosa Terra, 25 de julio de 1923)

Ofrenda

Fai tres anos que os nacionalistas vimos celebrando no día de Sant-Yago o día de Galicia, día de santidade en que os nosos corazós renovan seu voto diante o altar da Patria, día de ledicia en que todol-os galegos nos sentimos irmáns, día de espranza en millores días, día en que as nosas almas voan hacia os hourizontes de días que inda non viñeron, pero que virán, que xa se ollan na lonxanía envoltos na brancura da nova Libertade.

Día de fe no porvir, de fe en nós mesmos, de fe na forteza da raza que ha de cumprir outos destinos, de fe en todol-os galegos porque pra todos tén a Santa Terra agarimos de nai e promesas de noiva.

Fai tres anos que vimos os nacionalistas celebrando o Día de Galicia, e oxe xa son todol-os galegos os que celebran esta festa patriótica, dándose todos conta do seu trascendente simbolismo.

Nosoutros saudamos con orgulo de patriotas e con amore de irmáns a todol-os galegos, pero preferentemente a todol-os nacionalistas que nas moitas e diversas organizaciós, xa xurdia e podentes, que hay na nosa Terra, tanto veñen loitando pol-a sua redenzón e libertade; a eles especialmente noso saudo porque son os escolleitos, os que como dicía o poeta, levan unha estreliña na frente e no bico un cantar, e sobor todo porque xa oxe saben ser héroes, e mañán, si é preciso, saberán ser mártires.

Noso saúdo para os galegos do desterro. Para eles sempre a nosa ademiración e a nosa lembranza. Eles son os que mais deben sentir a escravitude da Terra, porque son os que tiveron que fuxir a outras terras mais libre por estar a sua terra escravizada.

E a tí Galicia, Nai nosa, Patria nosa, nosa única Patria, a tí que nos deche a vida, a tí por quen alentamos, n-este teu santo día, ofrendámosche as vidas nosas, agardando o teu mandato para que d-elas podas xurdír tí renovada e liberada.

A Redaición.

A Nosa Terra, Ano VII, Núm. 189, 25 de Julio de 1923

LA DICTADURA DE PRIMO DE RIVERA

Pacto de la Triple Alianza (11 de septiembre de 1923)

Pacto de la Triple Alianza

Pacto de amistad y alianza entre los patriotas de Cataluña, Euskadi y Galicia.

Reunidos en Barcelona, el 11 de septiembre del año 1923, en el 209.º aniversario del asalto de la ciudad por los ejércitos de las dos coronas de Francia y España, los representantes de los patriotas vascos, gallegos y catalanes.

I. Pactan solemnemente una alianza para la acción conjunta y la mutua ayuda en la campaña por la libertad nacional de los tres pueblos.

II. Denuncian que el régimen impuesto por el Estado español a Cataluña, Euskadi y Galicia es hijo de las violencias pasadas y de las coacciones presentes, y que está falto de su consentimiento.

III. Protestan de que dentro de la Europa reconstruida según el principio de la libertad de las naciones grandes y pequeñas, Euskadi, Cataluña y Galicia continúen sometidas, en contra de su voluntad, a las instituciones, a las leyes, a la lengua y a los gobiernos que no le son propios.

IV. Reivindican el derecho de las tres naciones a disponer libremente de los propios destinos y a vivir según un régimen de plena soberanía política, sin otras limitaciones que aquellas que, respetando las facultades esenciales de la nacionalidad, sean exigidas por la convivencia humana en la civilización o puedan ser aconsejables por los intereses de orden económico y las realidades de orden geográfico.

V Afirman la voluntad de los gallegos, de los catalanes y de los vascos de conquistar con el propio esfuerzo y por todos los medios lícitos, la libertad nacional.

VI. Proclaman, para el caso de que la personalidad nacional de los pueblos de Cataluña, Euskadi y Galicia siguiese desconocida y pisada por el Estado español, el derecho a la apelación heroica.

VII. Acuerdan: a) Constituir un Consejo de tres delegados, uno por cada nación, que representarán al conjunto de las organizaciones patrióticas de los respectivos pueblos y servirán de lazo de unión entre éstos; b) confiar al Consejo asesorado debidamente en aquello que haga falta, la tarea de establecer los convenios concretos que respondan a la finalidad del presente pacto y que en cada momento las circunstancias puedan exigir.

VIII. Declaran en nombre de los patriotas vascos, gallegos y catalanes que es su propósito unir las voces en el grito de justicia, darse las manos en la propaganda, unir las fuerzas en la lucha y, si es necesario, mezclar la sangre en el sacrificio.

Barcelona, 11 de septiembre de 1923

"A Actualidade Galega" (A Nosa Terra, 25 de julio de 1924)

A Actualidade Galega

Escabroso e ao mesmo tempo para nós agradabre é o tema que hoxe ofrécenos a actualidade galega.

O Día de Galicia.

Agradabre e satisfaitorio polo siñificado que para nós ten o día de hoxe que debía ser de festa e de ledicia como compre a data tan señalada. Escabroso polo dificil que resulta poder abordalo libremente poñendo de manifesto unha vez mais o que siñifica para os galegos e mais ainda para nós, os galeguistas

Na imposibilidade de o poder facer ao noso gusto, e tal como debera, sírvanos de consolo, ¡que remedio senón conformarse!, a afirmación n'ese día de canto dixemos e pensábamos na mesma data en tempos pretéritos, mais soaves e propicios, que cobizamos para o porvir.

Todol-os pobos teñen unha data señalada na que celebran a sua festa nacional, en que por todas partes aparesce pendurada a enseña que resume as difrentes características que lle dan vitalidade, e que celebrase con festas pomposas oficiás.

Galicia tén tamén os mesmos dereitos e non carece das mesmas modalidades d'aqueles pobos no que teñen de manifestación da existencia d'unha raza, d'un pobo definido. E tamén as rúas galegas aparecerán hoxe adornados con bandeiras de moitas cores, algunhas d'elas firentes e molestas, e na asusencia "d'aquela", o ceo galego, branco e azul, lucirá limpo e crariño indiferente as pomposidades oficiás d'aqui abaixo. E cando chegue a noite, a noite do "Día de Galicia", as estrelas brilarán mais que de cote e no medio d'elas a estrela grande, a nosa estrela, indicará unha vez mais, con ademán imperativo, o camiño a seguir.

E indiferente a todo o que nos rodea, despreciando as miserias d'abaixo, no día de hoxe as almas dos "bos e xenerosos" apertaranse mais e mais con amor subrime pensando no mañán que traguera, ¿quen o dubida?, moitos "Dias de Galicia" felices e grandiosos.

Hoxe por hoxe somentes nos ofrece un "Día de Galicia" que nós desconocemos por sernos alleo e indiferente. Aló na intimidade dos nosos espritos é onde festexamos o único e verdadeiro "Día de Galicia" que poderá sofrir altas e baixas pero que haberá de ficar marcado para sempre para que sexa festexado por todos o mesmo que o fán os pobos definidos que gozan das libertades a que teñen dereito.

Aos nosos irmáns. ¡Terra a Nosa!

No día de Galicia saudamos a todol-os nosos irmans galegos.

¡Terra a Nosa!

A Nosa Terra, Ano VIII, Núm. 203, 25 de Xulio de 1924

Este número foi revisado pola censura militar

"Día de Galicia" (A Nosa Terra, 25 de julio de 1925)

Día de Galicia

Están de mais as verbas no día de hoxe. ¿Qué imos dicir do noso sentimento que non sintan e comprendan cantos nos leen adoito?

Hoxe é día de facer exame de concencia. Que cada un vexa se rendiu todo que é capaz de ll'onfrendare a sua Terra; obriga moral que non debe esquecer ningún galego.

N-esta data renovemos o voto feito coa Nai Terra e endexamis nos pareza que xa fixemos d'abondo pol-o seu ben. Agora mais que nunca axuntémonos todos n-unha apreixada aperta ollando sempre ao lonxe por onde alumea a estreliña que "é unha fogueira que xa está preto".

Teñamos fê no porvir de Galicia, e digamos co poeta:

¡Irmans, en pé, sereos!

Saúde e Terra

Ano IX Núm. 215, 25 de Xulio de 1925

Este número foi revisado pol-a censura do Goberno Civil

Ao decorrel-os días (A Nosa Terra, 25 de julio de 1926)

Ao decorrel-os días

O autual monótono andar dos días, sempre iguás, tráenos hoxe unha data que é para nós d'unha fonda siñificación simbólica. Día de Galicia data que ao lembrar o seu siñificado fai rebulir no noso maxín ideas xenerosas, de futura cristalización e no corazón ledicias rebuldeiras de día de festa. De día de festa sí, por que é no íntimo, entre nós e dentro de nós, onde temos de festexar o día noso, lonxe da profana ollada dos incrédulos, "dos imbéciles e oscuros" que condena o bardo e tamén d'aqués que agora andan a se manifestar con arrogancias autoriatrias. Sôs co noso pensamento en comunión c'oa Idea. E aínda que para os que do galeguismo integral temos feito un culto, todol-os días do ano son días de Galicia non por por eso deixamos de nos aledar cando chega o de hoxe que resume todos n'unha data xurdia, simbólica. A nosa relixión ten tamén o seu santoral como ten os seus mártires e as suas oraciós.

E hoxe que é o noso día, o día de festa maior, temos de entonar con fonda devoción e fé, cinguidos pol-a forza do sentimento, unha pregaria ao pé do sagro altar da Patria, pensando no que foi e no que aínda será cando a semente do noso apostolado prenda de veras nos corazós galegos.

A todol-os irmáns ¡Saúde e Terra!

Este número foi revisado pola censura

A Nosa Terra, Ano X, Núm. 227, 25 de Xulio de 1926

"Día de Galicia" (A Nosa Terra, 25 de julio de 1927) 

Día de Galicia

Un novo Día de Galicia que chega âs portas do noso corazón a nos lembrar o outo siñificado que tal data representa para quens vivimos a cotío na patriótica emoción do laborar pol-a grandeza en todol-os ordes da nosa Patria. Un novo día de Galicia que nos fai reafirmar nas arelas renovadoras de adianto, libertade, desenrolo progresivo da nosa cultura e vigorización do sentimento galeguista.

Unha estapa anual, na que podemos pensar no que xa andivemos e que d'un xeito induvidrabre dícenos que de ano en ano o adianto foi maior, que camiñamos cada vegada mais seguros e firmes cara o día grande en que terán de cristalizar no trunfo xa conqueirdo as nobres ideas da santa Causa.

Día de emociós en que as verbas deixan paso âs expresiós de entusiasmo, de espritualidade inmensa e patriotismo fervoroso que son os elementos que nos sosteñen e alentan, avivando constantemente a fogueira do Ideal na tarefa de reconstitución da Terra Nai.

En cada un de nós e en todos xuntos reviven con maior ardor e firmeza hoxe que un novo Día de Galicia ponnos mais de manifesto as arelas que inspiran a nosa autuación. Seipamos conserval-os eternamente xa que eles e a fé e a constancia son o mais xurdio patrimonio espritual de que dispoñemos e as millores armas que podemos esgrimir na loita pol-a redención da Patria galega.

A todos cantos comulgan con nosco no Ideal xeneroso.

¡SAÚDE E TERRA!

A Nosa Terra, Ano XI, Núm. 239, 25 de Xulio de 1927

"Ao decorrel-os días " (A Nosa Terrra, 25 de julio de 1928)

Ao decorrel-os días

"Día de Galicia". Resume de emocións e arelas cotidiáns. Renovación de patrióticos votos. A espranza e a fé a rebulir nos beizos. Os brazos e o cerebro intensificando o seu laborar, a sua patriótica produción ofrendada â Patria. Unha ollada atrais para ollar o punto de partida. Os ollos vixiantes, esculcando o porvir que xá encetou o seu abrente lumioso. A visión da vella Galicia, indifrente a si mesma. A da Galicia autual recuperando o seu patrimonio. O comenzo da Galicia nova en xurdia amostración de cultura e patriotismo. A satisfaición do deber cumprido nos "bós e xenerosos". A ledicia pol-o éxito, maior cada día, que estripou o camiño dos income entes e dificultades. Nos antes indifrentes o decatamento do fenómeno nunca soñado. A necesidade de colaborar na tarefa. No final; un paso mais que Galicia xa deu no seu camiñar cara o seu verdadeiro día. O gran "Día de Galicia", do trunfo xa conquerido, de libertade.

A Nosa Terra, Ano XII, Núm. 251, 25 de Xulio do 1928

Este número foi revisado pol-a censura

"Ao decorrel-os días " (A Nosa Terrra, 25 de julio de 1929)

Ao decorrel-os días

Unha vegada mais, o tempo, no seu andar, hoxe tan monótono, ponnos diante d'un novo Día de Galicia. Unha Día de Galicia que pol-as circunstancias haberá de ser dino irmán dos proisimos derradeiros. A outa siñificación da data transcurrirá sin manifestación púbrica, sin a facultade de expoñerse leda e espida ante os ollos dos galegos que ainda non quixeron ou non souperon decatarse do valor espritual e xurdio do día de hoxe, nin de todol-os días cando de galeguismo se trata.

Mais en fin: deixemos hoxe voar como libre paxaro o noso pensamento, hasta poder impedil-o non chega o poder dos homes, e pensando na Terra e no futuro reafirmemos a fé e a vontade no credo que inspira a nosa autuación. Que todol-os irmáns no día de hoxe sintan no seu corazón afervoar a sublimidade da Santa Causa.

A Nosa Terra, Ano XIII, Núm. 263, 25 de Xulio do 1929

Este número foi revisado pol-a censura

"Ao decorrel-os días " (A Nosa Terrra, 25 de julio de 1930)

Ao decorrel-os días

Un novo "Día de Galicia". O día grande da Patria. O día símbolo de festa nacional que teñen todol-os pobos.

Os pobos libres, non mediatizados, adoitan a celebrar o seu día con grandes festas de explosión patriótica. Para os que ainda non son por enteiro donos dos seus destiños siñifican estas datas supremas arelas de renovación, de liberación e pensamentos xenerosos voando en precura do porvir. Pombiñas mensaxeiras portadoras de ideas de amor, de libertade.

Fai sete anos que en Galicia o día de hoxe viña celebrándose únicamente na comunión espiritual dos bós e xenerosos. Non podia exteriorizarse e os latexos do corazón ofrendados no altar da Patria eran cinguidos e coutados pol-o xugo alleo.

Mais como as boas ideas e os pensamentos sanos teñen máis poderío que a forza bárbara, os días no seu decorrer foron poñendo as cousas no seu lugar e este ano xa o día de hoxe pode ter, anque non toda a que lle corresponde, mais libre expansión e púbricamente pode facerse algunha exteriorización do seu siñificado.

A nosa bandeira, cos seus côres de pureza branco e azur, flameará ao vento en moitos currunchos da nosa terra decindo ao mundo que aqui hai un pobo, unha raza que cobiza lle sexan reconoscidas por enteiro as suas prerrogativas como tal pobo e raza.

Aqueles oustáculos poderosos, que o parecían aínda máis cando estaban en vigor, están hoxe destrozados e por riba do seu cadávre a xusticia, a razón e o dereito brincan camiñando deica o hourizonte lonxano onde aniñan ainda máis grandes libertades. Un camiñar que non poderán detér xá os oustáculos de calquer crás de calquer forza que ao seu paso quéiranselle poñer. Porque non hai forza humán capaz de poder impedir o andar d'un pobo que tén concencia de seu e adequiriu o convencimento de que ten dereito a algo mais do que hoxe posee. Galicia anda a recuperar íntegramente a súa alma e os seus dereitos e para conqueril-o todol-os días do ano son días consagrados a tal patriótica laboura reivindicadora.

No día de hoxe, resume de todos, día simbólico e ateigado de arelas prometedoras, os nazonalistas renovamos o xuramento feito:

preto e lonxe, onte, agora,

mañán, na vida e na morte.

Un saúdo preno de agrimo a todol-os irmáns que connosco comulgan o sagro ideal de Galicia.

A Nosa Terra, Ano XIV, Núm. 274, 25 de Xulio do 1930

Este número foi revisado pol-a censura

Compromiso de Barrantes (A Nosa Terra, 1º de noviembre de 1930)

Compromiso de Barrantes
(Pazo de Barrantes, 25 de setiembre de 1930)

Nos dirigimos a los gallegos todos, a España y al Gobierno, presentándoles el problema de Galicia.

En el orden económico, con la tierra fragmentada, deshecha, improductiva por obra de una legislación absurdamente unitaria que la desconoce y por falta de enseñanzas agrícolas; empobrecida por cargas intolerables; desangrada por los aranceles, por los tratados de comercio y por las actividades oficiales que hacen de nuestros productos una excepción en el régimen protector ampliamente concedido al resto de España. Cuanto adquirimos está recargado en el precio, implicando un enorme impuesto indirecto; cuanto producimos está recargado en el costo y sin defensa ante la concurrencia exterior. Así se fragua la anemia de un país con la inevitable secuela de una tremenda crisis social.

En el orden cultural, por la escasez de escuelas, carencia de enseñanzas técnicas y por olvido completo de nuestro carácter, de nuestras tradiciones, de nuestro genio, que aparece deformado y paralizado por orientaciones que no podrá asimilar jamás.

En el orden político, Galicia sigue siendo un feudo fuera de la Constitución. Sistemáticamente, el sufragio es una falsedad, los derechos ciudadanos no tienen garantía, los órganos de gobierno son instrumentos de amenaza y atropello, la ley se queda en el papel, la justicia es zarandeada y removida según la voluntad del oligarca que sin recato acude a la ?fuerza para imponerla. Un afrentoso estado de vasallaje que no podemos tolerar más tiempo.

Afirmamos como origen y raíz de todos estos males y negruras de Galicia el centralismo sorbedor de las energías regionales, despectivamente olvidadizo para las legítimas ansias nuestras. El engendra nuestra ruina, nuestro atraso y nuestra opresión.

Salvando cada uno de nosotros sus opiniones políticas, declaramos:

nuestra absoluta incompatibilidad frente a todas las hegemonías y regímenes políticos que no emanen de la soberanía popular;

que solo la autonomía plena antes definida puede dar satisfacción a los derechos y a los problemas de Galicia;

la galleguización de la Universidad compostelana y demás centros de enseñanza;

la cooficialidad de los idiomas gallego y castellano;

la liberación de la tierra y la dignificación social del campesino;

y pedimos, por último, que inmediatamente cesen la fuerza y la impunidad que los gobiernos prestan al caciquismo que oprime y envilece a Galicia contra el cual se levanta unánimemente nuestro país.

A Nosa Terra, 1 de noviembre de 1930.

LA 2ª REPÚBLICA

Proyecto de Estatuto de Autonomía del Seminario de Estudios Gallegos (1931)

Proyecto de Estatuto de Autonomía del Seminario de Estudios Gallegos. 1931

Artículo 1.º Galicia es un Estado libre dentro de la República Federal Española.

Art. 2.º Las lenguas oficiales en el Estado Gallego son, indistintamente, la gallega y la castellana.

No podrán desempeñar en Galicia cargos públicos quienes no conozcan la lengua gallega.

Art. 6.? Serán gallegos:

a) los hijos de gallegos nacidos en el territorio del Estado gallego.

b) los hijos de padre o madre gallegos, aunque nazcan fuera, siempre que esa sea su voluntad. En tanto los hijos sean menores, se entiende como su voluntad la de su representante legal.

c) quienes no siendo originariamente gallegos obtengan la vecindad en cualquier lugar de Galicia.

Art. 8.º Los derechos fundamentales de los gallegos serán los que se determinen para
todos los españoles en la Constitución del Estado federal español. 1

Art. 9.º Los poderes del Estado gallego corresponden al pueblo de Galicia. Estos poderes son ejercidos por el Cuerpo electoral, la Asamblea y el Consejo de Galicia.

Art. 10. Componen el cuerpo electoral todos los gallegos, hombres y mujeres, que tengan más de 21 años, con las excepciones que señalen las leyes.

Art. 12. El sufragio será igual, directo, secreto y según un sistema de representación proporcional.

Art. 13. La Asamblea del Estado gallego estará formada por los diputados nombrados por los electores gallegos, en la proporción que determine la ley orgánica, atendiendo al número de votantes efectivos.

Art. 17. Compete a la Asamblea legislar sobre las materias atribuidas al Poder gallego por este Estatuto.

Art. 19. Toda ley votada por la Asamblea será sometida a referéndum si, dentro de los treinta días siguientes al de su votación, lo piden así cinco mil electores.

Art. 20. El Consejo de Galicia estará formado por los consejeros nombrados por la Asamblea de entre sus miembros, en el número que determine la correspondiente ley orgánica. Cada consejero será jefe de un departamento de la Administración gallega.

Art. 21. El Consejo designará de entre sus miembros al presidente, cuyas funciones como tal durarán un año.

Art. 26. No se podrá interponer recurso ante el Poder central contra las resoluciones de los poderes gallegos en materias atribuidas a su potestad.

Art. 27. Si los poderes gallegos invaden los límites de las atribuciones del Poder federal o de cualquier otro federado, corresponderá al Poder federal declarar la nulidad de los acuerdos que constituyan la extralimitación.

Art. 29. Corresponden al Estado gallego las siguientes esferas de competencia: a) Régimen tributario, salvo el impuesto de aduanas. El establecimiento de las tarifas arancelarias se verificará por acuerdo entre los poderes federal y gallego. b) Organización local. c) Administración de Justicia. d) Mando de las fuerzas de policía, cuya organización corre a cargo del Poder central. e) Deuda pública. f) Política social, sin perjuicio de los compromisos generales. g) La enseñanza en todos sus grados. h) Caminos de hierro, carreteras y tráfico marítimo de interés predominantemente gallego. ¡)Régimen de los institutos de Banca y Crédito. j) Dominio público. k) Beneficencia. l) Sanidad. ll) Reglamentación de espectáculos y juegos. m) Establecimientos penitenciarios. n) Legislación civil.

Art. 30. Son obligaciones del Estado gallego, además de las contenidas en otros artículos de este Estatuto: a) someterse a las normas generales que dicte el Estado federal dentro de sus atribuciones. b) garantizar el trabajo de todos los ciudadanos, según sus condiciones y necesidades, con arreglo a las exigencias de la justicia social. c) regular la propiedad rural de modo que quede libre de toda carga para quien la trabaja. d) proporcionar a todos los ciudadanos los medios necesarios para su pleno desarrollo espiritual. e) proteger todas las manifestaciones de la cultura gallega.

Art. 31. La organización local se hará a base de ayuntamientos en las villas y de parroquias y agrupaciones de parroquias en el agro.

Art. 33. El Estado gallego contribuirá a las cargas de la Federación española con la cantidad que determine la ley de presupuestos generales del Estado español [...] .

Art. 34. Existirá un impuesto directo único que gravará las rentas, con un gravamen mayor para las rentas que provengan del capital que para las que procedan del trabajo, y eximiendo de impuesto las rentas del trabajo menores de la cantidad que determine la ley correspondiente.

Art. 35. Habrá además los impuestos indirectos que se establezcan con arreglo a las leyes.

Art. 39. A la entrada en vigor de este Estatuto se considerarán gallegos todos los que vivan en Galicia y sean hijos de padre o madre nacidos en Galicia, y quienes viviendo en Galicia y no siendo hijos de gallegos manifiesten que tal es su deseo.

Los hijos de gallegos nacidos fuera de Galicia serán considerados también gallegos si así lo solicitan.

Art. 40. Los funcionarios que ejerzan sus funciones en Galicia en el momento de entrar en vigor este Estatuto conservarán sus cargos adaptados a la nueva estructuración administrativa, siempre que sean gallegos, según el art. 39, y reúnan los demás requisitos que se exigen.

Art. 41. Se determinará mediante convenio entre el Estado español y el Estado gallego la parte que debe corresponder a este de la actual deuda pública del Estado español.

Fuente: Seminario de Estudos Galegos. Seizón de Cencias Sociaes, jurídicas ¡Económicas, Anteproyeito de Estatuto da Galiza, Santiago de Compostela, 193 1. (Traducción: J. Beramendi.)

Proxecto de Constitución (Alfonso R. Castelao, 18 de febrero de 1931)

Proxecto de Constitución
(18 de febrero de 1931)

Señores Diputados, hablo en nombre del partido galleguista, que sólo cuenta en esta Asamblea con cuatro afiliados, y la enmienda que presentamos viene avalada por Diputados de la Federación Republicana Gallega. Espero, además merecer el asentimiento de todos los representantes de Galicia.

Al intervenir por primera vez en los debates de este parlamento, permitidme que os haga mi presentación. Yo no soy más que un artista, que ha puesto su arte al servicio de una bella causa: la de despertar el alma de Galicia, creyendo que es preciso añadir a nuestra vieja tradición, interrumpida y olvidada, una nueva tradición, no entiendo, claro está, por tradición, la serie de actualidades superpuestas, sino lo eterno, ese eterno que vive en el instinto popular.

Galicia no cuenta con una gran ciudad, pero tiene el mar y posee un fuerte anhelo de ciudadanía. De mí puedo deciros que prefiero ayudar a la creación de una ciudad que vivir en una gran ciudad ya hecha, definitivamente terminada, que, a lo mejor, resulta centro de una civilización muerta. Creo que los hombres de espíritu libre, libre incluso de los prejuicios de una gran cultura, deben ser, en cierto modo, como los pájaros; los gorriones viven bien en las ciudades, pero los pájaros que saben cantar huyen de los centros populosos.

Yo bien sé que hay gorriones de ciudad que ya no sabrían vivir en provincias.

Yo soy, pues, un aldeano; no traigo la voz de la calle, ni del café, ni del Ateneo; traigo el mandato de un grupo de hombres, de muchachos estudiosos que pretenden realizar allá, en mi tierra, un ensayo de Paraíso; demasiado optimistas, quizás, pero siempre buenos y generosos.

Voy a defender nada más que la intención con que hemos presentado esa enmienda. Si nosotros fuésemos catalanes, nada tendríamos que objetar a la redacción del Art. 4º del proyecto que se discute, porque el hecho lingüístico de Cataluña está ya reconocido y amparado por decretos, muy laudables por cierto, emanados del gobierno provisional de la República; Pero, Sres. Diputados, la Lengua Gallega no ha merecido aún el reconocimiento de su existencia, y permitidme que os diga que esta injusticia y desigualdad bien pudiera perdurar.

Desde que los llamados Reyes Católicos verificaron el hecho que Zurita llamó la doma y castración del Reino de Galicia, la Lengua Gallega ha quedado prohibida en la Administración, en los Tribunales, en la enseñanza, y la Iglesia misma evitó que nosotros, los gallegos, rezásemos en nuestra propia Lengua.

Esta política de asimilación y de hostilidad sólo ha conseguido en tanto tiempo este pobre triunfo: que los niños de las escuelas gallegas crean que hablar castellano es hablar bien, y que hablar gallego es hablar mal. Por esto y por lo otro, el galleguismo es simplemente un caso de dignidad colectiva que ha resonado en el pecho de los intelectuales que tienen corazón, en el de los que pretenden suprimir la miseria cotidiana del vivir labriego y marinero, y en el de los que sueñan con llevar ideas y sentimientos nuevos a la corriente universal.

Nuestro idioma gallego debe merecer toda nuestra simpatía, porque es la Lengua del trabajador, del obrero, del artesano, del labriego, del marinero; fue la Lengua de vasallos y de magnates, y sólo despreciada por estos señoritos cursis y desocupados de las capitales de provincia.

La resurrección de nuestra Lengua en el siglo XIX, fue un revivir de la democracia, y los poetas gallegos fueron los creadores del aliento civil de mi tierra. El gallego es hablado por la inmensa mayoría de los habitantes de Galicia y es comprendido por todos. Los maestros lo emplean como inevitable recurso pedagógico, al margen de toda legalidad, en las escuelas de Primera Enseñanza; y lo emplean los jueces  del país cuando quieren esclarecer la verdad, y lo emplean los notarios y los empleados del pueblo. En estos últimos años, con el evidente renacer de nuestros estudios y de nuestra Literatura, el Gallego consiguió, logró, categoría de Lengua Culta.

Pero aun hay más: con la dignificación de nuestra Lengua logramos quizá o nos acercamos a realizar el gran hecho histórico: la compenetración ibérica que todos anhelamos; porque tengo que recordaros, Sres. Diputados, que el galaico-portugués es hablado por unos 40 millones de personas.

Al presentar esta enmienda, los gallegos no hemos querido más que una cosa: que quedase en la Constitución el respeto para nuestro idioma, y para merecerlo, yo no he de recurrir al pasado glorioso de la Lengua; nada de esto: he de recurrir simplemente a razones de sentimiento, confiando en vuestra cordialidad de hermanos. El galleguismo es algo más que un partido político, y por ese algo más que tiene, es por lo que yo fui siempre galleguista, y de todos los problemas que interesan a nuestro partido, ninguno para mí tan importante como el que se refiere a la dignificación del Idioma. Porque, Sres. Diputados, si los gallegos aun somos gallegos, es por obra y gracia del lenguaje, porque un cultivo estético y científico de nuestra Lengua viene a ser la reconquista de todo cuanto tuvimos y porque, perdiéndose nuestro lenguaje, ya no nos quedaría ninguna esperanza de revivir.

Pero hay muchos que nos combaten por razones de patriotismo, y es preciso decirles que los galleguistas no queremos más que una cosa: que el gallego, si no en lo oficial, sea, por lo menos, tan español como el castellano. Y con esto ya queda dicho que no somos separatistas, porque si separatismo viene de separar, separatista será el que no quiera que el gallego sea también un idioma español. Y hay otros que desprecian nuestros anhelos por creer que un idioma no es más que un medio de expresión. Si así fuese, tendríamos que matar el gallego evidentemente; Pero permitidme que os diga que después quizá tuviésemos que matar el castellano, hasta llegar al idioma que tuviese más alto crédito científico y más grande valor bibliográfico, si no queríamos acogernos a un idioma artificial. Pero el idioma, más que un medio de expresión, es una fuente de arte, es el vehículo del alma original de un pueblo y, sobre todo, es en si una gran obra de arte que nadie debe destruir. Y hay otros que se ríen de nosotros, porque sueñan todavía en el triunfo del idioma único. Esa es una bella ilusión que no llegará a relizarse nunca. Hace algunos años me encontraba yo una tarde allá en el finisterre bretón pensando en mi tierra, y cantó el cuco y noté que aquel cuco cantaba como los nuestros y ladró un perro y noté que el perro ladraba como nuestros perros, y entonces surgió en mi imaginación esta gran verdad: los pobres animales aún están en el idioma universal. (Aplausos). Y hay quien piensa que es preciso que matemos el gallego para que podamos entendernos mejor en la emigración. ¡Qué pobre y qué miserable idea! Nosotros aspiramos a que todos los gallegos sepan hablar perfectamente el gallego. Pero ya que se habla de emigración, es preciso decir que los galleguistas aspiramos a una cosa: a suprimir la necesidad de emigrar; porque amigos y hermanos, Galicia debe ser algo más que un criadero de carne humana para la exportación, porque, después de todo, la riqueza de unos cuantos indianos más o menos filántropos, no puede compensarnos de la tuberculosis que le debemos a la emigración.

Tenemos en nuestra tierra gallega muchos propagandistas de magnífica buena fe, que hablan siempre en castellano en sus propagandas, en un castellano muy malo por cierto, porque quizá ignoran que la dignificación de la Lengua materna corresponde al grado superior de la conciencia política y social y proviene de una capacitación para gobernar. El desprecio de la Lengua materna significa un renunciamiento de derechos y proviene de una anestesia de la dignidad colectiva.

Yo he visto en el año 1921, en Amberes, a Vanderlvelde al frente de una imponente manifestación que, entre otras cosas, reclamaba la oficialidad de la lengua materna cuando hablan de una mayor capacitación para gobernar. ¡Y hay quien quiere negar la importancia de nuestro idioma!. Pero es preciso decir que es el último lazo que une a España con Portugal; porque, amigos y hermanos, es preciso pensar en Portugal. Se habla muchas veces de una Confederación Ibérica como bella ilusión; pero es preciso deciros que no hay más que una puerta por donde España pueda comunicar con Portugal; esa puerta es Galicia y los gallegos tenemos la única llave de esa puerta, que es el idioma. Y también hay mucha gente en nuestra tierra, casi siempre señoritos desocupados, que dicen no sentir la necesidad de hablar gallego; pero yo que lo hablo cordialmente, tengo que contestar una cosa siempre: que esa necesidad no se siente en el vientre.

Cuando yo fui la escuela no sabía aun hablar en castellano; porque yo tengo que deciros que soy hijo de una familia humildísima. Fui a la escuela muchas veces descalzo, con un pedazo de paz de maíz en el bolsillo. Por eso tiene para mí el gallego esa nostalgia deliciosa que me recuerda el tiempo feliz de la infancia, ese tiempo que es el más feliz de todos los hombres; pero que yo creo que en mí lo es aún más, porque soy aldeano y por serlo y por haber probado la miel de otros idiomas, es por lo que quiero dignificar el habla de mi pueblo, la lengua del único rey español que se llamó Sabio, el viejo idioma que supieron guardar como oro nuestro trabajadores del mar y de la tierra, de estos trabajadores gallegos que son de mi sangre y son de mi carne.

Señores Diputados, si aprobáis nuestra enmienda, u otra cualquiera que signifique respeto par nuestra Lengua, Galicia entera os lo agradecerá. (Moitos aplausos).

"Ao decorrel-os días " (A Nosa Terrra, 25 de julio de 1931)

Ao decorrel-os días

Estamos novamente diante d'un Día de Galicia que este ano amóstrásenos revestido d'uns caraiteres que até agora non tivera.

Coincide co funcionamento da Asambreia Constituinte de onde sairán a nova lei estatal e as autonomías rexionaes. Decimos sairán porque temos confianza en que ollada a realidade da vida hespañola e as demostracións feitas por casi todal-as nacionalidades hispánicas no senso de conquerir agora a súa autonomía parécenos que o bon senso impoñerase nos homes que están chamados a facer a nova Constitución, e os problemas rexionaes ficarán resoltos en aras da maior eficacia para o Estado hespañol e da necesidade de non perder esta ocasión de construir unha Hespaña legal e verdadeira, fundamentada nas naturaes nacionalidades que a constituien perfeitamente libres e federadas. Si así non fora non tería a Repúbrica a eficacia propia do momento e defraudaría a espranzas que n'ela teñen depositados os pobos peninsuares. Ademáis de que sería de funestos resultados para a Repúbrica e para a mesma Hespaña non deixar agora definitivamente arranxado este probrema que é o mais importante de cantos autualmente están prantexados. Depende d'ese feito o que a Hespaña sexa o que debe ser, un Estado grande, europeo e moderno, que cumpra a súa minsión histórica ou que continúe pol-os mesmos vieiros trabucados e de resultados tan desastrosos dos tempos da desaparecida monarquía centralista.

Hespaña non pode, sinon é suicidándose, desaproveitar esta hora histórica para reconstruirse debidamente, con arregro â súa constitución natural e verdadeira. E si Hespaña seguira o camiño trabucado, Galicia que quere vivir, que arela ser libre e universalizarse, tería que ourentar a súa vida deica hourizontes mais amplos salvándose do naufraxio indefectibel do Estado Hespañol. Esta é a verdade urxente do momento autual.

Os galegos non negamos a nosa colaboración para facer unha Hespaña nova, mais si Hespaña quere perderse os galegos salvaremos a Galicia contra todo e contra todos.

***

No Día de Galicia do ano 1931, no que está ventilándose o porvir da nosa terra. A emoción que sempre sentimos no día da nosa festa nacional tén de axigantarse de xeito extraordinario pol-o decisivas que son as horas autuaes e tamén pol-a responsabilidade que os nacionalistas temos contraguido co-a Terra.

Fumos nós quenes creamos o ambente galeguista que hoxe respírase en Galicia. Nós fumos quenes maxinamos e estructuramos unha Galicia nova e libre. Por eso agora que a nosa ideia patriótica pode acadar posibilidades de feito o noso corazón brinca mais emocionado que nunca e temos ante os ollos, con toda a súa crudeza, a responsabilidade da labor realizada e da nosa autuación futura.

Días de loita, de preocupación e de traballo intenso, e poida que tamén de perigo, avecíñanse para nós.

N-este día renovamos o xuramento feito diante do altar da Nai Terra dispóndonos rexamente, patrióticamente, a chegar a onde sexa necesario para ollarmos realizado o noso pensamento plasmado n'unha Galicia libre para o que non podemos negar ningunha crás de sagrificios.

Pol-a salvación da nosa Patria xuremos hoxe cumprir cos deberes que as circunstancias nos impoñan.

A Nosa Terra, A Coruña, Ano XV, Núm. 286, 25 de Xulio de 1931

Declaración de principios y programa del "Partido Galeguista"

DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS

1. Galicia, unidade cultural.—Afincamiento das caracteristicas da personalidade galega: lingua, arte, esprito.

II. Galicia, pobo autónomo.—Autodetermifiación política de Galicia dentro da forma de goberno repubricana.

III. Galicia, comunidade cooperativa.—A terra pra o traballo; o traballo pra a terra.

IV. Galicia, célula de universalidade.—Anti-imperialismo, federalismo internacional, pacifismo.

PROGRAMA

I. Organización de Galicia

1.º Creación d-un orgaismo galego de base excrusivamente democrática e con facultades deliberantes pra rexir, con autonomía integral, os intereses da Galicia.

Como aspiración mínima e inmediata, atribución a aquel orgaismo do máximum de facultades que a Constitución da Repúbrica concede ôx territorios autónomos.

2.º Conseguinte supresión das Diputacións provinciaes.

3.º Prena autonomía municipal, recoñecendo a persoalidade administrativa de parroquia rural e da comarca, con dereito a administración dos seus peculiares intereses.

4.º Incorporación a Galicia das terras colindantes que teñan comunidade étnica, histórica e lingüística con ela, sempre que se determiñen a elo por medio do plebiscito.

II. Politica

1.º Igualdade de dereitos políticos pra a muller.

2.º Prenitude de dereitos políticos pra os funcionarios.

3.º Incapacidade dos que, podendo, non rindan función útil â colectividade, pra ser elexidos pra cargos políticos.

4.º Estudo de unha fórmula que permita os emigrantes ter representación directa na orgaización política da Galicia.

5.º Representación proporcioal, con grandes circunscripcións, pra elección da Diputación de Galicia.

6.º Practica das institucións de democracia directa—referendum, recall, concello aberto—na orgaización política galega.

7.º Adopción de procedimentos eficáces que eviten a corrupción electoral e o falseamento da vontade popular.

8.º Control xurisdicional sobre a actividade administrativa e fiscal do orgaismo galego e dos concellos.

9.º Responsabilidade económica da administración pol-os danos que os seux axentes causen ôs particulares no exercicio das funcións púbricas.

III. Traballo

1.1 Apricación a Galicia das normas internacionaes da lexislación do traballo.

2.1 Recoñecimento de dereitos sindicaes

3.' Réxime integral de seguro social, previsión e xusta participación familiar do traballo no beneficio

4.0 Elimiñación dos menores de dieciséis anos do traballo industrial o regramentación e vixilancia do seu traballo familiar facéndoo compatibre ca sua formación física e moral.

5.1 As escolas de traballo y os ingresos que as manteñen aferidos ô poder galego. Creación de escolas de ourentación profesional.

IV. Probrema agrario

1.º Creación de centros técnicos de investigación i-esperimentación agrícola forestal e pecuaria, con seccions adícadas â orgaización cooperativa, divulgación i-enseño directo.

2.º Estacións pra ensaios de selección e alimentación animal Escola Veterinaria.

3.º Medidas lexislativas que favorezcan a orgaización cooperativa e a sindicación facilitando a adopción de métodos de mellora e selección agrícola e gandeira e o fomento do creto agrario.

4.º A repoboación forestal patrimonio de Galicia. Repoboación intensiva dos montes comunaes pol-o orgaismo galego e creación e fomento de zonas de pastoreo. Sindicación forzosa pra a repoboación dos montes de propiedade privada Protección da industria madereira. Seguro forestal.

5.º Medidas lexislativas i-económicas que intensifiquen a electrificación rural.

6.º Regramentación da edificación rural en orde â hixiene e de acordo co arte paisán e cas comenencias locales. Concursos que movan 6 estudo e divulgación de pranos pra construccións modelo. Estímulos económicos pra a sua execución.

7.º Libre importación do millo namentras o consumo da poboación e o cambio hacia unha alimentación máis racional do ?ando así o esixan

8.º Escolas ruraes de formación campesina que soergan a cornunidade aIdeán fomentando o esprito comunal, inculcando o apego 6 chán nativo e sentando unha ampria base de cultura técnica e agraria.

9.º Regulación da propiendade rural tendendo à libertala de tota carga pra quen a traballa.

a) Arrendarnentos.—Limitación do dereito de propiedade sobre fincas arrendadas a traballadores do campo ¡-estímulo pra a sua liberación: dereito de retracto, axuda económica, participacións nas melloras.

b) Foros.—Liquidación do probrema foral mediante a estinción forzosa das rendas sin que se faga á costa do pequeno propietario rural.

c) Concentración parcelaria.—Disposicions que impidan a excesiva fragmentación do chan nas trasmisións da propiedade.

d) Creto real.— Imprantación do sistema Torrens de movilización, rexistro e seguro da propiedade inmobre. Banco agrícola cooperativo.

10. Consideración da terra como instrumento de traballo pra os pequenos propietarios: decraración de esención da contribución por rústica á favor d-eles si xustifican non ter outros medios de fortuna que a retribución do traballo manual. Inembargabilidade dos predios nas mesmas condicions

11. Consideración dos edificios e vivendas ruraes como accesorios da terra que cultivan os seus habitantes e abolición da contribución urbana que as grave,

V. Fomento pesqueiro

1.º Retorno ôs principios colectivistas tradicionaes no réxime económico da pesca galega, por vía da cooperativa específicamente peixeira con ourentación técnica e social.

2.º Creación de piscifactorias pra repoboación dos rios galegos.

3.º Repoboación das rias con especies sedentarias, industrializando o seu aproveitamento.

4.º Desgravación arancelaria das materias primas das industrias pesqueira e conserveira.

5.º Creación de grandes portos pesqueiros ?modernos e pequenos portos de refuxio.

6.º Protección de novas industrias adicadas á grande pesca.

7.º Escolas de pesca. Laboratorio costeiro. Estacións meteorolóxicas e radiotelegráficas.

VI. Politica fiscal

1.º Deslinde do rexime fiscal do Estado, do poder autónomo e dos municipios.

2.º Supresión do 20 por 100 de propios e do 10 por 100 de aproveitamentos forestaes e de todal-as consignacións dos presupostos municipaes que sostefian servicios alleos 8s concellos ou âs suas mancomunidades.

3.º Supresión do imposto de cédulas persoales e creación de un carnet de identidade que as sustituia.

4.º Creación de un imposto progresivo sobre a renda.

5.º Dereito de espropiación a favor do orgaismo galego nos casos de ocultación fraudulenta.

VII. Cultura

1.º Soberanía de Galicia sobre o seu patrimonio cultural e artístico.

2.º Soberanía de Galicia pra determiñar a ourentación das suas institucións pedagóxicas.

3.º Galeguización do ensiño.

4.11 Dereito indiscutibre ao emprego do noso idioma e cooficialidade co castelán.

VIII. Probremas xurídicos

1.º Recofiecimento das modalidades do dereito civil galego: compañia familiar, dereito sucesorio, etc.

2.º Igualade de dereitos civíes pra a muller casada no caso de emigración do marido.

3.º A función dos tribunaes de xusticia rematará en derradeiro recurso en Galicia nos casos de apricación da lexislación galega.

4.º Ampritude do dereito de espropiación que faga posibre a socialización de riquezas naturaes i-empresas económicas e unha extensa municipalización de servicios púbricos.

Galicia, diciembre de 1931.

Declaración de principios y programa del "Partido Galeguista" [en gallego] (6 de diciembre de 1931)

Declaración de principios y programa del "Partido Galeguista"

DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS

1. Galicia, unidade cultural.—Afincamiento das caracteristicas da personalidade galega: lingua, arte, esprito.

II. Galicia, pobo autónomo.—Autodetermifiación política de Galicia dentro da forma de goberno repubricana.

III. Galicia, comunidade cooperativa.—A terra pra o traballo; o traballo pra a terra.

IV. Galicia, célula de universalidade.—Anti-imperialismo, federalismo internacional, pacifismo.

PROGRAMA

I. Organización de Galicia

1.º Creación d-un orgaismo galego de base excrusivamente democrática e con facultades deliberantes pra rexir, con autonomía integral, os intereses da Galicia.

Como aspiración mínima e inmediata, atribución a aquel orgaismo do máximum de facultades que a Constitución da Repúbrica concede ôx territorios autónomos.

2.º Conseguinte supresión das Diputacións provinciaes.

3.º Prena autonomía municipal, recoñecendo a persoalidade administrativa de parroquia rural e da comarca, con dereito a administración dos seus peculiares intereses.

4.º Incorporación a Galicia das terras colindantes que teñan comunidade étnica, histórica e lingüística con ela, sempre que se determiñen a elo por medio do plebiscito.

II. Politica

1.º Igualdade de dereitos políticos pra a muller.

2.º Prenitude de dereitos políticos pra os funcionarios.

3.º Incapacidade dos que, podendo, non rindan función útil â colectividade, pra ser elexidos pra cargos políticos.

4.º Estudo de unha fórmula que permita os emigrantes ter representación directa na orgaización política da Galicia.

5.º Representación proporcioal, con grandes circunscripcións, pra elección da Diputación de Galicia.

6.º Practica das institucións de democracia directa—referendum, recall, concello aberto—na orgaización política galega.

7.º Adopción de procedimentos eficáces que eviten a corrupción electoral e o falseamento da vontade popular.

8.º Control xurisdicional sobre a actividade administrativa e fiscal do orgaismo galego e dos concellos.

9.º Responsabilidade económica da administración pol-os danos que os seux axentes causen ôs particulares no exercicio das funcións púbricas.

III. Traballo

1.1 Apricación a Galicia das normas internacionaes da lexislación do traballo.

2.1 Recoñecimento de dereitos sindicaes

3.' Réxime integral de seguro social, previsión e xusta participación familiar do traballo no beneficio

4.0 Elimiñación dos menores de dieciséis anos do traballo industrial o regramentación e vixilancia do seu traballo familiar facéndoo compatibre ca sua formación física e moral.

5.1 As escolas de traballo y os ingresos que as manteñen aferidos ô poder galego. Creación de escolas de ourentación profesional.

IV. Probrema agrario

1.º Creación de centros técnicos de investigación i-esperimentación agrícola forestal e pecuaria, con seccions adícadas â orgaización cooperativa, divulgación i-enseño directo.

2.º Estacións pra ensaios de selección e alimentación animal Escola Veterinaria.

3.º Medidas lexislativas que favorezcan a orgaización cooperativa e a sindicación facilitando a adopción de métodos de mellora e selección agrícola e gandeira e o fomento do creto agrario.

4.º A repoboación forestal patrimonio de Galicia. Repoboación intensiva dos montes comunaes pol-o orgaismo galego e creación e fomento de zonas de pastoreo. Sindicación forzosa pra a repoboación dos montes de propiedade privada Protección da industria madereira. Seguro forestal.

5.º Medidas lexislativas i-económicas que intensifiquen a electrificación rural.

6.º Regramentación da edificación rural en orde â hixiene e de acordo co arte paisán e cas comenencias locales. Concursos que movan 6 estudo e divulgación de pranos pra construccións modelo. Estímulos económicos pra a sua execución.

7.º Libre importación do millo namentras o consumo da poboación e o cambio hacia unha alimentación máis racional do ?ando así o esixan

8.º Escolas ruraes de formación campesina que soergan a cornunidade aIdeán fomentando o esprito comunal, inculcando o apego 6 chán nativo e sentando unha ampria base de cultura técnica e agraria.

9.º Regulación da propiendade rural tendendo à libertala de tota carga pra quen a traballa.

a) Arrendarnentos.—Limitación do dereito de propiedade sobre fincas arrendadas a traballadores do campo ¡-estímulo pra a sua liberación: dereito de retracto, axuda económica, participacións nas melloras.

b) Foros.—Liquidación do probrema foral mediante a estinción forzosa das rendas sin que se faga á costa do pequeno propietario rural.

c) Concentración parcelaria.—Disposicions que impidan a excesiva fragmentación do chan nas trasmisións da propiedade.

d) Creto real.— Imprantación do sistema Torrens de movilización, rexistro e seguro da propiedade inmobre. Banco agrícola cooperativo.

10. Consideración da terra como instrumento de traballo pra os pequenos propietarios: decraración de esención da contribución por rústica á favor d-eles si xustifican non ter outros medios de fortuna que a retribución do traballo manual. Inembargabilidade dos predios nas mesmas condicions

11. Consideración dos edificios e vivendas ruraes como accesorios da terra que cultivan os seus habitantes e abolición da contribución urbana que as grave,

V. Fomento pesqueiro

1.º Retorno ôs principios colectivistas tradicionaes no réxime económico da pesca galega, por vía da cooperativa específicamente peixeira con ourentación técnica e social.

2.º Creación de piscifactorias pra repoboación dos rios galegos.

3.º Repoboación das rias con especies sedentarias, industrializando o seu aproveitamento.

4.º Desgravación arancelaria das materias primas das industrias pesqueira e conserveira.

5.º Creación de grandes portos pesqueiros ?modernos e pequenos portos de refuxio.

6.º Protección de novas industrias adicadas á grande pesca.

7.º Escolas de pesca. Laboratorio costeiro. Estacións meteorolóxicas e radiotelegráficas.

VI. Politica fiscal

1.º Deslinde do rexime fiscal do Estado, do poder autónomo e dos municipios.

2.º Supresión do 20 por 100 de propios e do 10 por 100 de aproveitamentos forestaes e de todal-as consignacións dos presupostos municipaes que sostefian servicios alleos 8s concellos ou âs suas mancomunidades.

3.º Supresión do imposto de cédulas persoales e creación de un carnet de identidade que as sustituia.

4.º Creación de un imposto progresivo sobre a renda.

5.º Dereito de espropiación a favor do orgaismo galego nos casos de ocultación fraudulenta.

VII. Cultura

1.º Soberanía de Galicia sobre o seu patrimonio cultural e artístico.

2.º Soberanía de Galicia pra determiñar a ourentación das suas institucións pedagóxicas.

3.º Galeguización do ensiño.

4.11 Dereito indiscutibre ao emprego do noso idioma e cooficialidade co castelán.

VIII. Probremas xurídicos

1.º Recofiecimento das modalidades do dereito civil galego: compañia familiar, dereito sucesorio, etc.

2.º Igualade de dereitos civíes pra a muller casada no caso de emigración do marido.

3.º A función dos tribunaes de xusticia rematará en derradeiro recurso en Galicia nos casos de apricación da lexislación galega.

4.º Ampritude do dereito de espropiación que faga posibre a socialización de riquezas naturaes i-empresas económicas e unha extensa municipalización de servicios púbricos.

Galicia, diciembre de 1931.

Programa del Partido Galleguista [en castellano] (6 de diciembre de 1931)

Programa del Partido Galleguista

Aclaración previa.

   Los grupos políticos representados en esta Asamblea se unen de ahora en adelante bajo la disciplina y titulo de "Partido Galleguista" y acuerdan invitar a las demás agrupaciones que coincidan con su programa a hacerlo así. Reclama esta solidaridad el estado actual de la política gallega y la marcha del proceso de reconstrucción de la personalidad de nuestra Tierra. Avala aquella denominación el uso general de la palabra "galleguista" en nuestro pueblo para designar todas las modalidades de exaltación y defensa de la galleguidad. Pero ni aquella reunión ni esta denominación implican en nadie abdicación en el esfuerzo o en la doctrina nacionalista.

Declaración de principios.

   Galicia, unidad cultural. Fortalecimiento de las características de la personalidad gallega: lengua, arte, espíritu.

   Galicia, pueblo autónomo. Autodeterminación política de Galicia dentro de la forma de gobierno republicana.

   Galicia, comunidad cooperativa. La tierra para el Trabajo; el trabajo para la Tierra.

   Galicia, célula de universalidad. Antiimperialismo internacional, pacifismo.

PROGRAMA DE ACCIÓN (1931).

I. Organización de Galicia.

   1.° Creación de un organismo gallego de base exclusivamente democrática y con facultades deliberantes para regir, con autonomía integral, los intereses de Galicia.

   Como aspiración mínima e inmediata, atribución a aquel organismo del máximum de facultades que la Constitución de la República concede a los territorios autónomos.

   2.° Consiguiente supresión de las Diputaciones provinciales.

   3.° Plena autonomía municipal reconociendo la personalidad administrativa de la parroquia rural y de la comarca con derecho a la administración de sus intereses peculiares.

   4.° Incorporación a Galicia de las tierras colindantes que tienen comunidad étnica, histórica y lingüística con ella, siempre que se determinen a ello por medio de plebiscito.

II. Política.

   1.° Igualdad de derechos políticos para la mujer.

   2.° Plenitud de derechos políticos para los funcionarios.

   3.° Incapacidad de los que, pudiendo, no rindan función útil a la colectividad para ser elegidos para cargos políticos.

   4.° Estudio de una fórmula que permita a los emigrados tener representación directa en la organización política de Galicia.

   5.° Representación proporcional con grandes circunscripciones  para la elección a la Diputación de Galicia.

   6.° Práctica de las instituciones de democracia directa -referéndum, recall, concejo abierto- en la organización política gallega.

   7.° Adopción de procedimientos eficaces que eviten la corrupción electoral y el falseamiento de la voluntad popular.

   8.° Control jurisdiccional sobre la actividad administrativa y fiscal del organismo gallego y de los concejos.

   9.° Responsabilidad económica de la administración por los daños que sus agentes causen a los particulares en el ejercicio de las funciones públicas.

III. Trabajo.

   1.° Aplicación a Galicia de las normas internacionales de la legislación del trabajo.

   2.° Reconocimiento de los derechos sindicales.

   3° Régimen integral de seguro social, previsión y justa participación familiar del trabajo en el beneficio.

   4.° Eliminación de los menores de 16 años del trabajo industrial y reglamentación y vigilancia de su trabajo familiar, haciéndolo compatible con su formación física y moral.

   5.° Las escuelas de trabajo y los ingresos que las mantienen vinculados al poder gallego. Creación de escuelas de orientación  profesional.

IV. Problema agrario.

   1.° Creación de centros técnicos de investigación y experimentación agrícola, forestal y pecuaria, con secciones dedicadas a la organización cooperativa, divulgación y enseñanza directa.

   2.° Estaciones para ensayos de selección y alimentación animal.

   3.° Medidas legislativas que favorezcan la organización  cooperativa y la sindicación facilitando la adopción de métodos de mejora y selección agrícola y ganadera y el fomento del crédito agrario.

   4.° La repoblación forestal patrimonio de Galicia. Repoblación intensiva de los montes comunales por el organismo gallego y creación y fomento de zonas de pastoreo. Sindicación forzosa para la repoblación de los montes de propiedad privada. Protección de la industria maderera. Seguro forestal.

   5.° Medidas legislativas y económicas que intensifiquen la electrificación rural.

   6.° Reglamentación de la edificación rural en orden a la higiene y de acuerdo con el arte del país y con las conveniencias locales. Concursos que promuevan el estudio y divulgación de planos para construcciones modelo. Estímulos económicos para su ejecución.

   7.° Libre importación del maíz, hasta que el consumo de la población y el cambio hacia una alimentación más racional así lo exijan.

   8.° Escuelas rurales de formación campesina que levanten la comunidad aldeana fomentando el espíritu comunal, inculcando el apego al suelo nativo y sentando una amplia base de cultura técnica y agraria.

   9.° Regulación de la propiedad rural tendiendo a la libertad de toda carga para el que la trabaja:

   a) Arrendamientos. Limitación del derecho de propiedad sobre fincas arrendadas a trabajadores del campo, y estímulo para su liberación: derecho de retracto, ayuda económica, participaciones en las mejoras.

   b) Foros. Liquidación del problema foral mediante la extinción forzosa de las rentas sin que se haga a costa del pequeño dueño rural de fincas dadas a foro (foratario rural).

   c) Concentración parcelaria. Disposiciones que impidan la excesiva fragmentación del suelo en las transmisiones de la propiedad.

   d) Crédito real. Implantación del sistema Torrens de movilización, registro y seguro de la propiedad inmueble. Banco agrícola cooperativo.

   10. Consideración de la tierra como instrumento de trabajo para los pequeños campesinos; declaración de exención de la contribución rústica a favor de ellos, si justifican no tener otros medios de fortuna que la retribución del trabajo manual. Inembargabilidad de los predios en las mismas condiciones.

   11. Consideración de los edificios y viviendas rurales como accesorios de la tierra que cultivan sus habitantes y abolición de la contribución urbana que las grave.

V. Fomento pesquero.

   1.° Retorno a los principios colectivistas tradicionales en el régimen económico de la pesca gallega, por vía de la cooperativa específicamente pesquera  con orientación técnica y social.

   2.° Creación de piscifactorías para la repoblación de los ríos gallegos.

   3.° Repoblación de las rías con especies sedentarias industrializando su aprovechamiento.

   4.° Desgravación arancelaria de las materias primas de las industria pesquera y conservera.

   5.° Creación de grandes puertos pesqueros modernos o pequeños puertos de refugio.

   6.° Protección de las nuevas industrias dedicadas a la gran pesca.

   7.°Escuelas de pesca. Laboratorio costero. Estaciones meteorológicas y radiotelegráficas.

VI. Política fiscal.

   1.° Deslinde del régimen fiscal del Estado del poder autónomo y de los municipios.

   2.° Supresión del 20 por 100 de propios y del 10 por 100 de aprovechamientos forestales y de todas las consignaciones de los presupuestos municipales que sostienen servicios ajenos a los concejos o a sus mancomunidades.

   3.° Supresión del impuesto de cédulas personales y creación de un carnet de identidad que las sustituya.

   4.° Creación de un  impuesto progresivo sobre la renta.

   5.° Derecho de expropiación a favor del organismo gallego en los casos de ocultación fraudulenta.

VII. Cultura.

   1.° Soberanía de Galicia sobre su patrimonio cultural y artístico.

   2.° Soberanía de Galicia para determinar la orientación de sus instituciones pedagógicas.

   3.° Galleguización de la enseñanza.

   4.° Derecho al empleo de nuestro idioma y cooficialidad con el castellano.

VIII. Problemas jurídicos.

   1.° Reconocimiento de las modalidades del derecho civil gallego: compañía familiar, derecho sucesorio, etc. etc.

   2.° Igualdad de derechos civiles para la mujer casada en el caso de emigración del marido.

   3.° La función de los tribunales de justicia recaerá en última instancia en Galicia en los casos de aplicación de la legislación gallega.

   4.° Ampliación del derecho de expropiación de riquezas naturales y empresas económicas y una extensa municipalización de los servicios públicos.

Pontevedra, 6 de Diciembre de 1931.

Publicado en gallego por Xavier Castro Pérez, O galeguismo na encrucillada republicana, Ourense, Publicacións da Deputación, 1985, vol. 2, p.881-885. Texto traducido del gallego por Gérard Brey.

{sllider "Propósito do Estatuto Galego" (18 de diciembre de 1931)}

Propósito do Estatuto Galego
(18 de diciembre de 1931)

Señores Diputados, ayer, al intervenir el Sr. Beunza en el debate político, sentí ganas de intervenir también, pero no lo hice porque me pareció que lo que tenía que preguntar al Gobierno quizá no encajase bien en aquel momento y además, quería dar al Gobierno la sensación de que la cordialidad es siempre la base más permanente de nuestro carácter. He de asegurar, sin embargo, que cualquier obstáculo que encontremos en nuestro camino no servirá más que para avivar las ansias autonomistas de mi tierra.

Hablo en nombre de varios Diputados gallegos y del partido político a que pertenezco, para hacerle una pregunta al Gobierno. Algo dolido en mis sentimientos de gallego y en mis ideas de galleguista, he de ocultar hasta el fin las decepciones sufridas, porque soy un optimista y guardo siempre un resto de esperanza; pero es posible que Galicia no pueda presentar su Estatuto en estas Cortes, por motivos que no sería prudente manifestar ahora y por otras causas que el Gobierno y la Cámara deben conocer. Galicia no cuenta con un organismo oficial que la represente, no tiene en estos momentos sus Diputaciones provinciales constituidas con arreglo a la Ley y no posee una ciudad que sea cabeza indiscutible de la región; en estas condiciones, es difícil redactar un Estatuto que pueda merecer el asentimiento unánime del país y que pueda ser defendido con igual fervor por todos los sectores políticos que allí luchan encarnizadamente. Si se tratase de consultar la voluntad autonomista del pueblo gallego, dejando después a una asamblea la misión de elaborar el Estatuto, no existirían grandes dificultades; pero se trata de someter al referéndum la carta regional, y en Galicia no existe ninguna institución jurídica con facultades para elaborarlo. ¿Qué entidad o entidades gallegas podrán redactar el Estatuto, de modo que éste tenga un origen irrecusable y legítimo?. Los ayuntamientos son instituciones elegidas para fines restringidos y locales, sin capacidad la mayor parte de ellos para elaborar un cuerpo jurídico tan fundamental como es el Estatuto de la región: las Diputaciones provinciales gallegas son las instituciones más desacreditadas; están constituidas en este momento por el arbitrio gubernativo, están llamadas a desaparecer en cuanto se constituya el organismo regional y, posiblemente, están interesadas en al permanencia del régimen de provincia. Los Diputados a cortes no hemos recibido de nuestros electores más mandato que el de intervenir en la formación del Código constitucional de la República.

Y sin embargo, Señores, Galicia es una región bien definida, étnica, geográfica e históricamente, que necesita su autonomía para prosperar y que tiene y ha tenido siempre el ansia de vivir su vida. Allí el regionalismo es tan antiguo como en Cataluña, y para demostrarlo bastaría con citar el nombre de Alfredo Brañas. Cuando advino la primera República se celebró en Santiago de Compostela una asamblea, a la que concurrieron 545 delegados gallegos, y allí se acordó ejercer el derecho de iniciativa en la organización autónoma de Galicia que el nuevo régimen prometía; pero apareció la serpiente del centralismo, nuestros liberales y demócratas fueron vencidos, convencidos y engañados, y desde entonces cayó sobre mi tierra el más repugnante de los feudalismos, el caciquismo que todos conocéis y que todos repudiáis, pero que no seréis  capaces de remediar dentro del sistema unitario y centralista. También entonces tenía Galicia un representante en el Gobierno, que se llamaba Eduardo Chao, este buen gallego votó en pro de la República federal, porque entendía que la autonomía habría de estimular poderosamente la vitalidad económica de Galicia, a la que él consideraba como la región española más dotada de prosperar bajo ese régimen.

La segunda República, esta magnífica República, despertó en todas las regiones el sentido federalista, y Galicia volvió a dar muestras de sus ansias de autonomía en una grandiosa asamblea celebrada en A Coruña y convocada por la Federación Republicana Gallega. También ahora Galicia cuenta con un representante en el Gobierno, el señor Casares Quiroga, que ha votado a favor de la República Federal. Como veis, los hechos se han repetido exactamente y con igual resultado. Creo que es una verdad el decir que el sistema unitario y centralista no ha realizado la unidad española; nosotros creíamos que debía realizarse por medio de la federación; pero de pronto surgió aquí el fantasma de la soberanía (una palabra hueca, que a mí me suena a militarismo), y el nuevo régimen sigue los cauces del viejo. En el Paraíso que nos prometía esta segunda República, hizo nuevamente su aparición la serpiente del centralismo, y triunfó; porque la serpiente es siempre más vieja y más astuta que el hombre. Si efectivamente queréis conceder autonomía a las regiones, debéis dar muestra de vuestra generosidad. Si una región reclama su autonomía, no podéis negársela; pero si una región la necesita, debéis estimular su voluntad para que la reclame. Y en este sentido no basta con abrir la puerta a las autonomías regionales en la Constitución, es preciso dictar la ley que regule el mecanismo más conveniente para el caso, designando la entidad regional que habrá de entender en la formación del Estatuto y en la organización del plebiscito.

Es indudable que la Constitución determina las condiciones legales en que una o varias provincias limítrofes pueden formar la región autónoma; pero ahora hace falta dar normas de procedimiento; es preciso señalar el organismo regional, la entidad jurídica que habrá de estar investida de facultades para organizar el plebiscito. Porque el caso de Cataluña no puede servirnos; allí la autonomía surgió revolucionariamente, la Generalitat se creó como un poder de la revolución, paralelamente al poder de la República, y nadie de buena fe podrá negar legitimidad al Estatuto por ella redactado y presentado a las Cortes Constituyentes.

Tampoco pueden servirnos de norma las provincias  Vascongadas, las Provincias, como suele llamárselas; porque allí las Diputaciones tienen una gran categoría, ganada precisamente por el concierto económico. De modo que esto tampoco puede servirnos.

Y nada más digo, Sres. Diputados. Esperemos que el Gobierno resuelva este pequeño problema que nos vemos obligados a plantearle varios Diputados Gallegos, y en cumplimiento, además, por mi parte, del encargo que me hizo el partido político a que pertenezco (Aplausos).

Manifiesto fundacional de Unión Socialista Gallega (25 de julio de 1932)

Manifiesto fundacional de Unión Socialista Gallega
(25 de julio de 1932)

A la juventud universitaria, a los campesinos, a los obreros de Galicia. Salud

Es el partido político Unión Socialista Gallega, como su lema titular lo indica, un partido socialista, genuinamente marxista, y, como tal, postula las bases fundamentales del socialismo integral. Respetará la pequeña propiedad, que no es tanta ni tan abundante, por desgracia, en nuestra tierra, como creen no pocos sociólogos de similor, en tanto esta puede ser considerada como instrumento de trabajo. Pero aparte este respeto a la pequeña propiedad del campesino gallego, el partido Unión Socialista Gallega, como partido socialista que es, al preocuparse, ciñéndose al imperativo categórico de sus deberes, por una mejor organización de la vida social y económica de Galicia, no acepta de una manera ciega e incondicional (porque no podría aceptarlo sin detrimento de su ideología) la consabida fórmula de los fisiócratas —laissez faire, laissez passer— que dio forma práctica al individualismo kantiano. Pues, como no podía menos de ser, de acuerdo con la teoría de la transformación de la propiedad de Fichte —que no es ninguna novedad— y de las escuelas socialistas posteriores, entendemos que el disfrute de la propiedad ha de estar condicionado, ya que esta, en buena justicia, viene obligada a realizar su función social, independientemente de la voluntad, de su dueño y en interés de la economía y del bienestar generales. De esta manera aceptamos el principio "pequeño propietario".

Pero no solo lo aceptamos, sino que lo defendemos y en tal sentido lucharemos por la desgravación de la pequeña propiedad rústica de nuestra tierra, de las tributaciones fiscales, así como —en razón de útil de trabajo que es— por la inembargabilidad de esta.

El socialismo que propugnamos —un socialismo para y de Galicia— podrá no parecerles a los socialistas gregarios del Partido Socialista centralizador, muy ortodoxo, pero no por ello deja de ser una posición, la nuestra, perfectamente marxista, aunque se desvíe un tanto del "pablismo" de las organizaciones socialistas a ultranza.

Es otro socialismo, no lo dude nadie, pero no el que se manda practicar desde Madrid, el que Galicia necesita en la hora presente y otro también el que nosotros defendemos para bien de Galicia, con todas las consecuencias de nuestros postulados programáticos, el cual hemos de emproar abiertamente por derroteros nuevos, no por los senderos trillados y aun trasnochados del caudillismo clasista siglo XIX.

La uniformidad rígida, dura e inflexible, del clásico socialismo español, su estructura centralizadora, reñida con las nuevas corrientes autonomistas despertadas en las viejas nacionalidades ibéricas es el punto capital que nos insta a crear y formar Unión Socialista Gallegacomo partido necesario a Galicia para entender en su vida económica y social específicas, en la organización política y social de su Estado autónomo, en la formación de su legislación, en la solución de sus problemas propios, en la preparación y en la formación cultural y técnica de sus generaciones de trabajadores de "todas clases" —del músculo y del cerebro, decimos nosotros— y, en fin, en todo cuanto se relacione con el progreso material y moral de nuestro pueblo. Y ha de cumplir esto Unión Socialista Gallega con el ojo avizor, el oído alerta, el arma al brazo, para ahuyentar de la vida pública a todos cuantos no sean dignos de gobernar los destinos de Galicia, llámense socialistas o no, con el altruismo, el sacrificio y la decencia pública que para una tan alta misión es menester.

Luchará Unión Socialista Gallega por las reivindicaciones inmediatas siguientes:

En el orden político

1.º Propugnamos un Estado gallego, libre de toda tutela centralista, solamente ceñido al concierto federal que ha de llevar el ritmo de los Estados ibéricos. Una Galicia, pues, dueña de sus designios históricos, con propia Universidad, propia escuela, propio idioma y propia cultura.

2.º Postulamos una Galicia que sepa engrandecerse mediante el esfuerzo, el estudio, el sacrificio y el trabajo de todos los gallegos unidos en una sola comunidad ideológica, representada por el sentimiento cumbre de nuestra amada tierra.

3.º Vamos a la exaltación fervorosa de todos nuestros valores económicos, sociales, raciales y espirituales y a la inmediata creación del culto galleguista con todas sus consecuencias históricas.

4.º Lucharemos por una Galicia que sepa incorporarse al ritmo de los pueblos civilizados, con propia significación, con eficiente personalidad y con emoción creadora.

5.º Queremos una Galicia que sienta y ame el gesto ecuménico de su cultura específica. Que sienta y ame la expansión de su ciencia, de su arte, de su trabajo, de su industria, de su economía y de su organización social.

6.º Nos esforzaremos por dar igualdad política al hombre y a la mujer arrancando a los dominios tiránicos del Estado clásico, el derecho de sufragio a los veinte años.

7.º Queremos que toda autoridad emane de la parroquia como célula fundamental y esencial del vivir gallego.

8.º Lucharemos por una Galicia que anteponga a todos los valores extrínsicos la valoración de su propia dignidad y el prestigio de su tradición generosamente liberal.

9.º Queremos una Galicia antiguerrera y enemiga de todo imperialismo que no sea el imperialismo del trabajo, del saber y de la cultura.

10. Vamos a la instrucción gratuita para todos los gallegos, y propugnaremos la obligatoriedad del Estado autónomo, a fin de que, en este sentido, se encargue de todo el sostenimiento de la población escolar en todos los grados de la enseñanza, que ha de verificarse por un riguroso principio selectivo.

11. Galicia es un pueblo de trabajadores y recabamos la absoluta libertad y respeto para todos los principios políticos y sociales que ostenten.

En el orden agrario

1.º Por la liberación del agricultor de la usura, tan extendida por Galicia en todas sus formas y por la abolición de las aparcerías de ganados y terrenos de labor como causas fatales de nuestro empobrecimiento agrícola y ganadero.

2.º Por la, desgravación de la pequeña propiedad —en tanto haya de ser considerada como instrumento de trabajo— y por la inembargabilidad de esta.

3.º Por la desaparición del foro de nuestro medio económico agrario.

4.º Por el abolicionismo emigratorio y por todo cuanto haya de favorecer el progreso económico de Galicia.

Para ello Unión Socialista Gallega fomentará la organización agraria, y las federaciones de este tipo por comarcas homogéneas en la producción, hasta llegar a la organización total del campo gallego. Como una consecuencia de esta organización, fomentará así mismo la cooperación en todas sus formas: de crédito, de producción, de venta en común de los productos agrícolas, de compra y construcción de viviendas familiares.

En el orden industrial y obrero

1.º Por la organización de los trabajadores en asociaciones de resistencia contra la opresión capitalista que defiendan sus intereses de clase con entera independencia de perjuicios partidistas suicidas.

2.º Por la organización racional de la industria. Por la desaparición del paro obrero permanente y por el seguro social, en todas sus formas, y, en fin, por la creación de todas las instituciones, que sin mengua del impulso combativo de los trabajadores tiendan a mejorar la vida de las clases productoras de Galicia.

El trabajador gallego ha de liberarse, ha de manumitirse de toda tutela política, venga de quien venga, llámese como se llame, para formar su frente único gremial.

Conclusión

Con todo lo que antecede, hemos sintetizado, en lo posible, el amplio cuerpo de doctrina que anima el partido Unión Socialista Gallega, y estamos seguros de haber hablado claramente para todos los gallegos. Somos socialistas por temperamento, por esencia y por definición, pese a la cualidad adjetiva que se nos ha querido atribuir y por aquella razón defendemos en Galicia, por ser antes que nada gallegos, la más absoluta libertad para nuestra nacionalidad que jamás supeditaremos a creencia ni convicción alguna.

Por la hermandad de todos los gallegos, Unión Socialista saluda y ofrece su mano cordial y efusiva al Partido Galleguista , única comunidad de patriotas que defiende con emoción y gallardía los derechos inmanentes de Galicia que arrollaron y pisotearon los viejos clanes caciquiles y pretenden olvidar los grandes partidos centralistas, persistiendo así en un grave error histórico que estamos dispuestos a deshacer, aunque para ello tengamos que apelar a los métodos violentos de la revolución.

Por la libertad de Galicia y por el triunfo de la causa de los oprimidos.

Fuente: Unión Socialista Gallega. Manifiesto, Imp. Nós, Santiago, s.d. (25-VII-1932)

"Día de Galicia" (A Nosa Terra, 25 de julio de 1932)

Día de Galicia (1932)

Poucas e sinxelas verbas abondan, pra decir a ledecia que n-este dia enche os peitos galegos. A festa cívica da Terra xunta a todol-os capaces de fé, e a todol-os abertos a espranza.

Porque a de hoxe é pra nos unha diada de optimismo. A sua emoción fai tremer as frebas sensibles da nosa xente, dispersa por todol-os confins do mundo.

De ano a ano o Dia de Galicia vai adequerindo un volumen espritoal insospeitado. O que denantes era data saudosa de evocación da Terra, par-os que lonxe d-ela labran rudamente o seu pan, é xa efemérides da universalidade galega, conscentemente festexada por cantos na propia Terra arelan dias tinguidos d-unha nova luz, da luz d-aquel hourizonte exprendoroso onde a prosperidade e a cultura de Galicia han de lograr folgadamente unha realidade efectiva.

Ateigada de fervor, mais que nunca chea de confianza no trunfo, sai hoxe A NOSA TERRA. Par-os que dende hai dezaseis anos veñen tendo n-estas paxinas o seu breviario espiritoal, o noso saudo de amigos que sempre se atopan na mesma estrada, empurrados pol-a mesma fé. Par-os que chegan a cotío, como forzas de renovamento, as fías do galeguismo, a nosa aberta cordialidade, e a seguranza de que n-esta banda, a comprensión, a lealtade e a cobiza de perfeición nunca serán desprazadas.

E a todol-os galegos, ainda a-os que se teñan por nosos nemigos, n-este Dia xubiloso, agarimo e saude.

E sempre, Terra e Liberdade!

A Nosa Terra, Ano XVI, Núm. extraordinario, 25 de Xullo de 1932

"Os problemas de Galicia" (23 de mayo de 1933)

Os problemas de Galicia
(23 de mayo de 1933)

Señores Diputados, los galleguistas, desligados en absoluto de todo vínculo político con el Gobierno y con los partidos de la mayoría, entusiastas como los que más del régimen republicano y parlamentario, no hemos querido tener en cuenta las desatenciones de que ha sido objeto nuestra tierra, porque no esperamos mejor trato de los partidos de la oposición, y hemos sabido prescindir de nuestros disgusto, en momentos difíciles para el Gobierno, por no prestarnos a un juego político que nos parece de la más vieja y castiza política española.

Los diputados galleguistas hemos hablado aquí repetidas veces de los problemas peculiares de Galicia y de sus necesidades apremiantes, esperando a que los Poderes públicos fijasen su atención sobre ellos para conocerlos, y remediarlos. Por eso hoy nos vemos en la obligación de presentar un memorial de agravios, porque no cumpliríamos con nuestro deber si no fuésemos resonadores en el Parlamento de las ansias del pueblo que nos ha elegido como representantes suyos.

El mismo día que nosotros solicitábamos esta interpelación, el actual Ministro de Obras Públicas, Sr. Prieto, declaraba ante los periodistas que Galicia tiene derecho a quejarse, y esta honrada confesión vale por todo cuanto nosotros pudiéramos decir para justificar nuestro disgusto.

Y sin más preámbulo, porque no quiero malgastar palabras ni tiempo, voy a entrar de lleno en algunos puntos que han de ser objeto de mi discurso, rogando al Sr. Presidente de la Cámara que esta interpelación no sea muy interrumpida, por lo menos mientras no hablen también mis compañeros los Sres. Otero Pedrayo y Suárez Picallo, porque nuestros discursos están unidos por una sola intención que no debe ser cortada.

Voy a empezar por el primer punto, que se refiere al ferrocarril gallego. Si se advierte que España es una avanzada de Europa en el Atlántico y si los puertos gallegos tienen una situación de privilegio para ser el nexo de unión entre América y Europa, resulta imperdonable no haberlos dotado de comunicaciones rápidas y de todos los elementos que necesitan para cumplir su misión; y si advierte que Galicia está unida al resto de España y de Europa por una línea tortuosa, absurda e irracional, entonces el asombro tiene que convertirse en indignación. Aquel túnel ideado por el gran novelista Kellerman que había de unir América con Europa terminaba en Galicia, pero la fogosa imaginación de este escritor no llegó a concebir, no pudo vislumbrar semejante desidia del Estado español.

Un país europeo que sólo tiene un kilómetro de ferrocarril para cada 1.300 habitantes, está en la obligación de realizar un esfuerzo supremo para salvarse de esta vergüenza, porque el problema del tráfico ferroviario en España es simplemente un problema de dignidad  nacional. Pero es más vergonzosa para el Estado la situación ferroviaria de Galicia, que sólo cuenta con un kilómetro de ferrocarril por cada tres mil y pico habitantes. Afirmar que se ha gastado demasiado en ferrocarriles en el mismo tono con que pudiera decirse que se ha gastado demasiado en Marruecos o en Exposiciones, es incurrir en una flagrante equivocación que sólo puede ser disculpada por el apasionamiento de quien lo afirma.

También se ha dicho que es preciso sacrificar los intereses regionales a los intereses más altos de la nación pero, este tópico no puede ser aplicado al ferrocarril gallego que es de un evidente interés general. Por otra parte, hablar en tono despectivo de los intereses regionales y locales tiene que molestarnos, porque los intereses locales son también intereses españoles y la suma de todos ellos es lo que ha de constituir la base más sólida para el asentamiento de una verdadera democracia republicana.

Aún resuenan en nuestros oídos las manifestaciones del actual Ministro de Obras Públicas, Sr. Prieto, que afirmó que con su voto ni un kilómetro más de ferrocarril se haría, y, en efecto, ya se están construyendo ferrocarriles subterráneos de enlace cuyo elevado coste, cuya discutida utilidad y cuyo reducido interés local bastan para justificar nuestra indignación y provocar nuestra protesta.

El ferrocarril gallego tiene una larga historia que sangra injusticia. Esta obra tiene su origen en el plan general de ferrocarriles del año 1855 y fue nada menos que el ingeniero D. Práxedes Mateo Sagasta quien fijó la orientación de su trazado. Por las dificultades económicas y financieras con que entonces se tropezaba y por la irrisoria ayuda que el Estado ofrecía, la construcción de los extremos de esta vía férrea, el de Medina del Campo-Zamora y el de Vigo-Ourense se llevó a cabo mediante enormes sacrificios, y a fin de evitar la ejecución del trozo intermedio, o sea el de Zamora-Ourense, la Compañía del Norte tuvo influencia bastante para que el Estado construyese por su cuenta el ramal de Monforte a Ourense y empalmar así en la red del Norte la única vía férrea que sirve a la parte Sur de Galicia. Con este acto de generosidad inaudita del Estado, único que realizó en un país donde gracias a Empresas extranjeras se construyeron ferrocarriles de importancia, se evitaba la ejecución del trozo intermedio para favorecer exclusivamente los intereses de la Compañía del Norte; pero desde entonces quedó en la memoria del pueblo gallego el recuerdo de esta maniobra.

Galicia, que fue cuna de muchos gobernantes cucos, tiene una larga y dolorosa experiencia política. Vio que los gobernantes amparaban y protegían siempre las prebendas y los privilegios de Empresas privadas, y es natural que ahora crea que los accionistas de la Compañía del Norte no han perdido del todo su influencia. Yo no participo de esa malicia, pero mi pueblo la tiene justificada; porque en la persistente campaña que han venido realizando los detractores del ferrocarril gallego, se advierte una parcialidad sospechosa.

Así, por ejemplo, el Sr. Rivera, autor de un trabajo tendencioso que todos los Diputados habrán recibido, se sintió austero y patriota cuando ya iban gastados más de 100 millones, pero es preciso decir que fue uno de los concurrentes a la subasta de las obras y que hubiera sido mucho más oportuno que este ilustre constructor y contratista nos hubiese dado a conocer sus opiniones antes de la subasta. Por esta y por otras muchas razones, que no tengo tiempo de exponer ahora, la imaginación del pueblo creó sospechas que es preciso desvanecer a toda costa.

No se trata de un ferrocarril improvisado alegremente por la Dictadura, según se ha dicho, sino de una obra que responde a una necesidad largamente sentida. Pero, aunque así fuese, las obras no son buenas o malas por quien las realiza, sino por lo que ellas representan en sí, por la utilidad que han de prestar, y prueba de ello es que, en la ponencia de Gobierno respecto a las líneas o secciones que habrían de ejecutarse por el Estado, se aceptaba el cuarto trozo, que es creación de la Dictadura, mientras que se rechazaban el primero y el segundo, o sea el Zamora-Ourense, que está avalado por todos los requisitos técnicos y legales apetecibles. Y esto, visto desde Galicia, Sr. Presidente del Consejo de Ministros, parece una burla; porque Galicia, no solamente necesita que se termine pronto la construcción del ferrocarril íntegro de Zamora a A Coruña, sino que además está necesitada del que se llama Ferrocarril Central Gallego.

Para darse cuenta de la importancia que habría de tener este ferrocarril para el intercambio de productos entre las regiones de Galicia y de Castilla, basta conocer los acortamientos de distancia, sin contar con los de tiempo, debidos al mejor trazado de la línea. En la actualidad es fácil de ver cómo se establece de hecho una especie de aduana interior en Monforte que grava los productos de importación y de exportación, en términos insoportables, por las distancias innecesarias que tienen que recorrer. El correspondiente incremento en los gastos de transporte, que asciende a muchos millones, coloca a Galicia en una situación de desigualdad con respecto a las demás regiones del litoral y esta injusticia no puede soportarla Galicia sin consignar, primero, su protesta y sin recurrir, después a todos los medios legales o extralegales que sean necesarios para ver cumplidas sus legítimas aspiraciones de mejoramiento.

Como las regiones a que ha de servir de enlace el ferrocarril gallego son de producción complementaria, huelga señalar la importancia que nosotros le concedemos, sobre todo después de haber visto muchas veces cómo las harinas de Castilla llegaban a Galicia por las líneas portuguesas, por que los acortamientos de recorrido compensaban con creces los inconvenientes aduaneros.

En Galicia no podemos concebir que se hable seriamente de inutilidad de nuestro ferrocarril, porque toda nuestra riqueza minera y forestal, nuestra ganadería y nuestra pesca están fuertemente vinculadas a esta obra. Sólo en la provincia de Pontevedra y en la zona que ha de atravesar este ferrocarril están denunciadas y tributan al Estado más de cuarenta minas, de wolfram y estaño principalmente, que no han podido ser explotadas por carecer de medios de transporte económicos.

Por ser elevadísimas las tarifas del ferrocarril del Norte fracasaron los mataderos rurales de Galicia, cuya ruina representa un enorme perjuicio para nuestra ganadería y tiene en trance de embargo a más de 7.000 familias labriegas. Esto aparte de lo que supone para nosotros el fracaso del primer ensayo cooperativista que allí se hacía.

De la importancia militar de este ferrocarril no he de ocuparme porque no tengo aficiones castrenses; pero bien está indicar si será conveniente que en un momento de peligro pueda quedar Galicia con facilidad aislada del resto de España.

Y no se arguya que a falta de ferrocarril tenemos carreteras para el transporte de nuestros productos, porque las carreteras que unen a Galicia con el interior de España son de un magnífico trazado, pero carecen de firmes modernos y se hallan casi siempre en un estado deplorable, a pesar de lo cual los autocamiones le hacen competencia al tren. ¡Qué tal será el tren! Porque no creo, Sres. Diputados, que alguien pueda demostrar que en trayectos tan largos resulte más barato, por tonelada y kilómetro, el transporte por carretera; esto, aparte de la desvalorización comercial que sufren algunos productos, por ejemplo, el pescado, que a nosotros nos interesa tanto. El transporte por carretera sí que ocasionará constante déficit al Estado, porque las patentes de circulación nunca podrán compensar los gastos de construcción y reparación de los caminos, y cuanto más se intensifique el transporte por carretera, mayor será el desnivel que presente la balanza comercial; por que el tren y el carbón que consume son de producción nacional, y cuando se emplee la energía hidroeléctrica el ahorro será extraordinario, mientras que los automóviles y lo que consumen - caucho y bencina- son productos de importación.

Y ya que hablamos de carreteras, bueno será afirmar que el Estado ha sido siempre separatista de Galicia, como puede demostrarse con los dos hechos siguientes: la carretera llamada del Guadarrama la pagó entera Galicia, que para estar unida con la capital de España se vio en la necesidad de abonar íntegramente la carretera que va de Madrid a A Coruña; y la de Vigo a Villacastín, que es la directa a Madrid, se hizo mediante una anticipo reintegrable de las Diputaciones de Zamora, Ourense y Pontevedra. Para obtener el reintegro de la cantidad anticipada se vieron en la necesidad de sostener un pleito, fallado por el Tribunal Supremo, estando aún sin cumplir la sentencia que afecta a Pontevedra, a la que por este concepto debe el Estado 2 millones y medio de pesetas. Por cierto que bien podía pagárselas, pues no que creo que tenga moralmente derecho a reclamar 1.500.000 ptas, amenazándoles con el embargo, a 7.000 familias de labriegos que se embarcaron en la magnífica aventura cooperativista de los mataderos rurales, cuando debe 2 millones de pesetas y no los quiere pagar.

La situación de Galicia, en cuanto a comunicaciones, pudiera estar justificada por la pobreza del Estado si otras regiones, siempre privilegiadas, no dispusieran de excelentes servicios ferroviarios. También la pobreza de Galicia pudiera disculpar, en cierto modo, el abandono en que la tiene el Estado, si éste, por otra parte, no la obligase a tributar como rica. Nosotros nos damos cuenta de la crítica situación de la Hacienda española en estos momentos; pero ¡qué le vamos a hacer! Llegó el instante de pediros un sacrificio para quien se ha sacrificado siempre; Galicia necesita ese ferrocarril para el desarrollo de su riqueza, está pidiéndolo desde hace setenta años y no puede exigírsele que renuncie a su porvenir ahora, en el preciso momento en que creyó ver cumplidos sus deseos y satisfechas sus ansias de mejoramiento. Ya sabemos que no se ha decretado la muerte del ferrocarril gallego (si tal hubiera ocurrido, nosotros no podríamos permanecer en el Parlamento); Pero si no se ha decretado su muerte, tampoco se asegurará su vida si no se atiende a esa obra con el interés, con la urgencia y con el entusiasmo con que estáis atendiendo a otras muchísimo menos necesarias.

Se afirma que la explotación de nuestro ferrocarril será ruinosa y ocasionará un déficit constante al Estado. Los detractores de nuestro ferrocarril para elevar su coste, se olvidan de la baja de las subastas, fingen ignorar las economías obtenidas por la reducción de obras y las que todavía se pueden lograr, llevan a términos irrisorios e inconcebibles el tráfico probable y no conceden importancia a los acortamientos de recorrido. Nosotros, con mejores razones, podríamos asegurar que los beneficios directos de esta obra serán compensadores para el Estado; pero ya que los detractores y los pesimistas de nuestro ferrocarril, no sé con que malicia o con qué interés, aconsejan el abandono total de la obra y dan por perdidos los millones empleados y los que todavía sería preciso gastar en indemnizaciones a las Compañías constructoras ¿para qué cuentan con ellos en sus cálculos? Porque si realmente están dispuestos a tirar estos millones, que los den por perdidos, y para el cálculo probable de los beneficios, que sólo se cuente con lo que hay que gastar de ahora en adelante; Pero mientras no se demuestre lo contrario, nosotros nos atenemos a los cálculos del Sr. Cantero, que merecieron la aprobación del ingeniero jefe de estudios y construcciones de los ferrocarriles del Noroeste Sr. Murúa, corroborados hace poco por el Sr. Machimbarrena. Con arreglo a estos cálculos, el ferrocarril gallego, considerado como Empresa industria, producirá del 3 al 4 por 100, según los trozos; de modo que tampoco se puede considerar como un negocio ruinoso. Pero hay que tener en cuenta que los ferrocarriles que el Estado construye por su cuenta, no deben ser considerados como Empresa industria, sino como servicio público que está obligado a prestar en bien de los ciudadanos y por los beneficios indirectos que el mismo Estado habrá de recibir. ¿Son un negocio, acaso, las escuelas y el ejército? ¿Es que van a ser negocio los ferrocarriles  subterráneos de enlace que estáis construyendo? Pues yo os digo que Galicia necesita que se termine cuanto antes la construcción de su ferrocarril, porque lo necesita como el pan, porque en ello le va su vida, y he de avisaros honradamente que la indiferencia con que los Poderes Públicos contemplan nuestros problemas peculiares y nuestras necesidades apremiantes, puede dar frutos insospechados.

Y por si fueran pocas las razones expuestas a favor de nuestro ferrocarril, Galicia tiene otras de carácter fiscal que serían suficientes: según cálculos obtenidos por la Secretaría técnica del partido a que pertenecemos, Galicia satisfizo al Estado el año 1930, por toda clase de impuestos, contribuciones y monopolios, 135 millones, y el Estado gastó ese año en Galicia, por toda clase de atenciones, incluso las de obras públicas, 126.200.000 pesetas, quedando un remanente a favor de Galicia de 8.800.000, que práctica y normalmente es muchísimo mayor, porque no han podido computarse en la cifra de ingresos, por falta de datos, ni la parte que corresponde a Galicia en los millones con que el Estado participa de los beneficios del Banco de España, ni en las utilidades de los Bancos y otros ingresos sobre empresas centralizadas en Madrid, que, según cálculos, ascienden a más de 100 millones, y es preciso decir que nosotros hemos tomado datos del año 1930 por ser el más favorable a Galicia, pues no se puede ignorar que la recaudación por algunos conceptos, especialmente el de Aduanas, sufrió un descenso anormal de varios millones. En ese año se refundieron los presupuestos ordinario y extraordinario, cuyas partidas reunidas son las que han tenido en cuenta, y además en las cifras de gastos figuran 39 millones y medio de pesetas por atenciones de Guerra y Marina, que, de ningún modo, podrían, en su mayor parte, corresponder a Galicia. Claro está que este superávit, que puede cifrarse en mas de 12 millones, tendría que ser disminuido en aquella parte de atenciones llamadas generales que le corresponderían a Galicia dentro de una régimen descentralizado; pero también los cálculos, hechos al efecto muy por bajo y tomando como punto de partida las cifras referentes al año 1930, completamente desfavorable para nuestra tierra, dan un remanente a nuestro favor, como podríamos demostrar si este fuese el momento oportuno.

Galicia, por consiguiente, no puede ni debe renunciar a su ferrocarril; porque, si lo pagó; si ayuda a enjugar una anualidad de muchos millones de Deuda Pública, contraída en atenciones que le son ajenas; si contribuye a pagar gastos que le repugnan; si sufre las graves consecuencias económicas del arancel protector de otras regiones españolas; si sus problemas peculiares, por la diferenciación con que se caracterizan, escapan siempre a eso que vosotros llamáis interés nacional, justo es que los Poderes Públicos fijen su atención en nuestras necesidades apremiantes para remediarlas. Galicia tiene derecho a que se termine cuanto antes la construcción de este ferrocarril, que es de vital importancia, que ha pagado con exceso y que no es más que una compensación a tantos sacrificios como le fueron exigidos.

El segundo punto de mi discurso se va a referir al caciquismo. Muchas veces, Sres. Diputados, hemos soportado el aire de suficiencia con que algunos se duelen de nuestras desgracias políticas, atribuyéndolas al caciquismo local, pero compasivamente, en la triste categoría de individuos de protectorado. Es irritante para nosotros ver cómo todavía se esgrime el desinflado tópico del caciquismo para dudar de nuestra capacidad ciudadana, afirmando, con ingenuidad infantil, que Madrid es el contrapeso de la caciquería gallega, el padre que corrige, el tutor que ampara y el director que guía. No; el caciquismo nació en Galicia cuando nuestra tierra perdió su fisonomía administrativa y cuando quedó dividida en cuatro provincias absurdas, gobernadas por otros tantos Poncios; el caciquismo en Galicia, como en todos los pueblos de España, nutre sus raíces en los Ministerios de Madrid, especialmente en el Ministerio de la Gobernación. Tiene que ser así, porque el sistema centralista, así como en lo administrativo tiene que valerse de la burocracia, en lo político necesita del caciquismo; y prueba de ello es que cuando los grande caciques tropezaban con algún obstáculo serio, siempre decían lo mismo: "Eso lo arreglo yo en cuanto llegue a Madrid". Y, en efecto, desde Madrid se destituían Ayuntamientos, se incapacitaban concejales, se revocaban acuerdos, se anulaban elecciones, se trasladaban jueces y magistrados y, en fin, se realizaban arbitrariedades de todo género. Lo que un monterilla cualquiera no se atrevía a realizar por miedo al control inmediato de la opinión pública, se hacía desde Madrid o por medio de los Gobiernos civiles, porque la protesta lejana de los ciudadanos llegaba siempre en forma de escrito respetuoso, que iba a terminar en el cesto de los papeles inútiles. Y este sistema centralizador, que es el que ha desvirtuado políticamente a Galicia, lo invocan algunos como garantía en nombre del anticaciquismo. No puede darse, Sres. Diputados, nada más ilógico; Galicia de verdad rechaza la política caciquil, porque el caciquismo es siempre pernicioso y no puede hablarse de caciques buenos ni de caciques malos, porque todos son malos; pero sí puede hacerse una distinción entre caciques verdaderos y caciques falsos. Voy a ver si logro hacerlo.

La palabra "cacique" creo que vino de América, y significa jefe de tribu. ¿No es esto? Pues bien, si hay una tribu de salvajes, el más salvaje de todos será el cacique (RISAS). Pero si nos imaginamos una tribu de sabios - cosa imposible, porque los sabios no se reúnen en tribu -, entonces el más sabio de todos sería el cacique. El caciquismo, bien considerado, es una forma primaria de la democracia, porque el cacique verdadero es el tipo representativo en quien concurren los vicios y las virtudes de la tribu y, por consiguiente, Galicia no ha tenido caciques verdaderos, porque aquellos monigotes que mandaban en Galicia en tiempo de la monarquía y los monigotes que mandaban en Galicia en tiempo de la República, no están sostenidos por la voluntad de los gallegos, sino por la fuerza invencible del sistema unitario y centralista, importado en España por las dinastías extranjeras de los Austrias y de los Borbones, que, por lo visto, muchos republicanos quieren sostener. Por algo se dijo que el caciquismo es un árbol invertido que tiene sus raíces arriba y las ramas abajo. Yo no niego que pueda haber caciquismo dentro de un sistema descentralizador, pero entonces el caciquismo tendría sus raíces abajo y las ramas arriba: si Galicia, gobernándose por sí misma, quisiera organizarse en tribus, tendría caciques, y entonces, pero sólo entonces, se podría decir que Galicia tenía lo que se merecía, pero ya no podría decirse que Galicia tiene lo que le imponen desde Madrid, como nosotros afirmamos ahora y podemos demostrar.

Si la dictadura sirvió para algo en Galicia, fue para que viéramos lo poco que valían los caciques. Cuando un rico queda pobre es cuando se sabe lo que vale como hombre, y la Dictadura convirtió a los caciques anteriores en lo que ellos eran realmente, unos pobres diablos, porque la importancia que tenían no provenía de la voluntad popular, ni de su valimiento personal, sino de la fuerza oficial que los sostenía; y cuando la segunda Dictadura, los caciques que habían creado la primera también fueron anulados; pero, en cambio, resucitaron muchos caciques muertos el día 13 de Septiembre del año 1923. Y cuando vino la república, los caciques de la segunda Dictadura también fueron anulados ¡Ah!, pero, en cambio, resucitaron muchos caciques muertos y olvidados, que se infiltraron en los partidos republicanos invocando su condición de perseguidos. Y todos estos caciques son falsos, porque su vida está a merced, no sólo de un cambio de régimen, sino simplemente de un cambio de Gobierno.

Esto no podría ocurrir con los caciques verdaderos, porque a éstos es muy difícil exterminarlos. (EL SR. ABAD CONDE: ¿Y Viturro?) Ya hablaremos de ese señor, y también de Pepe Benito. (RISAS E RUMORES).

Galicia rechaza, como he dicho antes, la política caciquil, porque os puedo asegurar que tiene despierto el sentido de la democracia, y si los caciques gallegos son famosos en toda España, se debe únicamente a que nosotros los hemos popularizado con nuestras protestas. No hay región en España que pueda presentar tantos asesinatos de caciques como Galicia (RUMORES), y Galicia no es criminal, ni sanguinaria, como está demostrado. (NOVOS RUMORES). Pero estos hechos, vistos desde los pueblos que se resignan a todos mansamente, sólo sirvieron para engrandecer la figura de los caciques, por no querer concedernos quizás la grandeza de nuestras ansias de justicia.

Ocurría en otros tiempos, eso sí, que la gente del campo de Galicia, los pobres labriegos, temerosos de la Justicia, buscaban el amparo y la protección de hombres influyentes en la política para acorazarse contra las injusticias de la ley; pero desde que se crearon en Galicia las Sociedades agrarias, y las hay en todos los ayuntamientos, yo os aseguro que es innecesario el caciquismo en Galicia, y hay sólo un procedimiento lícito para combatir a los últimos, a los contados ejemplares de esa especie - me refiero a los caciques verdaderos -, y es instruyendo a la tribu, en vez de combatir directamente a los caciques verdaderos con la aviesa intención política de sustituirlos con unos caciques falsos.

El ansia de mando es común entre los hombres, y, por consiguiente, el caciquismo brota naturalmente en todos los pueblos, con la misma naturalidad con que nace en nosotros la barba en la cara; pero hay un procedimiento para acabar con esa suciedad e inmundicia: Afeitarse diariamente (RISAS). Galicia no necesita ya de caciques verdaderos, porque sabe afeitarse diariamente; pero, en cambio, es impotente para exterminar a los caciques falsos, que se amparan en los gobiernos de Madrid, especialmente en esa maldecida casona de la Puerta del Sol. (RISAS.- O SR. ABAD CONDE: Y ¿votáis con el gobierno diciendo eso?) Su señoría, Sr. Abad Conde, que tiene unos apellidos magníficos para ser un republicano anticlerical (RISAS), no debiera interrumpir. (O SR. ABAD CONDE: Apellidos que no deben nada a nadie; pero S.S. tiene el apellido castellano y presume de galleguista).

Y después de lo dicho voy a exponer concretamente nuestras quejas. Al venir la República sube al Poder un representante de Galicia, el señor Casares Quiroga, autor de un magnífico manifiesto, saturado de buenos propósitos y de bellas frases, escrito de puño y letra, cuyo original he tenido yo en mis manos aún no hace muchos días. El Sr. Casares Quiroga, jefe de la ORGA, hoy partido Republicano Gallego, recaba para sí y para su partido a los cuatro gobernadores de Galicia y no tarda en ocupar la cartera de Gobernación, convirtiéndose de este modo -es indudable- en el jefe político más poderoso que jamás haya existido en Galicia. Y yo tengo derecho a preguntar: ¿Cómo ha utilizado el actual Ministro de la Gobernación todo este poder? ¿Para qué ha servido toda esta fuerza extraordinaria? Si yo fuese complaciente -y os aseguro que intenciones me dan de serlo- diría que no ha servido para nada. (O SR. PRESIDENTE DO CONSELLO DE MINISTROS: Eso le probará a S.S. que el Sr. Casares Quiroga no ha utilizado su puesto para hacer política personal. -O SR ABAD CONDE: ¡Ya lo creo que si! Siempre en perjuicio y de la peor manera, incluso encargándose del Ministerio de la Gobernación para hacer sus elecciones.) Sr. Abad Conde, quien está haciendo la interpelación soy yo.

Agradezco muchísimo la interrupción que me ha hecho el Sr. Presidente del Consejo de Ministros porque me da derecho a ser justo (O SR. PRESIDENTE DO CONSELLO DE MINISTROS: Eso no es un derecho.), y si soy justo tendré la obligación, aunque me duela -y yo puedo asegurarle a su señoría que me duele en el alma-, de decir que la fuerza del Sr. Casares Quiroga, con su voluntad o involuntariamente, sólo ha servido para resucitar caciques muertos, putrefactos y olvidados, y para crear muchos cacicatos nuevos, haciéndose en muchísimos pueblos de Galicia casi imposible el noble ejercicio de la ciudadanía. Así es como tengo que contestar a la interrupción de S.S. y pensaba ser mucho más comedido. Para ilustrar ese aserto podría citar casos ocurridos en la provincia de Pontevedra, por la que soy Diputado, como el del Ayuntamiento de Barro, en donde incluso se ha tenido que suicidar un pobre secretario de Ayuntamiento; pero no quiero que me creáis poseído de resentimientos políticos; podría citar casos de la provincia de A Coruña, tales como el del Ayuntamiento de Dodro, en donde se emplea el repartimiento de consumos, procedimiento ya desterrado en tiempo de la monarquía, como arma caciquil para descargarla impunemente sobre los rebeldes;  podría citar el caso de la Pobra do Caramiñal, en donde se ha destituído del Ayuntamiento a la minoría socialista; podría citar el caso de Mazaricos, en donde se ha destituído del Ayuntamiento popular por irregularidades cometidas por una corporación anterior y se nombró presidente de la comisión gestora al alcalde de real orden que presidió la corporación culpable; podría citar el caso de Teo, y otros muchísimos, pero no quiero abrumaros con relatos largos y difíciles de contar, y voy a reducirme a un pequeño caso, pequeño comparado con otros, pero característico y típico del caciquismo, ocurrido en Rianxo, mi pueblo natal, en donde no tengo absolutamente ningún interés político que defender, pero quiero, como todo el mundo quiere al pueblo en que ha nacido.

En mi pueblo había un secretario de Ayuntamiento, inteligente y honrado; un día recibió la visita de un tal San Luis, famoso por sus fechorías en toda la provincia de A Coruña, y en aquel entonces procesado por descato a una Comisión gestora. Este sujeto le dice al secretario: "Necesito que usted se marche de aquí porque yo he de ver a Rianxo a dirigir la política del Sr. Viturro". El secretario no acepta esta amable invitación, y entonces el tal sujeto aparece a los pocos días como delegado del gobernador para hacer una inspección en el Ayuntamiento, y efecto de ella, aquel secretario honrado se ve en la necesidad de pedir el traslado en evitación de represalias más fuertes, y entonces se nombra secretario de Rianxo al que ha´bia sido delegado del gobernador para hacer una inspección en el Ayuntamiento. (O SR. LÓPEZ VARELA: Así no se debe votar en el Gobierno. -O SR. SUÁREZ PICALLO: Es otro asunto.) Qué dice la Srta. Campoamor (O SR. LÓPEZ VARELA PRONUNCA PALABRAS QUE NON SE PERCIBEN). Perdone el Sr. López Varela, como yo oí una voz femenina; ahora me doy cuenta… (O SR. LÓPEZ VARELA: su Señoría es un farsante que se ha valido del Sr. Casares Quiroga y éste le ha dado el acta de Diputado, y no tiene derecho a venir aquí a hacer lo que hace. Lo primero que se necesita para ser Diputado es ostentar el acta de dignidad. - RUMORES). ¿Qué dice el emilianista, el representante de Emiliano en el Parlamento? ¡A eso podíamos llegar! (O SR. LÓPEZ VARELA: Su Señoría es el único cacique que hay en Pontevedra; si hay alguien allí desprestigiado e indigno de la política, es S.S. - O SR. POZA JUNCAL: ¡eso es verdad! - O SR. LÓPEZ VARELA: ¡eso es verdad! ¿Qué sabe S.S.? ¡No hay derecho a eso!) El emilianista Sr. López Varela, que es en la minoría radical un embajador de Emiliano, pero nada más… (RUMORES E PROTESTAS NA MINORÍA RADICAL. O SR. GUERRA DEL RIO: Aquí no hay embajadores de nadie) ¿Qué duda cabe? Es verdad lo que estoy diciendo, y no podéis negarlo, porque es verdad; así se titulan estos señores en la provincia de Pontevedra, incluso los candidatos que han representado ostentan la filiación de Radical Emilianista, Su Señoría no puede negarlo. (O SR. LÓPEZ VARELA: eso lo será S.S., cuando le pedía que le ayudara en las elecciones, yendo a postrarse con su demanda del favor al Centro Radical de Pontevedra). No es cierto. Eso es falso. (O SR. LÓPEZ VARELA: Su Señoría está desprestigiando a la región. - CONTINÚAN OS RUMORES. -O SR. PRESIDENTE RECLAMA ORDEN) Yo me alegro muchísimo de esta interrupción del Sr. López Varela, porque así sabrán quién es los que le han votado sin conocerle. (O SR. LÓPEZ VARELA: Ya lo saben todos allí; eso es lo que le duele a S.S.) Y vamos a seguir con la interpelación.

O SR. PRESIDENTE: Mucho rato, no, Sr. Rodríguez Castelao, porque no disponemos de tiempo.

O SR. RODRÍGUEZ CASTELAO: Señor presidente, ruego a S.S. que descuente todo el tiempo que se pierde con estas interrupciones, haciendo lo que el "referee" en el fútbol cuando el balón sale fuera del campo. (RISAS).

O SR. PRESIDENTE: Yo no entiendo nada de fútbol. (MÁIS RISAS).

O SR. RODRÍGUEZ CASTELAO: Vamos a seguir con el relato. Este secretario que ha sido nombrado en Rianxo no pertenecía a la primera categoría de los que forman parte del Cuerpo y para colocarle en condiciones se hace una pequeña trampa en el Ministerio de la Gobernación. Este señor llega a mi pueblo, convirtiéndose en la única autoridad de él, porque nadie puede invocar autoridad alguna frente a la suya, que es grandísima, puesto que ostenta la representación del Sr. Viturro, uno de los amos políticos de la provincia. Cuando este señor secretario ocupa el cargo, incluso no deja de hablar en las sesiones a los concejales de la minoría federal, que forman el único grupo republicano de aquel ayuntamiento. En cierta ocasión, encontrándose entre el público un estudiante, observa que no se permite usar de la palabra a la minoría republicana y se indigna y profiere palabras de protesta justas y merecidas; en vista de ello, se detiene al estudiante, se le encarcela durante cuatro días y está procesado. Al tener yo noticia de esto, decido averiguar si tal manifestación de caciquismo tiene sus raíces en el Ministerio de la Gobernación; visito al director general de Administración y, en presencia del expediente del sujeto a que me estoy refiriendo, me confiesa que, efectivamente, está mal incluido en la primera categoría de secretarios y me promete hacer justicia, pero no lo realiza así, y entonces acudo al Sr. Ministro de la Gobernación y le relato todo lo que ha ocurrido en mi pueblo, sin que hasta ahora se haya puesto remedio al hecho por mí denunciado. No hago ningún comentario porque quiero ser generoso; no cito más que este caso de poca importancia, pero de él pueden deducirse todas las consecuencias apetecibles para reforzar mis afirmaciones.

Por último, tengo que decir que al cabo de dos años de mando directo o indirecto del Sr. Casares Quiroga en Galicia, nuestra decepción es absoluta.

El tercer asunto a que voy a referirme es el concerniente al Estatuto. Convencidos como estamos nosotros de las ansias autonomistas de nuestro país formulé un ruego al Gobierno el día 18 de diciembre de 1931, con objeto de averiguar si era cierta la buena disposición de los gobernantes respecto a las autonomías regionales. Voy a leeros dos párrafos del expresado ruego. Dicen así: "… No basta con abrir la puerta a las autonomías regionales en la Constitución; es preciso dictar la ley que regule el mecanismo más conveniente para el caso, designando la entidad regional que habrá de entender en la formación del Estatuto y en la organización del plebiscito." "Es indudable que la Constitución determina las condiciones legales en que una o varias provincias limítrofes puedan formar la región autónoma; pero ahora hace falta dar normas de procedimiento; es preciso señalar el organismo regional, la entidad jurídica que habrá de estar investida de facultades para organizar el plebiscito. Porque el caso de Cataluña no puede servirnos como antecedente. Allí la autonomía surgió revolucionariamente; la Generalitat se creo como un poder de la revolución, paralelo al poder de la República, y nadie de buena fe podrá negar legitimidad al Estatuto por ella redactado y presentado en las Cortes Constituyentes. Galicia no cuenta con un organismo oficial que la represente; no tiene siquiera en estos momentos sus Diputaciones provinciales constituidas con arreglo a la ley, y no posee una ciudad que sea cabeza indiscutible de la región. En estas condiciones es difícil redactar un Estatuto que pueda merecer el asentimiento unánime del país y que pueda ser defendido con igual fervor por todos los sectores políticos que allí luchan encarnizadamente.

Si se tratase de consultar la voluntad autonomista del pueblo gallego, dejando después a una asamblea la misión de elaborar el Estatuto, no existirían grandes dificultades; pero se trata de someter al referéndum la carta regional, y en Galicia no existe ninguna institución jurídica con facultades para elaborarlo. ¿Qué entidad o entidades gallegas podrán redactar el Estatuto, de modo que éste tenga un origen irrecusable y legítimo?. Los ayuntamientos son instituciones elegidas para fines restringidos y locales, sin capacidad la mayor parte de ellos para elaborar un cuerpo jurídico tan fundamental como es el Estatuto de la región: las Diputaciones provinciales gallegas son las instituciones más desacreditadas; están constituidas en este momento por el arbitrio gubernativo, están llamadas a desaparecer en cuanto se constituya el organismo regional y, posiblemente, están interesadas en al permanencia del régimen de provincias."

El Sr. Ministro de Obras Públicas, en representación del Gobierno, contestó a mi ruego leyéndome el Art. 12 de la Constitución y pronunciando después las siguientes palabras: "Cualquiera, incluso S.S., puede tomar la iniciativa; cualquiera de los Ayuntamientos, cualquier personalidad o entidad jurídica de Galicia, cualquier gallego, simplemente, puede requerir a los Ayuntamientos a que se reúnan y congreguen para que formulen la petición que se previene en el Art. 12 de la Constitución, porque el Gobierno no puede improvisar ninguna clase de métodos. Si sus señorías requiriesen a una entidad determinada, pues de las mismas palabras de S.S. se deduce que no hay allí, según SS.SS., personalidades suficientemente capacitas…" Y yo interrumpí diciendo: "No es eso. Lo que yo dije es que allí no hay ninguna entidad jurídica con facultades para organizar un plebiscito".

Y sigue el Sr. Prieto: "Con que lo pida un solo Ayuntamiento, un solo vecino, se pone la iniciativa en marcha. El Gobierno no puede dictar normas que rocen siquiera el texto constitucional. Lo que podía deducirse, en pura lógica, de las palabras de S.S., es que no sumándose en Galicia los requisitos constitucionales para formular el Estatuto, el Gobierno los improvisara, y el Gobierno no puede improvisarlos, porque infringiría la Constitución."

En mi rectificación concreté más el ruego y dije: "He pedido al Gobierno que se sirviese designar el organismo encargado de realizar el plebiscito, como se ha hecho para las Provincias Vascongadas". Y el Sr. Prieto entonces replicó: "Si hay un Ayuntamiento, uno solo, cualquier colectividad de Galicia que venga al Gobierno con esa petición, el Gobierno deliberará sobre y resolverá; pero SS.SS. nos piden que deliberemos y resolvamos sobre una propuesta que no existe, y esto es demasiado pedir al Gobierno."

Dejo al buen juicio de la Cámara y de los señores Ministros si mi ruego era oportuno y si la contestación queme dio el Sr. Prieto fue adecuada. Lo cierto es que la respuesta dada por el Gobierno a mi ruego puede servirme ahora para demostrar que las autonomías regionales quedan entregadas a la arbitrariedad de los gobernantes por no existir las garantías legales necesarias.

Y vamos a ver lo que ha ocurrido en Galicia.

O SR. PRESIDENTE: Sr. Rodríguez Castelao, ¿le falta a S.S. mucho tiempo para terminar su intervención?.

O SR. RODRÍGUEZ CASTELAO: Sr. Presidente, yo le rogaría que ya que nunca he agotado el tiempo reglamentario…

O SR. PRESIDENTE: Si no hay tiempo reglamentario en esto. Hay discreción natural que hace que las intervenciones en las interpelaciones deban ser breves, y, además, no disponemos de tiempo.

O SR. RODRÍGUEZ CASTELAO: Yo prometo a S.S. ser lo más breve posible.

O SR. PRESIDENTE: Pero las posibilidades hay que apreciarlas, porque si todavía se va a extender su discurso, lo dejaremos suspendido si es posible para mañana.

O SR. RODRÍGUEZ CASTELAO: No; desearía terminar hoy; es poco el tiempo que tardaré.

O SR. PRESIDENTE: Con la mayor brevedad posible, porque urge.

O SR. RODRÍGUEZ CASTELAO: Creo que no he dado pruebas de malgastar el tiempo.

Lo que ha ocurrido en Galicia ha sido lo siguiente. El Ayuntamiento de Compostela convocó a una Asamblea preparatoria que se celebró el 3 de junio, en la que estaban representadas todas las entidades importantes de Galicia. Allí no hubo discrepancia alguna respecto a la necesidad de pedir la autonomía para Galicia, y entonces se nombró una Comisión de técnicos, encargada de redactar un anteproyecto. Este anteproyecto se sometió a información pública, que duró dos meses, durante los cuales se recibieron enmiendas y sugestiones de todos los gallegos que quisieron enviarlas, y por fin, en el mes de Diciembre y en los días 17, 18 y 19 se celebró en Compostela la magna Asamblea de los Ayuntamientos de Galicia. Yo invoco el testimonio de los Diputados que están aquí presentes y que asistieron a aquella Asamblea, para que digan si aquello no fue un ejemplo magnífico de democracia. Estuvimos discutiendo artículo por artículo, y en el último día quedó aprobado por inmensa mayoría de los Ayuntamientos de Galicia. Son nada menos 250 Ayuntamientos de los 319 que hay en Galicia los que proponen el Estatuto Gallego.

Quedó, pues, cumplido el primer trámite que exige el art. 12 de la Constitución, quedó traspasado este primer obstáculo constitucional, y en estas condiciones, el Comité, que representa a la Asamblea, es decir, la voluntad de la inmensa mayoría de los Ayuntamientos de Galicia, se dirige al Gobierno directamente varias veces y por medio de una comisión de Diputados para solicitar el decreto necesario a fin de ir cuanto antes al plebiscito. El Gobierno da la callada por respuesta, y es hoy día -al cabo de tantos meses transcurridos- en que el Gobierno no se ha dignado dictar aún esta disposición solicitada por nosotros.

Y ¿es que Galicia tiene derecho a quejarse? Yo creo que sí, porque el Gobierno entregó un decreto a las diputaciones vascas, nombradas por el arbitrio gubernativo, para que fuesen el organismo director del plebiscito, antes de saber si los vascos estaban de acuerdo respecto a la redacción del Estatuto y antes de saber si había de proponerlo a la mayoría de los Ayuntamientos de aquel país; dando con este acto, por lo menos, una sensación de complicidad y de marcado deseo a favor de la autonomía vasca. (O SR. AGUIRRE: ¡Ojalá hubiese sido así Sr. Castelao!) Y nosotros los gallegos, sin necesidad de aparentes complicidades, sin necesidad de un decreto por el que pudiéramos decirle a nuestro país que el gobierno tenía buenos deseos respecto a la autonomía, nosotros hemos cumplido de modo ejemplar el primer trámite que exige la Constitución, y en estas condiciones no hemos logrado todavía un decreto que se les entregó graciosa y inútilmente a unas comisiones gestoras.

Ganar el plebiscito en Galicia, Sres. Diputados es cosa bien difícil, porque el porcentaje de votación exigido excede con mucho de lo razonable. Galicia, como sabéis todos, es un país eminentemente rural y, por consiguiente, sus censos electorales son deficientes, tienen que serlo; pero, además, los censos electorales se hacen sobre la base de la población de derecho y Galicia es un país de emigración y, en consecuencia faltan muchísimos de sus electores. Si el porcentaje, en vez de referirse a los electores, se refiere a los votantes, como nosotros habíamos pedido cuando se discutió la Constitución, aunque el porcentaje fuese mucho mayor, no existirían dificultades; pero, en las circunstancias en que se encuentra Galicia, ganar el plebiscito supone un estado realemente extraordinario de pasión, y con vuestra abstención, con vuestro silencio, con vuestra manera de matar el tiempo, nos dais derecho a sospechar que habéis realizado una maniobra para enfriar el entusiasmo que se había producido con motivo de la Asamblea de Compostela, y con vuestra abstención también habéis dado lugar a que reviviesen los enemigos de la autonomía, que son el residuo de la monarquía, que son los viudos de la monarquía, casados en segundas nupcias con la República, que son los tenorios de la política que andan a ver si deshonran a la República como antes deshonraron a la monarquía. A esos les habéis favorecido con vuestra manera de proceder frente a nosotros.

Y no pedíamos nada extraordinario. Si nosotros no tuviésemos un entusiasmo inagotable por la autonomía de nuestra tierra, os diríamos que ya no necesitamos para nada el decreto, porque estamos seguros de que dentro de poco tiempo el Estatuto gallego parecerá ridículo por pequeño. El Estatuto de Galicia, aprobado por la inmensa mayoría de sus Ayuntamientos, no satisface nuestras aspiraciones, pero el Estatuto que Galicia se dio a sí misma en un alarde de democracia y nosotros lo acatamos y lo defendemos poniendo en su defensa todo el interés que merecen las causas populares, todo el esfuerzo que reclama la lucha por la libertad de una tierra que para nosotros es nuestra patria.

Señores Diputados, quisiera extenderme un poco más, pero veo la impaciencia del Sr. Presidente y voy a terminar.

El cuarto punto que quería tratar, y voy a pasar sobre él ligeramente… (RUMORES E RISAS). Yo tengo derecho a exponer mis ideas como lo tiene todo el mundo; por algo soy Diputado.

O SR. PRESIDENTE: Si, Sr. Castelao pero yo no dispongo de más tiempo.

O SR. RODRÍGUEZ CASTELAO: Voy a terminar enseguida. El cuarto punto que yo quería tratar se refiere a la defensa de la pequeña propiedad. Aquí se ha leído una proposición de ley defendiendo la pequeña propiedad rural, cuya toma en consideración apoyé yo y que fue a morir al seno de la comisión de agricultura. Nosotros pedíamos que la pequeña propiedad rural fuese considerada como instrumento de trabajo a los efectos de la tributación y del embargo, conforme a lo que ordena el art. 47 de la Constitución. Aquel mismo día se defendió también aquí una enmienda al dictamen de la comisión de hacienda acerca del proyecto de ley elevando los tipos impositivos y nosotros sólo pedíamos que el gravamen del 10 por 100 sobre la contribución territorial no alcanzase al pequeño patrimonio de trabajo, y fue rechazada injustamente, con detrimento del buen sentido y del espíritu que informa el art. 47 de la Constitución.

Yo invito al Sr. Presidente del Consejo de Ministros a que pase su vista sobre esta proposición de ley y los discursos pronunciados, incluso sobre el mío, cuando se discutió el presupuesto de ingresos, también en defensa de los pequeños propietarios que están sufriendo una injusticia fiscal insoportable; y el Sr. Ministro de Hacienda, al contestar a los discursos no tuvo siquiera la bondad de hacer alusión al mío como si yo me hubiera dirigido a las estatuas de esos reyes católicos, que ya me están molestando, en el retablo presidencial (GRANDES RISAS).

Para terminar, he de decir que quisiera tener un motivo, uno sólo, para estar agradecido al Gobierno; quisiera tener un pretexto, uno sólo, para felicitar al Gobierno por su actuación en Galicia; pero me veo en la necesidad de suscribir un telegrama que se ha enviado de Galicia al Sr. Ministro de Agricultura, y que yo hago extensivo a otros Ministros: "Ya nada más queda que hacer en contra de Galicia: no queréis activar las obras de nuestros ferrocarriles, que hemos pedido con angustia extraordinaria; no extirpasteis el caciquismo; estáis contribuyendo, incluso, a que se desarrolle con más vigor en nuestra tierra; habéis boicoteado nuestro Estatuto; no atendéis a las necesidades más apremiantes de nuestros trabajadores campesinos; no habéis servido más que para agravar nuestra situación económica." En estas condiciones, creedme, señores Ministros, no podemos defender a los poderes públicos en nuestra tierra. Nada más.

Nacimiento de Galeuzca (Pacto de Compostela, 25 de julio de 1933)

Nacimiento de Galeuzca
25 de julio de 1933

Acta de creación de "Galeuzca"

Los abajo firmantes, reunidos en la ciudad de Compostela, en la tarde del Día de Galicia de 1933, en representación de las organizaciones nacionalistas de Cataluña, Euzkadi y Galicia, acuerdan:

1.º Crear Galeuzca como organismo encargado de las relaciones entre estas tres nacionalidades.

2.º Se conciben estas relaciones con amplitud de relaciones internacionales en todos sus aspectos. No obstante, tendrán que figurar como tareas principales de Galeuzca:

A) Procurar el conocimiento mutuo de todas las características nacionales de cada pueblo y de su historia.

B) La información sobre sus actuales movimientos nacionalistas; y la publicidad de todos los hechos importantes que sucedan en cada nación.

C) El estudio de las cuestiones que afecten a las relaciones entre las tres naciones.

D) La propaganda (y acción) internacional en los asuntos que conciernan a las tres nacionalidades.

3.º En cada nación se formará un Consejo integrado por un representante de cada una de las organizaciones de carácter nacionalista adheridas a Galeuzca y de las que se adhieran en el futuro.

Este Consejo nombrará, de común acuerdo con los de las otras nacionalidades, los miembros que compondrán el Secretariado que Galeuzca tendrá en cada uno de los tres países, en los que existirán datos e informaciones sobre todos los aspectos de la vida de cada una de las tres nacionalidades.

Para desarrollar las bases contenidas en este acta, se celebrará en Euzkadi, en el próximo mes de octubre, una conferencia de los tres Consejos que tendrá carácter constituyente, sin perjuicio de que los Consejos y Secretariados nacionales comiencen inmediatamente su labor.

El Secretariado de Galeuzca en Euzkadi, que actuará provisionalmente como Secretaría General, queda facultado para determinar la fecha de esta Conferencia.

4.' El Secretariado residente en cada nacionalidad estará formado por elementos de las tres nacionalidades, corriendo los gastos que se originen a cargo de los respectivos Consejos. Se pondrá un cuidado especial en que estos elementos, aunque sean patriotas reconocidos y merecedores de la confianza de los organismos de cada nacionalidad, no realicen una actuación de política partidista.

5.º Los Secretariados tendrán un local propio, o al menos estarán domiciliados en locales de entidades de carácter patriótico y cultural.

6.0 Cada Secretariado podrá nombrar personas especializadas para formar Comités encargados del estudio de aspectos particulares de la vida de relación entre las tres naciones.

7.º Al menos una vez al año tendrá lugar una Conferencia entre los Secretariados de las tres naciones o sus representantes, con la finalidad de facilitar la coordinación de sus tareas.

8.' La conformidad que prestan a estas bases los abajo firmantes queda condicionada a la ratificación que a las mismas han de prestar las organizaciones que representan.

Traducido del original en gallego por José Luis De la Granja

¡Irmans na Terra! (A Nosa Terra, 25 de julio de 1934)

¡Irmans na terra!

A todol'os galegos por igual, a todos, -porque, quei(ran) ou non, todos sinten nacer no fondo da súa i'alma a Galiza de que son fillos,- van dirixidas istas verbas de fervor i'eisaltación apaixoada.

A Galiza auténtica, tradicioal, histórica, popular, inxel, que ainda alenta en cada un de nós, que latexa ainda en todol'os recunchos da nosa Terra, soerguida por riba do balduque ministerial de ordeanzas e decretos; que, pese a todol'os desleigados e pese a todo, vive, e ten n'ista Hora -encrucillada de vieiros- os seus brazos abertos pra recibirnos n'unha aperta de íntima comunión, n'unha aperta alba e roxa, pura e cordial, na que se amezan corpos e esprítos: azos do peito e azos da i'alma.

N'iste Día, en que se alcenden as fogueiras íntimas de todol'os fogares da nosa Terra, non pode fallar ninguén que non queira traspasarse de lus n'ista labarada inxente que alumea os máis escondidos recantos do noso ser; ises corrunchos onde escondemos a nosa vida máis pura: onde a salvamos, salvándonos.

No intre en que morrera o lume dos nosos fogares, no intre en que os recunchos da nosa galeguidade esmorecesen na soma, no intre en que esquecésemos a nosa Língoa e a nosa Tradición, a nosa Terra xa non sería a nosa Terra. E nós xa non seríamos nós, nin seremos ninguén. Marcharemos estranos por todol'os carreiros, sin Patria, sin Língoa e sin Fogar; viviremos estranxeiros na nosa Terra, que deixamos perder; vagaremos a deriva n'un escuro neufraxio coleitivo.

Pra que ise día non chegue, -non debe nin pode chegar- n'ista Diada da nosa Fraternidade, todos xuntos, irmandados, sentémonos á mesa do noso gran Fogar, onde arde, permanentemente, o lume da galeguidade, comulguemos o pan e o viño do noso vivir tradicioal e auténtico; que a nosa Fala, esquecida e aldraxada, anaine no seu colo os máis limpos degaros da nosa i'alma.

Non agardemos sentados pol'o noso Porvir, ouvindo a vos agoreira dos graxos escuros. Vaiamos cara a il, con confianza en nós mesmos, co a ledicia que proporcioa o ser escultor, e poeta, e inxenieiros da obra común: unha Galiza nova, unha Galiza renacida, unha Galiza disposta a botar, en trance de aperta, os brazos do seu esprito por riba de todal'as cativas barreiras que separan os pobos.

Irmáns: Todos xuntos, en amor i'en dór, por Galicia! Pol'a Galiza de Onte e de Mañán! Pola'a Galiza de Sempre! Pol'a Galiza que temos de facer: reita, fecunda, inmorrente...!

A Nosa Terra, Ano XVIII, Núm. 341, ¡25 de Xulio! de 1934

Palabras de plomo. XI (Alfonso R. Castelao, A Nosa Terra, 29 de junio de 1935)

 Alfonso R. Castelao, "Palabras de plomo. XI". 1935

En los campos de la República rebrotan los vicios de la monarquía. La poda les dio vitalidad. El caciquismo y la injusticia vuelven a invadir las tierras hispanas.

Hoy asesinan a un muchacho (mi primer amigo en Badajoz), que por defender las reivindicaciones de los trabajadores, con el ardor inexperto de la mocedad, muere a manos de una cría del caciquismo reverdecido.

Ayer interviene la Delegación del Trabajo para evitar que los ricos terratenientes negocien con el hambre de los campesinos, pues ya se estaban pagando jornales de tres pesetas a hombres que no encuentran ocupación mas que en los cincuenta días de la siega. ¡Treinta duros para todo el año!

¿Qué es esto? ¿Dónde tienen la conciencia esos hombres que hablan de sentimientos religiosos heridos? ¿Qué hacen los verdaderos cristianos, que no cortan el egoísmo criminal de los propietarios de tierra?

Yo creo que ningún galleguista, por alejado que se sienta de nosotros, concordará con las fuerzas reaccionarias campantes ahora en toda España. Creo que ningún galleguista puede sentir la necesidad de una caracterización derechista de su ideario en estos momentos de guerra incivil.

Y en el correo de hoy recibo un manifiesto político, amañado con ingeniosos artificios de lenguaje, para disculpar una posición ilegítima dentro de nuestro campo. Se trata, nada menos, que de crear una "derecha galleguista7, rompiendo la hermandad de los "buenos y generosos", cuando más recia debía ser su compenetración.

Pues bien; quiero que sepan los firmantes del manifiesto, y todos cuantos acudan a su llamada, que yo -galleguista nato- me opondré a cualquier entendimiento político con ellos, porque no creo en la fortaleza de sus sentimientos patrióticos, ni estoy dispuesto a dejarme convencer con cuentas de vidrio.

Quisiera componer aquí largas parrafadas para demostrar que los escrúpulos de carácter social y religioso, que ahora sienten los llamados "galleguistas de derecha", surgieron después del desastre electoral, por influencias exteriores, exóticas. Quisiera demostrar cómo la huida de algunos galleguistas obedece, más que a diferencias políticas, a comodidades personales. Quisiera demostrar que la insistencia secesionista fue provocada por la catarata reaccionaria que bajó de la meseta castellana. Quisiera demostrar que los galleguistas que se separan de nosotros, con la intención de menguar nuestra fuerza, ponen a Galicia por debajo de otros intereses, que ni tan siquiera son espirituales. Quisiera demostrar que un galleguista verdaderamente cristiano no tiene por qué separarse de nuestro partido, ni para preservar el cristianismo de nuestra Tierra ni para salvar su propia alma. Quisiera demostrar, en fin, que esas "coincidencias fundamentales de orden ideológico" que ellos invocan en su manifiesto para llegar a un entendimiento político con nosotros, son, justamente, las que nos mantendrán siempre separados.

Yo podría demostrar todo eso con tanta lógica como la que emplean los "galleguistas de derecha" en su escrito, pero lo haría con más emoción y menos artificios. No lo hago porque todavía no se ha consumado la hazaña.

De todos modos basta con lo dicho para que nadie crea que se trata de una norma de táctica al uso, para ensanchar la base de] galleguismo por los dos extremos. No; la política del galleguismo le corresponde enteramente a nuestro partido, a no ser que surgiese otro más avanzado en el sentido nacionalista y con opinión suficiente para hacerse respetar. No niego la necesidad de una escisión del Partido Galleguista en la hora en que nuestra Tierra consiga sus aspiraciones mínimas de libertad; pero niego la conveniencia de hacerlo ahora; y aunque el galleguismo acordase en ese momento formar dos fuerzas de signo contrario, siempre contaríamos con hombres más firmes para levantar banderas y hacer llamamientos.

Fuente: "Verbas de Chumbo. XI", A Nosa Terra, 29-VI-1935, nº 372: 1. (Traducción: J. Beramendi.)

Artículo (A Nosa Terra, 25 de julio de 1935)

Hoxe, Día da Patria, os galeguistas afirmamos a nosa vontade rexa e firme de percorrer sin repouso o vieiro da reconstrución integral da Patria galega.

Si para nós todol-os días do ano son días consagrados a Galicia, o de hoxe que avencella a todol-os galegos en igual pensamento e devoción, siñifica para nós un día de festa. Festa patriótica que Galicia ten como todol-os pobos do mundo que viven a súa propia vida.

O noso ideal é Galicia. Por ser así, o día de hoxe non representa máis que un compendio do noso pensamento, do noso esprito volcado de cheo nas esencias inmorredoiras da Nai Terra.

Acouguen hoxe as armas. Repousen hoxe en armisticio patriótico de homenaxe a TERRA as cotidiáns loitas políticas en defensa dos ideaes particulares.

Que Galicia olle aos seus fillos, anque sexa hoxe nada máis, identificados en igual pensamento de consagrarlle o seu amor, a súa devota ademiración e vontade de traballar por éla.

Todos cabemos na Grande Obra. Todos, como galegos temos a obriga de cumprir co deber que o ser galegos nos impón.

O Partido Galeguista por intermedio de A NOSA TERRA saúda con agarimo fondo aos irmáns. Aos amigos e aos nemigos.

E renova a súa promesa, o seu xuramento, de seguir na laboura que abranga para TERRA o arelado e grande DIA DE GALICIA que será aquel no que Galicia teña conquerido a súa redención, a súa recreación total.

A Nosa Terra, Ano XIX, Núm. 375, 25 de Xullo de 1935

El Partido Galleguista al país gallego (A Nosa Terra, 20 de febrero de 1936)

El Partido Galleguista al país gallego. Vigo, 20 de febrero de 1936

Quien no sienta la grandeza de esta hora solemne y gloriosa no puede llamarse ni buen republicano ni buen gallego.

El 16 de Febrero de 1936, como el 14 de Abril de 1931 (ambos amaneceres poderosos de nuestra ciudadanía) señala un hito enhiesto que hay que escribir con letras de oro en las más brillantes páginas de nuestra historia. [...]

Vencimos la primera etapa del camino emprendido con fe y alientos en 1933. Tenemos que andar la segunda. Y en la segunda hay mucho que hacer. Hay que reconquistar la República y realizar su obra en lo político, en lo económico y en lo social. Hay que enjuiclar a los responsables de la obra funesta del segundo bienio. Hemos de poner en marcha el Estatuto de nuestra Autonomía aprobado en Santiago por nuestros ayuntamientos populares del 14 de abril. Hay que adecentar de una vez la política en Galicia y dar la última batalla al caciquismo arcaico y cerril que padecemos [...].

El Partido Galleguista, en esta hora magnífica y triunfal siente el imperativo de su deber y espera que todos sus grupos y afiliados, además de dar prueba de conciencia y disciplina, colaborarán en todo momento y lugar para que no se pueda frustrar el triunfo conseguido.

Viva la Galicia autónoma. Viva la República. Viva el Frente Popular.

Fuente: "0 Partido Galeguista. Ao País galego", A Nosa Terra, 29-II-1936, n.º 403: 1. (Traducción: J. Beramendi.)

Bases para el programa de la federación de fuerzas nacionalistas y galleguistas de derecha (Heraldo de Galicia, 20 de abril de 1936) [en gallego]

Bases para el programa de la federación de fuerzas nacionalistas y galleguistas de derecha

Galeguismo

1. Concebimos a Galíza como unha nacionalidade difrenciada. De esta difrenciación como entidade natural (étnica, geográfica e histórica) proveñen os seus dereitos autonómicos. Istes dereitos non implican a sea separación política dos demais pobos hispánicos integrados nun Estado pluralista.

2. Sostemos polo tanto, dentro da República hespañola, a autonomía de Galiza, no grado que consinte a actual Costitución do Estado, e no intre actual, atal e como se pide no Estatuto aprobado polos Concellos, sempre faguendo constar que non temos esta fórmula como definitiva.

3. Debendo a adeministración ser axeitada a estructura natural do pais, sostemos a modificación de regime local, a base, no meio rural, do recoflecirnento da parroquia como entidade jurídica, e de ter en conta as comarcas tradicionaes.

4. Tamén sostemos que, debendo ter Galiza no seu regime autonómico, un órgao legislativo deliberante, compre evitar que a sua composición sexa escrusivamente de representantes do voto popular inorgánico, senon que nil deben ter unha participación, as corporacios que representan intreses económicos e espirtuaes, pra evitar que Galiza sexa gobernada ao seu xeito polos partidos e fracción políticas. Reunión 2 meses ao ano? limitación de tempo).

5. Sostemos a sustantividade do dereíto civil galego consuetudinario, e o recoñecimento do costume antergo como fonte de dereito.

Cultura

6. A autonomía de Galiza ten como fins primordiaes a conservación e desenroIo da tradición cultural galega enxebre, a educación indiviual e colectiva do pobo galego asegún aquiles principios, en vista da míllor capacitación posibele de todos e de cada un, o mantimento da paz social, mutua axuda e servizo dos intreses colectivos e a prosperidade do pais e dos seus habitadores.

7. Polo tanto, en primeiro termo sostemos os dereitos do idioma galego corno expresión da nosa cultura e órgao do seu progreso, pedindo a sua cooficialidade co castelan e o seu enseño en todo los estabrecimentos de instrucción.

8. Pedirnos a protección e estímulo por parte dos Poderes púbricos, de todalas manifestaciós da nosa cultura propia e da vida enxebre (idioma, tradición, costumes, artes, etc.).

9. Pedimos o enseño da xeografía, historia, literatura e arte de Galiza, e a protección as corporacios e asociaciós de investigación centífica.

Religión.

10. Consideramos a Religión Católica como fundamental da tradición galega enxebre, coa que e consustancial e inseparabele. Decraramos que unha auténtica cultura galega ten que estar de cote ispirada na conceición católica do mundo e da vida human, e no sistema de valores éticos, estéticos e sentíficos que o catolicismo representa.

11. En todo caso sostemos a liberdade da Eirexa Católica como personalidade jurídica, en régime concordatario co Estado e con todalas garantías jurídicas que salvagarden or dereitos dos creentes.

12. Sostemos, como postulados da liberdade individual: a) o dereito dos católicos a profesaren a sua religión e a practicaren púbrica e privadamente o seu culto; b) a propagaren púbricamente a sua religión; c) a educasen nela aos seus fillos e a sosteren escolas onde se enseñe asegún os seus principios.

Sociedade

13. Mantimento do regime familiar tradicional en Galiza. A familia debe ser considerada como unha sociedad natural, baixo a precisa dirección dos ascendentes: pai e nai, e a cohesión necesaria. Protegerasez a exprotación familiar do chan, e daráse sustantividade a Compañía familiar galega.

14. Débese fomentar o estreitamento do vencello parroquial e da relación de vecifianza, as¡ como o sentimento de amenidade galega.

Probrema obreiro

15. Sostemos nisto, todos e cada un dos puntos das Encíclicas chamadas sociaes dos Romanos Pontífices.

Ádicionaes

16. Galiza e unha terra de economía agraria, que debe ao traballo da terra a sua vida material, a sua estabilidade social e a conservación das características que ainda conserva. A das labrega, millor dito, a poboación rural de toda caste, merecente polo tanto dunha especial atención que se ha propor a preservación e milloramento dos seus modos de vida.

17. Isto entrana a protección e defensa da pequena propiedade, do regimen familiar, a justa regulación dos arrendos, aparcerías e demais contratos de cultivo, solución justa do probrema dos gravames, etc.

Táctica

Condenamos a violencia como procedimento político.

Condenamos a retórica, a sensiblería e a hipérbole.

Condenamos o estilo e o tecnicismo da política hespañola.

Orense, 19 de abril de 1936.

Heraldo de Galicia, 20 de abril de 1936.

Bases programáticas de la Derecha Galleguista (20 de abril de 1936) [en castellano]

Bases programáticas de la Derecha Galleguista. Ourense, abril de 1936

GALLEGUISMO

1 . Concebimos a Galicia como una nacionalidad diferenciada. De esta diferenciación como entidad natural (étnica, geográfica e histórica) provienen sus derechos autonómicos. Estos derechos no implican su separación política de los demás pueblos hispánicos Integrados en un Estado pluralista.

2. Sostenemos por lo tanto, dentro de la República española, la autonomía de Galicia, en el grado que consiente la actual Constitución del Estado, y en el momento actual, tal Y como se pide en el Estatuto aprobado por los Ayuntamientos, pero haciendo constar que esa fórmula no es para nosotros la definitiva.

3. Como la administración debe ajustarse a la estructura natural del país, sostenemos la modificación del régimen local a base, en el medio rural, del reconocimiento de la parroquia como entidad jurídica y de tener en cuenta las comarcas tradicionales.

4. También sostenemos que, debiendo tener Galicia en su régimen autonómico un órgano legislativo deliberante, hay que evitar que su composición sea exclusivamente de representantes del voto popular inorgánico, sino que en él deben tener participación las corporaciones que representan intereses económicos y espirituales, para evitar que Galicia sea gobernada a su modo por los partidos y fracciones políticas. (Reunión 2 veces al año -limitación de tiempo-).

5. Sostenemos la substantividad del derecho civil gallego consuetudinario, y el reconocimiento de la costumbre antigua como fuente del derecho.

CULTURA

6. La autonomía de Galicia tiene como fines primordiales la conservación y desarrollo de la tradición cultural gallega propia, la educación individual y colectiva del pueblo gallego según aquellos principios, en vista de la mejor capacitación posible de todos y cada uno, el mantenimiento de la paz social, la ayuda mutua y el servicio de los intereses colectivos, y la prosperidad del país y de sus habitantes.

7. Por tanto, en primer lugar, sostenemos los derechos del idioma gallego como expresión de nuestra cultura y órgano de su progreso, pidiendo su cooficialidad con el castellano y su enseñanza en todos los establecimientos de instrucción.

8. Pedimos la protección y estímulo por parte de los Poderes públicos de todas las manifestaciones de nuestra cultura propia y autóctona (idioma, tradición, costumbres, etc.)

9. Pedimos la enseñanza de la geografía, historia, literatura y arte de Galicia, y la protección a las corporaciones y asociaciones de investigación científica.

RELIGIÓN

10. Consideramos la Religión Católica como fundamental en la tradición gallega autóctona, de la que es consustancial e inseparable. Declaramos que una auténtica cultura gallega tiene que inspirarse siempre en la concepción católica del mundo y de la vida humana, y en el sistema de valores éticos, estéticos y científicos que el catolicismo representa.

11. En todo caso, sostenemos la libertad de la Iglesia Católica como personalidad jurídica, en régimen concordatario con el Estado y con todas las garantías jurídicas que salvaguarden los derechos de los creyentes.

12. Sostenemos, como postulados de la libertad individual: a) el derecho de los católicos a profesar su religión y a practicar pública y privadamente su culto; b) a propagar públicamente su religión; c) a educar en ella a sus hijos y a sostener escuelas donde se enseñe según sus principios.

SOCIEDAD

13. Mantenimiento del régimen familiar tradicional en Galicia. La familia debe ser considerada como una sociedad natural, bajo la precisa dirección de los ascendientes: padre y madre, y la cohesión necesaria. Se protegerá la explotación familiar de la tierra, y se dará substantividad a la Compañía familiar gallega.

14. Se debe fomentar el reforzamiento del vínculo parroquial y de la relación de vecindad, así como el sentimiento de amenidad gallega.

PROBLEMA OBRERO

15. Sostenemos en esto todos y cada uno de los puntos de las Encíclicas llamadas sociales de los Romanos Pontífices.

ADICIONALES

16. Galicia es una tierra de economía agraria, que debe al trabajo de la tierra su vida material, su estabilidad social y la conservación de las características que todavía conserva. La campesina, o mejor dicho, la población rural de todo género, merece pues tina especial atención que se ha de proponer la preservación y la mejora de sus modos de vida.

17. Esto entraña la protección y defensa de la pequeña propiedad de régimen familiar, la justa regulación de los arriendos, aparcerías y demás contratos de cultivo, una solución justa del problema de los gravámenes, etc. [...].

Fuente: "Bases pra o programa da Federación das Forzas Nacionalistas e Galeguistas de Dercita, aprobadas na xuntanza do 19 de Abril de 1936 en Ourense", Heraldo de Galicia, 20-IV-1936, n.º 248: 4. (Traducción: J. Beramendi.)

EL FRANQUISMO

Bases de "Galeuzca" (Galeuzca, Buenos Aires, agosto de 1945)

Bases de "Galeuzca". Buenos Aires, agosto de 1945

Los derechos y relaciones de Galicia, Euzkadi y Cataluña para integrar la Tercera República se establecerán sobre las bases siguientes:

Primera. El principio de personalidad jurídico-política de cada pueblo nacional integrante, como únicos sujetos del Derecho público constituyente.

Segunda. El derecho de determinación política de tales pueblos, para la expresión democrática de su voluntad colectiva.

Tercera. El derecho de igualdad para formar la nueva organización estadual de la mencionada República.

Cuarta. El consentimiento multilateral para constituir dicha Comunidad o para fijar las relaciones con el Estado republicano.

Quinta. La representación de Galicia, Euzkadi y Cataluña, mediante sus organismos de gobiernos de conformidad con las fuerzas democráticas organizadas en cada país.

Estas bases pueden sintetizarse en las dos siguientes: el principio de personalidad política de Derecho público constituyente, y el de consentimiento libre para constituir la Comunidad republicana entre todos los pueblos nacionales que la integran.

Para la revista "GALEUZCA" la conclusión lógica y política de la filosofía de la Historia peninsular y de las bases mencionadas es la formación entre todos los pueblos nacionales de la Península Ibérica, de una Confederación Republicana con un Presidente, Jefe del poder ejecutivo y un Consejo de Nacionalidades, como órgano del poder legislativo formado por representación igual de aquellos pueblos en unión solidaria y afectiva de todos ellos.

En el orden económico-social, la revista "GALEUZCA" propugna la constitución de los pueblos y de la Confederación en forma de Democracia Social, sobre las bases siguientes:

Primera. Cada pueblo nacional, según la reserva de facultades que se conviniere al formar la Confederación, dispondrá del gobierno de su economía y de sus propias finanzas, sin perjuicio de las bases políticas, de los principios generales establecidos y de la coordinación de aquellas economías por los organismos confederales establecidos al efecto.

Segunda. El reconocimiento y garantía de la propiedad privada estarán sujetos a la función social que se le asignare y no podrán ser obstáculo al aprovechamiento de las riquezas naturales, a la expansión del comercio, al juego de la competencia lícita y a las actividades del trabajo en todos los órdenes.

Tercera. La liberación moral y económica del hombre en el proceso de la empresa pública o privada y en cuanto a su dependencia de la tierra ajena que trabaja, es un deber de todos y cada uno de los pueblos y, subsidiariamente, de la Confederación. Los órganos de la Confederación establecerán la coordinación de la economía ajustada a los convenios y organismos internacionales, cooperando en todo aquello que contribuya al establecimiento de la mejor justicia distributiva, expansión de la riqueza, elevación de vida y garantía de trabajo para todos.

Cuarta. Los miembros de la Confederación podrán particularmente aumentar y beneficiar, pero no disminuir, los derechos al trabajo establecidos por la comunidad internacional, mejorar el nivel de vida, establecer un sistema completo de seguridad social y asegurar, en cuanto de ellos dependa, trabajo para todos y una situación libre, estable y digna.

Quinta. Se establecerá una moneda y un régimen aduanero comunes, un sistema de reserva confederal y la libertad fiscal para los pueblos nacionales, limitada solamente por las bases convenidas para la Hacienda de la Confederación y por los tratados internacionales.

Sexta. Por acuerdo de todos los miembros confederados se determinará la distribución de la Deuda pública y las bases de los empréstitos comunes futuros.

Séptima. La Confederación legislará sobre los principios comunes en los asuntos generales del comercio de mercancías, la circulación de la riqueza, las comunicaciones confederales, el tope de la tasa de interés, las pesas y medidas y los asuntos generales del trabajo.

Fuente: Galeuzca (Buenos Aires), agosto de 1945, n.º 1: 32-33.

{sllider Rosalía y el galleguismo (Rodolfo Prada, Buenos Aires, octubre de 1945)}

Rosalía y el galleguismo
(Rodolfo Prada, 1945)

El galleguismo es un sentimiento patriótico, es una doctrina social-política y es una milicia. Tal trilogía vibró en el cordaje de la lira rosaliana.

GALLEGUISMO: SENTIMIENTO PATRIOTICO

Sentimiento, pasión ardiente y honda, amor fervoroso y múltiple por la Tierra sagrada, por su hermoso paisaje de égloga, por la patria Galicia. Ello, que es elemento fundamental del galleguismo, está de continuo palpitante y encendido a lo largo de la poética de Rosalía Castro.

La Rula está "Unha tarde alá en Castilla" acometida por la tristeza de encontrarse en aquella tierra áspera y seca, acerca de la cual le dice a Dios:

Fixistes tan tristes llanos,
máis fixecheos, Dios cremente,
soyo pra os castellanos.

Esa tarde Rosalía siente añoranzas de la Tierra hermosa, ¡de su Galicia lejana!, y de pronto escucha un cantar que hace saltar de alegría su corazón:

Era a gallega canción
era o "alala"... que fixo
bater o meu curazón.

Y su alma, flor agostada por los rigores estivales de la meseta, acoge la dulce canción gallega como si, fuese fresca llovizna del cielo:

Pechei os ollos e vin
vin fontes, prados e veigas
tendidos o pe de min.

Pero ello era un sueño; solamente un sueño... La cruda realidad era: que su Galicia estaba lejos. El paisaje gallego, que ella lleva reflejado en su alma, no está allí para romería de sus ojos ni para dulzura de su espíritu. La desesperación clava las garras en su garganta. Y Rosalía misma nos dice:

Morrendo de soidades
toda a chorar me matei.
E non parei de chorar
nunca, hastra que de Castela
houbéronme de levar.
Leváronme, pra n-ela
non me teren que enterrar.

Retorna Rosalía a la Tierra. Ya está en el regazo amoroso de su madre Galicia. Muchas y profundas son las penas que hieren su espíritu. Penas del alma y penas de la carne. No obstante, la Tierra opera el milagro. Rosalía rompe a cantar alborozada:

Esta Terra! n-ai duda... Dios a fíxo
pra ser amada e amar.
...
¡Qué hermosa te deu Dios, terra querida
...
¡Hou ... Galicia, Galicia!
...
Os bardos, fillos teus, a vos levanten
...
tan só pra t-alabar.

¡Sublime expresión de sentimiento y de fidelidad a la Tierra sagrada! ... En ello está la esencia y presencia del más puro galleguismo.

GALLEGUISMO: DOCTRINA SOCIAL-POLITICA

En las "Duas palabras d'autora" escritas como proemio de su libro "Follas Novas", dejó Rosalía su suspiro doloroso salido del fondo de su alma lacerada: "E sófrese tanto n-esta Terra galega! ". Y más adelante dice: " ... libros enteiros poideran escribirse falando do eterno infortunio que aflixe aos nosos aldeans e mariñeiros, soia e verdadeira xente do traballo no noso país!

Lo que mas -lo diré con sus mismas palabras-, "me conmoveu sempre, foron as innumerables coitas das nosas mulleres. Soias o máis do tempo, tendo que traballar de sol a sol"... "A emigración Po Re¡ arrebátanlles de cotío o amante, o irmán, o seu home" ...

Vemos así, cómo el gran drama social de Galicia tuvo resonancia plena en el espíritu de Rosalía. Tal como si fuese:

... un cravo
cravado no corazón.

Y la resonancia de¡ drama social gallego aparece en el verso inmortal de Rosalía:

Vendéronlle os bois
vendéronlle as vacas
...
¡-as leiras que tiña.
...
María, eu son mozo
i-a Habana me vou...
¡Adios, adios, prendas
do meu curazón!
...
La emigración es uno de los aspectos más negros del drama social gallego.

Hiere cruelmente el corazón de Rosalía. Le oprime el espíritu... Porque ella sabe bien, por su dolorosa experiencia en tierras de Castilla, lo que un gallego sufre en la emigración. Se siente ella madre de todos los que se ven forzados a emigrar, y los va siguiendo, uno a uno, en la triste hora última que viven en su Tierra. Va recogiendo en su alma toda la melancolía que se le desprende a los emigrantes al tener que alejarse de sus rincones queridos. Veamos esta estampa bañada de ternura:

Cando ninguén os mira
vénse rostros nubrados e sombrisos
homes que erran cal sombras voltexantes
por veigas e campíos.

Un, enriba dun cómaro
séntase caviloso e pensativo;
outro, o pe dun carballo queda inmóvil,
coa vista levantada hacia o infinito.

... ¡Van a deixar a Patria!...
Forzoso, máis supremo sacrificio.
A miseria está negra en torno d-eles,
¡ai! ¡I-adiante está o abismo! ...

Rosalía comprendía todo el drama social de la emigración, de manera genial, en estas estrofas que tendrán siempre, siempre, refulgencia intensa en la literatura gallega:

Este vaise i-aquel vaise,
e todos, todos se van;
Galicia, sin homes quedas
que te poidan traballar,

Tes, en cambio, orfos e orfas
e campos de soledade
e nais que non teñen fillos
e fillos que non teñen pais.
E tes curazóns que sofren
longas ausencias mortás,
viudas de vivos e mortos
que ninguén consolará.

Los dramáticos problemas sociales de Galicia llevarían fatalmente a una catástrofe revolucionaria. El galleguismo, empero, procuraba solucionarlos con métodos legales y pacíficos. Para ello propugnaba por la Autonomía para Galicia. Entendía y entiende que, para resolver sus problemas sociales -¡ya no digamos los culturales!-, necesita Galicia rehacer su personalidad histórica para que se manifieste el sentido de su propio valer, desentumecerse y echar a andar con pie firme; necesita poner en función los tributos de -11 nacionalidad. Para ello le es indispensable la Autonomía Política.

Y ya que toco el tema de la Autonomía, objetivo esencial del galleguismo, bueno es consignar a su favor dos testimonios de excepción, de dos ilustres talentos, en luminosos estudios que ambos hicieron de la obra rosaliana. Sirvan ellos para deshacer la falsa y contrapuesta creencia de muchas gentes: gentes de izquierda que tildan de reaccionarios y patrioteros a quienes luchan por los derechos de las nacionalidades hispanas, y de gentes de derecha que tienen a las Autonomías por engendros del izquierdismo y de la anti-patria. Tales testimonios provienen de dos ilustres figuras reciamente españolas: republicana y liberal, la una; monárquica y tradicionalista, la otra. Ambos altos espíritus, privilegiadas inteligencias, máximos tribunos de cuyo españolismo nadie osaría dudar. El uno, andaluz: Castelar; el otro, asturiano: Vázquez Mella. Desde sus antepuestas posiciones ideológicas -antepuestas, tanto en el orden político como en el filosófico-, los dos coinciden en lo que es dogma del galleguismo: en que la Autonomía constituye justicia y conveniencia para Galicia y también para el todo español.

Dice Castelar en su lenguaje de español integral que, desde luego, está lejos de ser el de un galleguista: "Pero el dolor más bellamente expresado es el dolor de su madre Galicia. Se ve el aislamiento en que la Patria común ha dejado a tan hermosas provincias... No olvidemos que muchas regiones, como Galicia, por ejemplo, tienen brillantísima literatura propia, la cual, respondiendo a una ley de la vida, a la ley de variedad, debe coexistir con la literatura nacional sin daño de la patria, mayor a medida que crecen sus hijos y se fortifican los órganos que componen su cuerpo y se abrillantan las estrellas que pueblan su cielo". Y Vázquez Mella, con más sentido político del problema que Castelar, dice: "Y en verdad, señores, por desgracia, la ficción unitaria ha deprimido el patriotismo español en términos tan alarmantes que sería preciso el azote de una invasión extranjera para levantarlo". "... cuando las regiones hayan recobrado su personalidad, como la tenían en los tiempos de las Cortes de Tarazona, como necesita tenerla Galicia, cuyas instituciones jurídicas y sociales se la -dan propia, cuando Galicia deje de ser una Suevia irredenta, el noble espíritu de Rosalía Castro hará vibrar nuevamente con profundo aliento las cuerdas de su arpa".

***

Rosalía está plenamente en el aspecto social y político del galleguismo. Lo está de un modo resuelto y con arrogantes arrestos de varón. Ya no es la mujercita que se crió "endeble y canija", la que envejeció en plena mocedad. Reacciona recia y violentamente frente a las injusticias sociales.

-Escoita!, os alguaciles
andan correndo a aldea.
...
Embargáronnos todo, que non teñen
esas xentes concencia, nin ten alma.
...
¡Mala morte vos mate
antes que aquí entredes!
...
Eu matara eses homes
como mata un raposo a unha galiña.
...
Y en otro verso, tierno y sarcástico a la vez, pone al descubierto más lacras sociales:

Tembra un neno no pórtico húmido;
da fame e do frío
ten o sello, o seu rostro de anxel
...
E mentras él dorme
e ven ¡a adouraren ao Altísimo!
Fariseios os grandes da terra
sin que o ver do inocente a orfandade,
se calme nos ricos a sede avarienta.
...
¡Señor! ... ¡Dios dos ceos!
¿Por qué hai almas tan negras e duras
por qué ha¡ orfos na terra Dios bueno?

Tales trallazos a los fariseos que adoran al Altísimo, fueron, sin duda, la causa de la ojeriza que, aun después de muerta, le tuvieron gentes llamadas, por su ministerio religioso, a mantener el corazón abierto a la generosidad y al amor. Vivió y murió Rosalía cristianamente. Y, sin embargo, ello no le valió delante del Cabildo de la catedral de Compostela, según se puede ver por este trozo de un trabajo publicado en el "Boletín de la Real Academia Gallega":
"Cuando la traslación de los restos de Rosalía, desde Padrón al Mausoleo de Santo Domingo (25 de mayo de 1891), hubo cierta oposición para que pudiera pronunciarse la oración fúnebre encomendada a una ilustre personalidad del Cabildo Compostelano. Al ser discutido en el seno de éste, si debía o no autorizarse, acordóse que no se hiciera, a pesar de que un prebendado, confesor de Rosalía, hizo presente que él, como su director espiritual, podía afirmar que la poetisa era una santa."

Esa actitud rencorosa de los Canónigos de Santiago, casa a perfección con la de aquellos seminaristas de Lugo que se alzaron irritados contra el editor Soto Freire, impidiéndole, con violentos alborotos, que terminase la impresión de un trabajo de Rosalía titulado "El Codio".

GALLEGUISMO: MILICIA

Toda acción social o política requiere, para su desarrollo eficaz, la organización de una milicia. De una milicia que no es imprescindible tenga carácter castrense. Cuanto más civil, mejor será su influencia en el medio ambiente. De ella saldrán los luchadores y los mártires. Luchadores que combatirán con la palabra o con la pluma; mártires que caerán en los campos de batalla, ya por el esfuerzo de la lucha, como Villar Ponte; ya por las persecuciones, como Curros Enríquez; ya por las balas del enemigo, como Alejandro Bóveda.

En la milicia del galleguismo sentaron plaza altos y preclaros hijos de la Tierra: desde el mariscal Pardo de Cela, a quien decapitan huestes asalariadas de los Reyes Católicos por defender la independencia de Galicia, hasta Antolín Faraldo, inspirador de la revolución de 1846, que propugnaba la "Autonomía para la Nación Gallega"; desde Brañas, que articula las bases jurídico-económicas de las Autonomías regionales y la pléyade luminosa de los precursores:

Rosalía, Murguía, Vicetto, Aguirre, Pondal, Leiras, Curros y otros, hasta las Irmandades da Fala y el Partido Galleguista en que se refulgieron nombres insignes como Porteiro Garea, Johan Viqueira, Lousada Diéguez, Villar Ponte, Angel Casal, Víctor Casas y Alejandro Bóveda..., entre otros muchos. De los que sobreviven, fuera y dentro de la Patria gallega, un solo nombre, que los representa a todos, que los enaltece a todos, que los guía, los alienta, los llena de esperanza y enciende de fe a todos; un solo nombre, el más enraizado en el alma de Galicia: ¡Castelao!

¡Luchadores insignes del galleguismo, hijos dilectos e inmortales de la Patria gallega, todos ellos! Muchos fueron cayendo, pero seguidamente otros dieron un paso al frente y los sustituyeron. Las mocedades gallegas fueron dando nuevos soldados al galleguismo. Muchos -¡muchísimos!-, cayeron en los últimos negros días para Galicia. Hay que tener fe en que, nuevamente, se cubrirán los claros y se alargarán las filas. Ya lo predijo nuestra vidente Rosalía, y lo dijo en verso castellano para que mejor fuese entendido por los enemigos de Galicia:

Cayendo van los bravos combatientes y más se aclaran cada vez las filas. No lloréis, sin embargo; en el vacío que los muertos dejan otros vendrán a proseguir la liza. ¡Vendrán! ... más presto del vampiro odioso Destruid las guaridas, si no queréis que los guerreros vuelvan tristes y oscuros a morir sin gloria antes de ver la Patria redimida.

Rosalía fue soldado valiente de la milicia del galleguismo. Mujer, y mujer acosada por crueles sufrimientos físicos y abrumada por deberes de esposa y de madre, lleva al máximo de las posibilidades su acción de militante de la galleguidad. Sólo una voluntad recia como la suya, puesta al servicio de una noble causa, pudo sostenerla en el combate que libró en un medio y en una época agudamente hostiles.

Su arma de combate fue el verso. Con ella acometió valiente y recia... Aún hoy son muchos los hombres -y hombres gallegos- que se amedrentan de los violentos ataques que lanzó Rosalía. Aún hay gallegos que, no obstante la consagración que de Rosalía ha hecho la Academia Española editando su producción poética, la fervorosa exaltación que de su obra hicieron eminentísimos intelectuales españoles como Castelar, Vázquez Mella, Unamuno, Rodríguez Marín, Díez Canedo, Azorín, etcétera, que la llaman "el más ilustre representante, el más grande lírico de la mitad de nuestro siglo XIX... ", aún hay coterráneos suyos que quisieran silenciar producciones como la titulada "Castilla". Son gallegos de alma muerta; son gallegos que no conocen el calvario histórico que tiene recorrido su madre Galicia.

Rosalía, en cambio, conoce bien el vía-crucis de la Patria gallega. Ella sabe bien que de tierras de Castilla vinieron siempre las desgracias, los sufrimientos, el fuego y el hierro a Galicia. Ella sabe bien que si Almanzor pudo hacer una "razia" bárbara por tierras gallegas adelante, hasta cometer el sacrilegio de entrar a caballo en la catedral de Santiago, fue porque los condes de León le franquearon traidoramente las puertas de Galicia. Ella sabe bien que Isabel, la Reina Católica, que ni era Reina -como lo dijo Portela Valladares-, pues le robó el trono a doña Juana, legítima heredera, ni era católica, pues mal podía serlo quien probó no tener sentimientos cristianos al perseguir despiadadamente a judíos, moros y gentes católicas de sus reinos que se oponían a sus ambiciones imperialistas; Rosalía sabe que Isabel atropelló las libertades de Galicia sometiéndola a la "doma" implacable de la cual da noticia el historiador Zurita. Ella sabe bien que Reyes de Castilla tuvieron amordazada a Galicia, sin concederle representación en Cortes, sin permitirle usar oficialmente su idioma, sin dejarla comerciar por sus puertos, sumiéndola en la ignorancia y en la pobreza. Ella sabe bien que desde la "Gaceta Oficial" de Madrid se llenó de insultos a Galicia... Ella presiente, como Cabanillas más tarde, que una noche entrarían a, Galicia desde Castilla, por la puerta de Quereño, los lobos hidrófobos que habían de clavar sus dientes en los pechos sagrados de sus mártires...

Ella sabe mucho y presiente mucho... De ahí que, no sólo son los pobres segadores gallegos, vistos por ella sufriendo como esclavos bajo el sol infernal de tierras de Castilla, lo que enciende su indignación y le hace bramar iracunda:

¡Castellanos, castellanos
tendes curazón de ferro!
...
Castellanos que aborrezco
...
pois tan mal corazón tendes
secos fillos do deserto.

Alma como as pedras dura
e sin entranas o peito!
...

También la enciende de patriótica indignación todo el mal que a Galicia le ocasiona el régimen centralista español, contra el cual lucha el galleguismo. así le dice a su Tierra allá por el año 1860:

Probe Galicia non debes
chamarte nunca española
Galicia tí non tes Patria,
tí vives no mundo soia.

Así, crudamente, reciamente, con el corazón al aire, sin eufemismos hipócritas o cobardes, con palabras valientemente rudas, pero noblemente claras, Rosalía rinde su servicio de luchador leal y patriota en las milicias del galleguismo.

RESURRECTIO!

La agonía rosaliana fructifica. Sus luchas traerán triunfos a su Patria gallega.

Villar Ponte glosó un día el grito de un filósofo-poeta: " ¡Yo os digo que sólo en donde hay tumbas hay resurrección! ".

Pues bien ¡ya la sagrada Tierra está llena de tumbas de hijos mártires! De ellas salen voces de consigna y salen luces que señalan rutas. Los patriotas gallegos las escuchan y las ven. Ello hará que la resurrección de Galicia sea una venturosa realidad. Ello permitirá que, en un amanecer no lejano, puedan los corazones de los patriotas gallegos entonar en la Galicia redimida, alrededor de la tumba sagrada de Rosalía, la canción jubilosa que compuso en idioma gallego el luminoso poeta andaluz, también mártir de la libertad, García Lorca:

¡Erguete miña amiga
que xa cantan os galos do día!
¡Erguete miña amada!

Buenos Aires, octubre de 1945.

Fuente: Galeuza, Madrid, Akal, 1976, pp. 49-60.

El Seminario de Estudios Gallegos (J. Núñez Búa, Buenos, Aires, octubre de 1945)

El Seminario de Estudios Gallegos
(J. Núñez Búa, 1945)

LA CULTURA GALLEGA

Galicia constituye un círculo cultural perfectamente diferenciado, en el que los dos factores básicos -gaia, tierra, y ethnos, pueblo- se compenetran armoniosamente para integrar el complejo de nuestra cultura, cuyos productos o valores -artes, creencias, lengua, organización económica y social, costumbres, etcétera- responden a una unidad, expresión del alma colectiva gallega.

El ciclo histórico de la cultura gallega ha tenido, como el de toda cultura, su desenvolvimiento vital, con avances, retrocesos, quietud; pero en ninguno de sus momentos, aun en los más callados, la conciencia de Galicia ha estado muerta. Lo que podía aparentar muerte era recogimiento. La intimidad espiritual del pueblo gallego estuvo siempre viva a través de todos los avatares históricos.

Lo que individualiza la cultura gallega es su fondo céltico, no ibérico. Otero Pedrayo ("Historia de la cultura gallega") sintetiza así la diferenciación cultural de Galicia: "Si comparamos a Galicia con las otras tierras peninsulares, hallaremos que no debe nada a las gentes ni a las culturas del Sur. Escapó a la semitización. No fue ibérica ni árabe. El carácter diferencial español, el mudejarismo, no puede aplicarse a Galícia. De estirpe aria atlántica y occidental, la entraña histórica gallega pudiera calificarse de insular. Tanto por su fuerza de conservación como por su poder expansivo. Hay en España otras tierras tampoco mudéjares y también europeas. Vasconia, Cataluña, Cantabria, Asturias. Pero su destino ha sido bien diverso al gallego. 0 pertenecen a otro grupo europeo, o no han salido de un estadio inicial, o se han incorporado a la cultura de Castilla".

MEDIODIA Y OCASO

Limitándonos aquí a lo puramente literario y, más estrictamenté, a la poesía, se señala en nuestra historia un período de esplendor, seguido de otro que constituye un prolongado ocaso. El primero alcanza su mediodía en la Baja Edad Media, y nos es hoy conocido por el descubrimiento -de los cancioneros.

En las canciones de amor y de amigo, de ledino y de maldecir, los poetas gallegos del medioevo, con formas provenzales, llegadas por el camino francés que unía a Europa con Compostela, o en formas genuinamente autóctonas, fueron los primeros que en España cantaron líricamente. Y los temas tradicionales y eternos del lirismo galaico-portugués están ya fijados en el siglo xiv: saudades, sentimientos de la tierra, paisaje, paganía cristiana de las romerías, humorismo y socarronería. Desde el siglo xiii, existe un lirismo gallego, bien distinto, bien diferenciado, de todo otro lirismo hispánico.

Desde el siglo XV, la tradición literaria de Galicia se durmió en los anaqueles de las bibliotecas; pero esa tradición no estaba muerta. Vivía anónima en los labios de los labriegos.

Después de Macías y de Rodríguez de la Cámara, últimos Poetas del ciclo medioeval, Galicia semejaba haber agotado su antigua y ya ignorada facundia. Lope de Vega podía decir, con verdad relativa, que nuestra tierra no era fértil en poetas.

Sobre todas las causas que se han señalado como razón del secular enmudecimiento de la poesía gallega, está ésta: la política imperialista de los Austrias y el centralismo del Estado, fuerza centrípeta que absorbía la periferia de España. La esplendorosa expansión del castellano hizo que el gallego viviese en quietud silenciosa, pero jugoso y fecundo, pegado al surco, en las vegas nativas. El idioma que, según las bien comprobadas palabras de Santillana, había servido de expresión a todo lirismo peninsular y había triunfado glorioso en la polifonía de las estrofas trovadorescas, convirtióse en la lengua de gente anónima, lengua adherida a la gleba como el labriego que, con ella, araba y cantaba. Pero allí estaba viva, fecunda, llena de potencia germinal. El fino auscultador de la vida galaica, el Padre Sarmiento, a mediados del siglo XVIII había podido admirar la riqueza magnificente del habla vernácula, muerta en la pluma; pero viva y renovada cada día en la boca de nuestros antepasados.

RENACIMIENTO

Y tras el descanso de centurias, en el siglo XIX, el rayo transparente de una alborada triunfal, quiebra las tinieblas de la noche secular. En los Precursores, la conciencia de Galicia se hace verbo. En sus palabras, en su hacer, en su ensoñar, el espíritu de Galicia se manifestó plenamente en toda su esencia. Por las páginas de ese pequeño gran libro, "Los Precursores ", del. Patriarca Murguía, desfilan las figuras pálidas y atormentadas de aquellos jóvenes, que un mediodía, bajo las copas de la arboleda de Conjo, "el de las soledades plácidas", se juntaron en banquete democrático y fraterno (1856). Divinos locos, anudaron los inquebrantables lazos de una hermandad que dio a la patria los mejores entusiasmos.

El renacimiento cultural de Galicia, que comienza en el siglo xix, está animado por el espíritu gallego. Las obras de los Precursores, aun las escritas en castellano, están presididas por una conciencia gallega que, en lo esencial, se manifiesta en toda su plenitud. Naturalmente, el renacimiento comenzó en la poesía, pero pronto se echó a recorrer todos los caminos, algunos inéditos. La historia -Vicetto, Murguía, López Ferreyro-; la economía -Brañas, Díaz de Rávago-; la geografía -Fontán-; las ciencias naturales -Cornide, Merino, Carús-...

Después del 900 continuó la labor renacentista del siglo precedente. Fue en la segunda década del siglo XX cuando empezó a roturarse con seria y precisa técnica moderna la entraña de nuestro predio espiritual.

A los nuevos poetas, aunque los temas de su lirismo son enxebremente gallegos, no puede aplicárseles el ligero y expeditivo juicio de la crítica matritense -incluida doña Emilia Pardo-Bazán- en el sentido de que la poesía gallega estaba condenada a moverse dentro del campo ya parcelado por los precursores. Cabanillas, Taibo, Bouza Brey, Amado Carballo, Manuel Antonio... remozan temas y formas y abren nuevas rutas. Historiadores como Angel del Castillo, el franciscano padre Eiján, Cuevillas y el jesuita García Romero saben trabajar con el cuidado y la seguridad de cualquier investigador moderno. Pensadores como Risco, Villar Ponte, Viqueira, Losada Diéguez y Otero Pedrayo, y oradores cual el malogrado Porteiro y Pela Novo demuestran plenamente que el gallego sirve para algo muy diferente que para escribir literatura ruralista, jocosa o sensiblera. Castelao, Sobrino, Lloréns, Corredoira, Asorey y otros artistas son celebrados dentro y fuera de España, lo cual quiere decir que desde cualquier rincón -llámase Betanzos o Koenisberg- se puede ser universal.

COOPERACION INTELECTUAL:
EL SEMINARIO DE ESTUDIOS GALLEGOS

Hasta después del año 20, tantos forjadores de nuestra cultura autóctona trabajaban dispersos, sin aunar su actividad, sin sistematizarla. La cooperación galleguista comenzó en las "Irmandades da Fala" (1916) que se encaminaban más hacia el Agora que por la vía que da acceso a la Academia.

En el año 1923, la gran energía dispersa, que iba -cosechando frutos magníficos o sólo alcanzaba floraciones malogradas, comenzó a converger en una labor común. El 12 de octubre se fundó el Seminario de Estudios Gallegos, creado por estudiantes de la vieja y gloriosa universidad gallega, presididos por el doctor Armando Cotarelo Valledor. Al pequeño núcleo inicial se sumó con entusiasmos el grupo "Nós", formado por escritores y artistas empeñados en el afán de dar un contenido cultural al resurgimiento de Galicia.

Desde su iniciación, el Seminario trabajó con un ritmo moderno. No fue una asociación más de tipo ateneísta. Se habló poco y se trabajó mucho. Se dirigió preferentemente a la formación de investigadores, pero sin dejar de ponerse en contacto con el público, mediante la vulgarización de la labor realizada: lectura de trabajos, publicaciones, ciclo de conferencias, exposiciones, biblioteca. Así logró un público afecto que, desde toda Galicia, prestaba su apoyo a la institución

En marzo de 1924 celebró el Seminario su primera Junta General, presidida por un polígrafo auténticatenticamente gallego, el arzobispo Lago González, prematuramente fallecido. En ella leyó Castelao su trabajo de ingreso, "Do novo esprito", e inauguró una exposición de su obra pictórica. Ese mismo año se realizó el primer ciclo de conferencias: Cabeza de León, Lugrís, Castillo y Losada Diéguez.

La labor comenzó por la historia, pero pronto se fue extendiendo a otras ramas, hasta quedar dividida en las siguientes secciones: Arqueología, dirigida por don Jesús Carro; Filología, Paulino Pedret; Literatura, Filgueira Valverde; Arte, Castelao; Geografía, Otero Pedrayo; Prehistoria, López Cuevillas; Etnografía y Folklore, Vicente Risco; Ciencias sociales, jurídicas y económicas, Tobío Fernández; Ciencias naturales, Luis Iglesias; Geoquímica, Parga Pondal; Pedagogía, Díaz Rozas; Psicotecnia, Iglesias Vilarelle; Ciencias Aplicadas, Gómez Román; Música, Bal y Gay; Genética, Gallástegui Unamuno. 
La labor de divulgación se realizó mediante la publicación de los "Arquivos" de los que se editaron 7 volúmenes de más de 500 páginas cada uno y monografías de las diversas secciones.

El seminario emprendió una labor interesantísima: el estudio de las diversas comarcas gallegas, realizado sobre la realidad por equipos de investigadores de las diversas especialidades. Los resultados se publicaban en tomos especiales, de los que vieron la luz dos: "A vila de Calvos de Randín" y "Terra de Melide", éste de un millar de páginas. En julio de 1936 ya estaban corregidas las pruebas de un tomo de más de mil páginas, estudió completísimo de "As terras de Deza".

En el año 1935, durante el mes de agosto, en el Instituto de Pontevedra, se realizó un cursillo de conferencias de vulgarización especialmente dedicado a los maestros, en los que se dictaron clases sobre literatura -Filgueira, Cotarelo, Iglesias Alvarino, Bouza Brey; Historia - Cuevillas, Otero, Carro; Etnografía - Risco; Genetíca - Gallástegui, Tafall; Pedagogía - Díaz Rozas, Alvarez Gallego, Núñez Búa, Iglesias Vilarelle; Economía - Bóveda; Arte - Castelao, Sebastián González; Música - Bal, Blanco Porto -, etc. El Seminario creó en el año 1926 dos laboratorios de gran importancia práctica, el de Fitopatología, dirigido por el profesor de Botánica de la Universidad y Presidente del Seminario, Luis Iglesias, y el de Geoquímica, dirigido por el. profesor de Química Inorgánica, Parga Pondal. En ambos se dictaminaba gratuitamente sobre todas las consultas que hacían los agricultores y se analizaban, también sin cargo alguno, las muestras de tierra de labor que se enviaban.

En 1930, la institución instaló en una de las salas del Palacio de Fonseca sus colecciones etnográficas: productos de las industrias populares, reproducción de tipos arquitectónicos, iconografía, etc. Y en 1936 estaba organizado su museo de arte moderno, miciado con obras de Asorey, Eiroá, Compostela, Suárez Couto, Castelao, Lloréns, Colmeiro, Corredoira Maside, Pintos, Sobrino, Laxeiro, Seoane, Torres, Castro Gil, Prieto, Arines, etc.

Para no hacer de esta información un simple catálogo o inventario, no detallamos todas las actividades y la labor realizada por la institución en sus doce años de vida: libros, conferencias, catálogos de monumentos, excursiones de estudio, informes técnicos, ciclos de conferencias, etc.

El Seminario fue iniciado por diez estudiantes universitarios. En el año 1936 contaba con la cooperación de medio millar de socios protectores, con cuyas cuotas y con las subvenciones de las cuatro diputaciones gallegas y de algunas municipalidades, sufragaba todos sus gastos gracias a una administración escrupulosa y al desinterés de todos los que allí trabajaban. No se pagaba un solo sueldo. Todo, desde la contabilidad al cuidado de las instalaciones y biblioteca, era realizado por los seminaristas, ya fuese un profesor universitario, como Parga o Sebastián González, ya un canónigo de la Catedral, como don Jesús Carro, o simplemente alumno de la universidad o, de la escuela normal.

En resumen: por su labor intensa, realizada con entusiasmo patriótico y técnica moderna, y por los resultados en que esa labor iba cuajando, el Seminario ganó prestigio dentro y fuera de Galicia y se hizo acreedor a la consideración respetuosa y agradecida de los gallegos.

Desde julio de 1936 las actividades del Seminario se han suspendido. Algunos de sus miembros fueron asesinados -Bóveda, Noguerol, Camilo Díaz, Casal-, otros perseguidos -Gómez Román, Otero Pedrayo...-, algunos pudieron abandonar el país, entre ellos el Secretario general, Sebastián González, actualmente decano de la Facultad de Humanidades de Puerto Rico. Cuando terminó la guerra de España se intentó reanudar la actividad de la institución pero no fue posible. El gobierno que padece la España "una, grande y libre" cerró sus puertas a cal y canto.

Y eso, haber merecido tal pena, constituye el último y más alto mérito del Seminario de Estudios Gallegos.

Buenos Aires, octubre de 1945.

Fuente: Galeuza, Madrid, Akal, 1976,

La fase política de Compostela (Manuel Portela Valladares, 1945)

La fase política de Compostela
(Manuel Portela Valladares)

Galicia tuvo diversas gravitaciones en la vida española atravesando grave crisis de indecisión a comienzos del siglo XII.

Había Alfonso VI nombrado Conde de Galicia, con superior señorío, a Raimundo de Borgoña, casado con su hija doña Urraca. Hasta el Mondego se extendían las fronteras de lo que podía denominarse reino.

Volvía a aparecer la unidad política de la Lusitania, con su cabeza en el Cantábrico, tendida a lo largo de las costas atlánticas, reconstituyendo y consagrando aquellos nexos entre gallegos y portugueses que había reconocido el objetivo talento de Roma al distinguir las tres zonas naturales de la Península: Tarraconense, Bética y Lusitania. Resurgía el reino de los Suevos y la Galicia, como unidad diferente de España, de los diplomas visigóticos.

Por malaventura fue Raimundo derrotado delante de Lisboa y al tener que replegarse y abandonar buena parte de lo que le habían entregado estimó el rey Alfonso Vi que la línea de choque, el frente de batalla, debía pasar a más recias manos, y creó el Condado de Portugal para Enrique de Borgoña, casado con Teresa, su hija ¡legítima, la Tereixa que, perdida luego de amores por el conde Fernán Pérez de Traba, se quedó sin corona. Más tarde, otro conde gallego, el de Andeiro, había de costar el reino a Leonor de Telles y acabar con la dinastía Borgoñesa, dando entrada a la de Avis, al morir atravesado en el regazo de su enamorada.

Y así se escindió en 1097 nuestra nacionalidad, así se crearon dos Galicias, la de aquende y la de allende el Miño. Portugal, como dicen sus historiadores, no es más que "un retalho sahído da Galiza", sin que los siglos hayan conseguido borrar las naturales afinidades de las dos porciones.

Por impulsos íntimos, intuitivos, por imposiciones de la realidad que ejercen callado e irrefrenable imperio, se porfió en cuatro campañas por juntar otra vez los dos dislocados pueblos. Pero ahora no corría la conquista a cargo de Galicia, sino del nuevo reino que de ella había nacido. Hasta que la victoria de Ourique, en 1139, decidió a la monarquía portuguesa a buscar su expansión y engrandecimiento por las fronteras australes, con aquellas extraordinarias algaradas, alianza del valor temerario con la fortuna, que personalmente llevaba a cabo el rey sin semejante, Alfonso Enríquez, renunciando en 1140, por la paz de Zamora, a sus intentos en el Norte, a la política de unificar Galicia y constituir en el Noroeste un Estado de completa homogeneidad. Accidentes de históricos y ciegos azares de guerra incorporaron, pues, Galicia a la suerte de Castilla y llevaron nuestro pueblo en directiva contraria a la que siempre había tenido. En trueque, permitieron a Portugal adelantarse un siglo a Castilla en la constitución de su nacionalidad y dedicarse consciente y estudiadamente a la expansión ultramarina, ciñéndose la inmarcesible gloria de los navegantes lusiadas. La historia portuguesa en esta primera etapa de fidelidad al origen, produce asombro por el espíritu de continuidad, por su avance de civilización, por su literatura, por la casta sencillez de los internos valores.

¿Qué actitud adoptó Compostela, qué participación tuvo en este viraje que experimentó la vida gallega? Difícil es descubrirlo en la relación de hechos que hasta nosotros llegó. Las repetidas alianzas de una porción de los barones gallegos con los portugueses, la indudable división de nuestra población -si de población, como factor actuante, puede hablarse en el evento- unos con Portugal y otros con León, están marcadas de tales cambios e indecisiones que apenas si se encuentra una conducta que pueda no ser tachada de deslealtad con el primer propósito. Sueltas la bellaquería y la traición, había que acudir a ellas como indispensable defensa contra los que las empleaban. Y ¡ay! de quién en tales momentos eso no hiciera. En general, el Sur gallego -y es lo que debía esperarse- se inclinó más bien a Portugal, mientras que el Norte miró a Castilla. Y con el Norte, hablando siempre del conjunto, estuvo Compostela y su hombre representativo, el que llenó la época, Gelmírez. En el finalizar de la pugna especialmente, la inclinación de éste por Alfonso VII fue resuelta, pues no en vano había sido ungido rey en nuestra catedral; y elevado al solio pontificio Calixto II, no había de ponerse Gelmírez frente a él, que protegía al rey su sobrino, teniendo pendientes de Roma la elevación de su Sede Metropolitana y los privilegios que para la Basílica luego consiguió.

Sea como quiera, empujaban a Santiago por este camino su misión histórica, sus peregrinaciones, su ruta de Europa, -el saber e influjos que de ella recogía, su culto al Apóstol, su presencia en las tierras donde había de librarse la definitiva partida contra los musulmanes. Comenzaba el auge de la ciudad, hallábase en plena formación, en la fiebre de erigir su catedral. Sumarse a Portugal era aislarse, apagar aquel faro que Carlomagno encendiera, atentar contra su porvenir. Para bien de España y de Compostela, Gelmírez finalizó por hacer rumbo al Este y contribuyó a que se consumara la partija de las dos Galicias, sacrificando las atracciones de la sangre a exigencias políticas del momento. Al mismo problema, en cualquier otro siglo, sin vacilar, le hubiera dado contraria solución.

A pesar de la división y de cuanto para profundizarla hicieron los intereses dinásticos, por encima de las aguas de nuestro Miño perdura la comunidad originaria en el idioma, en la cultura, en el carácter idéntico, en los cotidianos trabajos, y en ese soberbio monumento de los cancioneros galaico-portugueses, sin rival en la poesía de la Edad Media, proclamando que los valores espirituales, los vínculos de familia, no se quebrantan por violencias y que nada puede contra ellos la voluntad del Príncipe ni las veleidades del destino. A mi ver, en Portugal, hasta el Mondego, es donde mejor se evoca nuestro pasado. Lo que falta del alma de Galicia ha huido a Portugal. Allá pueden leerse páginas entre nosotros aniquiladas.

No se logró la castellanización de Galicia; dominada por los Reyes Católicos, domada con el rigor del castigo, como dice la crónica de Zurita, sin libertad y en pobreza, continuó en donde estaba, siendo lo que era, un pueblo perfectamente diferenciado, con propia calidad y propia alma, con callado impulso hacia otros horizontes, con todas las acusadas notas de lo que se llama una nacionalidad.

Al salir del Bierzo, la tierra, las gentes, el ambiente, cuanto vemos, son extraños para nosotros, nada nos dicen; es un mundo nuevo, otro país; cielo y suelo de violenta uniformidad despiadada, comido el color por torrentes de sol, nos acosan de curiosidad y de inquietud, nos encontramos en cerrada soledad; no entendemos ni el idioma de los hombres, ni el idioma de la tierra. Cuando desde las cimas de El Tecla contemplamos el espléndido panorama que las sierras del Suajo cierran, matizado el paisaje por suave luz que da todo su valor a los tonos y a los términos, hallan los ojos igual descanso y el mismo sensual regalo en una y otra orilla; sentimos el vaho de contento del circundado familiar; las mil voces que se elevan del horizonte se apoderan del ánimo y lo estrujan, las místicas vaguedades de Rosalía nos envuelven y sufrimos mal y placer de saudade, mientras el corazón, en pleno señorío, canta los versos de Teixeira de Pascoaes, como verbo y como logos:

Galiza, terra irmá de Portugal
que o mesmo Océano abraza longamente.
berce de brancas névoas refulgindo
o esprito do sol amanhecente.


Fuente: Galeuza, Madrid, Akal, 1976, pp. 69-73.

No hay modo de castellanizar a Galicia (Alfonso R. Castelao, Buenos Aires, febrero de 1946)

No hay modo de castellanizar a Galicia
(Alfonso R. Castelao, 1946)

Escribo este artículo porque Don Luis Jiménez de Asúa, ilustre penalista acaba de pronunciar un discurso en el que invitó a separarse de España a cuantos pueblos españoles no acaten la cultura castellana, porque, según él, "Castilla no ha cumplido todavía su misión civilizadora, y es preciso que la cumpla".

Si no faltan razones para reprobar el imperio político de Castilla sobre las demás naciones de la Península, mucho más reprobable resulta el imperio eclesiástico que Castilla ejerció sobre Galicia para imponerle su lengua, su derecho y su espíritu utilizando a la Iglesia como instrumento de asimilación nacional. Y conste que vale la pena de recordar este hecho, aunque mas no sea que para comprender hasta qué punto Galicia es resistente, insobornable e intransferible.

Para "domar aquella tierra de Galicia" y someter "la gente de aquella nación", como dice Zurita, no bastaba imponerle la ley del "palo y tente tieso" por medio de las armas y de una Audiencia montada con jueces castellanos, aparte del consabido Poncio forastero, para gobernar y administrar a los fieros gallegos, "sumariamente, de plano, sin escritura o figura de juicio", según reza una Cédula de los Reyes Católicos. Tampoco bastaba con privar a Galicia de representación en Cortes, para no escuchar sus quejas, y ajusticiar al mariscal Pardo de Cela, y otros hidalgos, sólo porque "los gallegos, por ser gente feroz, todavía no sosegaban", según explica el P. Mariana. Fue preciso convertir a Galicia en nación proletaria, apágandole todas las luces de su elevada cultura. Y como la Iglesia era, el centro rector de las ciencias y las artes de aquellos tiempos, Castilla sometió la vida religiosa de Galicia a los dictados de Valladolid.

Así, la nación en que primeramente se había instaurado una monarquía católica en Hispania; la que guardaba "el más glorioso entre los sepulcros de los santos que hay en todas las naciones del mundo", según dice San Buenaventura; la que fue señalada por Carlomagno como matriz espiritual Y material de la lucha contra los sarracenos, la "madre fecunda de la cultura española en la alta Edad Media", como bien dictaminó el P. Flórez; la que fue término de todos los caminos de Europa y originó con su fe la unidad moral de los pueblos del orbe cristiano y echó los fundamentos de la "civilización occidental"; la que inventó la Salve Regina Mater, que es, sin disputa, el cántico más inspirado de la Iglesia; la que más pronto se vio libre de los ataques islamitas, "poblándose en seguida de grandes monasterios y de iglesias catedrales", según confiesa Sánchez Albornoz; la qué, por ser dueña de una gran cultura, solía instruir y educar a los príncipes españoles, aun en el siglo XIII, como reconoce Menéndez Pidal; la que fue mirada como centro religioso de Occidente, igual a Roma; la que fue visitada por los más grandes personajes del mundo antiguo, en penitencia de sus pecados, entre los que no faltaron Fernán González, fundador de Castilla y sus primeros reyes; la que recibió en peregrinación al Dante para decir que no era peregrino aquel que no visitara la Casa de Santiago; la que vio arrodillados en su suelo a los fundadores San Francisco, Santo Domingo y San Ignacio; la que poseía el don de todas las lenguas y fuero apostólico para perdonar en su propia lengua todos los pecados del siglo; la que formó en el cielo de Europa un camino de estrellas, para testimonio perdurable de su catolicidad; esta nación, en fin, tan noble, tan culta, tan rica y tan cristiana como era en el momento de su vencimiento, ¡fue de pronto sometida espiritualmente y disciplinariamente, a los caprichos de Valladolid!

Veamos, en brevísimos testimonios escritos, el trato que mereció la Iglesia de Galicia bajo la tutela de Castilla.

En 1599 la Junta del Reino de Galicia, a poco de ser creada, tomó el siguiente acuerdo: "... los prelados del Reino, cuales el Arzobispo de Santiago y los Obispos de Lugo, Mondoñedo, Orense y Tuy, no son naturales del Reino, y los naturales, habiendo descendido de los que dotaron y edificaron la mayor parte de las dichas iglesias, se quedan sin predio y por esto no se dan a las letras; que se suplique a Su Santidad mande se provean los dichos beneficios, prebendas y dignidades a los naturales del Reino, que con esto se aplicarán a las letras y a los estudios, para lo que escribe el Reino a Su Santidad y al señor Conde de Lemos." ¿Habrá salido de algún país una queja tan desgarradora como ésta? ¡Bien se ve que Galicia llevaba un siglo de esclavitud espiritual! Pero veamos cómo eran los prelados que nos imponía Castilla, a juzgar por un escrito que el Cabildo Catedral de Santiago dirigió a su Arzobispo don Juan de San Clemente, en 1597: ".., en las misas y vísperas de entre año a que V. S. asiste, se contente con que los ministros de ellos hagan a V. S. las ceremonias, genuflexiones y humillaciones que el Pontífice manda, y no otras". "... considerando la mucha renta de este Arzobispado y la poca que V. S. trae a él de las que tiene en Castilla y Andalucía, muy poca se gasta con los pobres de este Arzobispado, siendo los que más derecho tienen a todo ello". "... así en este Arzobispado, como en el Obispado de Orense, que antes tuvo V. S., se dieron los mejores beneficios de ellos no sólo a los de Reinos extraños, pero a los que penetibus ignoraban la lengua gallega ". "... V. S. después que es Prelado en esta Santa Iglesia (el Arzobispo de Santiago tenía señorío temporal sobre la ciudad) ha dado la mayor parte de los juzgados y merindades a hombres forasteros muy pobres y necesitados y no les da salario ninguno, los cuales, para mantenerse, es fuerza que hayan de sacar su sustento de la sangre de los pobres". ¡Estos eran los místicos que iban a Galicia para poner en orden su Iglesia!

Si los prelados forasteros mantenían celosamente su potestad de señorío en las ciudades, los monjes y frailes que enviaba Valladolid a Galicia, sólo pensaban en acaparar la propiedad territorial y vivir como parásitos del trabajo labriego. "En aquellas casas -dice Murguía, refiriéndose a los monasterios de Galicia-, asilo en otro tiempo de la cultura gallega, pereció cuanto nos era propio. Tenían grandes bibliotecas y perdieron lo principal de, ellas; se hablaba gallego hasta el punto de que todos sus documentos públicos se escribían en esta lengua, y se vio proscrita de unos claustros que habían sido, hasta entonces, los más genuinos representantes del genio de nuestro pueblo". "... a sus hijos no se les apartaba de los cargos por no merecerlos, sino por gallegos; porque nuestros monasterios venían a estar así entregados a los extraños y que nos trataban como tales, extremándose en la renovación de foros, modo de poseer, que desconocían en su país natal, y que modificaron en provecho propio, sin que les doliesen las quejas, ni les importasen las ruinas que iban sembrando, ni siquiera viesen la injusticia cometida. Y he aquí cómo tras la provisión de cargos, que llamarían hoy nuestros adversarios, "triste producto de la estrechez de miras locales" se encerraba otra más importante: la de la posesión de la tierra en un país en donde toda ella, o casi toda, estaba en poder de aquellas dos poderosas Ordenes" (las de San Benito y de San Bernardo).

Lo que dice Murguía se justifica con sólo leer un acuerdo tomado por la Junta del Reino de Galicia en el año 1633: La Junta se queja de que los monjes vivan adscriptos a la Audiencia, como abogados, para defender exclusivamente sus pleitos, "en lo que los pobres sufren opresión y molestia". Pide la Junta que los religiosos no tengan tanta jurisdicción seglar y que "se recojan a sus conventos y no anden vagando con tanta libertad y escándalo". Se queja la Junta de que los clérigos forasteros sigan acaparando las rentas eclesiásticas, "que atesoran y juntan para llevar a sus tierras", habiendo en el país tantos sacerdotes pobres, virtuosos y letrados. Dice la Junta que "por cuanto las más de las haciendas de Galicia son de foros de enfiteusis eclesiástica", no se le saquen las tierras a quienes las trabajan, para quedarse con ellas o darlas a un tercero, siendo así que "por nuestra ley-están obligados a renovar los contratos, como se hace y respeta en Portugal", etc.

Bien decía el Padre Sarmiento en el siglo XVIII: "No ha sido buena reforma el hurtar los prioratos a Galicia para pasar sus rentas a Castilla. ¿Cuántas rentas de Castilla pasaron a Galicia? En toda reforma superficial siempre Galicia ha cargado con el mochuelo. Con la reforma de Valladolid se inundaron los monasterios de Galicia de castellanos...' Casi todos los abades eran extraños. No pocos de estos abades desaforaron la religión y aforaron los bienes... que llevaron sobrinos consigo a Galicia como al país de la cucaña".

Y para cerrar esta lista de cargos contra la dictadura eclesiástica de Valladolid, citaremos un escrito del año 1824, cuando aún estaba caliente la sabiduría de dos monjes gallegos, el P. Feijóo y el P. Sarmiento, que amando tanto a su tierra no les fue posible vivir en ella. - A una petición del Abad Prior de Sobrado, pidiendo autorización para consagrar a doce monjes en aquel monasterio, se recibió de Valladolid la siguiente contestación, dada por el General Reformador de la Orden: Que según "el equitativo reparto correspondiente al presente estado, deberá ser: cinco de la porción de Castilla la Vieja, cuatro de la de .Castilla la Nueva, dos de la de Galicia y un riojano...". Al cabo de tres siglos de calculada opresión, aún era equitativo nombrar solamente dos gallegos por nueve castellanos para un monasterio de Galicia ...

Y como ninguna otra nación de la Península sufrió tan continuado y perverso rigor, y como el pueblo que más se diferencia de Castilla sigue siendo Galicia, no creemos que sea vana esta lección de historia, que damos a los que fingen ignorar el hecho gallego.

Tengo a la vista un reciente libro de Fr. Aureliano Pardo, "Los Dominicos en Galicia" (Santiago de Compostela, 1939), que proclama, sin ambages, el recóndito resentimiento de todos los monjes y frailes gallegos. Y de esta obra vamos a extraer algunas noticias.

Los dominicos gallegos constituían una provincia separada, que más tarde se convirtió en "Vicariato de Nación, o de Reino, Privilegiado". Por un decreto pontificio de 1423 se ordenó la restauración de la Provincia gallega; pero en seguida se sublevaron los Conventos del resto de España, " máxime los castellanos, porque se les iba el Estudio General de Salamanca para Santiago, rehusando obedecer las órdenes del Papa". Los frailes castellanos amenazaron con privar a los gallegos de la "margarita de la ciencia", amenazando con no admitirlos en el Estudio de Salamanca. Y a tal extremo llegó la rebeldía de los Conventos de León y Castilla, que el Papa tuvo a bien revocar su decreto. No desapareció con este triunfo la furia de los "frailes turbulentos", que atacaron al Provincial que había favorecido el deseo de los gallegos, "llevando las acusaciones a extremos inverosímiles, que delataban un odio verdaderamente satánico". No hay para qué decir cómo el Vicariato de Galicia se convirtió muy pronto en un mito, pues el General de la Orden dispuso que no pudieran ejercer el cargo de Vicario los frailes hijos de Galicia o afiliados en alguno de sus Conventos, y, además, no tenían derecho a elegirlo. Todo esto tenía un precedente en otra suplantación ordenada por los Reyes Católicos, quienes, en instrucción del año 1493, dicen al Embajador en Roma y, al mismo tiempo, Gobernador de Galicia: "Procuraréis la reformación de los Monasterios del Reino de Galicia, y facultad para remover sus personas y poner otras en su sitio". También los Provinciales se designaban con artimaña: un hijo de Salamanca, otro de Valladolid, otro de los demás Conventos juntos, y así sucesivamente. Resultó que en 426 años "no se ha tomado para Prior Provincial a ningún hijo de la Nación de Galicia".

La reforma de los Conventos en el siglo XV fue calamitosa para los de Galicia, pues sólo se pensó "en engrandecer los de la meseta castellana a costa de los gallegos". La táctica venía impuesta por los Reyes Católicos, cuando éstos suprimían los más ricos Monasterios de Galicia para aplicar sus grandes rentas a los Monasterios de Castilla "para que tengan hijos estudiantes y haciendas con que los sustentar", según declaraban los piadosos reyes.

En cuanto a los gastos que ocasionaban los Vicarios advenedizos en sus frecuentes visitas, dice el Padre Anca: "En el Libro de gastos de Santiago se ven partidas que a no confundir los vicios con las virtudes y dar este nombre a aquéllos, acreditan muy poco la decantada religión de los hijos de Valladolid y Salamanca". Aparte de las visitas frecuentes e injustificadas de los Vicarios, también solían abusar de ellas los Provinciales "saliendo demasiado caras". En fin, "con lo que se derrochaba en idas y venidas continuas de Vicarios y Priores de los Conventos de Castilla y de León, y en sostener un Vicariato que no resultaba beneficioso sino para los que lo usufructuaban y disponían de sus altos cargos, había de sobra para implantar y conservar con todo rumbo una buena Casa de Estudios, si se quisiera proceder en justicia".

La enseñanza en los Conventos dominicos de Galicia existió desde su fundación, con Estudios Generales desde el año 1250, "hasta que la infausta reforma del tiempo de los Reyes Católicos vino a cortarle de raíz". "Esto era lo de menos -dice Fr. Aureliano Pardo- para quienes, al amparo de la regia protección, atropellaban por todo, a cambio de que todo -estudios, grados, honores, dignidades y riquezas - afluyesen y se estancasen en los Conventos de León y Castilla." Y dice el P. Anca: "... cuando antes había en estos Conventos muchos Doctores y Maestros en Teología, empezaron luego a ser tan escasos que en tiempos no hubo ninguno; al paso que crecían en otros Conventos, echando mano de los hijos de Galicia, a quienes prohijaban y hacían suyos antes de elevarlos". El hecho lamentable de la supresión de la enseñanza en los Conventos de Galicia coincidió con la aparición del Siglo de oro castellano que para nosotros fue Siglo de Hierro, pues los hijos de Galicia se veían obligados a mendigar una plaza de estudiante en alguno de los Conventos extraños, afiliándose a cualquiera de ellos si deseaban tener personalidad y ejercer en la cátedra sus dotes de ingenio.

"De poco servía que hubiese noviciado en algunos Conventos gallegos si no había Casa de Estudios para dar carrera a los novicios." Es cierto que en 1555 se creó la Cátedra de Teología en la Universidad compostelana; "pero los catedráticos tenían que venir de fuera, porque el Vicariato de Galicia, sin Casa de Estudios, no podía proporcionarlos ".

Al Vicariato de Galicia se le suprimió la Casa de Estudios cuando se multiplicaban sin necesidad y con exceso en otras partes. A pesar de que los Conventos gallegos constituían una octava parte de todos los de España y vivían aislados de Castilla por fronteras naturales, no contaban para su instrucción con una sola Casa de Estudios. "En el año 1615 eran 17 las casas en donde se cursaban artes y teología: una en Navarra, donde no había más que cuatro Conventos; dos en Extremadura, donde había seis; catorce en los Reinos de León y Castilla, que representaban menos de la mitad de los ochenta y siete de la Provincia. Galicia, con doce Conventos, todos prioratos, ¡¡¡quedaba al margen, a fin de que resplandeciera mejor la justicia distributiva!!! ... ". Sólo a fines del siglo XVII recobró Galicia la Casa de Estudios que le fuera suprimida, después de un larguísimo pleito y gracias a una donación del Arzobispo de Toledo, don Baltasar de Moscoso, que era gallego y no de la Orden. Y con la implantación de la Casa de Estudios, la Cátedra de Teología de la Universidad de Santiago fue siempre desempeñada por dominicos gallegos que dieron prestigio a la Orden.

Hacemos gracia de otros muchos hechos recogidos en el alegato de Fr. Aureliano Pardo, que cualquier hombre civil o religioso de Galicia, aunque no sea dominico, tiene derecho a escribir contra la hegemonía de Castilla. Tan de viejo vienen los resentimientos gallegos, que podemos exhibir un testimonio del año 1814, cuando Galicia se vio limpia de franceses, gracias a su heroísmo, y sin contacto con el Centro de España. Entonces, Fr. Manuel Alvariño, catedrático de Prima en la Universidad de Santiago, lanzó una proclama que terminaba con el siguiente párrafo: "Ahora bien, Dominicos, hermanos míos, hijos de los Conventos de Galicia, Dios por un efecto de su altísima Providencia os ha traído por las puertas una ocasión oportuna para salir de la infame condición de puros tributarios y de meros esclavos de los mencionados ocho Conventos de Castilla que os tienen atados al carro de su soberbia, de su ambición Y de su codicia de 426 años a esta parte. Procurad, pues, desengañados ya por la experiencia, aprovechar esta ocasión que Dios os envía para romper el yugo de esclavitud que tienen impuesto sobre vuestra cerviz, y que tanto os degrada y hace gemir. De este modo no volverá a sonar en vuestros oídos aquel dicho oprobioso: que "sois hijos de una Nación envilecida por naturaleza." 
Si hemos sacado a relucir esta cuestión eclesiástica para desengañar a los gerifaltes del nuevo imperialismo castellano, que ya no son religiosos sino laicos, es porque fue la Iglesia estancada en el Centro de España quien tomó a su cargo el aniquilamiento de las esencias espirituales de Galicia. Por otra parte, nosotros vemos cómo en el fondo de las intenciones laicas late la misma soberbia de los agentes eclesiásticos de Castilla. Y por eso, en donde decimos "Convento" y "Monasterio" bien puede entenderse "Escuela", "Instituto" y "Universidad".

Galicia jamás será castellana, como Castilla jamás será gallega, y si al cabo de cuatro siglos y medio de política absorbente no se ha logrado la castellanización de Galicia, hora es ya de renunciar a ideas descabelladas.

Buenos Aires, febrero de 1946.

Fuente: Galeuza, Madrid, Akal, 1976, pp. 77-87. 

{slilder Un antecedente del federalismo en Galicia (1946)}

Un antecedente del Federalismo en Galicia

Reproducimos dos artículos de Pablo Pérez Costanti ("Notas viejas galicianas". Vigo, 1926, T. II, páginas 395-404), en donde el lector puede comprobar, no sólo las ansias autonomistas de Galicia, sino su deseo de vivir unida a los demás pueblos peninsulares, bajo las condiciones establecidas en un pacto federal. Así podrá verse cómo Galicia se apresuró a ejercer el "derecho de iniciativa" al advenir la primera República y cómo la actitud galleguista actual responde a una vieja y sentida aspiración.

LOS SANTIAGUENSES PROYECTANDO LA REORGANIZACION DE GALICIA EN 1873

A los pocos días de haberse decretado por las Cortes la República como forma de gobierno en Es ~ surgió en Santiago el pensamiento de crear un "centro de iniciativa para la nueva organización de Galicia".

En una magna reunión popular celebrada al efecto en las Casas Consistoriales, el 22 de junio de 1873, el alcalde don José Sánchez Villamarín, que la presidía, hizo ver que aquella nueva forma de gobierno entrañaba en nuestras instituciones políticas y en la constitución administrativa y económica del país, profundas y radicales reformas; que la federación obedecía al principio de unir, en las diferentes esferas de la vida social, a todos los pueblos ligados por la homogeneidad de sus intereses morales o materiales, a fin de que pudieran desarrollarse libremente y con entera independencia de otros pueblos, separados por la naturaleza, diferentes por su historia o por sus costumbres; que por estas consideraciones, los pueblos mismos eran los que debían tomar la iniciativa en el examen y estudio de todas las cuestiones que se refieren a su nueva constitución, ya para ofrecer al poder central soluciones concretas, que éste conociese las aspiraciones de cada región; que Galicia, dotada de todos los elementos necesarios para tener vida propia y aislada del resto de la Península, por sus condiciones topográficas, debía aspirar a constituir un Estado dentro de la Federación, puesto que la anexión de otras provincias, fundada tan sólo en una razón geográfica, no se avenía ni con los intereses públicos ni con los económicos de nuestro suelo; que en nombre de Galicia, a cuya prosperidad y engrandecimiento había encaminado sus esfuerzos, invocaba el patriotismo de todos, para que, deponiendo sus diferencias políticas y aceptando la forma federativa, prestasen su eficaz concurso y contribuyesen activamente a la realización de este pensamiento.

Puesta luego a debate la siguiente proposición: "¿Conviene ejercer el derecho de iniciativa a fin de consolidar el principio federativo sobre bases estables y duraderas?", y significándose en la discusión sostenida, entre otros, por los señores don Pedro Pais Lapido, don Alfredo Vicenti y don Pablo González Munin, el deseo de que se estableciese una fórmula común a todas las tendencias representadas en la reunión, para que de este modo quedasen a salvo las opiniones respectivas, fue aprobada unánimemente la aludida proposición en estos términos: "Una vez planteada en España la forma republicana federal, conviene ejercer el derecho de iniciativa en la organización político-administrativa de nuestro territorio". Para realizarlo nombróse un centro directivo con poderes amplios, bajo la presidencia del señor Sánchez Villamarín, cuya firma figura a la cabeza de los quinientos cuarenta y cinco que aparecen suscribiendo el acta de la citada reunión. (Documento que original, con otros no menos "curiosos" relativos al asunto, guárdase en la sección de "Asociaciones" del archivo municipal de Santiago.)

El Directorio, que celebraba sesiones todos los días, nombró comisiones varias para el mejor funcíonamiento del mismo, formó un reglamento, y publicó -distribuyéndolo por toda la región -un manifiesto "A Galicia", cuyos primeros párrafos decían: "... Los pueblos que, bajo el protectorado del pasado régimen, y en fuerza del principio centralizador que entonces dominaba, recibían las instrucciones creadas por el poder central, están llamados a ejercer una poderosa influencia en la organización de las nuevas instituciones. La autonomía de las regiones departamentales constituidas bajo la base de la comunidad de sus intereses y la creación de un conjunto armónico que, sin romper los lazos de la común nacionalidad, permita el libre desarrollo de los pueblos con independencia de otros separados por la naturaleza o diferentes por su historia o por sus costumbres, son los principios sobre que descansa la federación...

Abiertos están los senderos de la legalidad a la manifestación libre de todas las aspiraciones; abocadas a su resolución las grandes cuestiones que entraña el principio federativo. Dentro del dilatado círculo que aquélla nos concede, despleguemos con energía y constancia nuestra actividad, para que la transformación política se realice en armonía con lo que reclaman los elementos vitales de nuestro país. Si es grande y sublime el sacrificio que se hace en nombre de una idea, noble y sagrado es el holocausto que se ofrece en los altares de la patria."

Termina el largo manifiesto con estos párrafos:

No enarbolamos ninguna bandera política. Nuestra empresa no es servir la causa de ningún partido, sino la causa del país gallego... Bajo los anchos pliegues de nuestra enseña, no sólo caben, sino que aspiramos a que militen y tengan representación, todas las categorías, todas las clases, todos los partidos, todos los intereses. Hoy es nuestra misión iniciar las reformas convenientes para la nueva organización política, administrativa y económica de Galicia. Mañana, tal vez, se encaminarán nuestros esfuerzos a contener las desbordadas pasiones de turbulentas demagogias o a defender, bajo otro régimen político, los mismos intereses, si en el regenerador torbellino de los tiempos que corremos, el azar ata los hilos de nuestra pasada historia".

"Nuestra obra se presentará, sin duda, por su magnitud a los ojos de algunos, como una brillante utopía. La unión es la fuerza; la fe, el vigoroso soplo que nos impulsa a la realización de las grandes ideas. Unámonos con fe, estrechemos nuestras filas bajo el lema de la patria. Si nuestras esperanzas son defraudadas, nos quedará en la conciencia la satisfacción de haber sido inspirados por un sentimiento generoso; si el éxito corona nuestros afanes, un nuevo sol de prosperidad bañará con sus vivificantes rayos esta querida tierra gallega, y las- generaciones venideras bendecirán con fervoroso entusiasmo a los que hayan contribuido a condensar su luz."

Fechado este documento en Santiago a 27 de junio de 1873, suscríbenlo : "J. S. Villamarín, presidente; Vicente M. de la Riva, vicepresidente; Antonio Casares, vicepresidente. Joaquín Rodríguez Ferreiro, José V. Loureiro, Bernardo A. Portela Pérez, Manuel Pereiro, Ramón Fraga, Olimpo Pérez, Alfredo Vicenti Rey, Manuel Vázquez Acevedo, Esteban Quet, Ramiro Rueda Neira, Domingo Rodríguez Yáñez, Melchor Salvá, José Portela García, Pablo González Munin, vocal secretario, Pedro Pais Lapido, vocal secretario.

Recibiéronse adhesiones -algunas muy entusiastas- de Ayuntamientos y de diputados a Cortes por Galicia; y aceptóse por el Centro, como un trabajo básico para el fin que perseguía, el plan de hacienda cantonal, redactado a raíz de la revolución de 1868, por el señor Sánchez Villamarín. Mas, cuando a últimos de julio de 1873, se trataba de celebrar un congreso regional para discutir las bases de las reformas que se consideraban convenientes... el Centro enmudeció. Sin duda, ello pudo obedecer especialmente a la disparidad de criterios en el seno del Directorio.

El pensamiento acogido con tanto entusiasmo el 22 de junio de 1873, no pasó de "brillante utopía".

ALGUNAS OPINIONES SOBRE LA INTENTADA REFORMA POLITICA DEL PAIS GALAICO

Declarado en aquella magna reunión popular celebrada en Compostela el 22 de junio de 1873, que, una vez planteada en España la forma republicana federal, convenía ejercer el derecho de iniciativa en la organización político-administrativa de nuestro territorio; y constituido, para realizarlo, un centro con poderes amplios, dirigióse un manifiesto "A Galicia" (que reseñado queda en el artículo anterior).

Todas las entidades y corporaciones debían tener representación en dicho Centro, porque, como decía el presidente don José Sánchez Villamarín, en comunicación dirigida al vicario capitular de esta Archidiócesis (S. V.): "... Al bien de Galicia consagramos exclusivamente nuestros esfuerzos y no dudamos que en tan noble empresa habrán de prestarnos ayuda todas las clases, contribuyendo a difundir nuestro pensamiento y robusteciendo con su concurso nuestros medios de acción" - a lo que contestó muy discretamente aquella autoridad eclesiástica, en estos términos:

"Dada la nueva forma de gobierno que nos rige, y en la hipótesis de que nuestra Galicia constituya uno de sus principales cantones federados, no puedo menos de reconocer que es muy laudable y patriótico el pensamiento que ha inspirado la reunión de los vecinos -de esta ciudad y la creación de un Centro de iniciativa, compuesto de personas tan recomendables; y no sólo lo creo así, sino que considero como un deber ineludible el que todos le secundemos y le prestemos el apoyo que nos sea dable en bien de esta Galicia tan rica en elementos de prosperidad como pobre en protección."

"Resuelto, pues, a unir mis escasas fuerzas a las del Centro de iniciativas para la mejor ejecución de tan noble empresa, me permito, sin embargo, someter al ilustrado criterio de las dignísimas personas a quienes me dirijo, una observación que, aunque de pura forma, considero de importancia y de conveniencia local."

"La situación excepcional de que se encuentra la Iglesia española ante la República federal, en cuyos principios fundamentales parece entra el de separarla del Estado, privándola por este medio, de la representación social que no niega a todas las demás clases la odiosidad mutua que engendran siempre las diferentes banderías políticas que desgraciadamente nos dividen, y el pretexto que de ellas ha de tomar la rivalidad local inherente a la nueva constitución de toda región federativa, me induce a creer que el Clero no debe o no conviene que preste su cooperación al pensamiento que nos ocupa, como clase, sino en concepto de simples ciudadanos."

El diputado de las Constituyentes don Leocadio Cacho, decíale al presidente del susodicho Centro de iniciativas en 18 de julio: "... Honra muchísimo a Galicia ser la iniciadora de cuestiones trascendentales, como la que usted y sus dignos compañeros proyectan; y yo me considero muy honrado con aceptar la invitación que usted me dirige. ¡Ojalá siguieran tan cuerdo pensamiento las demás provincias de España que fían más en la fuerza y violencia que en la razón y el derecho! ¡Ojalá pensasen más, los que se ocupan en política, que la riqueza y bienestar de los pueblos sólo se alcanza por el trabajo, el orden y el estudio constante de sus necesidades, y no por la agitación y la anarquía de los hombres y de las ideas! ¡Con cuánto desconsuelo vemos -los que hemos propagado y sostenido por convicción los principios federales- el extravío de nuestras doctrinas, las ambiciones que se han desarrollado a su sombra, y el desconcierto en que nos hallamos por la conducta intransigente de los que se llaman nuestros amigos y por la actitud hostil de todos los partidos que desconocen nuestras doctrinas y no consienten un ensayo formal y pacífico de la federación! "

"¿Qué locura nos domina a todos para vivir en continua y violenta lucha que desgarra la patria y postra y aniquila nuestras fuerzas?"

"Pero no lamentemos nuestros males, olvidando su remedio... Tienen la obligación sagrada de concertarse y unirse los hombres honrados de todos los partidos para sostener los principios fundamentales de la sociedad; y aceptando como necesidad absoluta de las circunstancias la descentralización, plantear con ella en el Municipio y la Provincia, aquellas mejoras administrativas y económicas que sean precisas y armonicen con las necesidades de Galicia, con sus costumbres y con sus aspiraciones para el porvenir ... "

Don Joaquín de la Fuente, de Vigo, acoge con fruición el manifiesto dirigido a Galicia, lamentando "que los hombres que se llaman republicanos-demócratas, lo hayan visto con desdén y hasta hayan querido ver una ofensiva alusión en lo que, hablando de las pasiones turbulentas de las demagogias, se expresa con tan buen tino como elocuencia en el párrafo noveno de dicho manifiesto". Y añade: "A mí no me sorprende esto porque hace muchos años que tengo aprendido que el partido Demócrata en España es llamado así por su origen, por su razón de ser forzosa y práctica, pero no por su manera de ser especulativa. Así estamos viendo todos los días, que el que cambió la chaqueta por el frac, ha sido el mayor déspota y enemigo de la misma clase de que ha renegado. La verdadera democracia, si existe en España, es en la clase labradora, en esa clase noble y digna que nunca renegó de su origen, y siempre, como la sardina, sirvió y sirve de pasto y alimento para los tiburones y demás peces gordos, y ella nunca se alimenta más que del fango. Por estas consideraciones, creo que el gran pensamiento que encierra el manifiesto, hará más y mejor efecto en las poblaciones rurales, en las cuales se precisa hacer alguna propaganda, a que me comprometo gustoso."

Llegaron a darse diferentes interpretaciones a los propósitos del Centro, queriéndoselos desviar de su verdadero cauce. Y ante cierta propaganda cantonal realizada en algunas de las provincias gallegas, pudieron ahondarse discrepancias y aun surgir antagonismos; contribuyendo todo ello a desalentar a los que, sinceros y leales, laboraban con entusiasmo, sin más guía que un ferviente amor a Galicia. Bien pronto fueron esos los primeros desengañados.

Fuente: Galeuza, Madrid, Akal, 1976, pp. 103-110.

"Alba de Groria" (Alfonso R. Castelao, 25 de julio de 1948)

Alba de Groria

Miñas donas e meus señores:

SI NO ABRANTE d-este día poidéramos voar sobor da nosa terra e percorrela en todas direicións, asistiríamos á maravilla d-unha mañán única. Dende as planuras de Lugo, inzadas de bidueiros, té as rías de Pontevedra, oureladas de piñeraes; dende as serras nutricias do Miño o a gorxa montañosa do Sil, até a ponte de Ourense, onde se peitean as augas d-entrambos ríos; ou dende os cabos da costa brava da Cruña, onde o mar tece encaixes de Camariñas, até o curuto do monte de Santa Tegra, que vence coa súa sombra os montes de Portugal, por todas partes xurde unha alborada de groria. O día de festa comenza en Sant-Iago. A torre do reló tanxe o seu grave sino de bronce para anunciar un novo día, e de seguida comeza unha muiñeira de campás, repinicada nas torres do Obradoiro, que se comunica a todol-os campanarios da cibdade. Pero hoxe as campás de Compostela anuncian algo máis que unha festa litúrxica no interior da Catedral, con dinidades mitradas e ornamentos maravillosos, de brocados e ouros, con chirimías e botafumeiro, capaz de dar envexa á mesma Basílica de Roma. Hoxe as campás de Compostela anuncian unha festa étnica, filla, tal vez, d-un culto panteista, anterior ao cristianismo, que ten por altar a terra nai, alzada simbólicamente no Pico Sagro; por cobertura o fanal inmenso do universo; e por lámpara votiva, o sol ardente de xullo, o sol que madura o pan e o viño eucarísticos. Por eso a muiñeira de campás, iniciada en Compostela, vai rolando por toda Galiza, de val en val e de coto en coto, dende os campanarios pimpantes da veiramar até as homildes espadañas da montaña. E o badaleo rítmico das campás -de todal-as campás de Galiza en leda algarabía- semella o troupeleo dos cabalos astrales, que veñen pol-a vouta celeste, turrando co carro de Apolo, que trai luz e calor ao mundo en sombras. Hoxe é o Día de Galiza, e así comenza.

Así dá comenzo a solemnidade d-este día; a Festa maor de Galiza, a Festa de todol-os galegos. Pero ninguén pode sentila, coma nós, os emigrados, porque en tal día coma este revivien as lembranzas acuguladas, e coa moita destancia agrándase o prodixio da patria. Hoxe a nosa imaxinación anda por alá, en festa de saudades, escoitando as cántigas montañesas e mariñeiras que van para Compostela, vendo o noso país embandeirado de azul e branco, con músicas, gaitas, pandeiros, aturuxos e foguetes... E dispóis de evocar o repique matutino das campás -mal ou ben, ao xeito de Otero Pedrayo-, eu podía evocar igoalmente, todol-os lances xubilosos d-este día, hora a hora, minuto a minuto. Pero ¡cómo se tornan tristes as alegrías evocadas lonxe da patria! ¡Cómo doen as ledicias arrincadas do recordo da nosa mocedade! E cómo para min é certo o que dixo o mellor poeta da nosa estirpe:

Sen tí perpétuamente estou pasando 
Nas maores alegrías, maor tristeza

Non; é moito mellor evocar algo irreal, algo puramente imaxinario, algo que co seu simbolismo nos deixe ver o pasado para proveito de futuro, como unha boa esperiencia. Podemos imaxinar, por exemplo, unha Santa Compaña de inmortaes galegos, en interminabel procesión. Alí veremos as nobres dinidades e os fortes caraiteres que dou Galiza no decorrer da súa Hestoria. Verémolos camiñar en silenzo, coa faciana en sombras e o mirar caído na terra dos seus pecados ou dos seus amores, agachando ideias tan vellas que hoxe nin tansiquera seríamos capaces de comprender, e sentimentos tan perennes que son os mesmos que agora bulen no noso corazón. Algúns verémolos revestidos con ricos panos e faiscantes armaduras; pero os máis d-eles van descalzos e nús, cos osos prateados pol-o fulgor astral.

Ao frente de todos vai Prisciliano, o heresiarca decapitado, levando a súa propia caveira n-unha arqueta de marfin e afincándose n-un longo caxato, que remata coa fouce dos druidas, a modo de báculo episcopal. Siguen a Prisciliano moitos adeptos, varóns e mulleres. Detrás veñen dous magnates, que cicáis sexan: Teodosio, o grande Emperador de Roma, e San Dámaso, o Sumo Pontífice da cristiandade, seguidos ambos por unha hoste de soldados i ecresiásticos. Ollamos dispóis unha ringleira de mortos escrarecidos, que portan os atributos da súa dinidade ou da súa profesión. Alí distinguimos á virxe Eteria, a escritora pelengrina, con túnica de branco liño e camiñando con arfado compás. Ao hestoriador Paulo Orosio, discípulo de San Agostiño, que marcha pensatibre, c-un rolo de pergameos na man. Ao bispo e cronista dos tempos suevos, a Idacio, que alumea o camiño c-unha lámpara de bronce. A San Pedro de Mezonzo, o autor da Salve Regina Mater -o cántico e oración máis fermosa da Eirexa-, c-unha fragante azucena nos beizos. Ao fundador San Rosendo, que sostén litúrxicamente a custodia do noso escudo tradicional. E moitos, e moitos máis, que é dificultoso recoñecer. Logo vemos ao primeiro Arzobispo de Compostela, o gran Xelmírez, revestido de pontificial, con aurifulxente cortexo de mitrados e coengos. Após do perlado ven Alfonso VII, o Emperador, con cetro na destra, espada na sinistra e coroa de ouro e pedraría nas sens. Siguen ao Emperador: o Conde de Traba, seu aio, e demáis bultos da soberba feudal de Galiza. Ollamos dispóis aos monxes letrados, en longa fileira, con velas acesas e libros abertos. Ven detrás o mestre Mateo, o Santo dos Croques, co Apocalipsis debaixo do brazo, encabezando unha grea de arquiteitos e imaxineiros, que portan as ferramentas das súas artes. De seguida aparece unha moitedume de xograres e trovadores, en mistura de tipos e atavíos. Algúns semellan ter sido monxes; outros calzan esporas de ouro, en sinal de que foron cabaleiros; pero os máis d-eles van esfarrapados, con vellas cítaras, laúdes e zanfoñas ao lombo. Alí recoñecemos a Bernaldo de Bonaval, a Airas Nunes, a Eanes do Cotón, a Pero da Ponte, a Pero Meogo, a Xohán de Guillalde, a Meendiño, a Xohán Airas, a Martín Codax, a Paio Gómez Charino, a Macías, a Padrón, e moitos máis, todos con lume no peito. Non tardan en aparecer as dúas belidas e infortunadas irmáns, Inés e Xohana de Castro, a que reinou en Portugal dispóis de morta e a que foi raiña de Castela n-unha soia noite morna de vran, como dúas rosas de prata as coroas do seu efímero reinado. Veñen de seguida os moitos varóns altaneiros de Galiza, os señores feudales, que non souperon vivir en paz nin consigo mesmos, todos eles montados en bestas negras, dende Andrade, o Bó, seguido por un porco montés -símbolo totémico da súa casa-, até o valente Pedro Madruga, que leva o puñal da traición espetado nas costas. Como grupo singular destácase o Mariscal Pardo de Cela, xunto cos seus compañeiros de martirio inxustamente decapitado, que sosteñen con entrambas mans as propias cabezas, aínda frescas, que deitan sangue e piden xusticia. Tamén ollamos unha boa representación do feudalismo ecresiástico, e n-él distinguimos aos tres Arzobispos Fonseca, pai, fillo e neto, seguidos por unha mula cangada coas obras de Erasmo. E detrás de tanto señorío feudal ven a pé o seu mellor cronista, Vasco da Ponte. De seguida recoñecemos a impoñente tropa dos irmandiños, que arrastran cadéas, con bisarmas e fouces mangadas en paus, levando por abandeirado a Rui Xordo, que sostén en outo un facho de palla acesa e fumeante.

Eiquí comeza a decaer a categoría do fúnebre cortexo, como decae Galiza ao trocarse en povo vencido e subordinado. Pero sigue dando individualidades, como Sarmiento de Gamboa e os Nodales, que camiñan xuntos, portando astrolabios, atlas e cunchas estranas; o filósofo escéptico, Francisco Sánchez, con muceta de Doutor; os Virreis de Nápoles e das Indias, Conde de Lemos e Conde de Monterrei, que serviron lealmente a quen non merecía ser servido por ningún galego; os tres grandes Embaixadores filipescos, Zuñiga, de Castro e Gondomar, que inútilmente derrocharon talento, sabiduría e artes diplomáticas; os escultores Moure e Ferreiro, xunto cos arquiteitos Andrade e Casas e Nóvoa, que ceibaron de cadeas a nosa orixinalidade oprimida; o P. Sarmiento e o P. Feixóo, que remediaron o retraso cultural de España coa súa poderosa erudición e o seu xenio enciclopédico. Ven axiña Nicomedes Pastor Díaz, coa súa lira de nacra, abrindo a renascencia literaria de Galiza e seguido pol-os poetas Añón, Rosalía, Curros, Pondal, Ferreiro, Lamas, Amado Carballo, Manoel Antonio e tantos outros, todos con estrelas sobor das súas frentes; os hestoriadores Vicetto, Murguía e López Ferreiro, os patriotas Faraldo e Brañas, a pensadora Concepción Arenal, a escritora Pardo Bazán, e por fin o gran Don Ramón, ainda non ben descarnado...

Acabo de citar uns cantos bultos da Santa Compaña de inmortaes galegos, uns cantos nada máis, porque nos dous mil anos da nosa hestoria, os bultos cóntanse por milleiros.

Dí Oliveira Martíns que ha Hestoria non hai máis que mortos e que a crítica hestórica non é un debate, senón unha setencia. Pero todos sabemos que os mortos da Hestoria reviven e mandan sobor dos vivos -moitas veces desgraciadamente-, como todos sabemos que a mellor sentencia é a que se da dispóis d-un debate. Por eso eu gosto de poñer a debate a nosa Hestoria, non a nosa Tradición, porque si ben é certo que se pode compor unha grande Hestoria de Galiza con soio recoller as crónicas dos seus grandes homes, tamén é certo que ningún d-eles, nin todos xuntos, foron capaces de erguer a intransferibel automomía moral de Galiza á categoría de feito indiscutibel e garantizado. Afortunadamente, Galiza conta, para a súa eternidade, con algo máis que unha Hestoria fanada, conta c-unha Tradición de valor imponderabel, que eso é o que importa para gañar o futuro.

Cando a Santa Compaña de inmortaes galegos, que acaba de pasar por diante da nosa imaxinación, se perde espesura d-unha foresta lonxana, con esa mesma imaxinación veremos xurdir do Humos da terra-nai, da terra, da nosa terra, saturada de cinzas humáns, unha infinida moitedume de luciñas e vagalumes, que son os seres innominados que ninguén recorda xa, e que todos xuntos forman o substractum insobornabel da patria galega. Esas ánimas sen nome son as que crearon o idioma que en que eu vos estou falando, a nosa cultura, as nosas artes, os nosos usos e costumes, i en fín, o feito diferencial de Galiza. Elas son as que, en longas centurias de traballo, humanizaron o noso territorio patrio, infundíndolle a todal-as cousas que na paisaxe se amostran o seu propio esprito, co que pode dialogar o noso corazón antigo e panteita. Elas son as que gardan e custodian, no seo da terra-nai, os legados múltiples da nosa tradición, os xerms incorruptibeis, da nosa futura hestoria, as fontes enxebres e purísimas do noso xenio racial. Esa moitedume de luciñas representa o pobo, que nunca nos traicionou, a enerxía coleitiva, que nunca perece, i en fín, a espranza celta, que nunca se cansa. Esa infínda moitedume de luciñas e vagalumes representa o que nós fomos, o que nós somos e o que nós seremos sempre, sempre, sempre.

Velahí o que eu quería dicir n-este Día de Galiza, en loubor da nosa Tradición, por riba da nosa Hestoria, a todo-los galegos que residen n-esta terra que para nós é a segunda patria. E nada máis, amigos e irmáns.

Que a fogueira do esprito siga quentando as vosas vidas e que a fogueira do lume nunca deixe de quentar os vosos fogares.

Alfonso R. Castelao, 25 de julio de 1948

Principios mínimos de la Unión do Pobo Galego (1964)

Principios mínimos de la Unión do Pobo Galego. 1964

1. Galicia es una nación y como tal tiene derecho a la autodeterminación.

2. El pueblo gallego ejercerá el poder en Galicia.

3. Los medios de producción, distribución y crédito pertenecen al pueblo.

4. La colectivización del agro comenzará con una etapa cooperativa, como fase previa a formas más desarrolladas de socialización.

5. La pequeña empresa y la industria artesana serán concertadas en unidades productivas superiores.

6. La gran empresa capitalista será socializada de un modo inmediato.

7. La organización administrativa del campo gallego tendrá por núcleos las agrupaciones tipo Parroquia, que se integrarán en la Comarca. El territorio urbano será administrado por Ayuntamientos, compuestos de Distritos.

S. La educación estará al servicio del pueblo.

9. El idioma oficial de Galicia será el gallego, de enseñanza obligatoria.

10. La liberación nacional gallega no descarta el vínculo federativo de Galicia con los demás pueblos de la Península.

Fuente: "UPG. Unión do Povo Galego. Un frente que se propon a todo los galegos que aceiten os seguintes 10 principios m,nimos", Terra e Tempo (Santiago de Compostela), 1965, n.º 1. (Este portavoz de la UPG en realidad empezó a imprimirse en México.) (Traducción: J. Beramendi.)

{slilder Declaración de principios del Partido Saocialista Galego (PSG) (1974)}

Declaración de principios del Partido Socialista Galego (PSG). 1974

[...] El PARTIDO SOCIALISTA GALEGO es una organización política que lucha por la conversión de Galicia en una sociedad socialista, es decir, por la construcción de una sociedad socialista para y por el pueblo gallego [...]

El P.S.G. define su concepción de Galicia en los siguientes puntos:

2.1. Galicia es una nación, o sea, un país dotado de una personalidad propia en los órdenes territorial, antropológico, socioeconómico y cultural; una comunidad definida históricamente por un territorio, una estructura económica, un idioma y una cultura propios y singulares.

2.2. La sociedad gallega es una sociedad subdesarrollada [...] 
2.3. Galicia es un país sometido a relaciones colonialistas en los planos económico, cultural y político. El instrumento primordial de opresión colonialista de Galicia, que dura ya cinco siglos, es el Estado centralista español. El colonialismo y la explotación de clase son dos fenómenos inseparables en el ser social de Galicia.

Como consecuencia de lo anterior, el PS.G. afirma:

3.1. Autodeterminación: el pueblo gallego tiene derecho a la autodeterminación política y, por tanto, a ejercer el poder constituyente que formalice las instituciones políticas adecuadas para su autogobierno.

3.2. Anticapitalismo: es preciso combatir el sistema capitalista

3.3. Anticolonialismo: la lucha por la construcción del socialismo en Galicia es en sí misma una lucha anticolonialista [...].

El P.S.G. se pronuncia por la construcción del socialismo en libertad. estima que el establecimiento de las libertades formales no significa de ningún modo la consecución de la libertad real de los individuos en la sociedad. Pero estima asimismo que se deben excluir de la estrategia socialista las formas totalitarias y despóticas de poder y de Estado, que conviertan en mera apariencia formal la socialización de los medios de producción Por eso la lucha por el socialismo es una lucha cotidiana por la libertad. [...]

El idioma de Galicia es el idioma gallego. La cultura gallega es la cultura del pueblo trabajador de Galicia, que es fundamentalmente un pueblo gallegohablante. [...] La lucha por la reivindicación del idioma, por la eliminación de su carácter de estigma de clase, y como consecuencia, cuando menos, por su inmediata cooficialidad con el idioma castellano, constituyen un objetivo irrenunciable. [...]

El P.S.G. declara su solidaridad con todas las clases explotadas y todos los pueblos colonizados del mundo, y proclama su vocación internacionalista, que de ningún modo está en contradicción con su profesión de nacionalismo gallego. [...]

En congruencia con lo anterior, el PS.G. proclama su solidaridad con los demás pueblos de la Península Ibérica, a los que está unido en unos casos por comunidad de historia y de cultura, en otros por el hecho común de estar sometidos, desde hace siglos hasta hoy, a un Estado unitario centralista [...].

Sin perjuicio del previo requisito de la autodeterminación del pueblo gallego y demás pueblos peninsulares, el P.S.G. postula una fórmula federativa para la articulación del futuro Estado de la Península Ibérica. El P.S.G. afirma que dicha fórmula, por su misma índole, se debe considerar abierta también a las regiones diferenciadas que, sin reunir las características de comunidades nacionales, necesiten realizarse en toda la plenitud de supersonalidad Peculiar y disponer de las instituciones políticas necesarias para el adecuado planteamiento y solución de sus problemas específicos. [...]

Fuente: Partido Socialista Galego (PSG) Declaración de principios, s.i., díptico multicopiado. (Traducción: J. Beramendi.)

EL REINADO DE JUAN CARLOS 1º

Bases Constitucionales del Consello de Forzas de Galicia (1977)

Bases Constitucionales del Consello de Forzas Políticas de Galicia. 1977

Primera. Conforme al principio de autodeterminación nacional, la soberanía política en Galicia corresponde al pueblo gallego.

Segunda. Un Gobierno Gallego asumirá la representación y el ejercicio del poder político en el territorio de Galicia, en tanto no se establezcan las instituciones políticas definitivas, en el correspondiente proceso constituyente [...].

Cuarta. La participación de la nación gallega en un pacto federal español tendrá que ajustarse a las condiciones mínimas siguientes:

I. El pacto federal tiene que ser concluido sobre el principio de la negociación en plano de igualdad de los representantes legítimos de los pueblos de las diversas naciones hoy integradas en el Estado Español, según vengan determinados por los respectivos procesos constituyentes.

II. El pacto federal no podrá reducir las facultades de autoorganización y autogobierno de la nación gallega, excepto en los aspectos libremente consentidos por sus legítimos representantes en el antedicho pacto.

III. Los órganos federales que se establezcan, tanto legislativos, como ejecutivos y judiciales, se integrarán sobre la base de la representación por naciones, en igualdad numérica, independientemente de la población y territorio de cada una de ellas.

IV. No se podrá tratar de relativizar el peso político de las naciones en los órganos federales mediante la concesión de igual representación en ellos a las regiones integrantes de cualquiera de las naciones. Tal cosa no impedirá que cualquiera de las naciones, en su organización interna, pueda otorgar autonomía a las regiones o provincias que la constituyen.

V. La eventual integración de la Federación en organismos supranacionales, de carácter político o económico, deberá ser refrendada por los legislativos de todas las naciones federadas.

Quinta. Los recursos económicos de la Federación vendrán constituidos por:

I. Aportación de cada una de las naciones federadas, sobre el criterio de potencialidad económica respectiva y de la solidaridad federal.

II. Los rendimientos de aquellas actividades susceptibles de aprovechamiento económico que la federación asuma en ejercicio de competencias que le sean reconocidas en el pacto federal.

III. Los recursos fiscales expresamente previstos en el pacto.

Sexta. Serán competencias federales las referentes a aseguramiento de la relación entre las distintas naciones integrantes de la Federación y la defensa y relaciones exteriores; en particular:

I. Fuerzas armadas de carácter militar: ejércitos de tierra, mar y aire.

II. La representación exterior de la Federación: servicios diplomáticos y consular. Conclusión de acuerdos internacionales.

III. Declaración de guerra y concertación de la paz.

IV. Política arancelaria y monetaria.

V. Coordinación de las políticas económica y fiscal de las naciones federadas.

VI. Régimen jurídico de la administración federal.

VII. La administración de justicia en las materias en que la legislación sea de competencia federal.

Séptima. Las competencias federales no podrán ser ampliadas por medio de la interpretación judicial de poderes implícitos en ellas.

Las competencias no atribuidas expresamente a la Federación quedarán reservadas a las naciones integrantes.

Octava. La competencia federal sobre las fuerzas armadas abarcará las fuerzas de carácter estrictamente militar. Las fuerzas paramilitares de orden público serán de competencia de las naciones federadas. [...]

Novena. La Federación tendrá que conceder intervención a los órganos nacionales gallegos correspondientes en la negociación de acuerdos con otros Estados u organismos internacionales acerca de pesca, en aguas internacionales o territorios de otros países, acerca del régimen de migración y cuantas cuestiones afecten fundamentalmente a los intereses de la nación gallega. [...]

Undécima. Serán competencias nacionales gallegas:

I. La autoorganización política y el autogobierno, según determine la voluntad constituyente del pueblo gallego, sin otros límites que los previstos en la base 4,II.

11. El régimen jurídico de la administración gallega.

111. El régimen electoral.

IV. La determinación de los nacionales gallegos.

V. El régimen jurídico de las libertades públicas.

VI. La legislación penal.

VII. El aseguramiento del orden público; la declaración de estados de excepción.

VIII. La política económica y la planificación de la economía.

IX. La política fiscal.

X. El derecho civil, mercantil y de trabajo; la regulación de la Seguridad Social.

XI. La Administración de justicia en las materias en que la legislación sea de competencia nacional gallega.

XII. El registro civil y el notariado.

XIII. El régimen urbanístico y la ordenación del territorio.

XIV. La política cultural y educativa.

X?V. La política sanitaria.

XVI. La política de transportes y comunicaciones.

Decimotercera. El idioma oficial de la nación gallega es el gallego. Los órganos federales que actúen en el territorio gallego, en sus relaciones con los administrados estarán obligados a emplear el idioma gallego, excepto requerimiento expreso en contrario de la parte del administrado. [...]

Decimoquinta. El régimen jurídico de las libertades públicas abarcará la regulación de los derechos de reunión, manifestación, asociación, política, sindical y religiosa, y la regulación de los medios de comunicación. Este régimen no podrá ignorar o lesionar los derechos reconocidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la O.N.U. [...]

Decimonovena. La competencia nacional gallega sobre la enseñanza abarcará a todos los grados y niveles, cualquiera que sea el carácter de los centros que los impartan.

La enseñanza se impartirá en gallego, en todos sus grados y niveles, si bien atendida la exigencia de sectores de población castellano?hablantes, el Gobierno Gallego se obliga a establecer escuelas primarias en número suficiente para recoger a los niños procedentes de aquellos sectores, en que la enseñanza se impartirá en castellano, con vistas a la integración armónica de los mismos en la comunidad cultural gallega. [...]

Fuente. Bases Constitucionais pra participación da nación galega nun pacto federal e de governo provisorio galego, 13N-PG (ANPG-UPG), s.l., 1977. (Traducción: J. Beramendi.)

O estatuto de autonomía de Galicia (6 de abril de 1981)

O estatuto de autonomía de Galicia
6 de abril de 1981

TÍTIULO PRELIMINAR

ARTIGO 1

1. Galicia, nacionalidade histórica, constitúese en Comunidade Autónoma para acceder ó seu autogoberno, de conformidade coa Constitución Española e co presente Estatuto, que é a súa norma institucional básica.

2. A Comunidade Autónoma, a través de institucións democráticas, asume como tarefa principal a defensa da identidade de Galicia e dos seus intereses, e a promoción da solidariedade entre todos cantos integran o pobo galego.

3. Os poderes da Comunidade Autónoma de Galicia emanan da Constitución, do presente Estatuto e do Pobo.

ARTIGO 2

1. O territorio de Galicia é o abranguido polas actuais provincias da Coruña, Lugo, Ourense e Pontevedra.

2. A organización territorial terá en conta a distribucion da poboación galega e as súas formas tradicionais de convivencia e asentamiento.

3. Unha lei do Parlamento regulará a organización territorial propia de Galicia de acordo co presente Estatuto.

ARTIGO 3

1. Para efectos do presente Estatuto, gozan da condición política de galegos os cidadáns españois que, de acordo coas leis xerais do Estado, teñan veciñanza administrativa en calquera dos municipios de Galicia.

2. Como galegos, gozan de dereitos políticos definidos neste Estatuto os cidadáns españois residentes no estranxeiro que tivesen a súa última veciñanza administrativa en Galicia, e acrediten esta condición no correspondente Consulado de España. Gozarán tamén destes dereitos os seus descendentes inscritos como españois, se así o solicitan na forma que determine a lei do Estado.

ARTIGO 4

1. Os dereitos, liberdades e deberes fundamentais dos galegos son os establecidos na Constitución.

2. Correspóndelles ós poderes públicos de Galicia promove-las condicións para que a liberdade e a igualdade do individuo e dos grupos en que se integran sexan reais e efectivas, remove-los atrancos que impidan ou dificulten a súa plenitude e facilita-la participación do tódolos galegos na vida política, económica, cultural e social.

3. Os poderes públicos da Comunidade Autónoma asumen, como un dos principios rectores da súa política social e económica, o dereito dos galegos a viviren e traballaren na propia terra.

ARTIGO 5

1.A lingua propia de Galicia é o galego.

2. Os idiomas galego e castelán son oficiais en Galicia e todos teñen o dereito de os coñecer e de os usar.

3. Os poderes públicos de Galicia garantirán o uso normal e oficial dos dous idiomas e potenciarán o emprego do galego en tódolos planos da vida pública, cultural e informativa, e disporán os medios necesarios para facilita-lo seu coñecemento.

4. Ninguén poderá ser discriminado por causa da lingua.

ARTIGO 6

1. A bandeira de Galicia é branca cunha banda diagonal de cor azul que a travesa desde o ángulo superior esquerdo ó inferior dereito.

2. Galicia ten himno e escudo de seu.

ARTIGO 7

1. As comunidades galegas asentadas fóra de Galicia poderán solicitar, como tales, o recoñecemento da súa galeguidade entendida como o dereito a colaboraren e compartiren a vida social e cultural do pobo galego. Unha lei do Parlamento regulará, sen prexuízo das competencias do Estado, o alcance e contido daquel recoñecemento ás ditas comunidades que en ningún caso implicará a concesión de dereitos políticos.

2. A Comunidade Autónoma poderá solicitar do Estado Español que, para facilita-lo disposto anteriormente, celebre os oportunos tratados ou convenios cos Estados onde existan tales comunidades.

ARTIGO 8

Unha lei de Galicia, que requirirá para súa aprobación o voto favorable dos dous tercios dos membros do seu Parlamento, fixará a sede das institucións autonómicas.

TÍTULO PRIMEIRO

DO PODER GALEGO

ARTIGO 9

1. Os poderes da Comunidade Autónoma exércense a través do Parlamento, da Xunta e do seu Presidente.

2. As leis de Galicia ordenarán o funcionamento destas institucións de acordo coa Constitución e co presente Estatuto.

CAPÍTULO I

Do Parlamento

ARTIGO 10

1. Son funcións do Parlamento de Galicia as seguintes:

a) Exerce-la potestade lexislativa da Comunidade Autónoma. O Parlamento só poderá delegar esta potestade lexislativa na Xunta, nos termos que establecen os artigos 82, 83 e 84 da Constitución para o suposto da delegación lexislativa das Cortes Xerais ó Goberno, todo iso no marco do presente Estatuto.

b) Controla-la acción executiva da Xunta, aproba-los orzamentos e exerce-las outras competencias que lle sexan atribuídas pola Constitución, polo presente Estatuto, polas leis do Estado e polas do Parlamento de Galicia.

c) Designar para cada lexislatura das Cortes Xerais os Senadores representantes da Comunidade Autónoma galega, de acordo co previsto no artigo 69, apartado 5.º da Constitución. Tal designación será feita de forma proporcional á representación das distintas forzas políticas existentes no Parlamento de Galicia.

d) Elixir de entre os seus membros o Presidente da Xunta de Galicia.

e) Esixir, se é o caso, responsabilidade política á Xunta e ó seu Presidente.

f) Solicitar do Goberno a adopción de Proxectos de Lei e presentar perante a Mesa do Congreso dos Deputados Proposicións de Lei.

g) Interpor recursos de inconstitucionalidade e presentarse perante o Tribunal Constitucional nos supostos e termos previstos na Constitución e na Lei Orgánica do Tribunal Constitucional.

2. O Parlamento de Galicia é inviolable.

ARTIGO 11

1. O Parlamento estará constituído por Deputados elixidos por sufraxio universal, igual, libre, directo e secreto.

2. O Parlamento será elixido por un prazo de catro anos, de acordo cun sistema de representación proporcional que asegure, ademais, a representación das diversas zonas do territorio galego.

3. Os membros do Parlamento de Galicia serán inviolables polos votos e opinións que emitan no exercicio de seu cargo, Durante o seu mandato non poderán ser detidos nin retidos polos actos delictuosos cometidos no territorio de Galicia a non ser en situación de flagrante delicto, correspondendo decidir, en todo caso, sobre a súa inculpación, prisión, procesamento e xuízo ó Tribunal Superior de Xustiza de Galicia. Fóra deste territorio, a responsabilidade penal será esixible nos mesmos termos perante a Sala do Penal do Tribunal Supremo.

4. A circunscrición electoral, será, en todo caso, a provincia.

5. Unha lei do Parlamento de Galicia determinará os prazos e regulará o procedemento para a elección dos seus membros, fixando o número deles entre sesenta e oitenta, así como as causas de inelixibilidade e incompatibilidade que afecten ós postos ou cargos que se desempeñen dentro do ámbito territorial da Comunidade Autónoma.

6. O Parlamento, mediante lei, poderá establecer un sistema para que os intereses do conxunto dos galegos residentes no estranxeiro se encontren presentes nas decisións da Comunidade Autónoma.

7. Os Deputados non estarán suxeitos a mandato imperativo.

ARTIGO 12

1. O Parlamento elixirá de entre os seus membros un Presidente, a Mesa e unha Deputación Permanente. O Regulamento, que deberá ser aprobado por maioría absoluta, disporá a súa composición, o seu réxime e o seu funcionamento.

2. O Parlamento de Galicia fixará o seu propio orzamento.

3. O Parlamento funcionará en Pleno e en Comisións e reunirase en Sesións ordinarias e extraordinarias.

4. O Regulamento precisará o número mínimo de Deputados para a formación de Grupos Parlamentarios, a intervención destes no proceso lexislativo e as funcións da Xunta de Portavoces daqueles. Os Grupos Parlamentarios participarán en tódalas Comisións en proporción ó número dos seus membros.

ARTIGO 13

1. A iniciativa lexislativa correspóndelles ós Deputados, ó Parlamento e á Xunta. A iniciativa popular para a presentación de Proposicións de Lei que teñan de ser tramitadas polo Parlamento de Galicia, será regulada por este mediante lei, de acordo co que estableza a lei orgánica prevista no artigo 87.3 da Constitución.

2. As leis de Galicia serán promulgadas en nome de El-Rei polo Presidente da Xunta, e publicadas no Diario Oficial de Galicia e no Boletín Oficial del Estado. Para efectos da súa entrada en vigor, rexerá a data da súa publicación no Diario Oficial de Galicia.

3. O control da constitucionalidade das Leis do Parlamento de Galicia coresponderalle ó Tribunal Constitucional.

ARTIGO 14

Correspóndelle á Comunidade Autónoma a creación e organización, mediante lei do seu Parlamento e con respecto á institución do Defensor do Pobo establecida no artigo 54 da Constitución, dun órgano similar que en coordinación con aquela exerza as funcións a que se refire o mencionado artigo e calquera outra que o Parlamento de Galicia poida encomendarlle.

CAPÍTULO II

Da Xunta e do seu Presidente

ARTIGO 15

1. O Presidente dirixe e coordina a acción da Xunta e ostenta a representación da Comunidade Autónoma e a ordinaria do Estado en Galicia.

2. O Presidente da Xunta será elixido polo Parlamento Galego de entre os seus membros e será nomeado por El-Rei.

3. O Presidente do Parlamento, logo de consultas coas forzas políticas representadas parlamentariamente e oída a Mesa, proporá un candidato a Presidente da Xunta.

O Candidato presentará o seu programa ó Parlamento. Para ser elixido, o candidato deberá obter na primeira votación maioría absoluta; en caso de non a obter, procederase, transcorridas vintecatro horas da anterior, a unha nova votación e, obtendo maioría simple, considerarase outorgada a confianza. De non conseguirse esta maioría, tramitaranse sucesivas propostas na forma prevista anteriormente.

4. O Presidente da Xunta será politicamente responsable perante o Parlamento. Unha Lei de Galicia determinará o alcance de tal responsabilidade, así como o Estatuto persoal e atribucións do Presidente.

ARTIGO 16

1. A Xunta é o órgano colexiado de Goberno de Galicia.

2. A Xunta de Galicia está composta polo Presidente, Vicepresidente ou Vicepresidentes, se é o caso, e mailos Conselleiros.

3. Os Vicepresidentes e Conselleiros serán nomeados e cesados polo Presidente.

4. Unha Lei de Galicia regulará a organización da Xunta e as atribucións e o Estatuto persoal dos seus compoñentes.

ARTIGO 17

1. A Xunta de Galicia responde politicamente perante o Parlamento de forma solidaria, sen prexuízo da responsabilidade directa de cada un dos seus compoñentes, pola súa xestión.

2. A Xunta cesa trala celebración de eleccións ó Parlamento Galego, nos casos de perda de confianza parlamentaria, dimisión e falecemento do seu Presidente.

3. A Xunta cesante continuará en funcións ata a toma de posesión da nova Xunta.

ARTIGO 18

O Presidente e mais membros da Xunta, durante o seu mandato e polos actos delictuosos cometidos no territorio de Galicia, non poderán ser detidos nin retidos a non ser en situación de flagrante delicto, correspondendo decidir, en todo caso, sobre a súa inculpación, prisión, procesamento e xuízo ó Tribunal Superior de Xustiza de Galicia. Fóra deste territorio a responsabilidade penal será esixible nos mesmos termos perante a Sala do Penal do Tribunal Supremo.

ARTIGO 19

A Xunta de Galicia poderá interpor recursos de inconstitucionalidade e presentarse ante o Tribunal Constitucional nos supostos e termos previstos na Constitución e na Lei Orgánica do Tribunal Constitucional.

CAPÍTULO III

Da Administración de Xustiza en Galicia

ARTIGO 20

Correspóndelle á Comunidade Autónoma:

1. Exercer tódalas facultades que as leis orgánicas do Poder Xudicial e do Consello Xeral do Poder Xudicial recoñezan ou atribúan ó Goberno do Estado.

2. Fixa-la delimitación das demarcacións territoriais dos órganos xurisdiccionais en Galicia, tendo en conta, entre outros criterios, os límites dos tradicionais partidos xudiciais e as características xeográficas e de poboación.

ARTIGO 21

O Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, no que se integrará a actual Audiencia Territorial, é o órgano xurisdiccional en que culminará a organización xudicial no seu ámbito territorial, e perante o cal se esgotarán as sucesivas instancias procesuais, nos termos do artigo 152 da Constitución e de acordo co presente Estatuto.

ARTIGO 22

1. A competencia dos órganos xurisdiccionais en Galicia esténdese:

a) No plano civil, a tódalas instancias e graos, incluídos os recursos de casación e de revisión nas materias de Dereito Civil Galego.

b) No plano penal e social, a tódalas instancias e graos con excepción dos recursos de casación e de revisión.

c) No plano contencioso-administrativo, a tódalas instancias e graos, cando se trate de actos dictados pola Xunta e pola Administración de Galicia, naquelas materias que lle corresponda lexislar en exclusiva á Comunidade Autónoma e ás que, segundo a Lei da citada xurisdicción, lle correspondan en relación cos actos dictados pola Administración do Estado en Galicia.

d) As cuestións de competencia entre órganos xudiciais en Galicia.

e) Os recursos sobre cualificación de documentos referentes ó dereito privativo galego que deban ter acceso ós Rexistros da Propiedade.

2. Nas restantes materias poderase interpor, cando proceda, perante o Tribunal Supremo, o recurso de casación ou o que corresponda segundo as leis do Estado e, se é o caso, o de revisión. O Tribunal Supremo resolverá tamén os conflictos de competencia e xurisdicción perante os Tribunais de Galicia e os do resto de España.

ARTIGO 23

1. O Presidente do Tribunal Superior de Xustiza de Galicia será nomeado por El-Rei por proposta do Consello Xeral do Poder Xudicial.

2. O nomeamento dos Maxistrados, Xuíces e Secretarios do Tribunal Superior de Xustiza, será efectuado na forma prevista nas leis orgánicas do Poder Xudicial e do Consello Xeral do Poder Xudicial.

ARTIGO 24

1. Por instancia da Comunidade Autónoma, o órgano competente convocará os concursos e oposicións para cubri-las prazas vacantes en Galicia de Maxistrados, Xuíces, Secretarios Xudiciais e restante persoal ó servicio da Administración de Xustiza, de acordo co que dispoña a Lei Orgánica do Poder Xudicial.

2. Correspóndelle integramente ó Estado, de conformidade coas leis xerais, a organización e o funcionamento do Ministerio Fiscal.

ARTIGO 25

Na resolución dos concursos e oposicións para prove-los postos de Maxistrados, Xuíces, Secretarios Xudiciais, Fiscais e tódolos funcionarios ó servicio da Administración de Xustiza, será mérito preferente, a especialización no dereito galego e o coñecemento do idioma do País.

ARTIGO 26

1. Os Notarios e os Rexistradores da Propiedade e Mercantís serán nomeados pola Comunidade Autónoma, en conformidade coas leis do Estado. Para a provisión de notarías, os candidatos serán admitidos en igualdade de dereitos, tanto se exercen no territorio de Galicia coma no resto de España. Nestes concursos e oposicións será mérito preferente a especialización en dereito galego e o coñecemento do idioma do País. Non se poderá establecer, en ningún dos casos, a excepción de natureza ou de veciñanza.

2. A Comunidade Autónoma participará na fixación das demarcacións correspondentes ós Rexistros da Propiedade e Mercantís para as acomodar ó que se dispoña en aplicación do artigo 20, parágrafo 2 deste Estatuto. Tamén participará na fixación das demarcacións notariais e do número de Notarios de acordo co previsto nas leis do Estado.

TÍTULO SEGUNDO

DAS COMPETENCIAS DE GALICIA

CAPÍTULO I

Das competencias en xeral

ARTIGO 27

No marco do presente Estatuto correspóndelle á Comunidade Autónoma galega a competencia exclusiva das seguintes materias:

1. Organización das súas institucións de autogoberno.

2. Organización e réxime xurídico das comarcas e parroquias rurais como entidades locais propias de Galicia, alteracións de termos municipais comprendidos dentro do seu territorio e, en xeral, as funcións que sobre o Réxime Local lle correspondan á Comunidade Autónoma ó amparo do artigo 149.1.18 da Constitución e o seu desenvolvemento.

3. Ordenación do territorio e do litoral, urbanismo e vivenda.

4. Conservación, modificación e desenvolvemento das institucións do Dereito Civil galego.

5. Normas procesuais e procedementos administrativos que se deriven do específico dereito galego ou da organización propia dos poderes públicos galegos.

6. Estatística para os fins da Comunidade Autónoma galega.

7. Obras públicas que non teñan a cualificación legal de interese xeral do Estado, e a súa execución ou explotación non afecte a outra Comunidade Autónoma ou provincia.

8. Vías férreas e estradas non incorporadas á rede do Estado, con itinerarios que se desenvolvan integramente no territorio da Comunidade Autónoma, e, nos mesmos termos, o transporte efectuado por estes medios ou por medio de cables.

9. Os portos, aeroportos e heliportos non cualificados de intere xeral polo Estado, e os portos de refuxio e portos e aeroportos deportivos.

10. Montes, aproveitamentos forestais, vías pecuarias e pastos, sen prexuízo do disposto no artigo 149.1.23 da Constitución.

11. Réxime xurídico dos montes veciñais en man común.

12. Aproveitamentos hidráulicos, canais e regadíos cando as augas discorran integramente dentro do territorio da Comunidade, sen prexuízo do disposto no artigo 149.1.22 da Constitución.

13. Instalacións de producción, distribución e transporte de enerxía eléctrica, cando este transporte non saia do seu territorio e o seu aproveitamento non afecte a outra provincia ou Comunidade Autónoma, sen prexuízo do disposto no artigo 149.1.22 e 25 da Constitución.

14. As augas minerais e termais. As augas subterráneas, sen prexuízo do disposto no artigo 149.1.22 da Constitución e no número 7 do presente artigo.

15. A pesca nas rías e demais augas interiores, o marisqueo, a acuicultura, a caza, a pesca fluvial e lacustre.

16. As feiras e mercados interiores.

17. A artesanía.

18. Patrimonio histórico, artístico, arquitectónico, arqueolóxico, de interese de Galicia, sen prexuízo do que dispón o artigo 149.1.28 da Constitución; arquivos, bibliotecas e museos de interese para a Comunidade Autónoma, e que non sexan de titularidade estatal; conservatorios de música e servicios de Belas Artes de interese para a Comunidade.

19. O fomento da cultura e da investigación en Galicia, sen prexuízo do establecido no artigo 149.2 da Constitución.

20. A promoción e o ensino da lingua galega.

21. A promoción e a ordenación do turismo dentro da Comunidade.

22. A promoción deportiva e a axeitada utilización do lecer.

23. Asistencia social.

24. A promoción do desenvolvemento comunitario.

25. A creación dunha Policía Autónoma, de acordo co que dispoña a lei orgánica prevista no artigo 149.1.29 da Constitución.

26. O réxime das fundacións de interese galego.

27. Casinos, xogos e apostas, con exclusión das Apostas Mutuas Deportivo-Benéficas.

28. Os centros de contratación de mercadorías e valores, en conformidade coas normas xerais de dereito mercantil.

29. Confrarías de Pescadores, Cámaras da Propiedade, Agrarias, de Comercio, Industria e Navegación e outras de natureza equivalente, sen prexuízo do que dispón o artigo 149 da Constitución.

30. Normas adicionais sobre protección do medio ambiente e da paisaxe nos termos do artigo 149.1.23.

31. Publicidade, sen prexuízo das normas dictadas polo Estado para sectores e medios específicos.

32. As restantes materias que con este carácter e mediante lei orgánica sexan transferidas polo Estado.

ARTIGO 28

É competencia da Comunidade Autónoma galega o desenvolvemento lexislativo e a execución da lexislación do Estado nos termos que a mesma estableza, das materias seguintes:

1. Réxime xurídico da Administración Pública de Galicia, e réxime estatutario dos seus funcionarios.

2. Expropiación forzosa, contratos e concesións administrativas no ámbito das competencias propias da Comunidade Autónoma.

3. Réxime mineiro e enerxético.

4. Reserva ó sector público de recursos ou servicios esenciais, especialmente no caso de monopolio e intervención de empresas cando veña esixido polo interese xeral.

5. Ordenación do sector pesqueiro.

6. Portos pesqueiros.

7. Entidades cooperativas.

8. Establecementos farmacéuticos.

ARTIGO 29

Correspóndelle á Comunidade Autónoma galega a execución da lexislación do Estado nas seguintes materias:

1. Laboral, asumindo as facultades, competencias e servicios que neste ámbito, e no nivel de execución, ostenta actualmente o Estado con respecto ás relacións laborais, sen prexuízo da alta inspección deste.

Quedan reservadas ó Estado tódalas competencias en materia de migracións interiores e exteriores, fondos de ámbito nacional e de emprego, sen prexuízo do que establezan as normas do Estado sobre estas materias.

2. Propiedade industrial e intelectual.

3. Salvamento marítimo.

4. Vertidos industriais e contaminantes nas augas territoriais do Estado correspondentes ó litoral galego.

5. As restantes materias que se atribúen no presente Estatuto expresamente como de competencia de execución, e as que con este carácter e mediante Lei Orgánica sexan transferidas polo Estado.

ARTIGO 30

I. De acordo coas bases e a ordenación da actuación económica xeral e a política monetaria do Estado, correspóndelle á Comunidade Autónoma galega, nos termos do disposto nos artigos 38, 131, 149.1, 11 e 13, da Constitución, a competencia exclusiva das seguintes materias :

1. Fomento e planificación da actividade económica en Galicia.

2. Industria, sen prexuízo do que determinen as normas do Estado por razóns de seguridade, sanitarias ou de interese militar e as normas relacionadas coas industrias que estean suxeitas á lexislación de minas, hidrocarburos e enerxía nuclear. Queda reservada á competencia exclusiva do Estado a autorización para transferencia de tecnoloxía estranxeira.

3. Agricultura e gandería.

4. Comercio interior, defensa do consumidor e do usuario, sen prexuízo da política xeral de prezos e da lexislación sobre a defensa da competencia. Denominacións de orixe en colaboración co Estado.

5. Institucións de crédito corporativo, público e territorial e Caixas de Aforros.

6. Sector público económico de Galicia en canto non se encontre contemplado por outras normas deste Estatuto.

7. O desenvolvemento e execución en Galicia de:

a) Os plans establecidos polo Estado para a reestructuración de sectores económicos.

b) Programas xenéricos para Galicia, estimuladores da ampliación de actividades productivas e implantación de novas empresas.

c) Programas de actuación referidos a comarcas deprimidas ou en crise.

II. A Comunidade Autónoma galega participará, tamén, na xestión do sector público económico estatal, nos casos e actividades que procedan.

ARTIGO 31

É da competencia plena da Comunidade Autónoma galega o regulamento e administración do ensino en toda a súa extensión, niveis e graos, modalidades e especialidades, no ámbito das súas competencias, sen prexuízo do disposto no artigo 27 da Constitución e nas leis orgánicas que, conforme o apartado primeiro do artigo 81 da mesma, o desenvolvan, das facultades que lle atribúe ó Estado o número 30 do apartado 1 do artigo 149 da Constitución e da alta inspección precisa para o seu cumprimento e garantía.

ARTIGO 32

Correspóndelle á Comunidade Autónoma a defensa e promoción dos valores culturais do pobo galego. Con tal finalidade, e mediante lei do Parlamento, constituirase un Fondo Cultural Galego e o Consello da Cultura Galega.

ARTIGO 33

1. Correspóndelle á Comunidade Autónoma o desenvolvemento lexislativo e a execución da lexislación básica do Estado en materia de sanidade interior.

2. En materia de Seguridade Social corresponderalle á Cómunidade Autónoma o desenvolvemento lexislativo e a execución da lexislación básica do estado, non sendo as normas que configuran o réxime económico da mesma. Correspóndelle tamén á Comunidade Autónoma a xestión do réxime económico da Seguridade Social en Galicia, sen prexuízo da Caixa Única.

3. Corresponderalle tamén á Comunidade Autónoma a execución da lexislación do Estado sobre productos facmacéuticos.

4. A Comunidade Autónoma poderá organizar e administrar para tales fins e dentro de seu territorio tódolos servicios relacionados coas materias antes expresadas, e exercerá a tutela das institucións, entidades e fundacións en materia de Sanidade e Seguridade Social. A alta inspección conducente ó cumprimento das funcións e competencias contidas neste artigo quédalle reservada ó Estado.

ARTIGO 34

1. No marco das normas básicas do Estado, correspóndelle á Comunidade Autónoma o desenvolvemento lexislativo e a execución do réxime de Radiodifusión e Televisión nos termos e casos establecidos na lei que regule o Estatuto Xurídico da Radio e da Televisión.

2. Correspóndelle igualmente, no marco das normas básicas do Estado, o desenvolvemento lexislativo e a execución do réxime de prensa e, en xeral, de tódolos medios de comunicación social.

3. Nos termos establecidos nos apartados anteriores deste artigo, a Comunidade Autónoma poderá regular, crear e mante-la súa propia televisión, radio e prensa, e, en xeral, tódolos medios de comunicación social para o cumprimento dos seus fins.

ARTIGO 35

1. A Comunidade Autónoma poderá celebrar convenios con outras Comunidades Autónomas para a xestión e prestación de servicios propios da exclusiva competencia das mesmas. A celebración dos citados convenios, antes da súa entrada en vigor, deberá ser comunicada ás Cortes Xerais. Se as Cortes Xerais, ou algunha das Cámaras, manifestasen reparos no prazo de trinta días, a partir da recepción da comunicación, o convenio deberá segui-lo trámite previsto no parágrafo seguinte. Se transcorre ese prazo sen que se manifesten reparos ó convenio, este entrará en vigor.

2. A Comunidade Autónoma poderá establecer tamén acordos de cooperación con outras Comunidades Autónomas, logo de autorización das Cortes Xerais.

3. A Comunidade Autónoma galega poderá solicitar do Goberno que celebre e presente, se é o caso, ás Cortes Xerais para a súa autorización, os tratados ou convenios que permitan o establecemento de relacións culturais cos Estados cos que manteña particulares vínculos culturais ou lingüísticos.

ARTIGO 36

1. A Comunidade Autónoma galega poderá solicitar do Estado a transferencia ou delegación de competencias non asumidas neste Estatuto.

2. Correspóndelle ó Parlamento de Galicia a competencia para formula-las anteriores solicitudes, e para determina-lo organismo da Comunidade Autónoma galega, a favor do cal se deberá atribuír en cada caso a competencia transferida ou delegada.

CAPÍTULO II

Do Réxime Xurídico

ARTIGO 37

l. As competencias da Comunidde Autónoma de Galicia enténdense referidas ó seu territorio.

2. Nas materias da súa competencia exclusiva correspóndelle ó Parlamento a potestade lexislativa nos termos previstos no Estatuto e nas leis do Estado ás que o mesmo se refire, correspondéndolle á Xunta a potestade regulamentaria e a función executiva.

3. As competencias de execución na Comunidade Autónoma levan implícitas a correspondente potestade regulamentaria, a administración e a inspección. Nos supostos previstos nos artigos 28 e 29 deste Estatuto, ou noutros preceptos do mesmo, con análago carácter, o exercicio desas potestades pola Comunidade Autónoma realizarase en conformidade coas normas regulamentarias de carácter xeral que, como desenvolvemento da súa lexislación, dicte o Estado.

ARTIGO 38

1. En materias de competencia exclusiva da Comunidade Autónoma, o dereito propio de Galicia é aplicable no seu territorio con preferencia a calquera outro, nos termos previstos no presente Estatuto.

2. A falta de dereito propio de Galicia, será de aplicación supletoria o dereito do Estado.

3. Na determinación das fontes do dereito civil o Estado respectará as normas do Dereito Civil galego.

TÍTULO TERCEIRO

DA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA GALEGA

ARTIGO 39

Correspóndelle á Comunidade Autónoma a creación e estructuración da súa propia Administración pública, dentro dos principios xerais e normas básicas do Estado.

ARTIGO 40

Nos termos previstos no artigo 27.1.2 deste Estatuto, por Lei de Galicia poderase:

1. Recoñece-la comarca como entidade local con presonalidade xurídica e demarcación de seu. A comarca non suporá, necesariamente, a supresión dos municipios que a integren.

2. Crear, tamén, agrupacións baseadas en feitos urbanísticos e outros de carácter funcional con fins específicos.

3. Recoñecer personalidade xurídica á parroquia rural.

ARTIGO 41

A Comunidade Autónoma exercerá as súas funcións administrativas por órganos e entes dependentes da Xunta de Galicia. Tamén poderá delegar nas provincias, municipios e demais entidades locais recoñecidas neste Estatuto.

TÍTULO CUARTO

DA ECONOMÍA E FACENDA

ARTIGO 42

A Comunidade Autónoma galega contará para o desempeño das súas competencias con facenda e patrimonio propios.

ARTIGO 43

I. O patrimonio da Comunidade Autónoma estará integrado por:

1) O patrimonio da Comunidade no momento de se aproba-lo Estatuto.

2) Os bens afectos a servicios traspasados á Comunidade Autónoma.

3) Os bens adquiridos pola Comunidade Autónoma por calquera título xurídico válido.

Il. O patrimonio da Comunidade Autónoma, a súa administración, a súa defensa e conservación serán regulados por unha lei de Galicia.

ARTIGO 44

A facenda da Comunidade Autónoma constitúese con:

1. Os rendementos dos impostos a establecer pola Comunidade Autónoma.

2. Os rendementos dos impostos cedidos polo Estado a que se refire a disposición adicional primeira e de todos aqueles de cesión aprobada polas Cortes Xerais.

3. Unha porcentaxe de participación no que se recade no total do Estado por impostos directos e indirectos, incluídos os monopolios fiscais.

4. O rendemento das súas propias taxas por aproveitamentos especiais e pola prestación de servicios directos da Comunidade Autónoma, de propia creación ou como consecuencia de traspasos de servicios estatais.

5. As contribucións especiais que estableza a Comunidade Autónoma no exercicio das súas competencias.

6. Os recargos sobre impostos estatais.

7. Se é o caso, os ingresos procedentes do Fondo de Compensación Interterritorial.

8. Outras asignacións con cargo ós Orzamentos Xerais do Estado.

9. A emisión da débeda e o recurso ó crédito.

10. Os rendementos do patrimonio da Comunidade Autónoma.

11. Ingresos de dereito privado; legados e doazóns; subvencións.

12. Multas e sancións no ámbito das súas competencias.

ARTIGO 45

A Comunidade Autónoma galega e os entes locais afectados participarán nos ingresos correspondentes ós tributos que o Estado poida establecer para recupera-los custos sociais producidos por actividades contaminantes ou xeradoras de riscos de especial gravidade para o entorno físico e humano de Galicia, na forma que estableza a lei creadora do gravame.

ARTIGO 46

1. Cando se complete o traspaso de servicios, ou ó cumprirse o sexto ano de vixencia deste Estatuto, en caso de o solicita-la Comunidade Autónoma, a participación anual nos ingresos do Estado citada no número 3 do artigo 44 e definida na disposición transitoria quinta negociarase sobre as bases seguintes:

a) A media dos coeficientes de poboación e esforzo fiscal de Galicia, este último medido polo que se recade no seu territorio do Imposto sobre a Renda das Persoas Físicas; isto é, o cociente entre o que se recade efectivamente e o potencialmente atinguible, tendo en conta o nivel e distribución persoal da renda.

b) A cantidade equivalente á aportación proporcional que lle corresponde a Galicia polos servicios e cargas xerais que o Estado continúe asumindo como propios.

c) A relación inversa entre a renda real media dos residentes na Comunidade Autónoma e a media estatal.

d) Relación entre os índices de déficit en servicios sociais e infraestructuras que afecten ó territorio da Comunidade e ó conxunto do Estado.

e) Relación entre os custos por habitante dos servi- cios sociais e administrativos transferidos para o territorio da Comunidade e para o conxunto do Estado.

f) Outros criterios que se xulguen procedentes.

2. A fixación da nova porcentaxe de participación será obxecto de negociación inicial e será revisable por solicitude do Goberno ou da Comunidade Autónoma cada cinco anos.

ARTIGO 47

l. A Comunidade Autónoma, mediante acordo do Parlamento, poderá emitir débeda pública para financiar gastos de investimento.

2. O volume e característica das emisións estableceranse de acordo coa ordenación xeral da política crediticia e en coordenación co Estado.

3. Os títulos emitidos terán a consideración de fondos públicos para tódolos efectos.

ARTIGO 48

No suposto de que o Estado emita Débeda parcialmente destinada á creación ou mellora de servicios situados en Galicia e transferidos á Comunidade Autónoma galega, esta estará facultada para elaborar e presenta-lo programa de obras e servicios beneficiarios da emisión.

ARTIGO 49

1. Correspóndelle á Comunidade Autónoma galega a tutela financeira sobre os entes locais, respectando a autonomía que a estes lles recoñecen os artigos 140 e 142 da Constitución e de acordos co artigo 27.2 deste Estatuto.

2. É competencia dos entes locais de Galicia a xestión, cobranza, liquidación e inspección dos tributos propios que lles atribúan as leis, sen prexuízo da delegación que poidan outorgar para estas facultades a favor da Comunidade Autónoma galega. Mediante lei do Estado establecerase o sistema de colaboración dos entes locais, da Comunidade Autónoma galega e do Estado para a xestión, liquidación, cobranza e inspección daqueles tributos que se determinen.

Os ingresos dos entes locais de Galicia, consistentes en participación en ingresos estatais e en subvencións incondicionadas, percibiranse a través da Comunidade Autónoma galega, que os distribuirá de acordo cos criterios legais que se establezan para as referidas participacións.

ARTIGO 50

A Comunidade Autónoma galega gozará do tratamento fiscal que a lei estableza para o Estado.

ARTIGO 51

Regularanse necesariamente mediante lei do Parlamento galego as seguintes materias:

a) O establecemento, a modificación e supresión dos seus propios impostos, taxas e contribucións especiais, e das exencións ou bonificacións que lles afecten.

b) O establecemento e a modificación e supresión dos recargos sobre os impostos do Estado.

c) A emisión de débeda pública e demais operacións de crédito concertadas pola Comunidade Autónoma galega.

ARTIGO 52

Correspóndelle á Xunta de Galicia:

a) Aproba-los regulamentos xerais dos seus propios tributos.

b) Elabora-las normas regulamentarias precisas para xestiona-los impostos estatais cedidos de acordo cos termos desta cesión.

ARTIGO 53

1. Correspóndelle á Xunta ou Goberno a elaboración e aplicación do orzamento da Comunidade Autónoma galega, e ó Parlamento o seu exame, emenda, aprobación e control. O orzamento será único e incluirá a totalidade dos gastos e ingresos da Comunidade Autónoma galega e dos organismos, institucións e empresas dela dependentes.

2. Sen prexuízo do disposto no artigo 136 e no apar- tado d) do artigo 153 da Constitución, créase o Consello de Contas de Galicia. Unha lei de Galicia regulará a súa organización e funcionamento e establecerá as garantías, normas e procedementos para asegura-la rendición das contas da Comunidade Autónoma que deberá someterse á aprobación do Parlamento.

ARTIGO 54

l. A xestión, cobranza, liquidación e inspección dos seus propios tributos, corresponderalle á Comunidade Autónoma galega, que disporá de plenas atribucións para execución e organización desas tarefas, sen prexuízo da colaboración que poida ser establecida, en especial cando, coa Administración do Estado, así veña esixida pola natureza do tributo.

2. No caso dos impostos dos que se cedesen os rendementos, a Xunta asumirá por delegación do Estado a xestión, recadación, liquidación e inspección dos mesmos, sen prexuízo da colaboración que poida establecerse entre ámbalas administracións, todo iso de acordo co especificado na lei que fixe o alcance e condicións da cesión.

3. A xestión, recadación, liquidación e inspección dos demais impostos do Estado recadados en Galicia corresponderalle á Administración Tributaria do Estado, sen prexuízo da delegación que a Comunidade Autónoma poida recibir desta e da colaboración que poida establecer, especialmente cando así o esixa a natureza do tributo.

ARTIGO 55

l. A Comunidade Autónoma, de acordo co que establezan as leis do Estado, designará os seus propios representantes nos organismos económicos, as institucións financeiras e as empresas públicas do Estado que teñan competencia dentro do territorio galego e que pola súa natureza non sexan obxecto de traspaso.

2. A Comunidade Autónoma poderá constituír empresas públicas como medio de execución das funcións que sexan da súa competencia, segundo o establecido no presente Estatuto.

3. A Comunidade Autónoma, como poder público. poderá facer uso das facultades previstas no apartado l do artigo 130 da Constitución, e poderá fomentar, mediante unha lexislación axeitada, as sociedades cooperativas nos termos resultantes do número 17 do artigo 28 do presente Estatuto.

Igualmente, de acordo coa lexislación do Estado na materia, poderá facer uso das demais facultades previstas no apartado 2 do artigo 129 da Constitución.

4. A Comunidade Autónoma galega queda facultada para constituír institucións que fomenten a plena ocupación e o desenvolvemento económico e social no marco das súas competencias.

TÍTULO QUINTO

DA REFORMA

ARTIGO 56

1. A reforma do Estatuto farase conforme o seguinte procedemento:

a) A iniciativa da reforma corresponderalle á Xunta, ó Parlamento galego, por proposta dunha quinta parte dos seus membros, ou ás Cortes Xerais.

b) A proposta de reforma requirirá, en todo caso, a aprobación do Parlamento Galego por maioría de dous tercios, a aprobación das Cortes Xerais mediante lei orgánica e, finalmente, o referendo positivo dos electores.

2. Se a proposta de reforma non é aprobada polo Parlamento galego ou polas Cortes Xerais, ou non é confirmada mediante referendo polo corpo electoral, non poderá ser sometida novamente a debate e votación do Parlamento mentres non transcorra un ano.

3. A aprobación da reforma polas Cortes Xerais, mediante lei orgánica, incluirá a autorización do Estado para que a Comunidade Autónoma galega convoque o referendo a que se refire o parágrafo b) do apartado l deste artigo.

ARTIGO 57

A pesar do disposto no artigo anterior, cando a reforma teña por obxecto a simple alteración da organización dos poderes da Comunidade Autónoma e non afecte ás relacións da Comunidade autónoma co Estado, poderase proceder da seguinte maneira:

a) Elaboración do proxecto de reforma polo Parlamento de Galicia.

b) Consulta ás Cortes Xerais.

c) Se no prazo de trinta días, posteriores á recepción da consulta prevista no apartado precedente, as Cortes Xerais non se declarasen afectadas pola reforma, convocarase, debidamente autorizado, un referendo sobre o texto proposto.

d) Requirirase finalmente a aprobación das Cortes Xerais mediante lei orgánica.

e) Se no prazo sinalado na letra c) as Cortes se declarasen afectadas pola reforma esta terá que segui-lo procedemento previsto no artigo anterior, dándose por cumpridos os trámites do apartado a) do número 1 do mencionado artigo.

DISPOSICIÓNS ADICIONAIS

PRIMEIRA

1. Cédeselle á Comunidade Autónoma, nos termos previstos no parágrafo 3 desta disposición, o rendemento dos seguintes tributos:

a) Imposto sobre o patrimonio neto.

b) Imposto sobre transmisións patrimoniais.

c) Imposto sobre sucesións e doazóns.

d) Imposto sobre o luxo que se recade en destino.

A eventual supresión ou modificación dalgún destes impostos implicará a extinción ou modificación da cesión.

2. O contido desta disposición poderase modificar mediante acordo do Goberno coa Comunidade Autónoma, que será tramitado polo Goberno como proxecto de lei. Para estes efectos, a modificación da presente disposición non se considerará modificación do Estatuto.

3. O alcance e condicións da cesión serán establecidos pola Comisión Mixta a que se refire o apartado 1 da disposición transitoria cuarta que, en todo caso, terá que os referir a rendementos en Galicia. O Goberno tramitará o acordo da Comisión como proxecto de lei ou, de concorreren razóns de urxencia, como decreto-lei, no prazo de seis meses despois da constitución da Primeira Xunta de Galicia.

SEGUNDA

O exercicio das competencias financeiras recoñecidas por este Estatuto á Comunidade Autónoma de Galicia axeitarase ó que estableza a lei orgánica a que se refire o apartado 3 do artigo 157 da Constitución.

TERCEIRA

1. A Xunta coordenará a actividade das Deputacións Provinciais de Galicia en canto afecte directamente ó interese xeral da Comunidade Autónoma, e para estes efectos uniranse os orzamentos que aqueles elaboren e aproben ó da Xunta de Galicia.

2. A Xunta poderá encomenda-la execución dos seus acordos ás Deputacións Provinciais. Estas exercerán as funcións que a Xunta lles transfira ou delegue.

CUARTA

A celebración de eleccións aterase ás leis que, se é o caso, aproben as Cortes Xerais co fin exclusivo de coordena-lo calendario das diversas consultas electorais.

PDISPOSICIÓNS TRANSITORIAS

PRIMEIRA

O primeiro Parlamento galego será elixido de acordo coas normas seguintes:

1. Logo de acordo co Goberno, a Xunta Pre-autonómica de Galicia convocará as eleccións nun termo máximo de cento vinte días desde a promulgación do presente Estatuto. As eleccións deberán celebrarse nun termo máximo de sesenta días contados desde a data da convocatoria.

2. A circunscrición electoral será a provincia, elixíndose un total de 71 membros, dos que corresponderán á provincia da Coruña 22, á de Lugo 15, á de Ourense 15 e á de Pontevedra 19.

3. Os membros do Parlamento galego serán elixidos por sufraxio universal, igual, directo e secreto, dos maiores de dezaoito anos, segundo un sistema de representación proporcional.

4. As Xuntas Electorais Provinciais terán, dentro dos límites da súa respectiva xurisdicción, a totalidade das competencias que a normativa electoral vixente atribúe á Xunta Central.

Para os recursos que teñan por obxecto a impugnación da validez da elección e proclamación dos membros electos será competente a Sala do Contencioso Administrativo da Audiencia Territorial da Coruña, mentres non queda integrada no Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, que tamén entenderá dos recursos ou impugnacións que procedan contra os acordos das Xuntas Electorais provinciais.

Contra as resolucións da citada Sala da Audiencia Territorial non caberá ningún recurso.

5. En todo o non previsto na presente disposición serán de aplicación as normas vixentes para as eleccións lexislativas ó Congreso dos Deputados das Cortes Xerais.

SEGUNDA

1. Na súa primeira reunión o Parlamento galego:

a) Constituirase, presidido por unha Mesa de idade, integrada por un Presidente e dous Secretarios, e procederá a elixi-la Mesa provisional, que estará composta por un Presidente, dous Vicepresidentes, un Secretario e un Vicesecretario.

b) Elixirá as súas autoridades conforme a este Estatuto.

2. Elixidos os órganos da Comunidade Autónoma Galega, disolveranse as Institucións Pre-autonómicas.

TERCEIRA

1. Mentres as Cortes Xerais non elaboren as leis ás que se refire este Estatuto e o Parlamento de Galicia lexisle sobre as materias da súa competencia, continuarán en vigor as actuais leis e disposicións do Estado que se refiren a estas materias, sen prexuízo de que o seu desenvolvemento lexislativo, se é o caso, e a súa execución se leve a cabo pola Comunidade Autónoma galega nos supostos así previstos neste Estatuto.

CUARTA

1. Coa finalidade de transferir a Galicia as funcións e atribucións que lle corresponden de acordo co presente Estatuto, crearase, no termo máximo de un mes a partir da constitución da Xunta de Galicia, unha Comisión Mixta paritaria integrada por representantes do Estado e da Comunidade Autónoma galega. Esta Comisión Mixta establecerá as súas normas de funcionamento. Os membros da Comisión Mixta representantes de Galicia darán conta periodicamente da súa xestión perante o Parlamento de Galicia.

A Comisión Mixta establecerá os calendarios e prazos para o traspaso de cada servicio. De calquera maneira, a referida Comisión deberá determinar nun prazo de dous anos desde a data da súa constitución, o termo en que deberá de completarse o traspaso de tódolos servicios que lle corresponden á Comunidade Autónoma galega, de acordo con este Estatuto.

2. Os acordos da Comisión Mixta adoptarán a forma de propostas ó Goberno, que as aprobará mediante decreto, figurando aqueles como anexos ó mesmo e serán publicados simultaneamente no Boletín Oficial del Estado e no Diario Oficial de Galicia, adquirindo vixencia a partir desta publicación.

3. Será título abondo para a inscrición no Rexistro da Propiedade do traspaso de bens inmobles do Estado á Comunidade Autónoma a certificación pola Comisión Mixta dos acordos gubernamentais debidamente promulgados. Esta certificación deberá conte-los requisitos esixidos pola Lei Hipotecaria.

O cambio de titularidade nos contratos de arrendamento de locais para oficinas públicas dos servicios que se transfiran non lle dará dereito ó arrendador a extin- guir ou renova-lo contrato.

4. Os funcionarios adscritos a servicios de titularidade estatal ou a outras institucións públicas que resulten afectadas polos traspasos á Comunidade Autónoma pasarán a depender desta, séndolles respectados tódolos dereitos de calquera orde ou natureza que lles correspondan no momento do traspaso, mesmo o de participaren nos recursos de traslado que convoque o Estado en igualdade de condicións cos restantes membros do seu Corpo, podendo exercer desta maneira o seu dereito permanente de opción.

Mentres a Comunidade Autónoma de Galicia non aprobe o réxime estatutario dos seus funcionarios, serán de aplicación as disposicións do Estado vixente sobre a materia.

5. A comisión Mixta, creada polo Real Decreto 474/78, do 16 de marzo, considerarase disolta cando se constitúa a Comisión Mixta a que se refire o apartado 1 da presente disposición transitoria.

QUINTA

l. En canto non se complete o traspaso dos servicios correspondentes ás competencias fixadas á Comunidade Autónoma neste Estatuto, o Estado garantirá o financiamento dos servicios transferidos á Comunidade cunha cantidade igual ó custo efectivo do servicio en Galicia no momento da transferencia.

2. Para garanti-lo financiamento dos servicios antes referidos, a Comisión Mixta prevista na disposición transitoria cuarta adoptará un método encamiñado a fixa-lo tanto por cento de participación previsto no apartado 3 do artigo 45. O método que se siga terá en conta tanto os custos directos coma os custos indirectos dos servicios así como os gastos de investimento que correspondan.

3. Ó fixa-las transferencias para os investimentos terase en conta, na forma progresiva que se acorde, a conveniencia de equipara-los niveis de servicios en todo o territorio do Estado, establecéndose, se é o caso, as transferencias necesarias para o funcionamento dos servicios.

O financiamento a que se refire este apartado terá en conta as aportacións que se realicen a Galicia partindo do Fondo de Compensación a que se refire o artigo 158 da Constitución, así como a acción investidora do Estado en Galicia que non sexa aplicación dese Fondo.

4. A Comisión Mixta a que e refire o apartado 2 fixará o citado tanto por cento, mentres dure o período transitorio, cunha antelación mínima de un mes á presentación dos Orzamentos Xerais do Estado nas Cortes.

5. A partir do método fixado no apartado 2, establecerase un tanto por cento no que se considerará o custo efectivo global dos servicios transferidos polo Estado á Comunidade Autónoma, minorando polo total da cobranza obtida por esta polos tributos cedidos, en relación coa suma dos ingresos obtidos polo Estado nos capítulos I e II do último Orzamento anterior á transferencia dos servicios.

SEXTA

No relativo á televisión, a aplicación do aprtado 3 do artigo 34 do presente Estatuto supón que o Estado outorgará en réxime de concesión á Comunidade Autónoma de Galicia a utilización dunha terceira canle, de titularidade estatal, que debe crearse especificamente para emitir no territorio de Galicia, nos termos que prevexa a citada concesión.

Mentres non se poña en funcionamento efectivo esta nova canle de Televisión, Radio-Televisión Española (RTVE) articulará a través da súa organización en Galicia un réxime transitorio de programación específica para o territorio de Galicia, que Televisión Española emitirá pola segunda cadea (UHF).

O custo da programación específica de Televisión a que se refire o parágrafo anterior entenderase como base para a determinación da subvención que poida concederse á Comunidade Autónoma de Galicia durante os primeiros anos de funcionamento da nova canle ó que se refire esta disposición.

SÉTIMA

As transferencias que se realicen en materia de ensino para traspasar á competencia da Comunidade Autónoma os servicios e centros do Estado en Galicia, realizaranse de acordo cos calendarios e programas que defina a, Comisión Mixta.

Xa que logo,
Mando a tódolos españois, particulares e 
autoridades, que garden e fagan garda-la 
presente lei orgánica. 

Palacio Real de Madrid, seis de abril de
mil novecentos oitenta e un.

JUAN CARLOS R.

O Presidente do Goberno
LEOPOLDO CALVO-SOTELO Y BUSTELO

Ponencia política del Bloque Nacionalista Galego. VIII asamblea (Ourense, junio de 1998)

Ponencia política del Bloque Nacionalista Galego. VIII Asamblea. Ourense, junio de 1998

[...] La institucionalización del Estado de las Autonomías fue, como fórmula de compromiso, en cierta medida, el resultado de la masa crítica alcanzada por los movimientos nacionalistas a la altura de la transición. Sin embargo, el desarrollo del modelo constitucional, a través de la generalización de los Estatutos de Autonomía y la progresiva hornogencización competencial de los mismos, formó parte de una estrategia de las fuerzas estatales para desvirtuar el autogobierno de las naciones sin Estado y reforzar los instrumentos institucionales, políticos, culturales y económicos del poder central.

En estas circunstancias, conseguido un Estatuto de Autonomía, el BNG utilizará las competencias a partir de una interpretación extensiva de las mismas, siempre a favor de la emancipación nacional [...] .

Pero, además de esto, la estrategia política del BNG está dirigida hoy a la constitución de un Estado plurinacional ?compartiendo la soberanía que es propia de la nación gallega- vertebrado a partir de los proyectos de emancipación nacional que se formulan desde la propia Galicia, Catalunya y Euskadi. Esta estrategia responde a la condiciones de nuestro tiempo en la lucha por la autodeterminación y recoge una reivindicación histórica del nacionalismo gallego. [...] En un horizonte temporal previsible, la estrategia del BNG para contribuir al logro del Estado plurinacional resulta de la combinación de distintas reivindicaciones y acciones políticas que, teniendo cada una su virtualidad e individualidad, se integran en el proceso de autodeterminación:

[...] El reconocimiento de Galicia como nación ?así como de otras naciones del Estado es la condición previa y necesaria para plasmar constitucionalmente su carácter plurinacional. [...]

El esfuerzo por la consecución de competencias que afectan directamente a la nación:

La competencia plena y exclusiva en la legislación sobre la lengua gallega.

El reconocimiento de la presencia internacional como nación, con efectos institucionales en las cuestiones referentes a la identidad y a intereses vitales de Galicia.

La transformación del Senado según los siguientes principios:

a) Su definición como Cámara de representación de las naciones y regiones.

b) El reconocimiento a la representación de las nacionalidades constitucionales de un rango competencial específico en relación con la aplicación de determinadas normas legales en su territorio.

c) El establecimiento del territorio de las Comunidades Autónomas como circunscripción electoral, y la celebración de las elecciones al Senado en coincidencia con las elecciones autonómicas respectivas.

d) La eliminación de la actual subordinación de la Cámara Alta en relación con el Congreso, definiendo consecuentemente sus funciones parlamentarias, tanto legislativas como no legislativas de control o impulso de la acción del Gobierno estatal.

e) El derecho al uso de todas las lenguas oficiales en pie de igualdad.

El nombramiento por el Parlamento de Galicia de una representación específica entre los magistrados del Tribunal Constitucional del Estado.

La ampliación de las competencias jurídicas, dando una función adecuada al Tribunal Superior de Justicia de Galicia y creando un Consejo Gallego del Poder Judicial.

La creación de una policía propia con competencias plenas.

La competencia plena en Administración Local, con capacidad para estructurar todos sus ámbitos, incluida la modificación de los ámbitos provinciales y la supresión de las Diputaciones.

El establecimiento de un sistema de financiación que asegure la autonomía y la suficiencia financiera de Galicia, instrumentado en dos etapas:

a) En una perspectiva inmediata mediante la cesión de un conjunto de tributos con capacidad normativa unida, entre otras medidas de finalidad semejante, a cambios legales que garanticen la tributación en Galicia de los actos impositivos y las rentas generadas en la Comunidad Autónoma, el incremento sustancial del Fondo de Compensación interterritorial y la modificación y mejora de la financiación sanitaria.

b) En una perspectiva a medio plazo mediante el sistema de concierto, tomándolo como una base de partida congruente con la soberanía política reivindicada.

La competencia exclusiva sobre los recursos naturales propios.

La consecución de competencias plenas y exclusivas en materia de legislación laboral y de seguridad social.

La competencia exclusiva en la gestión de los recursos en materia de telecomunicaciones.

La ampliación de competencias

La eliminación de las cláusulas restrictivas de las competencias estatutarias exclusivas en los términos del Estatuto de Autonomía [...].

La transferencia de competencias a través del artículo 150.2 de la Constitución española: desarrollo legislativo en ordenación del crédito, banca y seguros; ejecución e información en la elaboración de tratados y convenios internacionales; protección de ecosistemas; puertos de interés general; ordenación del sector pesquero; transportes marítimos, costas y plataforma continental, etc.

La asunción plena de la administración en el territorio gallego de las competencias estatales ejecutivas. [...]

En la perspectiva de la autodeterminación, las acciones programáticas del BNG en el Estado se dirigen al logro de la justicia social y de políticas de igualdad, a la conquista de los derechos de las mujeres, a la defensa del medio ambiente, a la defensa de los derechos democráticos y sociales. [...]

En su VII Asamblea Nacional, celebrada en Ferrol (1996), el BNG, manifestando una posición coincidente con la de otras fuerzas políticas europeas, abogó por "una Europa donde desaparezcan las estructuras militares, donde los pueblos y el derecho de autodeterminación sean el cimiento de la nueva construcción. Una Europa participativa, plenamente democrática, basada en la integración y no en la exclusión, como conjunto y suma de las identidades nacionalesy del respeto a la pluralidad económica, culturale y lingüística Una Europa dotada de meca~ nismos y garantías departicipación política, basada en la paz, en la defensa del medio y en el derecho al trabajo, que comience en los Urales y acabe en Finisterre" , En consecuencia, se asumía el reto de conseguir esas voces que, en el marco delparlamento europeo, son tan necesarias para defender" la Europa de los pueblos y "los derechos de Galicia como nación" [...]

En este marco, la presencia del BNG en las instituciones europeas es tanto más necesaria cuanto que en ellas resulta especialmente dificil la representación de las naciones sin Estado, al ser aún los Estados los únicos actores políticos realmente reconocidos. [...]

En la política económica y social es preciso reivindicar firmemente la gestión íntegra de los Fondos Estructurales y del Fondo de Cohesión que correspondan a Galicia. [...]

El BNG continuará en su política europea con la defensa de los sectores productivos gallegos [...] lo que afecta especialmente a: la reforma de la Política Agraria Común (PAC), que hoy beneficia, a través del FEOGA, a las grandes explotaciones agrarias de modo que el 20% de las explotaciones, precisamente las de mayor dimensión, reciben hoy el 80% del presupuesto agrario comunitario, con lo que Galicia recibe ocho veces menos por ocupado agrario que la media española y diez veces menos que la media comunitaria; la ampliación de la cuota láctea que corresponde a Galicia hasta alcanzar el nivel medio de producción europeo; la presencia directa gallega en las negociaciones de la UE con terceros países que afecten a la pesca gallega; la reclamación de medidas de recuperación de la capacidad pesquera gallega en las aguas comunitarias inscritas en un Plan Gallego de Pesca de Altura; la plena recuperación de la capacidad de construcción de buques en los astilleros gallegos [...] el BNG defenderá en Europa la integración de Galicia en todos los programas europeos de construcción y desarrollo de redes y sistemas de comunicación modernos: autopistas, ferrocarriles, aeropuertos, puertos y telecomunicaciones. [...]

El BNG trabajará ante y en las instituciones europeas defendiendo su estructuración a partir de una representación nacional y no estatal, que tenga un carácter directamente democrático y plural.

En este marco, el Parlamento Europeo debe contar con capacidad de control e impulso en relación con el Consejo Europeo y la Comisión de la Comunidad Europea, y con capacidad legislativa que respete las competencias de los parlamentos nacionales.

El BNG defiende la presencia de Galicia como nación en todas las instituciones europeas, y muy particularmente en todo aquello que afecte a intereses gallegos específicos [...].

Fuente: Bloque Nacionalista Galego, Galiza sairá gañando con intelixéncia e ilusión. Ponencias Asamblearias. Ourense 27/28 de Xuño de 1998. VIII Asemblea Nacional s.l., s.i. (Traducción: J. Beramendi.)

Declaración de Barcelona (El Viejo Topo, Barcelona, octubre de 1998)

Declaración de Barcelona. 16 de julio de 1998

Con la mirada puesta en el futuro, y, al mismo tiempo, inspirándonos en otras iniciativas de este siglo (la Triple Alianza de 1923 o la Galeuzca de 1933); el Bloque Nacionalista Galego, el Partido Nacionalista Vasco y Convergencia i Unió, reunidos en Barcelona,

DECLARAMOS QUE:

Al cabo de veinte años de democracia continúa aún sin resolverse la articulación del Estado español como plurinacional.

Durante este período hemos padecido una falta de reconocimiento jurídico-político, e incluso de asunción social y cultural de nuestras respectivas realidades nacionales en el ámbito del Estado.

Este reconocimiento, además de justo y democrático, resulta absolutamente necesario en una Europa en proceso de articulación económica y política y que, además, apunta, a medio plazo, hacia una redistribución del poder político entre sus diversas instancias y niveles. Una Europa cuya Unión debe basarse en el respeto y la vertebración de los diversos pueblos y culturas que abarca.

Y lo es, también, en un mundo cada vez más interdependiente, sobre el cual pesa la amenaza de la uniformización.

Por todo ello creemos que hay que abrir una nueva etapa en la cual se produzca por parte del Estado y de Europa el reconocimiento de nuestras realidades nacionales y se obtenga el poder político suficiente para poder ofrecer nuestras propias respuestas a los retos del siglo XXI.

Y ACORDAMOS:

Hacer un llamamiento a la sociedad española para compartir y dialogar acerca de una nueva cultura política acorde con esa comprensión del Estado y promover una concienciación colectiva que refuerce la idea de su plurinacionalidad.

Ofrecer a Europa y al mundo nuestras propuestas en defensa de la diversidad. Encabezar la política de las identidades, y de su convivencia positiva y creativa.

Organizar de manera sistemática el intercambio de información, opinión y colaboración entre las gentes y sectores de la ciudadanía activos en los ámbitos intelectual, cultural, educativo, profesional y empresarial, con el objetivo de dialogar acerca de nuestras propuestas y difundirlas.

Establecer un plan de trabajo conjunto entre nuestras respectivas organizaciones sobre: lengua y cultura; fiscalidad y financiación pública; símbolos e instituciones; presencia en la Unión Europea y sobre otras cuestiones que acordemos.

Por ello y para todo ello estableceremos una relación estable y permanente entre nuestras tres fuerzas políticas; una estructura abierta que permita llevar a cabo las actuaciones conjuntas que requieran los objetivos declarados y acordados.

Finalmente, nos comprometemos a continuar trabajando y desarrollando los temas que hemos comenzado a abordar en este primer encuentro tripartito, en las reuniones que este mismo año celebraremos en Bilbao, en septiembre, y en Santiago, en octubre.

Fuente: El Viejo Topo (Barcelona), octubre de 1998, n.º 122: 10-11.

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